Quito. 22 sep 2001. Ussama Ben Laden no es el prototipo del buen musulmán. El islam es algo más que el régimen de los talibanes

Robert Fisk, considerado uno de los mejores periodistas del mundo, que
trabaja en el diario británico The Independent, describió a Ussama Ben Laden como un hombre alto y delgado: "Cuando se acerca a mí, rodeado por sus guerrilleros muyahidin, en las montañas de Afganistán, su altura sobrepasa la de todos sus acompañantes. Enormes insectos atraviesan el aire de la noche y se aferran como erizos a sus túnicas saudíes y a la ropa que llevan sus hombres. Los ojos estrechos y la larga barba se hicieron conocidos en los campos de batalla de Afganistán, en los que sus guerrilleros y él lucharon contra la invasión militar soviética de los años ochenta. Su aspecto ha cambiado poco, la barba es un poco más gris, tal vez, pero con la misma fiereza insaciable. Entonces luchaba contra los rusos. Ahora, está empeñado en derrocar a la monarquía de Arabia Saudí y expulsar a los norteamericanos del reino".

Cuando ocurrió el atentado del pasado 11 de septiembre en contra de los
corazones financiero y militar de Estados Unidos, las autoridades de ese
país responsabilizaron del ataque a Ussama Ben Laden, considerado el enemigo público número uno, por el que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) ofrece una recompensa de $5 millones, la más alta que se ha ofrecido en comparación con lo que se paga por los siguientes cuatro más buscados: Por información que permita capturar al estadounidense James J. Bulguer, acusado de numerosos asesinatos entre los años setenta y ochenta, ávido lector, con un interés especial en la historia, se paga $1 000 000; por Eric Robert Rudolph, el tercer más buscado por estar asociado con el bombardeo de una clínica de la salud en Birmingham, Alabama, ofrecen una cantidad similar; por Ramón Arellano Félix, acusado de trádico de droga, la recompensa es de $50 000; la misma cantidad que se pagaría a quien proporcionara información que permitiera la captura de Donald Eugene Webb, ladrón de joyas.

El multimillonario saudí lidera una de las organizaciones terroristas más
importantes del mundo islámico, según dice un experto en el tema del Oriente Medio, Peter Schenkel: el Ejército Islámico para la Liberación de los Lugares Santos. "Financia y planifica acciones terroristas como vía para establecer una superpotencia islámica en el mundo".

Las acusaciones a Ben Laden ha sido entendidas como una pretensión de
demonizar el islam, según el guía espiritual de Afganistán, el mulá Omar.

Con ese argumento han defendido al saudí que renegó de su familia y de su
pueblo, de acuerdo con las declaraciones ofrecidas a Robert Fisk.

"El régimen (musulmán) comenzó bajo la bandera de que iba a aplicar la Ley islámica, y, bajo ese estandarte, el pueblo entero de Arabia ayudó a la familia saudí a hacerse con el poder", dijo refiriéndose a la proclamación del reinado en Arabia de Abdul Aziz al Saud, en 1932, al que acusó de no haber aplicado la Ley islámica.

Luego de trabajar para Estados Unidos en la lucha contra la ocupación
soviética de Afganistán, el enemigo público número uno se ha convertido en la cabeza más visible del ala fundamentalista radical del mundo islámico, en la que la religión es parte de la política y viceversa. Ed Girardet, periodista que estudia Afganistán desde 1980, dijo en declaraciones a distintas agencias de prensa que Ben Laden aspira a formar un Estado islámico purista que no existe en ningún lugar del mundo. (JT)

De los tiempos del profeta, a la época de los califas

En la azora (capítulo) 43 del Corán, se lee cómo los incrédulos se
preguntaban: ¿Por qué no se ha hecho descender este Corán (revelación) a un hombre importante de las dos ciudades? El versículo revela el humilde origen del principal profeta de los musulmanes.

