El recorrido Velas Sudamérica 2010, que se dio a lo largo del continente por el bicentenario de la Independencia sudamericana. Se convirtió en un enganche turÃstico para Colombia
Un sol radiante sorprendió el sábado pasado a los más de 4 000 marinos que desembarcaron, el pasado miércoles, en el Puerto de Cartagena (Colombia). Era el último dÃa de actividades en la ciudad caribeña antes de partir rumbo a La Guaira (Venezuela), próxima parada del recorrido Velas Sudamérica 2010, que viene bordeando el continente en conmemoración al bicentenario de la Independencia sudamericana.
El dÃa se prestó para que los marinos libres y cientos de visitantes que llegaron al Sail Cartagena 2010 recorran los diversos sitios turÃsticos que posee la ciudad, insignia del turismo colombiano. El antigüo e imponente Castillo de San Felipe, un fuerte militar construido a medidos del siglo XVII, con sus atractivos puentes y túneles, fue uno de los sitios más visitados.
El convento de Santa Cruz, ubicado en el cerro más alto que tiene Cartagena, La Popa, a 140 metros sobre el nivel del mar, recibió también a cientos de turistas. El lugar, levantando entre 1606 y 1608, guarda a la patrona de los cartageneros: la Virgen de la Candelaria. Mientras que en la playa de Boca Grande, el sol fue aliado para la realización de una mañana y tarde deportiva que contó con la participación de navales.
Además, hasta las 14:00, los buques anclados en el puerto marÃtimo y muelle de La Bodeguita recibieron a rÃos de gente que se volcaron a conocer las instalaciones de los navÃos. Entre los barcos más concurridos estuvo el buque escuela Guayas, que llamó la atención con la presentación de su banda. Entonando "en los años 1 600, cuando el tirano mandó, las calles de Cartagena, aquella historia vivió", la conocida salsa del cantante colombiano Joe Arroyo, los ecuatorianos pusieron a bailar a decenas de visitantes.
Un grupo estaba conformado por las colombianas Adeysi DÃaz y Natalia DomÃnguez, ambas de 21 años. Ya habÃan acudido a varias embarcaciones pero quedaron encantadas con la del Ecuador. "Espectacular, lo máximo que hemos podido ver aquÃ, de todas las regatas. Fuimos a la de Venezuela y España pero nos vinimos para acá", comentó Adeysi.
"Espectacular, espectacular, bailando súper bacano, chévere" agregó Natalia. Ambas tenÃan una impresión negativa del Ecuador. "CreÃa que era un paÃs muy problemático por las peleas que se vienen dando, ya cambié ese concepto", completó la colombiana.
Y asÃ, nuestros representantes se despidieron de Cartagena, con sus músicos tocando a todo pulmón. "Nos identificamos mucho con la alegrÃa. Tocamos cumbias y cuando se nos acercaban los veleros, la gente bailaba. La llegada fue algo muy emotivo, y a lo que salgamos de aquà también vamos a hacer lo mismo. Saldremos tocando cumbia y dando alegrÃa y entusiasmo a todos los cartageneros", manifestó el capitán del buque escuela Guayas, Hugo Ricaurte.
Los buques recibieron a cientos de personas que se volcaron a conocer las instalaciones de los navÃos.
El convento de Santa Cruz, ubicado en el cerro más alto que tiene Cartagena, recibió también a cientos de turistas.
La noche del sábado pasado, el concierto titulado "Colombia le canta al Caribe" despidió a los marinos antes de su partida.
Un sol radiante sorprendió el sábado pasado a los más de 4 000 marinos que desembarcaron, el pasado miércoles, en el Puerto de Cartagena (Colombia). Era el último dÃa de actividades en la ciudad caribeña antes de partir rumbo a La Guaira (Venezuela), próxima parada del recorrido Velas Sudamérica 2010, que viene bordeando el continente en conmemoración al bicentenario de la Independencia sudamericana.
El dÃa se prestó para que los marinos libres y cientos de visitantes que llegaron al Sail Cartagena 2010 recorran los diversos sitios turÃsticos que posee la ciudad, insignia del turismo colombiano. El antigüo e imponente Castillo de San Felipe, un fuerte militar construido a medidos del siglo XVII, con sus atractivos puentes y túneles, fue uno de los sitios más visitados.
El convento de Santa Cruz, ubicado en el cerro más alto que tiene Cartagena, La Popa, a 140 metros sobre el nivel del mar, recibió también a cientos de turistas. El lugar, levantando entre 1606 y 1608, guarda a la patrona de los cartageneros: la Virgen de la Candelaria. Mientras que en la playa de Boca Grande, el sol fue aliado para la realización de una mañana y tarde deportiva que contó con la participación de navales.
Además, hasta las 14:00, los buques anclados en el puerto marÃtimo y muelle de La Bodeguita recibieron a rÃos de gente que se volcaron a conocer las instalaciones de los navÃos. Entre los barcos más concurridos estuvo el buque escuela Guayas, que llamó la atención con la presentación de su banda. Entonando "en los años 1 600, cuando el tirano mandó, las calles de Cartagena, aquella historia vivió", la conocida salsa del cantante colombiano Joe Arroyo, los ecuatorianos pusieron a bailar a decenas de visitantes.
Un grupo estaba conformado por las colombianas Adeysi DÃaz y Natalia DomÃnguez, ambas de 21 años. Ya habÃan acudido a varias embarcaciones pero quedaron encantadas con la del Ecuador. "Espectacular, lo máximo que hemos podido ver aquÃ, de todas las regatas. Fuimos a la de Venezuela y España pero nos vinimos para acá", comentó Adeysi.
"Espectacular, espectacular, bailando súper bacano, chévere" agregó Natalia. Ambas tenÃan una impresión negativa del Ecuador. "CreÃa que era un paÃs muy problemático por las peleas que se vienen dando, ya cambié ese concepto", completó la colombiana.
Y asÃ, nuestros representantes se despidieron de Cartagena, con sus músicos tocando a todo pulmón. "Nos identificamos mucho con la alegrÃa. Tocamos cumbias y cuando se nos acercaban los veleros, la gente bailaba. La llegada fue algo muy emotivo, y a lo que salgamos de aquà también vamos a hacer lo mismo. Saldremos tocando cumbia y dando alegrÃa y entusiasmo a todos los cartageneros", manifestó el capitán del buque escuela Guayas, Hugo Ricaurte.
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Los buques recibieron a cientos de personas que se volcaron a conocer las instalaciones de los navÃos.
El convento de Santa Cruz, ubicado en el cerro más alto que tiene Cartagena, recibió también a cientos de turistas.
La noche del sábado pasado, el concierto titulado "Colombia le canta al Caribe" despidió a los marinos antes de su partida.
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