Quito. 22 ene 96. Esta historia se repitió cientos de veces,
en distintos escenarios. Un 3 de enero en la mañana cuando
Elena Gutiérrez, flamante ama de casa, fue a comparar el pan
para el desayuno, se topó con que lo que antes le costaba por
unidad 120 sucres, desde ese momento le costaría 180 sucres,
es decir un incremento del 50 por ciento.

Compró, por lo tanto dos panes menos de lo que solía llevar
normalmente. Pidió una explicación, y el tendero escuetamente
le dijo; "subió la harina".

¿Ahora porqué subió la harina?, según las explicaciones
informales que dieron los molineros (no quisieron hablar
abierta ni oficialmente), la causa principal fue el incremento
en la cotización del dólar que se dio en los últimos meses del
año, debido al "reajuste de la banda cambiaria" que decidieron
las autoridades económicas, lo que en la era pre-modernizadora
se conocía como devaluación.

El asunto es que el país no es precisamente un gran productor
de trigo y gran parte de su demanda de consumo es satisfecha
con importaciones, que se encarecen con un dólar de mayor
precio.

Sin embargo, lo curioso del asunto es que el incremento se
decidió en enero, cuando precisamente el dólar ha comenzado a
descender lentamente después de desvanecerse las expectativas
de una macro devaluación.

Otros incrementos

Pero, el caso del pan solo es ilustrativo, no el único. Luego
de constatar diversos incrementos de precios en estas primeras
semanas del nuevo año en casi todos los productos de primera
necesidad (en bienes de consumo, el comportamiento ha sido un
tanto distinto, por ahora) recurrimos a los registros de
precios que diariamente lleva el Centro de Educación Popular
(CEDEP) en distintos mercados de Quito, Guayaquil, Cuenca y
otras ciudades el país.

Según esta información han existido incrementos en casi todos
los productos agrícolas para el consumidor.

Al hacer, el seguimiento entre el último día laborable de
1995, en Quito el viernes 29 de diciembre y el primer día
laborable del nuevo año observamos que la libra de arroz flor
terminó 1995 a 700 sucres y ya para el nuevo año estaba en los
750 sucres.

La libra de arveja pasó de 2 mil sucres a 3 mil, la cebolla en
rama de mil sucres a 1.200 y la papa chola de 350 sucres la
libra pasó a costar 400 sucres.

Para el miércoles 10 de enero también sufrieron incrementos el
fríjol tierno de 1.500 a 2 mil sucres, la libra de cebolla
colorada de 800 sucres pasó a costar mil sucres y el tomate
riñón de mil sucres subió a 1.500 sucres.

Para esto la leche también había subido de 1.300 desde un
precio durante gran parte del año anterior de mil sucres.

Las razones de los incrementos

Al momento de dar razones, hay montones que aparecen.

Así las panaderías señalan que sus precios más o menos varían
cada cuatro meses y depende fundamentalmente de la variación
de los precios en sus dos insumos básicos: la manteca y la
harina de castilla o harina de trigo.

Por su lado, la leche, sostienen las empresas pausterizadoras,
mantuvo su precio durante gran parte de 1995 debido a que por
el conflicto con el Perú y la emergencia nacional se represó
el precio de este producto vital.

La decisión de incrementar el precio, debido al encarecimiento
de los insumos de producción, se la tomó en noviembre
sostienen.

Sea por la razón que sea, la leche ha pasado a costar en las
últimas semanas de 1.000 sucres el litro a 1.300.

En cuanto al azúcar, entre diciembre de 1995 y enero de este
año, se ha incrementado en un 75 por ciento, con lo cual en
este momento se debe pagar hasta 900 sucres por una libra de
azúcar.

Enero el de mayor inflación

La semana anterior en una entrevista radial, la presidenta de
la Junta Monetaria, Ana Lucía Armijos reconoció que enero es
el mes más inflacionario del año.

Esto se confirma al revisar las estadísticas del INEC en
relación a la evolución porcentual del índice de precios al
consumidor entre enero de 1995 y enero de 1994, cuando el
índice general se elevó en 30,1 por ciento, mientras el de
alimentos y bebidas se incrementó en 31,2 por ciento, lo cual
constituyó el mayor de todo el año 95 pese a que en otros
meses se produjeron situaciones como la guerra con el Perú, la
crisis energética, el escándalo de los gastos reservados de la
vicepresidencia o el fuerte incremento en las tasas de interés
que podían haber provocado una disparada en los precios de los
productos.

Las elevaciones en Guayaquil

Los ecuatorianos recibimos estas primeras semana de 1996 con
la elevación de los precios de una serie de alimentos que
constituyen la canasta familiar.

Los vendedores al detal o minoristas acusan a los
intermediarios o mayoristas de ser ellos los responsables de
esas alzas, problema de la que no se han hecho eco las
autoridades competentes para impedir esta violación a la ley
de control de precios y calidad, y esta pesad cruz que se debe
llevar el consumidor.

Es así que el primer producto que se elevó de precio fue el
azúcar que de 600 sucres la libra pasó a 700, con la que
salvedad de que el costo no se incrementó por escasez o por
desabastecimiento ficticio sino porque así lo dispusieron los
miembros de la asociación de ingenios azucareros en base a la
ley de la oferta y la demanda y a la libertad que tienen de
determinar los precios de los productos.

Luego siguieron otras alzas como las del arroz, producto que
pese a existir en abundancia en el mercado se elevó de 600 a
650 sucres. Los agricultores esgrimen como razones que los
costos de producción se han elevado y por ende debe repercutir
en el precio final.

Posteriormente continuó la leche cuyo litro se elevó de 1.500
a 1700 sucres. Otro productos que se han elevado es el queso,
de 3.200 a 3.500 sucres la libra.

No se diga del litro de aceite, que desde hace meses mantiene
precios variables, siempre para arriba.

El pan también se elevó de precio, de 200 sucres la unidad a
250, al que tuvieron que comprar los consumidores. Los
panaderos dijeron que el saco de harina se elevó de 53.000 a
66.300 sucres.

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INEC), el pan fue el producto que más se elevó de precio en
1995, alrededor del 38%. Le siguieron el arroz, pan carne de
res, carne de pollo, pescado, huevos, leche, azúcar, agua,
teléfono y los combustibles.

Como se conoce, la harina que se consume en el Ecuador en su
mayoría es importada, 378 mil tonelada de trigo al año.

No han subido

Entre los precios que no han subido en el mercado están la
papa que se la sigue vendiendo a 300 sucres la libra, la
cebolla colorada a 500 sucres, así como varias frutas,
hortalizas y verduras. (DIARIO HOY) (P. 6-A)
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