Mahoma es huérfano de padre desde su nacimiento, luego pierde a su madre y a su abuelo, hasta que es recogido por un tío paterno. A los 20 años se casa con una viuda, 15 años mayor que él, matrimonio con el que accede a una posición económica enviadiable; 20 años después siente la necesidad de estar solo, según relata la historia musulmana, y permanece noches enteras en una caverna situada en el monte Hira, cerca de La Meca. En ese sitio el arcángel San Gabriel le anuncia que ha sido elegido para ser el profeta de Alá (Dios). Pocos le creen. Y se gana enemigos, por lo que debe romper con su familia; "él afirma que los lazos de alianza remplazan a los de la sangre y que solo cuenta la comunidad islámica universal (umma)", dice la arabista.

El 16 de julio de 622 comienza la hégira (huida), que en el mundo musulmán marca el advenimiento de una nueva era. Mahoma deja de ser el profeta para convertirse en un jefe político y militar que no duda en combatir a los habitantes de La Meca (hasta donde debe ir en peregrinación todo musulmán, al menos una vez en su vida) a la que somete en el 630. En ese sitio vive el profeta recibiendo las revelaciones de Dios, constituyendo un proyecto político impregnado de religión. Muerto el profeta, dos años más tarde, sus sucesores dejan de recibir la revelación, pero esta es utilizada para justificar el orden político. La articulación de lo religioso con lo político se cimienta en la institución del califato. El califa sustituye al profeta y es quien se pone al frente de la comunidad de creyentes. Comienzan las luchas por la sucesión y nacen los cismas. (JT)

Tercera religión monoteísta

El islam es una religión que nace con pretensiones de universalidad con el profeta Mahoma, de acuerdo con Juan Fernando Terán, del Centro Andino de Estudios Internacionales de la Universidad Andina. Aparece luego del
judaísmo y del cristianismo. Sus antecedentes se remontan a Abraham, al capítulo 16 del Génesis, en el que se relata cómo Sara, la esposa del
patriarca del judaísmo y del cristianismo, Abraham, le entrega a su sierva Agar, la egipcia, para que tenga un hijo. De esa unión nació Ismael, que es echado de la casa de Abraham para formar su propia nación.

"El Islam, como religión, es la continuación de la profecía monoteísta, es decir que el Dios de los musulmanes es exactamente el mismo que el de los judíos y el de los cristianos", según dijo, en un foro abierto en la página web de El País Digital, Gema Martín Muñoz, profesora de Sociología del Mundo Arabe en la Universidad Autónoma de Madrid.

El islam actual se divide en varias familias: los sunnitas representan casi 90% del total de creyentes, y los chiítas alrededor de 10%. Y en esa
religión se han refugiado varios grupos de fanáticos dispuestos a llevar la muerte a sus propios países y a países extranjeros.

Entre los grupos fundamentalistas más representativos están el Yama al
Islayama, el grupo radical egipcio más poderoso, según la agencia de
noticias Reuters. La yhiad, dirigida por Ayman Zawahri, que en 1998 anunció una alianza con Ussama Ben Laden. Le sigue el Grupo Islámico Armado, grupo argelino sangriento; Hamas, el grupo palestino más importante; la Yihad Islámica, que lanzó una serie de atentados suicidas en Israel, en los años noventa; y el Hezbolá, fundado por la Guardia Revolucionaria Iraní, tras la invasión de Líbano, en 1982. (JT)

El Islam: El gran crecimiento

El 19,6% de la población del mundo profesa el islamismo, una de las
religiones que más ha crecido

La cifra de los musulmanes que viven en Europa occidental varía entre 11 y 15 millones, debido a que no en todos los países se registra la religión en los censos ni a un considerable porcentaje de ilegales que profesan esta religión.

La mayoría de musulmanes llegó a Europa a partir de los años sesenta, para suplir la escasez de mano de obra en el auge económico de la posguerra.

Hasta ese entonces, no había más de 10 000 musulmanes en Europa. En Francia, los musulmanes son la segunda agrupación religiosa, con más de cuatro millones de miembros, de los cuales tres millones son magrebíes.

