ECUADOR
Por: Ing. Luis Carrera de la Torre*

Quito. 10 oct 97. La línea de pensamiento mundial sobre
desarrollo sostenible vista a través de las grandes reuniones
mundiales

-Mal o bien, siempre ha habido la percepción sobre de
indisolubilidad del medio ambiente y lo que se ha venido
llamando "desarrollo", pero el ser humano, egoísta en gran
medida, hizo cuanto deseó y pudo guiado por una permanente
actitud de usufructuar al máximo lo que se pusiere a su
alcance, sin pensar en otros efectos que no sean los de su
satisfacción presente, mucho menos en la obligación de tomar
bienes y servicios ambientales con prudente responsabilidad
hacia su propio futuro y el de las generaciones venideras. Por
lo tanto, las consideraciones ambientales, como parte
ineludible de la sustentabilidad del desarrollo, no entraron
en su desmesurada obsesión por acumular riqueza, "crecer", y
luego consumir vorazmente, cuando tuvo ocasión. Saqueó
recursos naturales y humanos sin asignarles valor, produciendo
impactos ambientales negativos, muchos sin verdadera necesidad
ni justificación real.

Lo indicado mientras no sentía que le afectara a su loca
carrera de crecer y acumular, hasta cuando, al fin, aunque
bastante tarde, a mediados de este siglo XX, empezó a sentir
que sí le afectaba seriamente en lo que más le dolía: su salud
y su bolsillo. La contaminación y el deterioro ambiental le
enfermaban a él y a los suyos cada vez más gravemente, y
disminuian notablemente los que hasta entonces fueron fáciles
recursos, prácticamente sin valor.

Entonces llegó el momento para que los países ricos piensen en
el ambiente, o mejor, en aquella parte que les incomodaba
directamente, puesto que los pobres, inmersos en su drama por
sobrevivir penosamente día a día, no habían reparado
mayormente en la tragedia ambiental que les rodeaba y que se
había ido convirtiendo en parte inherente a su pobreza, y
ésta, a su vez, en la principal causa y efecto del deterioro
ambiental.

Los países ricos iniciaron un ritual: bajo el amparo del
Sistema de Naciones Unidas, convocan a los países del mundo
para tratar y resolver problemas ambientales, puesto que ellos
entran en la categoría de "globales"; señalan las reuniones a
las que hay que asistir y las agendas que hay que tratar.

-En octubre de 1948, bajo el auspicio de UNESCO (Organización
de Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura), se efectuó
en Fontainebleau, Francia, la Conferencia Mundial sobre los
Recursos Naturales, que es la primera convención internacional
que muestra real interés y preocupación por las graves
alteraciones que pueden sufrir los procesos ecológicos debido
a la acción destructora del hombre (había remordimiento por lo
sucedido en la Segunda Guerra Mundial concluida apenas tres
años antes). Estableció la necesidad de conservar la
naturaleza y sus recursos mediante la protección del mundo
viviente, del medio natural del hombre, como factor primordial
para el mantenimiento de la civilización.

Marca dos visiones que, con su reincidencia en el futuro, han
mostrado ser deficientes y con resultados limitados en algunos
aspectos, sin desconocer la buena intención de su origen: por
un lado, se establece una concepción parcial e insuficiente,
prácticamente solo de carácter físico, como el "factor
primordial para el mantenimiento de la civilización, que es la
conservación de la naturaleza"; y, por otro lado, trata de
solucionar los males con la creación de una institución que se
encargue de las tareas conservacionistas, que es la UICN
(Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza),
lo cual es una quimera, a la vez que equivocada en dar la idea
que alguien o algo puede sustituir la responsabilidad de cada
ser humano en tareas como esas.

Los fines de la UICN hacen ver la indicada visión incompleta:
fomenta y facilita la cooperación entre los gobiernos y las
organizaciones nacionales e internacionales y las personas
interesadas en la protección de la naturaleza y conservación
de sus recursos (como si esto fuera una opción de buena
voluntad, y no un derecho y obligación, a la vez, de todos los
seres humanos); favorece cualquier acción nacional e
internacional relativa a la protección de todas las partes del
mundo de la vida salvaje y de su medio natural, suelos, aguas,
bosques, con inclusión de los territorios, objetos, animales y
plantas que presentan un interés científico, histórico o
estético. El ser humano, con sus problemas y potencialidades,
como eje de todo, no merece así ninguna atención real.

-En 1968, nuevamente la UNESCO organiza una conferencia
naturalista bajo la concepción de "Biosfera". Y nuevamente las
dos deficientes visiones: trata sobre la parte física de los
problemas que la capa de vida del planeta afrontaba por la
acción del hombre; y crea una institución para que nos dé
salvando la biosfera, que es el Programa Hombre y Biosfera
(MAB en inglés), dedicado a investigación y entrenamiento para
aumentar la comprensión del medio ambiente y del impacto del
hombre sobre el mismo, a través de una red de 14 proyectos
relacionados entre sí, de los cuales el más importante es el
titulado "La conservación de las zonas naturales y del
material genético que contienen", que, en su parte práctica,
consiste en apartar RESERVAS DE LA BIOSFERA (enclaves
representativos de todas las provincias biogeográficas del
mundo para una vigilancia e investigación a largo plazo). Se
omite la indisolubilidad de lo social, lo económico y lo
ambiental, y el ser humano como el eje de la permanente
interacción de esos factores.

-En junio de 1972 se celebró en Estocolmo, Suecia, la
"Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente
Humano", a la que asistieron representantes políticos,
científicos y expertos de 110 países, y en la que se
materializó de manera muy visible la inquietud política
mundial sobre el medio ambiente. La Conferencia aprobó un
"Plan de Acción" que consta de 109 recomendaciones a los
gobiernos y a los organismos internacionales".

