El incremento es calificado como desmesurado e irreal de acuerdo a los índices de impuestos que pagan otros países
La reforma tributaria que aún no termina de ser discutida por la Comisión del Régimen Económico Tributario de la
Asamblea suma inconformidades.
El último sector en mostrar su desacuerdo fue el grupo de fábricas Itabsa, Tanasa y Proesa.
Las tres empresas cuentan con 35 años en actividades de cultivo, fabricación y venta de productos de tabaco.
La inconformidad se relaciona con la modificación del esquema de cálculo del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) para cigarrillo, bebidas alcohólicas y gaseosas.
Esta determina un aumento en el precio del ¢7 por unidad, lo que representa un alza de 63,3% para marcas de consumo masivo como Lider y de hasta un 200% para las de menor precio, lo que corresponde a un aumento de ¢3 por cigarrillo, dice María Gabriela Moncayo, jefe de Comunicaciones del grupo. Y con ello, acota "ya son las tres veces que se ha cambiado el ICE, desde 2007, a este sector.
Por lo que ven como "desmesurada y negativa" a la iniciativa. Más cuando entre los planes de inversión se preveía duplicar la capacidad productiva con cultivos de tabaco en el Guayas, Los Ríos y El Oro, contempladas como las provincias con mayor índice de desempleo, pero también en las que hay 1 500 familias dependientes de la actividad. Asimismo, consideran que los ejecutores del proyecto no tomaron en cuenta el nivel de capacidad adquisitiva de los ecuatorianos ni la realidad de política fiscal de los países vecinos.
Actualmente, de la actividad viven 74 mil personas. La queja no solo la plantean los industriales, también lo hacen los comités de Empresa de Trabajadores.
"Nos preocupa este tipo de noticias. Nosotros dependemos de esta industria. Con los anteriores incrementos, ya se ha dado la aparición de nuevos cigarrillos de dudosa procedencia", dijeron en un comunicado varios empleados de las tabacaleras.
Otro de los riesgos es que el Ecuador perdería consolidación como exportador competitivo de tabaco de alta calidad en relación con el
Brasil, la
Argentina y
Colombia, comentaron.
"Más, si se toma en cuenta las diferencias impositivas. Como referencia, el consumidor local paga $1,03 en impuestos por una cajetilla de marca popular, mientras que el colombiano paga ¢32, el peruano ¢55, el panameño ¢57 y el paraguayo ¢3.
Finalmente, los representantes del sector confirmaron que el incremento de impuesto no debería sobrepasar ¢0,053 por unidad o su equivalente de ¢53 por cada mil unidades. (NMCH)