Le sigue Alemania, con alrededor de 3,5 millones, entre los cuales la mayoría provienen de Turquía, e Inglaterra, con 1 750 000, originarios de varios de los 55 países musulmanes, entre ellos, sobre todo, Pakistán y la India. A España, donde la coexistencia con el Islam duró siglos durante la Edad Media, en la época moderna la inmigración musulmana ha sido más bien tímida, y existen menos de 300 000 musulmanes, provenientes sobre todo de Marruecos. A manera de comparación: en Estados Unidos no viven más de 4,1 millones de musulmanes, cifra que, sin embargo, es cuatro veces mayor que hace 30 años.

Según la Enciclopedia Mundial de Cristianismo, publicada en enero de este
año en Oxford, mientras el cristianismo es practicado en 238 países por 1
900 millones de personas, que corresponden a un 31% de la población mundial, al islamismo pertenecen 1 200 millones, es decir, un 19,6% de la población.

Sin embargo, el cristianismo ha mantenido casi constante su número de
adeptos, con tendencia a la baja, mientras que el islamismo ha crecido en más de un 7%.

Las primeras décadas de su presencia en la Europa del siglo pasado, los
musulmanes prácticamente no hicieron visible su religión; fue como si
hicieran un paréntesis en su práctica, en espera de su retorno a casa.

Pero una vez que se produjo la unificación familiar, sobre todo las mujeres hicieron que la diferencia se notara. Al mismo tiempo comenzaron a aparecer las primeras mezquitas, que seguían las directrices adoptadas en sus países de origen, donde el islam generalmente es la religión de Estado. Solamente en los años ochenta se produjo lo que se conoce bajo el nombre de "islam europeo", orientado hacia la manera abierta de practicar la religión en la Edad Media, con el que los musulmanes radicados definitivamente en los países occidentales trataron de adaptarse mejor a las nuevas circunstancias.

Este es el islam al que ahora los dirigentes e intelectuales europeos se
aferran como única opción para la convivencia. Bassam Tibi, catedrático
nacido en Damasco y radicado en Gotinga, uno de los pensadores árabes más
destacados de Occidente, considera que la integración de los musulmanes y no la formación de guetos es la política que todos estos países deben seguir.

Sin embargo, recalca que solamente los movimientos políticos que se
legitiman en la variante fundamentalista de la religión deben ser objeto de medidas de seguridad. En contra de lo que opina el afamado pensador
norteamericano Samuel Huntington, quien ha pronosticado un "choque de
civilizaciones", el catedrático arabista subraya que no son las sociedades quienes protagonizan los conflictos. (SK)

Los radicales organizados, o los "terroristas dormidos"

Todas las culturas islámicas, la africana, la asiática, la india y la
original árabe, forman, para Bassam Tibi, el pensador árabe más destacado de Occidente, la civilización musulmana. El catedrático opina que solo los fundamentalistas persiguen un nuevo orden social y político, y entre ellos solo un reducido número es el que opta por a la violencia.

Bassam Tibi cree que, en Europa, entre un 3% y 5% de musulmanes ha adoptado una postura misionera, sin que por eso signifique que necesiten recurrir a la violencia. En el caso de Alemania, los periódicos han publicado con motivo del ataque a Nueva York, que unos 31 000 musulmanes pueden ser calificados de radicales. Los servicios de seguridad, sin embargo, no temen tanto a los radicales organizados y visibles como a los que denominan "terroristas dormidos", entre ellos unos 150 ó 200 seguidores de Ussama Ben Laden, perfectamente adaptados en una sociedad multicultural que les sirve de camuflaje. (SK)

"El fundamentalismo no sabe dialogar"

"El fundamentalismo tiene dos vectores: uno es la adhesión fija, duradera y cerrada a los libros sagrados o a cualquier cosa que se tome por tal

El fundamentalismo, que suele polarizarse en torno a un libro, una religión o un personaje, no es un éxtasis de la cultura sino un éxtasis de la ignorancia", escribió el jueves pasado el escritor y periodista Francisco Umbral, en su columna del diario español El Mundo.

El analista internacional Peter Schenkel aseguró a BLANCO y NEGRO que se
podían distinguir dos sectores dentro del mundo islámico, que abarca la
quinta parte de la humanidad: el primero es el ortodoxo religioso, que es
fuerte en los Estados petroleros del golfo Pérsico, como Arabia Saudí,
Kuwait y Emiratos Arabes Unidos; y el segundo, el radical, que predica no
solo la guerra santa a Occidente, sino también el establecimiento de un
poder islámico mundial.

