Quito. 17 feb 97. El presidente interino, Fabián Alarcón
Rivera, anunció que se prepara un nuevo plan económico y de
modernización del Estado que en vez de privatización impulsará
la capitalización.

No se detendrá eso sí la venta de Emetel, pero sí se suspende
la licitación del nuevo oleoducto por vicios en el proceso.
Además, habrá una investigación profunda para sancionar la
corrupción en la anterior administración, y se plantearán
reformas que fortalezcan el proceso democrático y
constitucional.

Tuvo prudencia al tratar el tema de la eliminación política
del ex presidente Abdalá Bucaram por la vía constitucional,
así como sobre la suerte que correrá la Vicepresidenta Rosalía
Arteaga después de las elecciones anticipadas de 1998.

En una entrevista concedida a este Diario, el presidente habló
además de por qué cayó Bucaram, sobre su futuro y de las
paradójicas alianzas que ha logrado para tratar de gobernar.

¿Cómo se siente como presidente de los ecuatorianos?

Es una mezcla de profunda satisfacción. No lo puedo negar, es
un enorme honor porque todo ecuatoriano se sentiría orgulloso
de serlo y con un cúmulo de responsabilidades y compromisos
por que hay un pueblo que tiene una gran esperanza.

Hay una ciudadanía que espera que todo mejore, que está
alegre, que está tranquila.

A esa tranquilidad y alegría hay que darle respuestas con
medidas y con acciones sobre todo de moralidad y de sinceridad
administrativa.

Me siento saliendo de una crisis en la cual todos los
ecuatorianos nos la jugamos, corriendo un riesgo personal.
Cuando yo adopté la actitud que adopté sabía del gran riesgo
que corría en lo personal, familiar y político. En lo
político siendo presidente del Congreso perdía el cargo y
también la diputación nacional.

En lo familiar correr peligro. En fin, sabía los riesgos y
estuvimos en las calles luchando con el pueblo.

HAY SERIOS INDICIOS DE QUE HAN EXISTIDO HECHOS ANORMALES EN EL
GOBIERNO DEL ABOGADO ABDALA BUCARAM.

-Señor presidente, ¿porqué cayó Abdalá Bucaram?

Fue un conjunto de factores que se fueron generando
prácticamente desde el inicio de su gobierno. El planteó en
su campaña electoral una plataforma que luego no coincidió en
absoluto con a acción del gobierno. Una enorme contradicción
entre lo que dijo que iba a realizar y lo que en la práctica
empezó a ejecutar en el país.

El etilo de actuar del abogado Bucaram y de su contorno, tanto
familiar como de sus colaboradores el pueblo ecuatoriano lo
consideró una agresión, ya no solo desde el punto de vista
político, sino humano.

Fue el estilo del insulto, de la ofensa a todos aquellos que
no coincidían con su punto de vista y no solo de él sino de
todo el contorno de sus colaboradores.

Su falta de percepción de lo que quería la ciudadanía hizo que
trasladara un gobierno que tenía su sede en Quito a lugares
indeterminados. Nadie sabía de dónde gobernaba, cómo actuaba,
lo cual creó una gran inseguridad e intranquilidad en el país.


Su posición frente a los medios de comunicación, a los que
nunca les dio el papel que deben tener en la vida democrática
del país, y al contrario los minimizó permanentemente.

El límite de ello, una política económica absolutamente
errada, sin comprender que el pueblo ecuatoriano ya estaba en
una situación absolutamente difícil, que ya no podía soportar
más cargas tributarias, dio como resultado este cúmulo de
factores.

El irrespeto al Congreso, a la mujer ecuatoriana, en general a
toda la ciudadanía, a los partidos políticos, a los líderes de
opinión; ese estilo de agresión, ofensa; todo eso dio como
resultado que condujera a un colapso al país, tanto en lo
político, económico y social, y llevó a los ecuatorianos al 5
de febrero.

Sus primeras secuelas fueron la convocatoria a un período de
sesiones extraordinarias, lo cual dio como resultado que se
declare vacante el cargo de Presidente de la República.

