Quito. 11 feb 97. Otecel y Conecel desarrollan estrategias para
captar más clientes. El descenso de los costos es uno de los
planes que tienen las operadoras.

El uso de la telefonía celular avanza a grandes pasos. En los
últimos dos años el número de abonados se triplicó. Pasó, entre
1994 y 1996, de 18.500 a 64.000.

Durante el presente año el panorama pinta muy alentador para las
dos empresas que prestan el servicio en el país: Otecel (Celular
Power) y Conecel (Porta Celular).

En este año las dos compañías proyectan duplicar su base de
abonados.

Según el presidente de Otecel, Pablo Iturralde, la telefonía
celular ya superó las etapas de formación y estructuración.

"Llegó el momento de una competencia agresiva entre las dos
operadoras para captar el mayor número de abonados".

Y en su propósito de atraer clientes las operadoras contarán
desde el 1 de marzo con un gran aliado: los costos del servicio
bajarán para sus clientes.

A partir de ese día ninguno de los abonados celulares tendrá que
pagar por las llamadas que reciban.

Para el presidente de Conecel, Fernando Colunga, el nuevo
sistema atraerá un mayor número de usuarios e incentivará el
consumo. "Así aumentará el uso de las redes que es nuestro
verdadero negocio".

La ventaja de pagar solo las llamadas salientes no es nueva.
Celular Power lo incluyó en uno de sus planes tarifarios en
marzo de 1996. Un plan similar también lo lanzó enseguida
Porta Celular ese mismo año.

Esta última empresa dio una sorpresa el pasado 20 de enero:
extendió a todos sus planes el mecanismo de cobrar solo las
llamadas salientes.

Pero todo tiene un precio. Conecel tendrá que asumir los costos
de las llamadas que reciban sus abonados. Y eso cuesta, de
acuerdo con un experto consultado, algunos cientos de millones
de sucres.

Otecel no seguirá el ejemplo de su rival. Según Iturralde,
comenzarán desde la fecha prevista porque no "tenemos
necesidad de incurrir en altos costos para captar más clientes".

La estrategia de mercadeo de Porta es uno más de los episodios
de la guerra que vienen librando con Power para conquistar el
mercado desde que inició sus operaciones.

A Conecel le fue adjudicada la banda A en agosto de 1993 y
empezó a operar desde enero de 1994. Power empezó más tarde:
recibió la banda B en noviembre de 1993 e inició operaciones
nueve meses más tarde.

Con el ingreso de Power se inició la verdadera competencia por
conquistar el mercado celular. Según Gonzalo Dousdebés,
consultor de telecomunicaciones, la batalla se libró en el campo
de los precios.

Hasta ese momento Porta había tenido libertad para fijar sus
precios. Solo estaba restringida por los límites impuestos por
las autoridades.

El enfrentamiento permitió que los precios descendieran y
mejorara el servicio, dice la jefa de la Dirección de Servicios
Públicos de la Superintendencia de Telecomunicaciones, Cecilia
Jaramillo.

El pastel de los abonados se fue repartiendo entre las dos
operadoras. A finales de 1994 Porta tenía 15.057 clientes
tarifarios activos y Power 3.500.

Para diciembre de 1996 prácticamente las dos empresas se
igualaron, e inclusive la segunda le superó: Porta alcanzaba
30.500 y Celular Power 32.400.

El aumento de los abonados fue producto de la aplicación de
varias estrategias de mercadeo. Los esfuerzos se enfilaron desde
mediados de 1996 a incrementar el consumo, sostiene Dousdebés.
El propósito se logró.

Otecel y Conecel idearon una serie de planes. Sus ejecutivos se
acusan mutuamente de copiar sus esquemas promocionales.

Entre la variedad de planes que se lanzaron sobresalen tres. El
prepago: con la compra de una tarjeta se tiene derecho a
consumir un número determinado de minutos. Segundo, las
llamadas entrantes sin costo.

El plan de mayor éxito fue ofrecerle a los clientes en un solo
paquete teléfono, línea, tarifa básica y otras ventajas ("Todo" y
"Porta Sí 100").

Lo interesante es que se pueden pagar en cómodas cuotas
mensuales.

No todos los teléfonos están listos

Los abonados de la telefonía celular están contentos. La razón es
que ya no tendrán desde el 1 de marzo que pagar las llamadas que
reciban. En cambio no sienten lo mismo las personas que tendrán
que comunicarse a los celulares. A ellos les pasarán la cuenta
del nuevo sistema.

Actualmente, quienes hacen una llamada desde un teléfono fijo a
un celular, solo tienen que pagar una parte de la red que ésta
recorre: la correspondiente a las centrales de Emetel S.A. o de
Etapa de Cuenca. Pagan 22 sucres por minuto.

El segundo tramo (la red y la central celulares) lo paga el dueño
del celular. Cada minuto cuesta 1.300 sucres.

Con ese sistema de pago arrancó la telefonía celular. Así se
buscaba que los 700 mil abonados de Emetel y de Etapa se
familiarizarán con la nueva tecnología, se dijo en el Consejo
Nacional de Telecomunicaciones,Conatel.

Un funcionario considera que la telefonía celular ya está lo
suficientemente promocionada. Por eso -dice- "llegó la hora que
los usuarios de la telefonía fija asuman sus costos".

No todo está listo para arrancar con "el que llama paga". Hay un
problema técnico en Emetel.

Los teléfonos de la empresa funcionan con tecnología digital y
analógica. De estos últimos hay más de 300 en el país. Las
llamadas realizadas desde teléfonos análogos a celulares no
pueden ser identificadas por los equipos de Emetel.

El problema es que Emetel no puede planillar las llamadas que sus
abonados realicen a celulares. El proceso de pasar los teléfonos
análogos a digitales yaavanza. Se espera que hasta el 1 de marzo
esté en marcha. (FUENTE: EL COMERCIO)
EXPLORED
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