"El fundamentalismo es la forma extática del terrorismo, o más bien el
terrorismo es la forma dinámica del fundamentalismo. La adhesión sostenida y duradera a un solo núcleo de verdades o mentiras, de leyes o aleluyas, acaba criando "callo" en las conciencias. (El fundamentalismo) no sabe dialogar, no quiere dialogar y prefiere volar unas torres a integrarse en la economía y en la cultura de un tercer milenio que se va a salvar por la ciencia, si no se pierde por la violencia dispersa de unos y otros. El fundamentalismo tiene que comprar armas a Occidente, pero le repugna menos una pistola que un libro de Bertrand Russell. El fundamentalismo es la Edad Media que vuelve, que nos cierra el paso y cree que un avión de pasajeros es una lanza contra el corazón de América", subraya el escritor Francisco Umbral. (JT)

"Yihad talibán no vincula al mundo musulmán"

Tiempo es lo que pidió el mulá Omar, jefe supremo de los talibanes y guía
espiritual de Ussama Ben Laden, para acatar la decisión de la jerarquía
religiosa musulmana, que esta semana decidió pedir la salida de Afganistán del terrorista más buscado del mundo, el multimillonario saudí que es acusado por el atentado a los corazones militar y financiero de Estados Unidos, el pasado 11 de septiembre. Así lo indicó el ministro de Educación afgano, Amir Khan Mutaqi.

Los clérigos islámicos instaron a Ussama Ben Laden a que abandonase
voluntariamente el territorio de Afganistán, donde reside con sus seguidores desde hace cinco años, según informó la agencia noticiosa talibán, Bajtar.

Pero también, los ulemas se declararon dispuestos a declarar la guerra santa a Estados Unidos si sus tropas atacaban Afganistán.

"La invocación de la yihad por parte de los talibanes no es, en absoluto,
vinculante para los musulmanes, porque es una apropiación oportunista del
concepto de "lucha legal" en defensa del islam, para tratar de convertir su lucha en la pelea de todos los musulmanes", aclaró la arabista Gema Martín Muñoz, catedrática de la Universidad Autónoma de Madrid, en España. (JT)

El Islam: Las buenas costumbres

Varias tradiciones se transmiten a las nuevas generaciones, porque constan en las sunnas

El islam tiene cinco pilares. El primero es la profesión de fe (chahada o
testimonio), que es también acto de conversión: No hay más Dios y Mahoma es el enviado de Dios, se lee en una de las interpretaciones del Corán (no existe una traducción).

El segundo se fundamenta en la obligación a la oración (salat) al alba, al mediodía, a la tarde, al ocaso y a la noche. Todas deben ser precedidas por abluciones rituales de purificación. Es un acto de alabanza que hace el islamista con el rostro en dirección a La Meca. Para esto debe estar alternadamente de pie, inclinado y prosternado. El viernes es día de rezo en la mezquita; es decir, en común.

El ayuno es obligatorio, de acuerdo con la tradición religiosa, para todo
islamista púber durante el mes de Ramadán, el noveno del año musulmán. En
ese mes conocido como de ayuno, el púber musulmán tiene prohibido comer,
beber, fumar y tener relaciones sexuales, desde la salida hasta la puesta
del sol.

La peregrinación, al menos una vez en la vida, a La Meca es obligatoria para todo musulmán que tenga la fuerza y los recursos económicos necesarios. Esto se realiza del 7 al 13 del mes Du al-hiyya, el último del año hegiriano (El tiempo musulmán comienza con la hégira, el 16 de julio de 622).

La peregrinación se la debe hacer con vestimenta de sacralización (iharam) compuesta por dos piezas de tela blanca, sin ninguna costura, para abolir las diferencias de razas y de rango social, según estas tradiciones. Y por último está la limosna (zakat o sadaga), impuesto religioso asignado a los ricos para ser repartidos entre los pobres.

