Diego Araujo Sánchez
La iniciativa Gutiérrez
Narra el presidente Lucio Gutiérrez un episodio desconocido de su entrevista con el secretario de la ONU, Kofi Annan: el mandatario ecuatoriano le propuso hacer un llamado a las FARC para que dejaran las armas y se sentaran en una mesa de negociación. El secretario replicó que, sin una razonable posibilidad de que aquello fuera aceptado, no podÃa arriesgarse a hacer un llamado de tal Ãndole. Gutiérrez contraargumentó que, en tal evento, los paÃses tendrÃan razones inmediatas para adoptar una posición más firme.
Pero la sugerencia no cayó en el vacÃo. Después de la reunión, el presidente ecuatoriano recibió el pedido de Annan para sondear el criterio de otros presidentes de América Latina en relación con la misma sugerencia. Inmediatamente, Gutiérrez se puso al habla con los mandatarios de Colombia, Brasil, Perú, Venezuela...Todos convinieron en dirigirse a Annan para apoyar la iniciativa de Gutiérrez. Esto último halaga al presidente. "No nos ha ido tal mal en el campo internacional"..., concluye, para contrastar con las adversas reacciones internas.
Esta historia revela una de las mayores fortalezas de mandatario que, paradójicamente, puede ser su máxima debilidad: la espontaneidad para presentar una iniciativa que sale no del cálculo polÃtico, sino de una elemental buena voluntad. Pero, por desgracia, la polÃtica, en ningún lugar del planeta, se mueve por gestos de desprendimiento y nobles intenciones, sino por un juego implacable de intereses contrapuestos. En esta doble vertiente, no siempre son precisos los lÃmites entre la buena voluntad o la generosa iniciativa y la posibilidad de recibir atención, es decir, entre la visión consistente de los problemas y una candorosa ingenuidad.
Francisco Rosales Ramos
Abrumado por el cúmulo de responsabilidades
El gobierno anterior nos engañó sobre la situación presupuestaria. Nos habÃa hablado de superávit y nos encontramos con que habÃa más de 760 millones de dólares de cuentas por pagar, y la caja fiscal estaba vacÃa. Esta realidad me obligó a actuar rápidamente, buscar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y adoptar decisiones dolorosas pero indispensables para contar inmediatamente con recursos fiscales y tener un respiro en la situación presupuestaria. Desde el poder, la conducción del paÃs luce menos fácil de lo que parecÃa desde afuera. Este es un Gobierno cuyo sustento son partidos de extracción popular, que exigen que sus miembros ocupen posiciones en la administración.
En un paÃs en el que existe tan alto desempleo, es legÃtimo que las personas que ayudaron en la campaña accedan a puestos en la administración. Fueron algunas de las frases pronunciadas por el presidente de la República en la reunión con el Consejo Editorial de HOY.
El coronel Gutiérrez apareció relajado, pero abrumado por el cúmulo de responsabilidades polÃticas y administrativas que debe enfrentar, y por las presiones de toda Ãndole que se ejercen sobre él y su Gobierno.
ConfÃa que podrá resolver los más acuciantes problemas del paÃs y se muestra dispuesto inclusive a ofrendar su vida si fuese necesario.
Trasluce un conocimiento epidérmico de los problemas de Estado y no apunta soluciones estructurales. Revela una tendencia a lo circunstancial y casi anecdótico, pero también una incansable capacidad de trabajo y un deseo de aprender y acumular experiencias.
Santiago Ribadeneira Troya
Debe cuidar el capital polÃtico
Fue la extrema izquierda a exigirle un NO al Fondo Monetario Internacional (FMI), estuvo de acuerdo y pidió que le ayudaran a conseguir en Cuba los 700 millones de dólares que necesita de urgencia para pagar a maestros, policÃas y médicos.
Relajado se le vio a Lucio, cuando el mismo dÃa se concretó un paso clave con la CAF, con poca difusión de una prensa que posterga lo importante y se centra en lo negativo. Parece no valorar su capital polÃtico y pone en riesgo los logros, de su corta gestión en mérito compartido con su equipo económico, al que le ha dado total apoyo, aunque inexplicablemente analiza un cambio en el Central. Si bien se resaltaron buenos valores en su equipo, se impacientó al increparle por tener inexpertos en sectores estratégicos. "Es Gobierno de corte popular y no solo estará integrado por âsangre azulâ.
Se siente exitoso por el despegue económico y por el respaldo que ha obtenido. En petróleo está consciente de su importancia, confÃa en un buen precio, pero elude que la ineficiencia demora lo impostergable; prevé en la ruta obstruccionismo sindical. En seguridad ve un problema, pero dejó dudas. La guerra a la pobreza es su prioridad; y aunque hay ideas, todavÃa no tiene los cómo. La reforma polÃtica espera el momento oportuno. Demuestra austeridad en el gasto.
Conclusión: Dejó una sensación de optimismo y debe cuidar su capital polÃtico, enmendando errores que generan desconfianza.