Nunca ha visto el país una unidad tan férrea entre sectores
sociales, sectores políticos, un congreso unido a su pueblo,
fuerzas armadas, legisladores ecuatorianos, es decir, era un
país entero, que pedía cambios fundamentales. Yo corrí ese
riesgo de la convocatoria.

Aquí estuvimos en el filo de la navaja con el régimen
democrático y había que tomar soluciones jurídico-político y
había que tomar soluciones jurídico-políticas, y eso fue lo
que hizo el Congreso y el pueblo ecuatoriano.

-Si es así, ¿ está usted entre la espada y la pared?

No, yo estoy con gran optimismo, con gran tranquilidad.

Primero, el rigen de mi elección es el Congreso Nacional, o
sea el pueblo ecuatoriano a través de sus diputados. Yo he
sido presidente del Congreso y por lo tanto me da una gran
facilidad de contacto de comunicación, lo cual es importante a
nivel de gobernabilidad.

Aquí no hay cómo evitar responsabilidades. Yo soy fruto de
los partidos políticos que votaron por mí en el Congreso
Nacional.

Ellos entren o no en el gobierno tienen una corresponsabilidad
en la acción del gobierno.

El país, luego de lo que sufrió y vivió, ahora se siente
aliviado, tranquilo. Hay un enorme apoyo popular al gobierno
que se denota en todas las encuestas de opinión pública porque
señalan que cerca del 85% de los ecuatorianos están apoyando
al gobierno actual. Luego el papel constitucionalista de las
Fuerzas Armadas que ha sido ratificado una vez más, el apoyo
de comprensión de los sectores sociales. Por lo tanto hay
todos los elementos de gobernabilidad que nos van a permitir
en año y medio, efectuar obras, no de enorme volumen porque no
tenemos el tiempo necesario, pero sí de llenar ciertos
objetivos básicos que permitan darle estabilidad e
institucionalidad democrática al país, seguridad y crear el
marco jurídico para el futuro.

-¿Usted seguirá el plan económico del gobierno de Bucaram?

Definitivamente no cometeré los errores del abogado Bucaram y
que fueron la causa de nuestra lucha, porque si bien es cierto
que yo apoyé al abogado Bucaram en la segunda vuelta
electoral, porque era una enorme expresión popular a base de
una plataforma, mas cuando mi partido vio que esa plataforma
no se cumplía, dejó el gobierno y mantuvo una independencia
crítica que se volvió oposición en la medida que avanzaba el
gobierno.

El cometió errores en la parte económica, no se dio cuenta de
la realidad que vivía el país y el pueblo en este campo, y
adoptó medidas que fueron el detonante también de la explosión
que ocurrió.

Nosotros estamos elaborando un programa serio.

Nuestros principales objetivos son reducir el déficit fiscal
de un 5% o 6% del Producto Interno Bruto. Se reducirán los
gastos del Presupuesto del Estado que es irreal, inflado. Se
aplicará una política tributaria urgente que permita un
mejoramiento de las recaudaciones que llenen parte de ese
déficit. La lucha contra la corrupción especialmente en las
aduanas, que esperamos nos de resultados en poquísimo tiempo.

Junto a ello habrá una austeridad fiscal con la reducción
sustancial del número de empleados que tuvo el gobierno
roldosista que nos permitirá manejar de mejor manera el
déficit fiscal.

Luego se entrará en una segunda etapa, la de reactivación de
la economía del país sin necesidad de un modelo económico
porque no se puede hablar de ellos para un año y medio. Estas
pautas permitirán la reactivación productiva del país.

Por el momento no hay la previsión de medidas del tipo que se
dieron en el último gobierno. Al contrario hemos derogado
esas medidas y en el caso del gas licuado del petróleo hemos
fijado ya definitivamente en 4.900 sucres el cilindro. Habrá
nuevas tarifas eléctricas y su tendencia será hacia abajo.

-Presidente, pero hay otras medidas dictadas vía Congreso.
¿También serán derogadas?