Las prácticas obligatorias que todo buen musulmán debe cumplir constan en la sunna, narraciones cortas que relatan el comportamiento del profeta Mahoma, que reciben el nombre de hadiz (tradiciones) que tejen lazos entre historia y religión.

"Gracias a estos relatos, los musulmanes de todas partes y de todas las
épocas van a vivir al modo y estilo de Medina, tanto en lo que concierne a la urbanidad como a la organización política", dice el ensayo de Anne Marie Delcambre sobre el nacimiento de la religión islámica. Por ejemplo, un buen musulmán debe abstenerse de soplar la comida, y siempre debe comer con la mano derecha.

El lado derecho entre los musulmanes simboliza la suerte y la felicidad, el izquierdo significa desgracia. Por eso la mano derecha la utiliza para las cosas consideradas nobles y la izquierda para la viles. "Se entra en la mezquita con el pie derecho, se come con la mano derecha, se comienza a calzarse con el pie derecho, se duerme sobre el lado derecho. Pero otros actos de la vida íntima solo pueden realizarse con la mano derecha", dice la arabista Delcambre.

Asistir a banquetes, a los funerales, visitar a los enfermos y hacer regalos se consideran actos dignos de alabanza, al igual que el cuidado del cuerpo.

Los ritos de depilación de la mujer son imprescindibles para eliminar todo signo exterior de naturaleza salvaje. Para el musulmán lo limpio es lo liso y pulido, es lo civilizado. "Hay que recurrir a menudo al mondadientes; hay que evitar comer ajo y cebolla antes de ir a la mezquita, para no molestar a los demás", continúa.

Peter Schenkel, experto en temas del Oriente Medio, aseguró que la religión musulmana se distingue de las demás religiones porque más que una religión es una forma de vida. (JT)

La afirmación del tawhid y lo pagano

Roger Arnaldez, miembro de la organización francesa no gubernamental Islam et Occident, autor de un ensayo sobre el significado de los dogmas
musulmanes, asegura que el islam tiene varios dogmas, pero que todos giran en torno a uno esencial: La unicidad de Dios (tawhid).

La "afirmación del tawhid se dirigió al principio contra el paganismo de las tribus de la península Arábiga, luego contra la doctrina cristiana de la Santísima Trinidad, considerada como una forma de politeísmo, el tristeísmo, tal como lo denuncia el Corán: Son infieles los que dicen que Dios es el tercero de una tríada".

Una de las primeras cosas que hizo el profeta Mahoma, luego de entrar
victorioso a La Meca, fue dirigirse al santuario de la Kaaba para destruir todos los ídolos paganos.

Francis Mamand, antiguo profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Kuwait, aclara que en el mundo musulmán la fe está indisociablemente ligada a la ley, conocida como charia. "En el islam, los juristas son a la vez teólogos (...) Esto es desconcertante para un espíritu occidental acostumbrado a disociar los dominios de lo religioso y lo profano".

Un pedazo de Oriente Medio, en La Mariscal

Fajedh Almat conoció Ecuador en una clase, en la Universidad de Jordania. La primera vez que llegó al país fue en 1995, de visita, y se quedó 40 días.

"Me gustó, porque es muy pacífico, sin los problemas que se tienen en el
Oriente Medio, así que decidí regresar después de ocho meses", dijo.

Fajedh es un musulmán árabe que reza cinco veces al día, para tener un
contacto más directo con Dios. Es la única tradición musulmana que practica, según reconoció. En el país se casó con una ecuatoriana, con quien ya tiene dos hijos.

La comunidad árabe en el Ecuador es pequeña, según asegura Fajedh, pero
aclara que se refiere a la gente que llegó en los últimos años. Se calcula que en el sector de La Mariscal, en el centro norte de Quito, viven alrededor de 150 personas de origen árabe, que han llegado recientemente.

"La gente que esta acá solo busca trabajar en paz, no tener problemas",
manifestó.

La mayoría de los llamados "árabes" llega al Ecuador huyendo de la violencia del Oriente Medio. Varios están en condición de refugiados, y son protegidos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), según confirmó la oficina de Derechos Humanos de la Cancillería.