Si bien las características de las recomendaciones de
Estocolmo reflejan fines antropocentristas, mostrando
preocupaciones fundamentales en el medio humano, relievando la
necesidad de preservar la vida sobre el planeta para las
generaciones futuras, en buena medida la Conferencia cae en
las mismas dos deficientes visiones de las anteriores
conferencias: enfatiza en la parte física del ambiente (la
contaminación y la protección ambiental en lo físico); y crea
una institución para que nos dé haciendo la tarea, que es el
Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP en
inglés). Sin embargo, hay adelantos en la concepción y
recomendaciones respecto a las interrelaciones de la condición
humana con el llamado "desarrollo económico" y los problemas
ambientales.

Para entonces el mundo había llegado ya a límites intolerables
en la polarización que resume la tragedia humana y que la
"Declaración de Principios de Estocolmo" contribuye a
explicarla así: "En los países en desarrollo, la mayoría de
los problemas ambientales están motivados por su
subdesarrollo. En los países industrializados, los problemas
ambientales están generalmente relacionados con la
industrialización y el desarrollo tecnológico".

En la dirección de la concepción holística del desarrollo, la
Declaración de Estocolmo tiene hitos importantes, como los
contenidos en los siguientes enunciados: "la protección y el
mejoramiento del medio humano es una cuestión fundamental que
afecta el bienestar de los pueblos y al desarrollo económico
del mundo entero"; "hemos llegado a un momento de la historia
en que debemos orientar nuestros actos en todo el mundo
atendiendo con mayor cuidado a las consecuencias que puedan
tener para el medio"; "la defensa y el mejoramiento del medio
humano para las generaciones presentes y futuras se ha
convertido en meta imperiosa de la humanidad. Para llegar a
esta meta será menester que ciudadanos y comunidades, empresas
e instituciones, en todos los planos, acepten las
responsabilidades que les incumbe y que todos ellos participen
equitativamente en la labor común".


Pero, por otro lado, se enfatiza en la visión parcial: "el
hombre tiene la responsabilidad especial de preservar y
administrar juiciosamente el patrimonio de la flora y fauna
silvestre y su hábitat".

-Los problemas ambientales crecientes y concepciones más
claras de la responsabilidad global motivaron la Conferencia
de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, de
junio de 1992, en Río de Janeiro. Sin embargo, su convocatoria
y agenda inicial traen todavía una visión parcial y temas de
interés de los países industrializados.


Respecto al enfoque parcial, es oportuno recordar el mensaje
sustancial de "preocupación mundial" que nos transmitieron
previamente, durante y después de las conferencias de 1972 y
de 1992. En la primera fue el mensaje sobre la contaminación
presentada con impresionantes constancias de grandes chimeneas
y aguas envenenadas de efluentes de industrias en áreas
altamente industrializadas de países industrializados. En el
segundo caso, convocaron a la Conferencia mensajes de angustia
que mostraban fantasmas apocalípticos alrededor del
calentamiento global y la pérdida de la capa de ozono
(causados en un 85% y en 95%, respectivamente, por los países
industrializados). Los grandes temas de los países en
desarrollo recibían tibias o ninguna acogida.


Sin embargo, el avance sustancial es que se habla mucho más
claramente del desarrollo sustentable, con una visión más
holística, y con gran convencimiento que ya no es alternativa
sino imperativo obligado de la acción de la humanidad. Además,
el proceso y agenda prefijados por los países industrializados
fueron sufriendo algunos cambios porque los otros países
pugnaron y lograron una agenda que rebasó lo del
calentamiento, lo del ozono, lo de la deforestación, y
contempló también temas de su interés, como el de la "Lucha
contra la pobreza", aunque al final se discutió y aprobó en el
Programa 21 una única acción consensual que es "Capacitación
de los pobres para el logro de una subsistencia sostenible",
algo sí como una ayuda para ser pobres dignos, pero pobres al
fin. En las declaraciones se consiguen algunos asuntos
destacables sobre el tema.


A nivel mundial se ha producido una especie de sentimiento de
frustración en relación a la Conferencia de Río. Se esperaba
que se concreten y acuerden acciones claves para lograr
rápidamente un nuevo estilo de desarrollo, el sustentable, del
cual tanto se ha hablado como condición de salvación del
Planeta. Se esperaba cambios efectivos hacia la justicia en
las relaciones económicas en general y del comercio
internacional en particular, distribución equitativa de
riqueza y oportunidades; fijación de plazos y cifras;
compromisos tangibles de financiamiento nuevo, no
condicionado, concesional y suficiente. Nada de eso se logró,
pero hay que reconocer que una parte del camino se ha
iniciado. Por ejemplo, no se puede desconocer;


-La histórica contribución para el futuro del proceso vivido
al interior de cada uno de los países para interpretar, a
veces casi desde el comienzo, qué es lo ambiental, qué es el
desarrollo sustentable, qué debe preocupar a cada país y cómo
debe actuar.

-La inusitada y enorme cantidad de consensos sobre temas y
enfoques que hasta hace poco eran retóricas de enfrentamientos
y que ahora son lenguaje y acuerdos globales hacia un objetivo
común: salvar al Planeta y lograr el desarrollo sustentable
global.


-Los acuerdos, aunque la mayor parte de carácter moral y no
operativo todavía, sobre muchos asuntos contenidos en los
cinco documentos entregados por la Cumbre de Río; la
Declaración de Río; el Programa 21; la Convención Marco sobre
el Cambio Climático; el Convenio sobre Diversidad Biológica; y
la Declaración sobre la Ordenación, la Conservación y el
Desarrollo Sostenible de los Bosques de todo tipo.