En el Ecuador son pocos los que pagan impuestos. Tenemos que
ampliar la base pero no cargándoles más a los que ya pagan,
sino incorporando nuevos elementos al pago de impuestos para
que pueda aplicarse una auténtica política tributaria.

El paquete de impuestos que aprobó el Congreso Nacional será
analizado. Yo no puedo derogarlo, pero hay impuestos a
artículos suntuarios como el cigarrillo, el licor. Eso no
afecta a los sectores populares. Lo que no se aprobó en el
Congreso es la eliminación de las exenciones al IVA. Eso no
aprobó el Congreso porque fue la posición de os diputados de
mi partido lo que impidió esta aprobación. No se aprobó el
impuesto al rodaje. Otros como la eliminación del impuesto al
ahorro sí se aprobó por eso es positivo porque hay que
promover el ahorro en el país.

Lo que aprobó el Congreso no fue contra los sectores
populares. Esos impuestos se mantendrán.

-Presidente, ¿considera que el Gobierno de Bucaram fue
corrupto?

Hay serios indicios de que han existido hechos anormales en el
gobierno del abogado Bucaram,. Yo facilitaré y ayudaré en
todas las investigaciones de denuncias que se realicen sobre
hechos cometidos.

Mi gobierno colaborará absolutamente sin ocultar nada. El
resultado de las investigaciones pasarán a manos de los
organismos de control del Estado y de la Función Judicial.

Es más, tomaré las iniciativas que sean necesarias a través de
los diferentes funcionarios de mi gobierno. En esa dirección
va la formación de una comisión de altísimo nivel con personas
de indiscutible calidad moral como miembros de la Iglesia, de
las universidades no solo para investigar a Bucaram sino a mi
propio gobierno. Se trata de contar con un organismo de
control permanente para que las cosas se corten de raíz cuando
se encuentren indicios de corrupción.

-¿El gobierno ha tomado medidas precautolatorias para impedir
la salida de los sospechosos?

Ya no puedo disponer el arraigo por ejemplo. Eso está en
manos de otros sectores del Estado. Lo que hemos hecho es
bloquear el pago de los cheques girados en los últimos días de
la administración anterior. Ha ocasionado una paralización,
pero prefiero eso antes que se cristalicen hechos que puedan
estar reñidos con disposiciones legales.

LO QUE APROBO EL CONGRESO NO FUE CONTRA LOS SECTORES
POPULARES. ESOS IMPUESTOS SE MANTENDRAN.

Yo actuaré en forma decidida en esa materia. Aduanas es un
punto crítico. Se ha iniciado el control con las Fuerzas
Armadas que actuarán en forma provisional hasta encontrar un
mecanismo de modernización. Por lo pronto han sido separados
todos los vista aforadores. No se privatizarán las aduanas.

-¿Seguirán los procesos de venta de Emetel y de Inecel?

El país no puede quedar al margen de la modernización.

Mas, modernizar no significa privatizar. Hay otros conceptos
como descentralización, descongestión. Privatización no solo
significa vender activos. Yo soy partidario de la
capitalización de las empresas públicas a través de nuevas
sociedades que en conjunto el Estado y las empresas privadas
pueden formar para emprender un proceso de capitalización a
través de aumentos de capital en que el Estado conserve el
51%.

No sacamos absolutamente nada vendiendo los activos de la
Central Hidroeléctrica Paute, pero si aumentamos el capital
ingresan dineros frescos y podemos, compartiendo
responsabilidades, hacer Mazar como complemento de Paute.

Dentro de este esquema continuaré con los procesos de
modernización.

¿Cambia la estrategia para el caso concreto de Emetel?

En este caso el proceso está en marcha. Yo lo que estoy
hablando es del otro contenido de la modernización en otras
áreas que definitivamente es mi criterio. Lo que habrá en
Emetel será una vigilancia para que sea un proceso
transparentes y claro, para que no haya desviaciones de
carácter ilícito o de beneficio personal.

¿Y en el caso del oleoducto?

Se presentarán algunas alternativas. El proceso actual de
contratación de a construcción del nuevo oleoducto está
viciado.

No hay transparencia, no seguiremos adelante.

