Confidencial
Quito (Ecuador). 21 ene 96. Cuando se aproximan las
elecciones, se improvisan centros de estudios políticos y se
realizan encuestas de todo tipo, por simple curiosidad o por
el deseo de apoyar a algún amigo.

Quienes nos dedicamos permanentemente a trabajar con encuestas
políticas, nos vemos rodeados de una serie de nuevos nombres,
y siglas, que aparecen en estos meses y que dicen hace un
trabajo semejante al nuestro.

No siempre saben de lo que hablan, suelen desaparecer después
del día de las elecciones y confunden a la gente con sus
elucubraciones. De hecho, en estos años de democracia más de
cuarenta membretes han aparecido haciendo encuestas políticas
y sólo dos han permanecido a lo largo del tiempo.

Al publicar este primer artículo sobre lo que ocurre en la
carrera por la Alcaldía de Quito queremos recordar a nuestros
lectores, un par de ideas sobre las encuestas. Estas no
sirven para adivinar el futuro.

No dicen lo que ocurrirá dentro de algunos meses, sino lo que
está ocurriendo en este momento. Permiten saber cómo
evoluciona una campaña, que si no es inútil, servirá para
mover a los votantes de un sitio a otro, según sean más o
menos acertadas las estrategias que cada grupo político
plantee y ejecute. La publicación de encuestas no sirve
tampoco para mover votos.

Si hace memoria recordará que ningún candidato que se haya
dedicado a polemizar con las encuestas y los encuestadores ha
ganado las elecciones. Un candidato se dedica a esto cuando
no tiene más que decir y cuando sabe que su campaña no
arranca. Los que han hecho propaganda en contra de las
encuestas fueron Emanuel y Duarte para la Presidencia y un
señor Caicedo para la diputación por Pichincha. Les fue como
les fue. Ninguno de los candidatos que han ganado la
Presidencia o la alcaldía se ha dedicado a polemizar con las
encuestas. Cuando les va bien, esto se refleja en las
encuestas y creen en ellas. Cuando les va mal, pierden en las
encuestas y con las malas cifras viene la pérdida de fe en las
encuestas.

Dos candidatos de peso

En el caso de la Alcaldía de Quito, se han anunciado las
candidaturas de dos figuras de dos figuras de peso: el actual
alcalde Jamil Mahuad y el actual prefecto de Pichincha,
Federico Pérez. En las simulaciones que hemos realizado hasta
la fecha, estos son los dos nombres que encabezan las
preferencias por amplio margen. Esto no significa que
definitivamente uno de ellos será el nuevo alcalde, sino que,
por el momento, son los preferidos por la ciudadanía.

En las simulaciones que hemos realizado hasta la fecha, estos
son los dos nombres que encabezan las preferencias por amplio
margen. Esto no significa que definitivamente uno de ellos
será el nuevo alcalde, sino que, por el momento, son los
preferidos.

Los dos están respaldados por una excelente evaluación de sus
respectivas administraciones, cantonal y provincial, que hace
la mayoría de los encuestados, los quiteños, en proporción
permanente de tres a uno, han venido apoyando la gestión de
Mahuad.

Esta ha sido una administración municipal que no ha tenido
grandes variaciones en su nivel de aprobación y que
permanentemente ha contado con el beneplácito de la mayoría
ciudadana.

Otro tanto ha pasado con la gestión de Federico Pérez. La gran
mayoría de los habitantes de Pichincha, incluidos los de
Quito, han aprobado su gestión en una proporción semejante.

Cuando en nuestra simulación del 14 de Enero de 1996
entregamos a los encuestados una papeleta de votación en la
que constaban diversos precandidatos a la alcaldía con los
símbolos y colores de sus respectivos partidos, obtuvimos los
siguientes resultados: Mahuad encabezó las preferencias con el
41%, seguido por Pérez con el 28%, Marco Landázuri de la
Izquierda Democrática con el 8%, Guzmán del MPD con 2%, Rafael
Quintero de PSE con 1% y el independiente Aguilar con 1%.

La encuesta fue muy grande y también incluyó muestras con las
que podemos conocer, con plena validez estadística, el
comportamiento del Quito norte, Quito centro y Quito sur.

En el Norte, los candidatos más opcionados mejoraron sus
números. Mahuad subió tres puntos sobre su media cantonal y
tanto Pérez como Landázuri dos. En el centro, Mahuad cayó al
38%, mientras Pérez se mantuvo en el 30%. En el Sur el Trole
hizo sentir sus efectos: Mahuad subió al 39%, mientras
Landázuri y Pérez llegaron a sus cifras más bajas. Hay que
destacar que en el sur la indecisión es casi el doble que en
el Norte y por tanto hay mucho territorio por disputar.

Mahuad y Perez frente a frente

En los análisis electorales se suele medir, frente a frente a
los principales contendientes en torno a palabras que, según
otros estudios parecen centrales para la ciudadanía.

En esta misma encuesta, enfrentamos a Pérez y Mahuad en torno
a varias de esas palabras. Las diferencias destacadas en los
distintos casos, fueron cortas y se mantuvieron muy cerca del
margen de error de la encuesta, que estuvo calculado en un 4%.
NO hay duda de que ambos son muy buenos candidatos.

Significa esto que la elección está resuelta? No. De ninguna
manera. Es posible que aparezca un Fujimori cantonal, que las
cifras se muevan de otra manera, que termine siendo Alcalde
alguien que todavía no es candidato. En muchas ocasiones las
elecciones se resuelven a último momento y lo que importa es
la recta del último mes.

Teóricamente todos los quiteños podemos ser elegidos Alcaldes
y tenemos alguna posibilidad según la teoría de las
probabilidades. De esto a que el señor de la tienda de la
esquina tenga la misma posibilidad de ser elegido Alcalde que
Mahuad o Pérez, hay una gran distancia.

Lo que ocurriría si el día de hoy tienen lugar las elecciones,
es que Jamil Mahuad sería reelegido alcalde y que saldría
segundo, por amplio margen, Federico Pérez. Lo que ocurra en
Mayo, dependerá de cómo sigan desarrollándose las campañas, de
lo que hagan los candidatos y de cómo la gente reciba el
mensaje de estos dos aspirantes a la Alcaldía que arrancan con
una perspectiva muy positiva.

Todos con buenas calificaciones

Perfiles de Opinión, consultora privada, también ha realizado
un seguimiento sobre la imagen de las principales autoridades
seccionales de Pichincha y Guayas.

Y si bien eso no indica las preferencias del electorado, si
nos ubican sobre la imagen de los hombres fuertes de los
gobiernos locales de las dos provincias más grandes del país.

Si, la función pública podría ser comparada con una carrera de
atletismo, lo que se desprende del gráfico elaborado con los
datos de "Perfiles de Opinión" es que tanto los dos prefectos
provinciales, Federico Pérez de Pichincha y Nicolás Lapenti
del Guayas, como los dos alcaldes, Jamil Mahuad de Quito y
León Febres Cordero de Guayaquil parten con una buena
aprobación de su gestión por parte d sus conciudadanos. La
cual, en cifras es bastante similar: 45,9% para Pérez, 45,4%
para Lapenti; 42,7% para Mahuad y 47,7% para León Febres
Cordero. (Política) (Diario HOY) (8A)
EXPLORED
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