Quito. 20 may 97. Las bajas recaudaciones son un indicador de
anormalidad. Cualquiera puede montar su negocio. Las empresas
hablan de poco control.
Redacción Guayaquil
A Francisco Narváez, un ingeniero en electrónica que trabaja
en representaciones y asesorías técnicas en áreas de
computación, algunas compañías de courier no han podido
explicarle el origen de los cobros elevados por "trámites de
aduanas".
Son valores que constan en las facturas de las importaciones
que por la vía del correo rápido realiza de piezas pequeñas o
artículos para su trabajo, especialmente desde Estados Unidos.
La queja de Narváez es que son las mismas compañías privadas
(con excepciones, claro) las que hacen la valorización de los
artículos que importa para fijarle el costo del servicio de
correo y de gastos aduaneros pese a que por su valor deberían
estar liberadas de ese pago.
La queja de Narváez y otras tantas que flotan en el ambiente,
toman ahora un peso gracias a las revelaciones oficiales sobre
la corrupción en el país. El informe de Inteligencia Militar,
que fue tomado por las comisiones Anticorrupción y de
Fiscalización del Congreso como base para investigar las
irregularidades en Aduanas del Gobierno del cesado presidente
Abdalá Bucaram, le dedica un capítulo especial a esta
actividad.
La Comisión Anticorrupción recogió el informe de Inteligencia
y las quejas de usuarios y de las compañías verificadoras
sobre supuestas prácticas irregulares como una puerta abierta
para la evasión tributaria.
La Comisión tiene información que le permite sospechar que se
trata de uno de los puntos de entrada del contrabando. "Ya
existen tarifas paralelas para el retiro de mercancía, el kilo
está valorado en 10 mil sucres o más. Además no se vigila la
operación de los courier en función de los acuerdos firmados
con el Estado y que les permite desaduanizar mercaderías en
sus hangares", dijo un miembros de la Comisión, que prefirió
mantener en reserva su nombre.
Según Inteligencia Militar, en ese sistema de tránsito entre
los aviones y el hangar de las compañías de carga y algunas de
courier sale parte de la mercancía directo a la calle, "siendo
esto un claro sistema de contrabando autorizado de mercaderías
sin pagar un solo centavo al fisco".
El problema, según la ex directora del Servicio Nacional de
Aduanas, Fidelina de Andrade, es que aunque hay una
legislación adecuada sobre los couriers en la Ley Orgánica de
Aduanas, su reglamento y el mismo arancel de Aduanas, existen
fallas en los mecanismos de control.
Por ejemplo, dice, no se cumple la norma de impedir la
descarga si no se enseña el manifiesto de carga o se permite
la salida de bultos sin los nombres de destinatarios.
La misma Asociación Ecuatoriana de Mensajería Especializada
(Aseme) reconoce que la mayoría de las empresas de courier no
cumple con los pagos de tributos aduaneros. Esta asociación
agrupa solo a nueve de las 33 compañías privadas habilitadas
en el país para prestar el servicio de courier y mensajería
especializada.
Según el presidente de Aseme, Diego Larreátegui, hay compañías
que ni siquiera tienen una infraestructura o red básica de
oficinas en el mundo. "No puede ser que una persona abra una
oficina en Guayaquil y un hermano se instale en Miami y
funcionen como compañía de courier".
Larreategui, también gerente general de DHL, sostiene que lo
que hace falta es obligar a que se cumplan las leyes e imponer
sanciones drásticas a las que no lo hacen.
Esta empresa es citada en el informe militar: "Se conoce que
en la compañía DHL nunca es revisada la carga ya que tiene su
propio avión y bodega, donde en forma particular se realizan
los trámites aduaneros...", señala Inteligencia Militar.
Para Larreategui el informe es incompleto porque no explica
que su empresa tiene con la Subsecretaría de Aduanas un
contrato de concesión de almacenamiento temporal.
"Por el contrario somos de las pocas compañías que cumplimos
con las obligaciones". Dijo que solo en 1996 la empresa aportó
con cerca de 4 mil millones de sucres por derechos
arancelarios e impuestos de la mercadería de importación.