-Aunque todavía con ciertos errores conceptuales en el sentido
de que "desarrollo" puede ser alternativa de lo ambiental, hay
un tratamiento indisoluble de medio ambiente y el desarrollo,
reconociendo, a la vez, el carácter global, así como
preocupación primordial en la calidad de la vida.


-Enfasis en hacer bien las cosas antes que en nuevas cosas por
hacer.

Posteriormente tratamos con un poco más de detenimiento el
enfoque y contenido de los documentos de la Cumbre de Río, de
1992.


Hitos del pensamiento mundial sobre el ambiente y la gestión
del desarrollo sostenible

Hay un gran tema que requiere la mayor de las reflexiones: el
desarrollo (el proceso hacia el bienestar) debe ser
sostenible, no sostenido. Lo sostenido se ha asimilado a
"crecimiento" (acumular, crecer, concentrar riqueza, saquear
para tener más y más), y, lo que es peor, al "crecimiento" se
lo ha querido hacer sinónimo de "desarrollo económico", y a
esto último también sinónimo de "desarrollo". Esta es la
tragedia que vive la humanidad: el resultado de todos los
modelos de desarrollo, de todos los países, que ,sin
excepción, cayeron en la trampa de que su misión era "crecer
en lo económico" a como dé lugar, y con ello crearon la
insostenibilidad que vivimos y que nos amenaza quedarnos sin
el hogar Tierra, sin nada, ya que ha puesto en peligro la
continuidad de la vida y el perpetuo milagro de la creación.


"El viejo paradigma Cartesiano Newtoniano, mecanicista,
cuantitativo, economicista, reductor, legó a la humanidad
inmensos beneficios tecnológicos, pero, en contraposición,
desvirtuó la realidad, fragmentándola para intentar
explicarla. Fragmentó la ciencia, la educación, fragmentó la
vida, fragmentó al ser humano. Creó la ideología del
crecimiento como ley inexorable, basándose en la falsa premisa
de que la civilización se disloca siempre en una dirección
predeterminada, impulsada por un orden, o tal vez empujada por
la mano invisible que Adam Smith inventó posteriormente, para
justificar la falsa existencia de una causa infinita
generadora de la sucesión de los acontecimientos" (Rafael
Negret, "En el sendero del Desarrollo Sostenible")


El problema básico está, pues, en recuperar el pensamiento y
la acción holísticos: el uno es todo, nos dijo Heráclito, y la
verdad es el todo, nos recordó Hegel. En esta dirección, "el
Desarrollo Sostenible recopila la historia, tan
sectorializada, independiente y mal contada, para integrarla
en una sola, como la historia del pensamiento humano forjada
en los campos de la política, de la economía, de lo socio
cultural, de las ciencias y de las relaciones humanas con la
naturaleza". "El Desarrollo Sostenible implica también la
necesidad de retirar al hombre del humanismo y colocarlo en
sus verdaderos orígenes, reivindicar al ser humano como
expresión máxima del proceso evolutivo de la creación del
universo, y cuya característica fundamental es la capacidad
reflexiva, la inteligencia, la noosfera, como diría Theiland
de Chairdan". (Rafael Negret).


Hagamos un breve repaso de hitos importantes del pensamiento
humano en dirección del desarrollo sostenible.

"El hombre primitivo y su hábitat eran un solo ser, dentro
del cual las respuestas corporales y sus procesos mentales
eran condicionados por los estímulos ambientales percibidos a
través de los sentidos" (Berry, 1991, "Papel histórico del
indio americano"). "Todas las actividades de estas
civilizaciones estaban íntimamente relacionadas con la tierra,
sobre la cual giraban todos sus sentimientos, sus esperanzas,
sus acciones, su conciencia y sus reflexiones. Así la tierra
era su mayor estímulo para la contemplación, la imaginación,
las metáforas, las imágenes; lo que explica la complejidad y
espiritualidad de los conceptos que sobre la tierra, la vida y
la muerte tenían estas culturas". "Esta simbiosis entre el
espíritu, el hombre, la tierra y el espacio cósmico,
virtuosismo específico de los pueblos indígenas americanos, es
reflejado en los conceptos y en deidificación del sol, de la
tierra, de la lluvia, de la luna, del arco iris y de todos los
fenómenos naturales que determinaron su comportamiento, sus
religiones, danzas, sacrificios, ceremonias, rituales,
actividades agrícolas, en fin, su propia cultura. Para los
Incas, la tierra era venerada y conocida como la "Pacha Mama"
(una entidad completa, unitaria, holística, que hace que el
tiempo sea relativo a su espacio y el espacio sea relativo a
su tiempo. Todos estamos en Pacha Mama, así como todos nacemos
de Pacha Mama); para los Mayas, era la "Tierra Madura" (Rafael
Negret).


"La visión cosmológica de integración entre lo divino, lo
natural y lo humano, que caracteriza a las culturas
amerindias, fue y es violentada por la sociedad moderna de
ideas fijas, mecanicistas, mercantilistas, causadoras de la
atrofia de nuestro raciocinio, sentimientos y valores.
Perdimos la capacidad de relacionarnos con el cosmos, de
emocionarnos con la lluvia, de comunicarnos con los otros
seres vivos." El fraile franciscano Leonardo Boff ( 1992,
"Nueva Evangelización, Perspectiva de los Oprimidos") afirma
que lo más desastroso del proceso de colonización no fue tanto
la rapiña sobre las riquezas naturales, con la consecuente
subyugación de las diferentes naciones indígenas, sino que el
daño más violento fue la destrucción del hombre originario, de
su sabiduría milenaria, de su filosofía, teología y ciencia
organizacional. Se apagó la memoria de su pasado. Afirma
también que América Latina es hoy día marcada por muchas
deudas y dudas: económicas, políticas, culturales,
antropológicas, éticas, religiosas, ecológicas y una deuda
inmensa de evangelización. Todas originadas en la invasión de
América Latina, que ocasionó el mayor genocidio de la historia
de la humanidad, causando la muerte del 90% de la población
existente".


