Quito. 13 jul 2001. Las obras de regeneración urbana, que entregará este
mes, copan su agenda cotidiana. El Alcalde atiende entre cinco y ocho
minutos a los funcionarios. Firma 80 cartas por día.
Raúl Gómez estaba preocupado al ingresar a la oficina de la secretaria
del Alcalde de Guayaquil.
El reloj de pared marcaba las 08:15. Gómez es el responsable de llevar
los seis periódicos que Jaime Nebot revisa en las mañanas. Pero el
miércoles llegó 15 minutos atrasado y el temor de un llamado de atención
lo acorraló.
Miró a Alicia Muñoz, la asistente que trabaja 30 años con Nebot, tratando
de encontrar una respuesta. Pero Gómez tuvo suerte: el Alcalde convocó a
una reunión a los directores departamentales y representantes de la
Fundación Malecón 2000. Entonces el conserje regresó a sus actividades.
En la oficina de unos 12 metros de ancho por ocho de largo, que ocupa el
Alcalde, éste solicitaba los informes de las obras que se entregarán en
julio por las festividades de la fundación de la ciudad. Así comenzó el
día en la Alcaldía de Guayaquil con un movimiento permanente.
Sobre el escritorio, las primeras cartas que debía firmar sumaban 80. "No
se le pidió sino que se le exigió", dijo el Alcalde. Se dirigía al
secretario del Municipio, Javier Sandoval, al referirse a la redacción de
una carta al contratista del Parque Forestal por un atraso en la obra.
A su alrededor estaban diez personas, entre ellas: Luis Pérez, Pedro
Gómez Centurión, Guillermo Chang... El reloj que estaba en el escritorio
de Nebot marcaba las 08:40. Muñoz era la única autorizada a interrumpirlo
y traía un celular en la mano. Le dijo: "lo llama Charly Pareja". Éste es
amigo personal y asesor.
Al mismo tiempo, ingresaba al despacho Juan José Franco, amigo de
infancia y asesor personal. JJ, como lo llaman, siempre estaba sentado a
su derecha.
El orden de las actividades del día se podía leer en un papel. Pero el
Alcalde ya lo conocía con exactitud. En la reunión de una hora que
planificó con los responsables de la regeneración urbana, les pidió
cuentas. "¿Cómo está Plaza Sur?, preguntó. Le respondieron que el
desalojo de los comerciantes se hará a partir del jueves (ayer). A cada
uno de ellos les dio cinco minutos. ¿Y el Malecón del Salado?: "ahí se
tiene que agilitar el préstamo de 13 millones de dólares con la
Corporación Andina de Fomento (CAF)". Después su mirada se dirigió a
Pedro Gómez Centurión, gerente de la Fundación Malecón 2000, para
preguntar sobre la Isla Santay. "Falta la contratación de la fiducia, que
es clave", le respondió.
A las 09:00 acabó la primera cita del día. Lo hizo 20 minutos antes de lo
previsto (09:20). El turno le tocaba a sus asistentes administrativos y
legales. Cada uno de los seis ejecutivos que diariamente le informan de
las finanzas, disputas legales, vía pública, predios, entre otros,
ingresó con un legajo de 60 papeles.
No disponían de mucho tiempo y el dialogo con el Alcalde fue de ocho
minutos. "Es parte de su ejecutividad", afirmó Andrés Ortiz, uno de sus
asistentes. El silencio se adueñó del despacho a las 09:50. El Alcalde
accionó el timbre que estaba bajo su escritorio. Era la octava ocasión
que lo hacía. En el día lo hace más de 40, especialmente desde que se
iniciaron las festividades de julio. Le insistió a Alicia Muñoz que no
hay espacio para visitas de personas que no tienen relación con el
Municipio o las festividades de Guayaquil. Las citas quedaron para el 1
de agosto. A las 09:50, antes de salir para El Fortín, un barrio marginal
en el norte de Guayaquil, recibió una llamada del prefecto Lapentti. En
El Fortín estuvo 40 minutos. Caminó por calles que el Municipio rellenó y
habló con los moradores; les ofreció conseguir agua potable, aunque no
sea su función.
Luego en el trayecto de El Fortín hasta el Mercado de Transferencias
evitaba temas de política, consultados por Luis Chiriboga, que lo
acompañaba en el vehículo personal, un Ford negro.
¿Cómo le fue a León en Quito? "Bien. Se encontró con viejos militantes",
le respondió Nebot. A las 12:30 terminó la primera jornada. De regreso al
despacho afirmó que 15 000 personas se beneficiarán en el programa "Mucho
Lote", en la ciudadela Las Orquídeas.
En la tarde la actividad fue igual de intensa. Tuvo tres reuniones.
Escuchó la música de una canción de Guayaquil, creada por el compositor
Gustavo Pacheco. "Que venga el lunes", respondió. A las 13:47 le dijo a
Muñoz que le llevase el almuerzo. Desde que asumió la Alcaldía se
alimenta en el despacho.
En el intermedio de la comida habló del dragado y la regeneración.