Jaime Mantilla Anderson
Un presidente dinámico que empieza a cansarse
Corrupción, seguridad, nepotismo, reducción de gastos, petróleo fueron los temas básicos que el Consejo Editorial de HOY pudo tratar en una reunión, en dÃas pasados, con el presidente Lucio Gutiérrez.
En la residencia presidencial en que se nota la austeridad e informalidad, encontramos a un Lucio Gutiérrez muy elegante, con su imagen positiva pero con ligeros toques de cansancio. Eran las 20:00 cuando apareció, como siempre, algo atrasado, muy activo y deseoso de conversar.
Entró de lleno a los planteamientos de los periodistas. Hizo del combate a la corrupción su primer tema, cuando anunció próximas sorpresas en su lucha para castigar a los banqueros corruptos. Pero, sin quitar valor a este propósito, preocupa a muchos la proyección de esa lucha al futuro. ¿Cómo enfrentarla? ¿Son los casos de nepotismo denunciados hechos corruptos? ¿Las inmensas indemnizaciones cobradas por funcionarios del Estado revelan una corrupta forma de entender el servicio público? El presidente no acepta que existan casos de nepotismo. Refiriéndose a Napoleón Villa, sostiene que siempre ha sido su mano derecha, que es el hombre de mayor confianza, que es necesario en el Fondo de Solidaridad, para cumplir con la limpieza en las empresas de la entidad. Sin embargo demuestra sensibilidad al aceptar que si la ciudadanÃa no está de acuerdo, podrÃa exonerar a Napoleón Villa de sus obligaciones. Anuncia que ya ha puesto a disposición su cargo. Se indigna hablando de las indemnizaciones. Anuncia que está listo a fijar en $50 mil dólares la indemnización máxima para cualquier servidor público. Cuando habla sobre el petróleo, es enfático en que el diálogo le permitirá convencer a los sindicalistas para abrir la inversión extranjera en esa área. Está muy confiado en hacerlo en los próximos meses. Concesiones, contratos conjuntos, explotación del sistema ITT son sus metas, ¿podrá alcanzarlas?
Cuando habla sobre sus colaboradores, es claro y directo: Llegó la hora de que el pueblo tenga la oportunidad de gobernar. Existen riesgos para hallar la gente más idónea, pero vale la pena tomarlos, añade.
Sus metas: terminar este año con una inflación menor al 8%, un crecimiento del 3.5%. Luego de arreglar el problema económico, enfrentará el problema social. La reforma polÃtica, quedará para más tarde.... A las 23:00, el presidente se despedÃa, para bajar al despacho a atender delegaciones que esperaban.
Thalia Flores Y Flores
Un presidente al cuidado de su hermana
âHaber si me dan anotando...â, dice el presidente Gutiérrez al Consejo Editorial de HOY en la mesa presidencial donde se sirve una cena con bastante informalidad. Hace una pausa hasta cerciorarse de que estemos listos y prosigue: "Voy a plantear a los presidentes de Latinoamérica que vayan a la dolarizaciónâ. Y argumenta: âNo solo que nos conviene, ya que nosotros estamos dolarizados, sino que en pocos años en el mundo habrá solo tres o cuatro monedas: dólar, euro, yen y alguna otra másâ.
Con frecuencia, el presidente pierde el hilo de la conversación y salta a otro tema, a veces para contestar a alguien que lo interrumpió, pero no retoma el argumento anterior. AsÃ, varios cabos quedan sueltos.
Pero en el tema de la corrupción es reiterativo. Y como no quiere que nadie dude de su decisión de traer a los banqueros corruptos y cobrar a los deudores de la banca, sentencia: âSi el Papa es deudor, que se le cobreâ.
Los dos meses de gobierno le han dejado huella: Algunas canas asoman en su cabello, y una serenidad remarcable evidencia a lo largo del diálogo.
Pero no parece dispuesto a enmendar la mayor crÃtica del paÃs: el nombramientos de parientes y militares, bajo la justificación de que necesita gente de confianza, "gente que trabajó en la campañaâ. Por eso mismo, usa buen tiempo para argumentar en defensa de âNapoâ Villa, a quien considera âun hombre honradoâ. Y también para revelar que su hermana trabaja con él en el Palacio âpor disposición de mi papá, para que me cuideâ.
Diego Cornejo Menacho
La personalidad del coronel
La personalidad del nuevo residente en el Palacio de Carondelet se nota en las pequeñas cosas. Ya nadie transita por el majestuoso soportal de la sede del Gobierno, que da a la Plaza Grande, como era antes: una gruesa cadena impide el paso, y un soldado permite el acceso únicamente a quienes se les da la âluz verdeâ mediante el walkman que opera el gendarme.
La antesala del despacho aparece abarrotada de personas fatigadas por la espera: son palanqueadores que han logrado llegar hasta ese privilegiado lugar, porque el palanqueo no se ha detenido en 60 dÃas de mandato de Lucio Gutiérrez.