El movimiento renacentista y, posteriormente el movimiento
cultural filosófico del iluminismo, en los siglos XVI y XVII,
y la "ciencia moderna", con tendencia a la cuantificación,
previsibilidad y control, promovida por Bacon, Descartes,
Newton y otros, llevaron a que principios mecanicistas y
economicistas terminen por concebir a la tierra como simple
fuente de materia y energía, dispuesta allí con el único
objetivo de servir para que el hombre la convirtiera en bienes
materiales, "agregándoles valor" a través del trabajo, y
convirtiendo a todos los recursos naturales disponibles en la
tierra, inclusive la vida, en mercadería, en compra y venta.
La otra función que se le reconoció a la tierra fue la de
servir como cloaca para recibir toda la inmundicia y residuos
resultantes de las actividades humanas.


En 1798, el Reverendo Thomas Malthus, en su obra "Ensayo
sobre los principios de la población" afirma que "la población
humana tiene la tendencia a crecer geométricamente, mientras
que la producción de alimentos crece en progresión aritmética.
Esta es la gran ley de la necesidad que nos oprime, y la raza
humana no podrá escapar de ella ante ningún esfuerzo racional.
Entre las plantas y los animales las consecuencias serán de
devastación de las cosechas, las enfermedades y la muerte
prematura. Entre los seres humanos la miseria y los vicios.


En 1.972 se publicó un documento que inició un gran
movimiento de condena a los principios económicos
convencionales, a través de los cuales todas las actividades
humanas son reducidas a la producción y consumo. "Los Límites
del Crecimiento", preparado por el llamado Club de Roma,
desarrolla un modelo de crecimiento de la humanidad en base a
la tendencia actual, para el período 1.900 a 2.100, combinando
el uso y devastación de los recursos naturales, el crecimiento
de la población, la contaminación producida, las necesidades
alimentarias per cápita y otros, llegando a conclusiones como
éstas: si la humanidad sigue creciendo al mismo ritmo actual y
la industrialización, la contaminación y devastación de
recursos naturales continúan aumentando, los límites de
crecimiento serán alcanzados en los próximos cien años; es
posible modificar estas tendencias del crecimiento y
establecer así unas condiciones económicas y ecológicas
estables en el futuro; el equilibrio global deseado debería
ser planificado de acuerdo con las necesidades materiales
básicas de cada ser humano, y en función de garantizar a cada
persona iguales oportunidades y condiciones para desarrollar
su potencial; si la humanidad se esfuerza y se compromete a
cumplir este objetivo, las posibilidades de éxito serán más
grandes en la medida en que se inicie el proceso.


El informe sobre la Conferencia de Estocolmo de 1972, "Una
Tierra Solamente" (Ward, B. Dubos, 1973) define como
estrategias fundamentales, para empezar a estructurar una
política planetaria la revisión de tres principios
considerados responsables de la crítica situación de ese
momento: la necesidad del conocimiento, la educación, la
investigación; el enraizado sentimiento de soberanía de las
diferentes naciones de la tierra, dificultando la idea de una
comunidad planetaria, con responsabilidades e intereses
comunes; y, la fuerza imperativa de los mercados, orientados,
evidentemente, por los principios insustentables del paradigma
económico. El informe demuestra que existen límites para el
uso de los recursos naturales; límites para los niveles de
sustancias tóxicas que el cuerpo humano, la tierra y otros
seres vivos pueden tolerar; límites para las intervenciones
que los sistemas ecológicos pueden soportar; límites para la
conmoción psíquica que los hombres y las sociedades pueden
sufrir como consecuencia de la degradación social y natural.


También en 1973, el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (creado un año antes) propone la siguiente
definición de "Ecodesarrollo": El desarrollo y el medio
ambiente no solo no se oponen, sino que constituyen dos
aspectos diferentes del mismo concepto. Lo que realmente está
en juego es la gestión racional de los recursos, con el
objetivo de mejorar el hábitat global del hombre y garantizar
una calidad de vida mejor para todos los seres humanos. Una
vez más, es el concepto de desarrollo el que, de esta manera,
se amplía y se hace más realista: el crecimiento es el
fundamento necesario; la igualdad, el principio que orienta la
distribución de la renta; la calidad de vida, definida de una
manera concreta para cada uno de los grupos sociales urbanos y
rurales, un objetivo de la sociedad; el manejo del medio
ambiente, un instrumento para realizar una gestión racional de
los recursos naturales, controlando al mismo tiempo el impacto
del hombre sobre la naturaleza.

En 1982, la Asamblea General de las Naciones Unidas expide la
Carta Mundial de la Naturaleza, produciendo un adelanto
importante en el tratamiento de lo ambiental cuando amplía a
lo ecológico, al propugnar la protección de los procesos
ecológicos y, con ello, la vida general del planeta. Obliga al
hombre a salvaguardar el suficiente número de individuos de
las especies animales y vegetales, de tal manera que se
asegure su continuidad en la tierra. "Se respetará la
naturaleza y no se perturbarán sus procesos esenciales. No se
amenazará la viabilidad genética en la tierra; la población de
todas las especies, silvestres y domésticas. Estos principios
de conservación se aplicarán a todas las partes de la
superficie terrestre, tanto en la tierra como en el mar".