La fórmula utilizada por algunas empresas de courier que
operan en el país, según Ramiro Larrea miembro de la Comisión
Anticorrupción, está en hacer pasar mercaderías como pequeños
paquetes sin valor comercial y por un valor inferior a 200
dólares que no tienen que tributar en Aduanas.
"Así se están pasando hasta motores de avión", dice .
El boom de compañías parece haber terminado
La avalancha de los courier arrancó en julio de 1994. Cuando
en Ecuador se dictó la ley de desmonopolización del correo se
facultó a personas naturales y jurídicas a entrar en el
negocio.
En enero de 1995 existían en el país unas 150 empresas que
prestaban servicio de correo internacional, según la ex
directora de Aduanas Fidelina de Andrade. Con un acuerdo que
limitaba la autorización solo a las personas jurídicas y un
aumento de las garantías, la administración aduanera las
redujo a 35.
La garantía se fijó en 3.500 UVC´s (Unidad de Valor Constante)
a las empresas de mensajería postal y paquetes pequeños y de
5.500 UVC a las que incluyen carga. Actualmente solo están
calificadas 33 compañías.
Una parte mínima en el pastel aduanero
Las recaudaciones por courier en Guayaquil no llegan ni al dos
por ciento del total de los tributos aduaneros de la carga
aérea que se acumula en éste distrito.
Por ejemplo entre el 5 y 8 de mayo de este año, las
recaudaciones por carga aérea llegaron a 4 mil 500 millones de
sucres; por courier apenas 112 millones.
Los ingresos por courier también tienen fluctuaciones
marcadas. Mientras que en la semana del 24 al 28 de febrero
fueron de 212 millones de dólares, entre el 17 y dos de marzo
bajaron a 79 millones.
Las autoridades aduaneras vuelven a decir que esperan mejores
resultados de la ampliación del universo de las mercaderías
obligadas a declarar con el Documento Unico de Importaciones
(DUI) y sujetas a todos el control de verificación o aforo
físico.
Solo las mercaderías por un valor menor a 10 Salarios Mínimos
(950 mil sucres) están sujetas a declaración simplificada. El
límite hasta marzo era 400 Salarios Mínimos Vitales. (SMV).
(El Comercio)
anormalidad. Cualquiera puede montar su negocio. Las empresas
hablan de poco control.
Redacción Guayaquil
A Francisco Narváez, un ingeniero en electrónica que trabaja
en representaciones y asesorías técnicas en áreas de
computación, algunas compañías de courier no han podido
explicarle el origen de los cobros elevados por "trámites de
aduanas".
Son valores que constan en las facturas de las importaciones
que por la vía del correo rápido realiza de piezas pequeñas o
artículos para su trabajo, especialmente desde Estados Unidos.
La queja de Narváez es que son las mismas compañías privadas
(con excepciones, claro) las que hacen la valorización de los
artículos que importa para fijarle el costo del servicio de
correo y de gastos aduaneros pese a que por su valor deberían
estar liberadas de ese pago.
La queja de Narváez y otras tantas que flotan en el ambiente,
toman ahora un peso gracias a las revelaciones oficiales sobre
la corrupción en el país. El informe de Inteligencia Militar,
que fue tomado por las comisiones Anticorrupción y de
Fiscalización del Congreso como base para investigar las
irregularidades en Aduanas del Gobierno del cesado presidente
Abdalá Bucaram, le dedica un capítulo especial a esta
actividad.
La Comisión Anticorrupción recogió el informe de Inteligencia
y las quejas de usuarios y de las compañías verificadoras
sobre supuestas prácticas irregulares como una puerta abierta
para la evasión tributaria.
La Comisión tiene información que le permite sospechar que se
trata de uno de los puntos de entrada del contrabando. "Ya
existen tarifas paralelas para el retiro de mercancía, el kilo
está valorado en 10 mil sucres o más. Además no se vigila la
operación de los courier en función de los acuerdos firmados
con el Estado y que les permite desaduanizar mercaderías en
sus hangares", dijo un miembros de la Comisión, que prefirió
mantener en reserva su nombre.
Según Inteligencia Militar, en ese sistema de tránsito entre
los aviones y el hangar de las compañías de carga y algunas de
courier sale parte de la mercancía directo a la calle, "siendo
esto un claro sistema de contrabando autorizado de mercaderías
sin pagar un solo centavo al fisco".