Lo cierto es que un pedazo del Oriente Medio se halla en la zona turística de La Mariscal, donde confluyen varias culturas con su música, sus pipas de agua. El shawarma es apetecido por propios y extraños y es preparado por quienes huyeron de la obligatoriedad de llevar barba, de andar cubiertas (entre las mujeres), de anteponer la religión a cualquier otra actividad.

Ecuador ha acogido a cientos de árabes, musulmanes cristianos, sirios,
afganos, palestinos, libaneses que lo único que quieren es vivir
tranquilos, en paz, sin los horrores de la guerra y de la opresión
religiosa. Mohammad Namazi, un sirio de origen persa, dijo que había llegado hace cinco años y asegura que la falta de libertad ha causado que un 80% de la población joven salga después de cumplir los 18 años. Asegura que alrededor de 1 000 árabes viven en el país, y que todavía mantienen sus tradiciones religiosas.

Es la nueva inmigración que se presenta en Ecuador en los últimos años; la primera, de origen sirio-libanés, se produjo en el siglo anterior, por los disturbios de 1840. Y todos los que llegaron en esa época eran libaneses cristianos. "Los libaneses tienen en un alto sitial a la cultura y lengua árabes, pero, en primer lugar, son nacionalistas cristianos. Sus verdaderos lazos culturales se rastrean en la antigua Fenicia y no en el mundo árabe. (CA)

Cementerio musulmán

"Hubo un minoritario grupo de sirios y palestinos que llegaron a comienzos del siglo XX a Ecuador, quienes compraron tierras en los cantones Playas y Palestina", sostiene el historiador guayaquileño Rodolfo Pérez Pimentel.

También llegaron judíos quienes formaron una pequeña colonia, que aún
existe.

"Ellos tienen un salón (sinagoga), ubicado al noroeste de Guayaquil, en el cual realizan sus cultos", asegura, y comenta que, antiguamente, en el país se efectuaba, cada 31 de diciembre, la conocida "quema del judío", que consistía en fabricar un muñeco de trapo para arrastrarlo por pequeños callejones al son de tambores y panderetas. Luego lo colgaban de la rama de un árbol y lo incineraban.

"En 1856, el presidente Francisco Robles autorizó la construcción del
primer cementerio para los protestantes (extranjeros) en Guayaquil, donde se enterraba a los ciudadanos que no eran católicos, sino judíos, musulmanes y de otras religiones u otros cultos", recordó el historiador. (CHM)

ANALISIS

Ni en el nombre de Dios, ni en el nombre de Alá

Extrañamente, en un mundo que gracias a los medios electrónicos, y con
información casi instantánea, se considera conocedor de lo que sucede en el planeta, buena parte de Occidente ha debido reconocer que desconoce el mundo islámico, aunque su población supere los 1 200 millones, o sea el 19,6% de los que pueblan la Tierra.

La agresión a Estados Unidos, el 11 de septiembre, ha desencadenado
actitudes que bordean la xenofobia, personas atacadas por el solo hecho de los rasgos físicos que identifican a las personas del mundo árabe, después de que un musulmán fundamentalista, Ussama Ben Laden, ha sido señalado como el responsable del monstruoso ataque a edificaciones emblemáticas de Nueva York y Washington.

Pero los musulmanes no son Ben Laden, ni el islamismo es sanguinario.

Una aproximación a esta confesión religiosa, cuyos orígenes se remontan al año 622 d.C., nos muestran su alejamiento total a toda forma de violencia.

Violencia que, en cambio, es practicada por los radicales, por aquellos que han distorsionado sus códigos y principios, y encontraron en las armas y el crimen una vía para conseguir sus objetivos, casi siempre vinculados con ambiciones individuales.

Pero la distorsión, las interpretaciones arbitrarias, no son atributos
exclusivos del mundo islámico; la historia nos recuerda cómo otras
religiones también fueron malinterpretadas, con el propósito de mantener el dominio de pueblos y naciones.

¿Acaso la Inquisición no ha sido la práctica más virulenta e irracional
hecha en el nombre de Dios? ¿No fue la Inquisición la más absurda y brutal malinterpretación de la doctrina cristiana?