En 1987, la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo, creada
por Naciones Unidas en 1983, conocida también como Comisión
Brundtland (por su líder), presenta el informe "Nuestro Futuro
Común", que enfatiza en la necesidad de un nuevo orden
económico y social, un nuevo orden de relaciones entre los
seres humanos y la naturaleza, en el cual, la base fundamental
deben ser los principios políticos, económicos, sociales y
ecológicos que garanticen un manejo sostenible de los recursos
naturales y un Desarrollo Sostenible de la humanidad,
caracterizado por una mejor calidad de vida. Un mundo en el
que su columna vertebral sea el concepto de Desarrollo
Sostenible, en el cual se consideren estos componentes:
relación de población y recursos naturales, de manera que se
avance en la erradicación de la miseria masiva posibilitando a
las poblaciones menos favorecidas el acceso a los recursos
disponibles, manejados en forma científica; seguridad
alimentaria; conservación de los ecosistemas naturales y de la
biodiversidad, enfatizando, a más del interés utilitario, el
lado ético, moral, cultural, estético y científico como
poderosas razones para esa conservación; energía sana y
segura; industria produciendo más con menos, en base a que el
control de efluentes contaminantes es social y económicamente
viable, en términos de salud, de valor de la producción, del
reciclaje y de evitar la contaminación; afrontar el desafío
urbano en función de solucionar los graves problemas
crecientes y lograr mejor calidad de vida; en economía
internacional, asegurar la sutentabilidad de los sistemas
ecológicos naturales base de la economía global y distribución
justa de los beneficios entre todos los países que participan;
manejo racional de los bienes comunes globales, adecuando el
significado de soberanía nacional, que ahora dificulta
negociaciones y acuerdos; seguridad, desarrollo y medio
ambiente, como conceptos integrados e interrelacionados.


La actual hipótesis GAIA, la Tierra un ser vivo, de acuerdo a
James Lovelock, parte de que la vida en cualquier planeta en
que exista debe, necesariamente, utilizar la atmósfera como
fuente y como depósito de materias primas y, además, como
medio de transporte de sus productos. Esta actividad vital se
revela en la dinámica de las alteraciones observables en la
composición química de la atmósfera. En caso contrario, una
atmósfera estática e inerte comprueba casi con absoluta
certeza la ausencia de vida. Lovelock descubrió que la
atmósfera no es una condición previa ni tampoco medio para la
vida, sino que es la propia vida, y, a su vez, el resultado de
la misma. En otros términos, no es que la vida se "adaptó" a
las condiciones del planeta, sino que el proceso evolutivo de
la vida adaptó el planeta a condiciones habitables para que la
creación en la tierra pudiera continuar y renovar los seres
vivos, manteniendo los ya existentes. "Quizás el
descubrimiento más fascinante y transcendental de este siglo,
o redescubrimiento, ya que esto era ,muy claro en la
antigüedad, haya sido la concepción de la tierra como un ser
vivo.


Como consecuencia de lo anterior, también se habla ahora de
la interacción de cinco principales componentes del planeta:
la geosfera, la hidrosfera, la biosfera, la atmósfera y la
noosfera. Este último término, concebido por Le Roy y muy
utilizado por Teilhard de Chardin, considera al pensamiento
humano como un fenómeno resultante del proceso evolutivo de la
historia cósmica de la creación; es el resultado de la
autorreflexión humana, la conciencia, la capacidad de entender
que la tierra, en su infinito poder creativo, concibió el ser
humano y le delegó la responsabilidad de gestar el futuro de
la vida en el planeta. La noosfera, en la concepción de
Chardin, está constituida por el manto de ideas que circunda
la tierra. En este sentido, la materia, la energía, la vida,
la mente, la reflexión, la conciencia, el espíritu constituyen
la esencia del mismo proceso cósmico evolutivo.


Ahora (Lovelock) se considera que existen tres teorías
científicas relativas a la naturaleza de la tierra: (i) una
concepción geofisiológica y holística del planeta como un ser
viviente, o como un ecosistema planetario, llamado GAIA, o
Pacha Mama para los Incas; (ii) una coevolución que, como la
anterior, concuerda en que la atmósfera, los océanos y las
rocas son influidos por la presencia de la vida en la tierra,
pero rechaza la idea de que el planeta pueda funcionar como un
ser vivo, auto regulándose para mantener las condiciones
ambientales ideales; (iii) una que concibe a la tierra como
un todo, pero como si la tierra fuera una pelota de rocas
incandescentes con una superficie mantenida relativamente fría
y habitable debido a la presencia de los océanos, por lo
tanto, la vida en esta fina costra obedece, según esta teoría,
a la extraordinaria capacidad de algunos seres vivos para
adaptarse a estas condiciones físicas del planeta. Este último
es el concepto que, quizás desafortunadamente, "sigue siendo
divulgado en escuelas, colegios y universidades, fragmentando
la tierra, fragmentando la vida, fragmentando la educación y
la propia sociedad en una colección disecada de especialistas
inertes" (Negret).


Líneas de pensamiento internacional sobre el desarrollo
sostenible que han influido de alguna manera a la concepción
adoptada ahora por el Ecuador

a)Probablemente uno de los acontecimientos más trascendentales
del pensamiento latinoamericano es el que está reflejado en la
Declaración y en la Posición Conjunta de los Presidentes de
los Países Amazónicos, de 10 de febrero de 1992, firmadas en
Manaos previamente y con motivo de la Conferencia sobre Medio
Ambiente y Desarrollo de junio de 1992. Es pertinente
reproducir lo siguiente como muestra:


1. Estamos convencidos de que un planeta ambientalmente
sano debe corresponder a un mundo social y económicamente
justo. Para lograr este objetivo es fundamental transformar
conductas, modelos de desarrollo y patrones de consumo no
sustentables.

