Río de Janeiro. 15.03.93. La "era Collor", que arrancó con
turbulentos cambios políticos y económicos y terminó ahogada en
corrupción, no solo se reproduce ahora en decenas de pequeños
escándalos, sin que ha servido de plataforma para un nuevo y buen
negocio editorial.
Por lo menos tres libros que prometen revelar las entrañas del
período dominado por el ex presidente Fernando Collor saldrán a
la luz en los próximos días.
"Mil días de soledad", escrito por el ex vocero presidencial,
Claudio Humberto Ropsa e Silva, ya tiene dos ediciones agotadas,
que llegarán a las librerías la próxima semana. La primera con
10.000 ejemplares y la segunda, de 21.000.
Son cifras excepcionales para el mercado literario brasileño en
el que pocas obras tienen una primera edición de más de 3.000
ejemplares.
Un hijo natural del ex presidente, un ministro que "se mojó los
pantalones" al ser cesado, diputados que intentaron vender sus
votos en el proceso parlamentario contra Collor, son algunas de
las revelaciones del libro, de 412 páginas.
Partes del texto fueron divulgadas esta semana por la revista
"Veja", que destacó los hechos escandalosos incluidos en la obra,
escrita en Lisboa en los últimos cinco meses, después que su
autor, Rosa e Silva, dejó de ser agregado cultural de la embajada
brasileña.
El ex presidente, al contrario de lo esperado, tuvo sus
"pecadillos", los cuales salieron a la luz pública gracias al
trabajo de su ex vocero. Así, salió a la palestra el caso de
James Fernando, un niño de 12 años, quien ahora surgió como hijo
de Collor.
Anteriormente hubo rumores y denuncias sobre la existencia del
hijo no reconocido, pero Collor logró evitar su confirmación y
una divulgación dañina para su carrera política.
El niño fue el fruto de una relación efímera con Lucineide Braz,
una funcionaria municipal de Maceio, una capital del noreste
brasileño, cuando Collor fue su alcalde, según el autor de "Mil
días de soledad".
Pero Rosa e Silva, un periodista que acompañó el ex presidente
por siete años, no admite la corrupción de su ex jefe y alterna
revelaciones desairosas con alabanzas.
Según él, sobraron 52 millones de dólares de contribuciones para
la campaña electoral de 1989, que llevó a Collor a la
presidencia, suma que explicaría los abultados gastos personales
del ex gobernante sin necesidad de recurrir a la corrupción.
Así, el ex vocero soslaya el recado fundamental.
Pero distribuye su veneno a los enemigos y "traidores", que hasta
la víspera de las votaciones parlamentarias contra Collor, le
manifestaban su lealtad.
Pedro Collor, hermano menor del ex presidente, quien desató la
crisis el año pasado, es golpeado en forma cruel. Teresa, su
mujer, quien conquistó al país por su belleza, se habría
enamorado de un cuñado, según la narración.
Y el hecho habría provocado violentas reacciones de Pedro, como
disparar una pistola contra un empleado, hiriéndolo sin gravedad,
y contra el refrigerador. El periodista presenta al hermano de
Collor como un hombre grosero y de poco control.
Tal revelación fue negada por los involucrados. Pedro Collor la
atribuye a un deseo de venganza y cree que esa parte del libro
fue escrita en conjunto por su hermano, el ex presidente.
Pedro tuvo participación decisiva en la caída de Fernando Collor,
al conceder una explosiva entrevista a la misma revista "Veja",
en mayo, en la que vinculó a su hermano con la corrupción
generalizada dentro del gobierno, y acusó al empresario Paulo
César Farías de encabezarla.
Sus declaraciones convencieron al congreso nacional para crear
una comisión parlamentaria de investigación que dio inicio al
proceso que llevó a Fernando Collor a la renuncia el 29 de
diciembre, después de recibir innumerables condenas de la opinión
pública.
Pedro Collor y otros afectados por el libro anunciaron que
llevarán a Rosa e Silva a los tribunales.
Luis Fernando Emediato, director de la editorial Generación, que
publicó el libro, lamentó que la obra se esté divulgando por los
chismes.
Se trata, según él, de un libro muy importante para desnudar "los
terribles mecanismos de poder, de la corrupción", que operaban
dentro del gobierno brasileño.
Rosa e Silva confesó que lo escribió "porque necesita dinero",
después de perder el cargo de agregado cultural en Lisboa, en el
que devengaba un sueldo de nueve mil dólares mensuales.
Por su parte, Pedro Collor prometió responder lo que considera
"mentiras" de Rosa e silva, en el libro que está por concluir.
Se espera que detalle los orígenes del fenómeno político en que
se convirtió su hermano, de rápida ascensión y caída, así como el
perfil sicológico de varios personajes que salieron de la pequeña
y pobre Alagoas, en el noreste de Brasil, para someter al país a
un periodo de gran agitación y vergüenza.
El tercer libro lo escribe el ex ministro de Salud, Alceni
Guerra, que acumuló poderes en 1990 y comienzo de 1991, pero tuvo
que renunciar en noviembre de ese año, acusado de corrupción y
enfrentando procesos judiciales.
El escándalo de las bicicletas fue uno de los primeros de una
serie ocurrida en el gobierno Collor.
Guerra, también nombrado simbólicamente el "ministro de la niñez"
por coordinar proyectos especiales para los niños, fue acusado de
autorizar la compra de 25.000 bicicletas a precios
artificialmente elevados, para supuestamente favorecer a una
empresa amiga.
Su libro de 250 páginas será lanzado al final de este semestre y
en él tratará de plantear su defensa, después de que la justicia
lo absolvió.
Pero abordar también aspectos políticos e internos de la campaña
electoral y del gobierno de Collor.
El agitado período protagonizado por Fernando Collor parece
estimular la vocación por la escritura de libros de testimonio,
investigaciones, análisis políticos y sicológicos.
Esa tendencia se inició el año pasado con "Zelia, una pasión", en
que el conocido escritor Fernando Sabino narró la vida de la ex
poderosa ministra de Economía, Zelia Cardoso de Mello.
La "Pasión prohibida" por su colega de Justicia, Bernardo Cabral,
un hombre casado, fue un escándalo de otra naturaleza, que
provocó la caída de ambos.
En "Mil días de soledad", la figura de Cabral aparece de nuevo.
Es el ministro que, según Rosa e silva, tuvo "incontinencia
urinaria" al ser invitado a renunciar a su cargo. (IPS)
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