El ascensor que lleva hasta la residencia del jefe de Estado exhibe ahora un letrero, tÃpico de dependencia pública: âPara el exclusivo uso del señor presidente de la Repúblicaâ.
AllÃ, ya no se manejan las cosas con las normas de un riguroso protocolo. En la amplia mesa de comedor, los saloneros colocan bruscamente los cubiertos cuando los comensales ya están sentados frente a un gran plato, con un escudo del Ecuador; lo corriente, en un lugar de la majestad que ese simboliza, es que los invitados se sienten a la mesa cuando ella ya está lista.
Posiblemente sea un efecto de la austeridad impuesta por el coronel.
En un momento de la larga conversación con HOY, él destacó que la Presidencia ya ha ahorrado 40% en relación a similar perÃodo del año anterior.
El jefe de Estado se considera la cabeza de un Gobierno popular; por ello, dice, el paÃs deberá acostumbrarse a ver caras del pueblo en las dependencias públicas. Popular y aplaudido por los actores de la ortodoxia económica, digo yo. Es que para ver hemos nacido.
Felipe Burbano de Lara
Las huellas del poder
Lucio Gutiérrez ya no es el polÃtico cargado de ilusiones e Ãntimamente convencido del cambio. El poder empieza a marcarlo con fuerza. Se lo ve más realista; conoce mejor los lÃmites de su propia acción, los lÃmites del Gobierno y la complejidad del Ecuador. Un paÃs siempre batallando contra sà mismo, confundido frente a su propio destino. En un par de ocasiones repitió la misma frase: âalgo bueno también hemos hechoâ. La expresión traduce una cierta desazón por las permanentes crÃticas a la gestión de su Gobierno.
Llueven las crÃticas y hay muy pocos reconocimientos. Pero no se molesta ni altera cuando dialoga. Se lo ve más bien tranquilo, incluso con algún sentido del humor frente a sus propias equivocaciones.
Cuando intuye que debe rectificar, comenta: ahora me dirán que cambio de opinión. Quizá tantas rectificaciones se deban a una cierta dubitación para sostener pensamientos y posturas. Pesa su origen humilde y su poca trayectoria polÃtica. El poder todavÃa le resulta extraño. Quizá aún ni siquiera sabe bien lo que es el poder.
Del poder parece tener la sensación del torbellino: todo gira alrededor suyo con una velocidad de vértigo. Los temas vienen uno tras otro, todos con su propia complejidad. Es difÃcil incluso concluir un tema, porque en el camino aparecen dos o tres más que obligan a desviarse. No es muy preciso al hablar. Se le escapan muchos detalles. No está desinformado, pero tampoco logra organizar tanto problema en unas pocas lÃneas estratégicas. El entrenamiento de Gutiérrez en el poder tomará más tiempo de lo usual. Las 20 horas del dÃa que dedica a atender los problemas del paÃs y a descifrar los vericuetos de la polÃtica le resultan todavÃa insuficientes.
Orlando Pérez
El coronel quiere parecerse a Alfaro
Todos deberÃamos aprender de Lucio Gutiérrez: en más de una hora de diálogo, nunca hizo un gesto de bravura o prepotencia, aceptó las crÃticas con caballerosidad, lamentó que no se informe al paÃs de toda su labor y comentó de todas las llamadas que tiene con gente importantÃsima del mundo. Conforme avanza la conversación va cayendo en su asiento hasta que sus hombros quedan por debajo del borde superior de la silla.
Observa sin impaciencia. Apenas puede toma la palabra, corta a su interlocutor, pero no pierde la compostura. Es más, se corrige, vuelve a relucir cierta modestia. La verdad, impresiona tanta calma. Claro, hay un dicho que puede poner en alerta a cualquiera: "CuÃdate del buey manso".
No impone, "acepta" propuestas y nombres para designar embajador en EEUU. El es un hombre tranquilo, casi que ni se conmueve y hasta cuenta cachos como ese de que se le fue la mano en el incendio en el Congreso, pues lo que querÃa era solo reducir el número de diputados y no dejarlo en cenizas. Como buen hijo de familia, tiene a su hermana mayor cuidándolo en Carondelet, pues su padre le ordenó a ella que protegiera al hijo pródigo. Y no chista ni hace rabietas, acata y cumple lo que su hermana dispone. Es todo un ejemplo.
¿No será esa la conducta de un personaje que sabe manejar los hilos de los temas más difÃciles solo con su cÃrculo Ãntimo?
¿Vanidoso? Una sola vez, cuando dice que quiere hacer una gran universidad al sur de Quito, asà como en su tiempo Eloy Alfaro hizo colegios.
Queda la sensación de que pide mucha ayuda cuando más firme se muestra ("No me doblegaré ante los sindicalistas de Petroecuador por los cambios radicales que pienso hacer en materia petrolera").
Y al despedirse dan ganas de desearle toda, pero toda la suerte del mundo.