También llamó a Ramón Jiménez Carbo, procurador del Estado, para
consultarle sobre un informe para el Malecón del Salado.
Participó en la reunión del Concejo Cantonal, después en las firmas de
contratos de drenaje, construcción, ampliación de avenidas y ductos en
Bastión Popular, Prosperina, Guasmo, entre otros. Ahora su obsesión es la
regeneración urbana de Guayaquil. "Después desaparecerán los "tallarines"
de cables, en las calles del centro guayaquileño".
Asiste diariamente al barrio Las Peñas y El Centenario para observar el
desarrollo de las obras. Esas visitas se extienden desde 10 minutos hasta
una hora.
A las 17:00 subió más de 2 000 escalones hasta llegar al segundo mirador
turístico de Las Peñas. Desde ahí Guayaquil se extiende a lo largo del
río Guayas. Para estimular a los habitantes de ese sector hará una
promoción de la casa mejor pintada. "Se entregarán 10 000 dólares en
premios". La jornada terminó pasadas las 19:00 en una reunión con
Patricio Dávila, gerente de la AGD. Esa misma tarde el temor de Raúl
Gómez desapareció y se transformó en alegría porque el Concejo resolvió
aumentar 30 dólares al sueldo de cada empleado.
Las obras municipales
El centro de nutrición * Albergará a 1 000 niños y niñas de escasos
recursos económicos que provienen de los barrios más marginales del
Puerto y funcionará en la ciudadela Las Orquídeas. Se inaugurará antes
del 25 de julio. También se construirá uno en el Guasmo. Se lo construyó
con los dineros de la Teletón del 2000. Se gastaron más de 300 000
dólares. La fundación Encuentro será la administradora.
El malecón de El Salado
* El préstamo de 13 000 000 de dólares de la Corporación Andina de
Fomento (CAF) le permitirá la construcción de un Malecón en el Estero
Salado y será otro de los sitios más concurridos y de proyección urbana
de Guayaquil.
Murales en los pasos a desnivel
* Los pasos a desnivel tendrán murales en sus bases. El primero está
entre el Cementerio General y la conexión con la avenida de Las Américas.
Los financiará la empresa privada.
El lanzamiento de un fascículo
* Lo hará con el Banco Central en fascículos y vídeo. El proyecto se
definirá en los próximos días. Nebot afirma que será antes de las
fiestas de Guayaquil. Se resumirá la historia de la ciudad. En la
Alcaldía comentan que el fascículo será de mucha utilidad para los
jóvenes y para los turistas. (Texto tomado de El Comercio)
mes, copan su agenda cotidiana. El Alcalde atiende entre cinco y ocho
minutos a los funcionarios. Firma 80 cartas por día.
Raúl Gómez estaba preocupado al ingresar a la oficina de la secretaria
del Alcalde de Guayaquil.
El reloj de pared marcaba las 08:15. Gómez es el responsable de llevar
los seis periódicos que Jaime Nebot revisa en las mañanas. Pero el
miércoles llegó 15 minutos atrasado y el temor de un llamado de atención
lo acorraló.
Miró a Alicia Muñoz, la asistente que trabaja 30 años con Nebot, tratando
de encontrar una respuesta. Pero Gómez tuvo suerte: el Alcalde convocó a
una reunión a los directores departamentales y representantes de la
Fundación Malecón 2000. Entonces el conserje regresó a sus actividades.
En la oficina de unos 12 metros de ancho por ocho de largo, que ocupa el
Alcalde, éste solicitaba los informes de las obras que se entregarán en
julio por las festividades de la fundación de la ciudad. Así comenzó el
día en la Alcaldía de Guayaquil con un movimiento permanente.
Sobre el escritorio, las primeras cartas que debía firmar sumaban 80. "No
se le pidió sino que se le exigió", dijo el Alcalde. Se dirigía al
secretario del Municipio, Javier Sandoval, al referirse a la redacción de
una carta al contratista del Parque Forestal por un atraso en la obra.
A su alrededor estaban diez personas, entre ellas: Luis Pérez, Pedro
Gómez Centurión, Guillermo Chang... El reloj que estaba en el escritorio
de Nebot marcaba las 08:40. Muñoz era la única autorizada a interrumpirlo
y traía un celular en la mano. Le dijo: "lo llama Charly Pareja". Éste es
amigo personal y asesor.
Al mismo tiempo, ingresaba al despacho Juan José Franco, amigo de
infancia y asesor personal. JJ, como lo llaman, siempre estaba sentado a
su derecha.
El orden de las actividades del día se podía leer en un papel. Pero el
Alcalde ya lo conocía con exactitud. En la reunión de una hora que
planificó con los responsables de la regeneración urbana, les pidió
cuentas. "¿Cómo está Plaza Sur?, preguntó. Le respondieron que el
desalojo de los comerciantes se hará a partir del jueves (ayer). A cada
uno de ellos les dio cinco minutos. ¿Y el Malecón del Salado?: "ahí se
tiene que agilitar el préstamo de 13 millones de dólares con la
Corporación Andina de Fomento (CAF)". Después su mirada se dirigió a
Pedro Gómez Centurión, gerente de la Fundación Malecón 2000, para
preguntar sobre la Isla Santay. "Falta la contratación de la fiducia, que
es clave", le respondió.