Se harán las modificaciones necesarias para que sea claro y
limpio y que puedan competir adecuadamente todas las empresas
sin dedicatoria para una o dos empresas.

Se estudiará la alternativa de la ampliación del actual
oleoducto que tendría un costo mucho menor que la construcción
del nuevo.

REFORMAS CONSTITUCIONALES

¿Está usted de acuerdo de introducir reformas a la
constitución para viabilizar su permanencia interina en la
presidente y de eliminar por la misma vía la participación
política futura del ex presidente Bucaram?

No hay tal cosa para viabilizar constitucionalmente mi
permanencia. Esta fue hecha dentro del marco constitucional,
legal y sobre todo de legítimo respaldo de la enorme mayoría
de ecuatorianos. Por lo tanto, eso está dentro de los
parámetros constitucionales.

Yo estoy de acuerdo en emprender una reforma política.

El gobierno integrará la comisión que se ha propuesto para el
estudio global de la Constitución y de muchas leyes. Hay que
incorporar la figura de la Asamblea Constitucional como un
instrumento necesario y para ello es necesario un gran diálogo
con todos los sectores políticos y sociales del país.

Hay que llenar el vacío de la sucesión presidencial para que
no exista duda alguna cuando se produjera la falta permanente
del presidente de la República. El artículo 100 de la
Constitución que se aplicó correctamente hay que
complementarlo con la obligatoriedad de que ese artículo sea
aplicado siempre que existan las dos terceras partes de los
legisladores.

Hay que introducir reformas para los regímenes de partidos y
electoral.

¿Y sobre el caso Bucaram qué proponen socialcristianos y
emepedistas?

Yo no soy de aquellos que persigue a nadie.

Yo no concuerdo con perseguir a ninguna persona. Lo mismo que
critiqué antes no lo quiero hacer ahora. Ecuador necesita un
nuevo estilo

Para el caso Bucaram no depende de mí, pero hay que analizar y
estudiar. No puedo darle una contestación sin el debido
estudio en este momento, pero por regla general considero que
es el Congreso el que tiene que tomar decisiones sobre la
materia y una opinión mía al respecto podría significar
intromisión en los asuntos que deben ser resueltos por los
legisladores ecuatorianos.

Este caso no tiene nada que ver con reforma política.

Son disposiciones que las pueden adoptar los legisladores de
acuerdo a su criterio.

¿Usted no ha hablado del tema con os líderes de los partidos
que lo apoyaron para su elección?

No he hablado. Yo lo que quiero hablar es sobre asuntos de
fondo. El presidente no debe estar en asuntos secundarios
como la reforma política que queremos plantear.

¿Se mantiene la tesis de las elecciones anticipadas en 1998?

Sí, se mantiene. Yo respeto la voluntad del Congreso
Nacional. Mi período termina el 10 de agosto de 1998.

¿Cuál será la suerte de los alcaldes, prefectos, diputados
nacionales?

Ellos continuarán. La resolución del Congreso fue para el
caso del presidente de la República, legisladores provinciales
que terminan su período, de concejales y consejeros que
también terminan su período. En ningún caso de alcaldes y
prefectos que, salvo que el Congreso Nacional, determine otra
alternativa. Yo entendí que ellos continúan y terminan su
período en el año 2.000.

¿Y el caso de la vicepresidenta?

Ese es problema del Congreso Nacional. No me meto en ese
tema. Yo no quiero plantear casos particulares, sino plantear
una reforma política de fondo. Esos asuntos tendrán que
resolverlos el Congreso Nacional.

¿Será candidato en 1998?

Definitivamente no porque perdería el concepto de credibilidad
y de mantener el equilibrio en este país. En el momento en
que yo sea arte del futuro inmediato ya no podría hablar de la
misma manera como presidente de la República alejado del
evento electoral.

Lo que ocurra en el 2.002 todavía es muy prematuro, pero
continuaré en política después de que deje la presidencia de
la República.

Moriré político, pero para hacer eso no necesariamente será
ocupando un cargo de elección popular. (EL UNIVERSO) (P. 12)

EXPLORED
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