Estas mismas distorsiones, aunque con signos más horrendos, hacen ciertos
grupos islámicos que practican la violencia, la tortura, la brutalidad,
igualmente con el objetivo final de dominar, conquistar y sojuzgar; de
imponer a los otros una forma de pensar, la suya y no la de nadie más.

Y es que el fanatismo ha sido desde siempre el mayor de los riesgos para
quienes no entienden la esencia de las palabras escritas en los textos
sagrados.

La humanidad recuerda suicidios colectivos de personas a quienes falsos
predicadores, que interpretaron a su antojo la Biblia, llevaron a cometer
horrendos crímenes, como aquel de quitarse la vida apelando al nombre de
Dios.

También se sabe de sectas y grupos radicales que no admiten la medicina, aun en casos extremos de enfermedad, puesto que piensan que Dios los sana desde el cielo, olvidando aquello de "cuídate que te cuidaré", recogido en la Biblia.

Los grupos terroristas que crecen sobre cadáveres de inocentes, aunque
argumentan actuar en nombre de sus dioses, son la contradicción de lo
religioso, son la antítesis de la palabra de Dios, Alá o Yavé, la cual es
vida y no muerte. (TFF)

El Islam: La otra cara violenta

En la capital afgana viven 75 000 viudas que necesitan trabajar para
sobrevivir, pero no pueden hacerlo

"Me llamo Giti y vengo de Afganistán. Cuando los talibanes entraron a Herat,en 1995, prohibieron que las mujeres salieran a la calle, tuvieran trabajo, estudiaran y hablaran en voz alta". El testimonio fue recogido en el Cumbre de Mujeres de Pekín, a fines de 2000.

Afganistán, donde están concentrados los ojos del mundo por proteger al
terrorista Ussama Ben Laden, el número de mujeres es mayor que el de
hombres, pues han sido las sobrevivientes de los conflictos bélicos que ha vivido ese país

"¿Cómo lograron los talibanes tomarse un país entero (Afganistán) en menos de cinco años?", se preguntó Hawa Ghaus, del Programa de la Fundación Mayoría Feminista. "Esclavizando a la mujer, a la mitad de la población", se respondió. Solo en la capital afgana viven más de 75 000 viudas que no tienen otro medio para sobrevivir que no sea su propio trabajo, pero la milicia talibán, que controla el 85% del territorio, lo prohíbe.

En los últimos años, los afganos se han constituido en el mayor grupo de
refugiados en el mundo. La mayoría pertenece a las etnias minoritarias de
los tajik, hizara y a la población musulmana chiíta que escapa de los
talibanes de la etnia Pashtun, la mayoritaria.

El foro mundial de mujeres denunció que los talibanes habían abierto
cárceles de mujeres en la zona de Kandahar, pero también en Kabul, la
capital, y en Mazar Sharif, al norte de la ciudad, un territorio que se
tomaron hace más de dos años. En estas cárceles se mantiene en reclusión,
sin motivo aparente, a muchas mujeres de las regiones centro y norte de
Afganistán, la mayoría de las etnias hizara o tajik.

"Los crímenes cometidos por los talibanes en contra de los tajiks, hizaras y chiítas de Afganistán superan todo lo imaginable", dijo Hawa Ghaus.

"Cuando los talibanes entraron a mi ciudad yo estaba en la secundaria. A
todas las mujeres se nos prohibió seguir estudiando y se nos dijo que a
partir de ese momento teníamos que usar la burka (velo). Fuimos testigos de muchos matrimonios a la fuerza. Los talibanes obligaban a las familias a entregarles a sus hijas. Yo perdí a mi padre. Después de su muerte mi madre enfermó de diabetes y supo que no se iba a mejorar. Ella prefirió que yo saliera del país y me dio en matrimonio a un hombre a quien nunca había visto. Hay muchos matrimonios de este tipo, porque los padres quieren sacar a sus hijas de alguna forma antes de que las violen o las secuestren los talibanes", narró Geti.