2.- En nuestros países, el imperativo del desarrollo
económico y social debe conjugarse con la conservación y
protección del medio ambiente, mediante la promoción de
estrategias para la utilización sustentable de recursos
naturales y el respeto al derecho de los ciudadanos de tener
una mejor calidad de vida. Afirmamos, en consecuencia, el
derecho de nuestros países a utilizar sus propios recursos
para asegurar su bienestar y progreso.


4. Reafirmamos nuestra convicción de que los patrones de
producción, consumo y distribución internacionales están en la
raíz de los problemas de medio ambiente de los países en
desarrollo, especialmente el deterioro del ecosistema y la
pobreza a la que ha sido condenada la mayoría de los seres
humanos.

5. Es reconocida la mayor responsabilidad de los países
desarrollados en el deterioro progresivo del medio ambiente,
razón de más por la cual no pueden pretender imponerse
controles ecológicos y condicionalidades a los países en
desarrollo.


7. Medidas internas de urgencia serán insuficientes para
eliminar la pobreza si no cuentan con el apoyo de la
cooperación internacional, basada en nuevos principios.

8. La superación de la problemática actual del medio
ambiente requiere, además, un esfuerzo consciente y decidido
por parte de los Estados y de los individuos, que deberá
trascender a la simple lógica de las fuerzas del mercado.

b)La Declaración de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente y
Desarrollo, de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente y el Desarrollo (junio de 1.992), suscrita
también por Ecuador tiene, entre otros, los siguientes
principios:


1. Los seres humanos están en el centro de las
preocupaciones con el Desarrollo Sostenible.

2. Los Estados tienen el derecho soberano de explotar sus
recursos de acuerdo con sus propias políticas ambientales y de
desarrollo.

3. El derecho al desarrollo debe conciliar desarrollo y
medio ambiente.

4. Para alcanzar el Desarrollo Sostenible, la protección
ambiental debe constituir parte integral del proceso.

5. Todos los Estados y todos los pueblos deben cooperar en
la tarea esencial de erradicar la pobreza como exigencia
indispensable para el Desarrollo Sostenible.


7. Los Estados deben participar con espíritu de cooperación
global para conservar, proteger y restablecer la salud e
integridad del ecosistema de la tierra. Los Estados tienen
responsabilidades comunes, más diferenciadas.

8. Los Estados deben reducir y eliminar padrones
insostenibles de producción y consumo y promover políticas
adecuadas demográficas.

10. Los problemas ambientales son mejor solucionados cuando
se da participación a la sociedad interesada.


12. Los Estados deben cooperar para promover un sistema
económico internacional participativo y abierto, que lleve al
crecimiento económico y el Desarrollo sostenible a todos los
países.

15. Para proteger el ambiente, los métodos preventivos
deben ser ampliamente aplicados por los Estados.

17. Las Evaluaciones de Impacto Ambiental, EIA, deben ser
un instrumento de planificación para los Estados.

25. La paz, el desarrollo y la protección ambiental son
interdependientes e indivisibles.


27. Los Estados y pueblos deben cooperar de buena fe, y con
espíritu de solidaridad para el cumplimiento de los principios
enunciados en esta declaración y para mayor desarrollo del
derecho internacional en el campo del Desarrollo Sostenible.


La concepción ecuatoriana de la gestión ambiental como parte
indisoluble de la gestión para el desarrollo sostenible

Para los ecuatorianos, se trata de afrontar un proceso de
Desarrollo Sostenible, en el que, entre otros elementos, deben
estar presentes los siguientes:


La concepción y la gestión holística. El todo es uno. El
ambiente, que es todo (aquello que influye y es influido por
el ser vivo), es una razón importante más para ello.

En el todo cada parte tiene su función, que debe ser cumplida
adecuadamente en cada instante, sin lo cual el todo no puede
funcionar eficientemente.

En las distintas teorías sobre la naturaleza de la tierra
existen elementos comunes que es indispensable tomarles en
cuenta para la gestión del desarrollo sostenible. Por lo
tanto, es más importante para la sociedad ecuatoriana
identificar y acordar las acciones necesarias para esa gestión
y ejecutarlas, sin necesidad de desgastar tiempo y capacidades
en adoptar posiciones ideológicas sobre las teorías, sin
perjuicio de alentar procesos científicos y de reflexión que
vayan llevando al mejor conocimiento de las cosas y de los
procesos.


a)En el entendido de que las ahora numerosas definiciones de
Desarrollo Sostenible son válidas y dan un marco claro de su
significado y propósito, en todo caso, se trata del proceso
hacia el bienestar que sea consistente, inalterable,
indefinido, creciente, que no se quiebre, retroceda o aleje en
vez de acercar al ser humano a ese bienestar que aspira y se
merece, por lo tanto, que no afecte negativamente a la base en
que se sustenta. Por ello, el Ecuador ha definido la condición
y mandato obligatorio sobre el Desarrollo Sostenible para los
habitantes del país en el enunciado de la política 2 del
Decreto Ejecutivo 1802, de junio de 1994 (que establece las
Políticas Básicas Ambientales del Ecuador), que dice:


"Reconociendo que el desarrollo sustentable solo puede
alcanzarse cuando sus tres elementos lo social, lo económico
y lo ambiental son tratados armónica y equilibradamente en
cada instante y para cada acción:

Todo habitante en el Ecuador y sus instituciones y
organizaciones públicas y privadas deberán realizar cada
acción, en cada instante, de manera que propenda en forma
simultánea a ser socialmente justa, económicamente rentable y
ambientalmente sustentable"


Aclarando que, para todos los efectos, se asumirá con
significado prácticamente igual "sostenible" o "sustentable",
este enunciado cumple con los tres elementos indicados antes,
buscando la mayor simplificación que permita que sean
operativos, "prácticos" para efectos de la acción. Lo
holístico trata de definirse en lo que interesa como mandato,
esto es, en la gestión para el Desarrollo Sostenible, cuando
identifica los tres elementos que siempre están presentes
interrelacionándose, condicionándose, en cualquier acción
humana: el ser humano y su problemática, la producción y su
problemática y el ambiente, que, a su vez, hace posible la
existencia y subsistencia de los otros dos. Siempre surge la
sensación de que falta algo, pero analizadas otras eventuales
adiciones, éstas se reflejan a la final en uno de los tres
elementos o en la combinación de dos o de tres, o en la forma
de manejarlos, o en la base en que se asientan, etc. Por
ejemplo: cuando se habla de cultura, es evidente que la base
cultural de un grupo o una sociedad da matices distintos a lo
social, a lo económico y a lo ambiental (cómo se lo siente y
se lo maneja), pero al final está inmersa en ellos,
constituyendo un marco peculiar y diferente en cada caso;
cuando se habla de lo político, basta recordar que "política
es el conjunto de instituciones (ideas, creencias, usos y
prácticas sociales) relacionadas con la administración y con
el poder", por lo tanto, es básicamente la manera de hacer las
cosas y relacionar a los gobernantes y gobernados y la forma
de organizar y hacer funcionar a las instituciones políticas y
al Estado, en lo cual están presentes, y relacionando a todo,
lo social, lo económico y lo ambiental; etc.


b)En cuanto al hecho de que cada parte tiene su función, los
principios básicos para la gestión ambiental en el Ecuador,
establecidos a fines de 1993, empiezan enfatizando que cada
persona tiene su propia responsabilidad en la gestión
ambiental, como parte de la desarrollo sostenible, que debe
cumplir adecuadamente y que nadie puede sustituir, aclarando
que debe crearse mecanismos que ayuden a que cada quien haga
bien lo que tiene que hacer, esto es, con la armonía y
equilibrio simultáneo de lo social, lo económico y lo
ambiental. Este mensaje está también contenido en la política
2 transcrita, en la política 3, que da mandatos específicos
para "asegurar por parte de todos una adecuada gestión
ambiental permanentemente dirigida a alcanzar el desarrollo
sustentable", y en toda la base conceptual en la que se
asientan las acciones que ahora se ejecutan en el Ecuador
relativas a la gestión ambiental.


El Plan Ambiental Ecuatoriano (PAE) y el proceso para la
gestión ambiental que se está ejecutando en el país.

Como se ha visto, la cuestión es que cada quien haga bien lo
que tiene que hacer, y, para que esto se produzca, es
necesario orientar y ayudar a que ese cada quien sepa qué debe
o que le conviene hacer. Se consideró, entonces, que la mejor
ayuda podría ser el contar con un Plan Ambiental Ecuatoriano,
que, afortunadamente, ahora el país dispone.


a)La formulación del Plan Ambiental Ecuatoriano (PAE) ha sido
un proceso conducido por la Comisión Asesora Ambiental de la
Presidencia de la República, CAAM, que se inició a partir de
los "Principios Ambientales Básicos" (aprobados en diciembre
de 1993) y las "Políticas Básicas Ambientales del Ecuador"
(Decreto Ejecutivo 1802 de junio de 1994), mediante
preparación y consulta a nivel nacional, habiéndose llegado a
consensos sustanciales por parte de múltiples representantes
de la sociedad ecuatoriana, a través de un proceso de
consultas, reuniones, talleres, seminarios, II Congreso
Nacional de Medio Ambiente y otros, cuya etapa culminante
concluyó en abril de 1995.


-El objetivo general del PAE es formular e implantar un
proceso permanente de planificación y ejecución de acciones
para la gestión ambiental que contribuya al desarrollo
sostenible en el Ecuador, impulsando la participación de la
sociedad como elemento fundamental, fomentando el cambio de
actitudes a todo nivel y orientando la actuación de las
agencias gubernamentales, sector privado, organizaciones de la
sociedad civil para lograr la gestión ambiental adecuada a
todo nivel.


-Los cinco objetivos específicos son:

i)Formulación e implantación de políticas básicas para: el
ordenamiento legal y normativo; la institucionalidad
ambiental; y la política económica y el ambiente.

ii)Diagnóstico de la situación ambiental, identificación de
los principales problemas y causas y propuestas de políticas y
estrategias sectoriales para alrededor de cuarenta sectores en
las áreas estratégicas de la gestión ambiental: ambiente
natural, ecosistemas frágiles, recursos naturales, ambiente
humano, actividades productivas y servicios, riesgos y
desastres naturales.


iii)Formulación y promoción de proyectos estratégicos para la
gestión ambiental en los aspectos que constituyen herramientas
para ella: sistematización y revitalización legal y normativa;
fortalecimiento institucional público y privado; educación y
capacitación; información y comunicación; ciencia y
tecnología; y, financiamiento para la gestión ambiental.

iv)Formulación y promoción de los programas básicos para la
gestión ambiental y para la solución de los graves problemas
ambientales nacionales: aire puro, agua limpia y suelo sano,
lucha contra la deforestación; lucha contra la erosión; manejo
de sistemas frágiles; salud y nutrición para el desarrollo
sustentable; prevención y manejo de riesgos naturales,
desastres y emergencias.


v)Diseñar y promover la implantación de los instrumentos y
medios para la gestión ambiental: sistema para la evaluación
de impactos ambientales; ordenamiento territorial; sistema de
unidades ambientales públicas y privadas; manejo de programas
y proyectos con asistencia internacional; cooperación
internacional para la gestión ambiental; incentivos para la
gestión ambiental; cuentas patrimoniales, otros.