El problema, según la ex directora del Servicio Nacional de
Aduanas, Fidelina de Andrade, es que aunque hay una
legislación adecuada sobre los couriers en la Ley Orgánica de
Aduanas, su reglamento y el mismo arancel de Aduanas, existen
fallas en los mecanismos de control.
Por ejemplo, dice, no se cumple la norma de impedir la
descarga si no se enseña el manifiesto de carga o se permite
la salida de bultos sin los nombres de destinatarios.
La misma Asociación Ecuatoriana de Mensajería Especializada
(Aseme) reconoce que la mayoría de las empresas de courier no
cumple con los pagos de tributos aduaneros. Esta asociación
agrupa solo a nueve de las 33 compañías privadas habilitadas
en el país para prestar el servicio de courier y mensajería
especializada.
Según el presidente de Aseme, Diego Larreátegui, hay compañías
que ni siquiera tienen una infraestructura o red básica de
oficinas en el mundo. "No puede ser que una persona abra una
oficina en Guayaquil y un hermano se instale en Miami y
funcionen como compañía de courier".
Larreategui, también gerente general de DHL, sostiene que lo
que hace falta es obligar a que se cumplan las leyes e imponer
sanciones drásticas a las que no lo hacen.
Esta empresa es citada en el informe militar: "Se conoce que
en la compañía DHL nunca es revisada la carga ya que tiene su
propio avión y bodega, donde en forma particular se realizan
los trámites aduaneros...", señala Inteligencia Militar.
Para Larreategui el informe es incompleto porque no explica
que su empresa tiene con la Subsecretaría de Aduanas un
contrato de concesión de almacenamiento temporal.
"Por el contrario somos de las pocas compañías que cumplimos
con las obligaciones". Dijo que solo en 1996 la empresa aportó
con cerca de 4 mil millones de sucres por derechos
arancelarios e impuestos de la mercadería de importación.
La fórmula utilizada por algunas empresas de courier que
operan en el país, según Ramiro Larrea miembro de la Comisión
Anticorrupción, está en hacer pasar mercaderías como pequeños
paquetes sin valor comercial y por un valor inferior a 200
dólares que no tienen que tributar en Aduanas.
"Así se están pasando hasta motores de avión", dice .
El boom de compañías parece haber terminado
La avalancha de los courier arrancó en julio de 1994. Cuando
en Ecuador se dictó la ley de desmonopolización del correo se
facultó a personas naturales y jurídicas a entrar en el
negocio.
En enero de 1995 existían en el país unas 150 empresas que
prestaban servicio de correo internacional, según la ex
directora de Aduanas Fidelina de Andrade. Con un acuerdo que
limitaba la autorización solo a las personas jurídicas y un
aumento de las garantías, la administración aduanera las
redujo a 35.
La garantía se fijó en 3.500 UVC´s (Unidad de Valor Constante)
a las empresas de mensajería postal y paquetes pequeños y de
5.500 UVC a las que incluyen carga. Actualmente solo están
calificadas 33 compañías.
Una parte mínima en el pastel aduanero
Las recaudaciones por courier en Guayaquil no llegan ni al dos
por ciento del total de los tributos aduaneros de la carga
aérea que se acumula en éste distrito.
Por ejemplo entre el 5 y 8 de mayo de este año, las
recaudaciones por carga aérea llegaron a 4 mil 500 millones de
sucres; por courier apenas 112 millones.
Los ingresos por courier también tienen fluctuaciones
marcadas. Mientras que en la semana del 24 al 28 de febrero
fueron de 212 millones de dólares, entre el 17 y dos de marzo
bajaron a 79 millones.
Las autoridades aduaneras vuelven a decir que esperan mejores
resultados de la ampliación del universo de las mercaderías
obligadas a declarar con el Documento Unico de Importaciones
(DUI) y sujetas a todos el control de verificación o aforo
físico.
Solo las mercaderías por un valor menor a 10 Salarios Mínimos
(950 mil sucres) están sujetas a declaración simplificada. El
límite hasta marzo era 400 Salarios Mínimos Vitales. (SMV).
(El Comercio)
Más en el