Sin duda, los casos más brutales presentados en la Cumbre de la Mujer fueron los de Afganistán, donde hay doctoras a las que no se les permite ejercer la profesión, y un doctor tampoco puede examinar a una paciente.

"Debido a la presión, los talibanes han debido autorizar a algunas viudas y doctoras a trabajar, pero siempre en ambientes segregados", sostuvo Hawa Ghaus .

La situación no es mejor en Jordania, en donde han muerto, en promedio, de 20 a 25 mujeres víctimas de delitos "honoris causa", pues no castiga a un hombre que maltrata o mata a su mujer o a cualquiera de sus parientas si las descubre acostándose con un hombre, que no sea su marido. "A ninguna de ellas la encontraron acostada con un hombre; de hecho, a algunas las mataron por un simple rumor, e incluso después de su muerte se comprobó que eran vírgenes", dijo en esa reunión Asma Khader, que preside un grupo de abogados jordanos de derechos humanos.

Las estadísticas estiman que un tercio de las muertes violentas que se
producen en Jordania son delitos "honoris causa" cometidos contra mujeres.

"Un tercio de la población penal femenina está encarcelada como medida de
protección. Algunas fueron víctimas de una violación y la familia se
avergüenza de ellas", dijo.

Los intentos por reformar la Ley motivaron una respuesta de parte de grupos religiosos que argumentaron que eso atentaba contra el islam.

"Si interpretamos el islam desde el punto de vista de la mujer, no obtenemos el mismo resultado. Según el islam, los casos de adulterio deben ser vistos por un tribunal y se necesitan cuatro testigos presenciales con credibilidad, por lo que es imposible procesar a nadie por el delito de adulterio. La pena de muerte no existe en el islam, ni en el Corán como texto sagrado, tampoco en el texto en la sari"a islámica. El problema es que no hay un solo islam", insistió. (JT)

El rostro de la mujer que se intenta descubrir

"El credo talibán es una rama ultrasectaria, inspirada por la secta wahabí que gobierna Arabia Saudí. La severidad de los mulás afganos ha sido calificada de desgracia para el Profeta (Mahoma) por clérigos suníes de al-Azhar, El Cairo y por teólogos shiíes de Qom", decía el novelista y
dramaturgo paquistaní, Tariq Alí. Es una sociedad en la cual la mujer es la más maltratada. Debe andar totalmente cubierta so pena de que su marido reciba el castigo. No tiene opción de estudiar ni de elegir esposo. Si un hombre la desea se la puede llevar. Ese es el régimen que han impueto los talibanes.

En contraste con la realidad que se vive en Afganistán, en donde en nombre del islam las mujeres han sido sometidas a una brutal discriminación (ver nota principal de esta página) en Estados Unidos es la religión que más crece, según informa ABC de España.

En Estados Unidos no solo se registran conversiones. "Una población
norteamericana musulmana afincada desde hace décadas, activa en todos los
ámbitos de la vida cultural, política y económica. Quizá la mayor parte ya no sean musulmanes que solo están en América, sino americanos musulmanes o musulmanes de América", dice el periódico.

Los musulmanes forman parte de una sociedad de organización democrática y
línea multiconfesional, que se puede adscribir a uno u otro de los dos
grandes subconjuntos doctrinales que defienden la legitimidad de la
autoridad moral y espiritual, el derecho a elegir gobernante, cuestionándose la obligación de aceptar una autoridad heredada o designada.

Las dos corrientes que existen en el islam son herencia de una escisión
política de consecuencias ideológicas "producida (...) en las luchas de
sucesión tras el cuarto califa", asegura el periódico. Los talibanes, grupo brutal que ha sometido a la mujer a una especie de esclavitud en Afganistán, serían parte del ala más radical.

"En un país no árabe, como Afganistán, se están adoptando modos de
militarismo cerril", dice ABC. Y asegura que el verdadero reto del diálogo interconfesional que se pueda producir en países como Estados Unidos el mayor yihad o esfuerzo no es la guerra, sino la paz. (JT)(Texto tomado de la revista Blanco y Negro)
EXPLORED
en Ciudad Quito

Otras Noticias del día 22/Septiembre/2001

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el