A las 09:00 acabó la primera cita del día. Lo hizo 20 minutos antes de lo
previsto (09:20). El turno le tocaba a sus asistentes administrativos y
legales. Cada uno de los seis ejecutivos que diariamente le informan de
las finanzas, disputas legales, vía pública, predios, entre otros,
ingresó con un legajo de 60 papeles.
No disponían de mucho tiempo y el dialogo con el Alcalde fue de ocho
minutos. "Es parte de su ejecutividad", afirmó Andrés Ortiz, uno de sus
asistentes. El silencio se adueñó del despacho a las 09:50. El Alcalde
accionó el timbre que estaba bajo su escritorio. Era la octava ocasión
que lo hacía. En el día lo hace más de 40, especialmente desde que se
iniciaron las festividades de julio. Le insistió a Alicia Muñoz que no
hay espacio para visitas de personas que no tienen relación con el
Municipio o las festividades de Guayaquil. Las citas quedaron para el 1
de agosto. A las 09:50, antes de salir para El Fortín, un barrio marginal
en el norte de Guayaquil, recibió una llamada del prefecto Lapentti. En
El Fortín estuvo 40 minutos. Caminó por calles que el Municipio rellenó y
habló con los moradores; les ofreció conseguir agua potable, aunque no
sea su función.
Luego en el trayecto de El Fortín hasta el Mercado de Transferencias
evitaba temas de política, consultados por Luis Chiriboga, que lo
acompañaba en el vehículo personal, un Ford negro.
¿Cómo le fue a León en Quito? "Bien. Se encontró con viejos militantes",
le respondió Nebot. A las 12:30 terminó la primera jornada. De regreso al
despacho afirmó que 15 000 personas se beneficiarán en el programa "Mucho
Lote", en la ciudadela Las Orquídeas.
En la tarde la actividad fue igual de intensa. Tuvo tres reuniones.
Escuchó la música de una canción de Guayaquil, creada por el compositor
Gustavo Pacheco. "Que venga el lunes", respondió. A las 13:47 le dijo a
Muñoz que le llevase el almuerzo. Desde que asumió la Alcaldía se
alimenta en el despacho.
En el intermedio de la comida habló del dragado y la regeneración.
También llamó a Ramón Jiménez Carbo, procurador del Estado, para
consultarle sobre un informe para el Malecón del Salado.
Participó en la reunión del Concejo Cantonal, después en las firmas de
contratos de drenaje, construcción, ampliación de avenidas y ductos en
Bastión Popular, Prosperina, Guasmo, entre otros. Ahora su obsesión es la
regeneración urbana de Guayaquil. "Después desaparecerán los "tallarines"
de cables, en las calles del centro guayaquileño".
Asiste diariamente al barrio Las Peñas y El Centenario para observar el
desarrollo de las obras. Esas visitas se extienden desde 10 minutos hasta
una hora.
A las 17:00 subió más de 2 000 escalones hasta llegar al segundo mirador
turístico de Las Peñas. Desde ahí Guayaquil se extiende a lo largo del
río Guayas. Para estimular a los habitantes de ese sector hará una
promoción de la casa mejor pintada. "Se entregarán 10 000 dólares en
premios". La jornada terminó pasadas las 19:00 en una reunión con
Patricio Dávila, gerente de la AGD. Esa misma tarde el temor de Raúl
Gómez desapareció y se transformó en alegría porque el Concejo resolvió
aumentar 30 dólares al sueldo de cada empleado.
Las obras municipales
El centro de nutrición * Albergará a 1 000 niños y niñas de escasos
recursos económicos que provienen de los barrios más marginales del
Puerto y funcionará en la ciudadela Las Orquídeas. Se inaugurará antes
del 25 de julio. También se construirá uno en el Guasmo. Se lo construyó
con los dineros de la Teletón del 2000. Se gastaron más de 300 000
dólares. La fundación Encuentro será la administradora.
El malecón de El Salado
* El préstamo de 13 000 000 de dólares de la Corporación Andina de
Fomento (CAF) le permitirá la construcción de un Malecón en el Estero
Salado y será otro de los sitios más concurridos y de proyección urbana
de Guayaquil.
Murales en los pasos a desnivel
* Los pasos a desnivel tendrán murales en sus bases. El primero está
entre el Cementerio General y la conexión con la avenida de Las Américas.
Los financiará la empresa privada.
El lanzamiento de un fascículo
* Lo hará con el Banco Central en fascículos y vídeo. El proyecto se
definirá en los próximos días. Nebot afirma que será antes de las
fiestas de Guayaquil. Se resumirá la historia de la ciudad. En la
Alcaldía comentan que el fascículo será de mucha utilidad para los
jóvenes y para los turistas. (Texto tomado de El Comercio)
Más en el