La labor íntegra de la CAAM está dirigida a promover la
ejecución del Plan Ambiental Ecuatoriano, por lo tanto, sus
actividades y proyectos se enmarcan en las prioridades de
acción que surgen de él. En igual forma, la promoción del
fortalecimiento institucional de otras entidades y para
proyectos a cargo de distintas agencias siempre se hará en
base a que ese fortalecimiento y proyectos correspondan a
prioridades de ejecución del PAE.


b)La atención institucionalizada, como política y estrategia
nacional incorporada al quehacer normal del Gobierno Nacional
y como parte de la estructura formal del sector público
ecuatoriano, se inicia el 22 de septiembre de 1.993, con la
creación de la Comisión Asesora Ambiental de la Presidencia de
la República (CAAM), establecida mediante el Decreto Ejecutivo
1107, que le asigna, como principales funciones: proporcionar
orientaciones de políticas y estrategias nacionales en los
temas relativos al medio ambiente; asegurar la participación
de los distintos sectores e instituciones en los procesos;
proponer lineamientos de alcance nacional sobre el tema
ambiental incluyendo propuestas de ordenamientos en aspectos
administrativos y jurídicos; dirimir los conflictos que se
presenten entre los diferentes organismos o instituciones
públicas en asuntos ambientales; coordinar la asignación de
recursos provenientes de créditos externos o internos,
donaciones o asignaciones presupuestarias, destinados al
cumplimiento de los objetivos ambientales.


Previamente, el país ha venido viviendo procesos tendientes a
difundir conocimientos y promover la toma de conciencia sobre
la importancia de una gestión ambiental adecuada, que se
inicia a principios de la década de los años ochenta con
acciones más orgánicas y estables, sustancialmente a través de
organizaciones no gubernamentales, en las cuales jugó un papel
pionero especial Fundación Natura, creada a fines de los años
setenta. Si bien lo que se ha avanzado es relativamente poco y
evidentemente totalmente insuficiente para aspirar a cambios
sustanciales en poco tiempo, existen hechos positivos que
pueden ayudar a la ejecución de proyectos y acciones
tendientes a alcanzar el desarrollo sustentable mediante una
gestión racional en todo aspecto, principalmente en lo
ambiental. Para comprender el proceso positivo vivido en esta
última década y media, basta comparar la actual preocupación y
demanda de soluciones a problemas ambientales por parte de la
sociedad ecuatoriana a través de múltiples aspectos, con la
casi total indiferencia y desconocimiento de principios de los
años ochenta, percatarse de la permanente y creciente
preocupación de los medios de comunicación sobre temas y
problemas ambientales, la incorporación del tema de la gestión
ambiental en muchos aspectos públicos y privados, la creación
de cerca de veinte unidades ambientales en instituciones
importantes, la creación de la CAAM y la enorme cantidad de
acciones que se están ejecutando en estos dos últimos años
(1994 95) para lograr la gestión ambiental deseada, y otros
aspectos. Sobretodo, debe destacarse la creciente demanda y
participación de la sociedad, con cada vez mayor consistencia
y seriedad.


Algunos hechos importantes relativos a la gestión ambiental en
el Ecuador producidos en los años 1994 1995 son: en aspectos
jurídicos, la aprobación por consenso total de un capítulo
especial sobre gestión ambiental como parte de las reformas
constitucionales, aprobación de al menos diez leyes con
informes y criterios ambientales, trámite para la aprobación
de una Ley de Gestión Ambiental, que está en etapas
adelantadas, para una Ley de Biodiversidad, Reformas de la Ley
de Tránsito, Ley especial para Galápagos, y otras; expedición
de alrededor de veinte Decretos Ejecutivos sobre temas
ambientales importantes (reglamentos ambientales de la
actividad petrolera, de manejo de manglares, de asuntos sobre
salud ambiental, de creación de áreas protegidas, Guardia
Forestal, regulaciones para Galápagos, etc), Decreto 1802
estableciendo las políticas básicas ambientales del Ecuador;
reactivación institucional para aplicar leyes con un gran
contenido ambiental que prácticamente no se han aplicado desde
hace varias décadas (Ley de Prevención y Control de la
Contaminación CIPA, Ley de Aguas, Ley de Desarrollo Agrario
que contempla normas de manejo ambiental exigente del suelo,
Ley Forestal, Ley sobre plaguicidas, etc); formulación, con
participación nacional, y aprobación de un Plan Ambiental
Ecuatoriano (que establece las políticas y estrategias básicas
y las sectoriales, proyectos estratégicos, programas básicos
de solución de problemas ambientales, medios para la gestión
ambiental); ejecución de un creciente e importante número de
proyectos con alto contenido de gestión ambiental por parte de
la CAAM, de entidades públicas y de entidades privadas;
proliferación de organizaciones no gubernamentales
ambientalistas y de numerosas acciones a través de ellas en
variados temas.

* Presidente de la Comisión Asesora Ambiental de la
Presidencia de la República (Texto tomado del Ministerio de
Relaciones Exteriores)
EXPLORED
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