Quito. 30 nov 97. Al cumplirse el primer mes de la presencia
de El Niño en el Litoral ecuatoriano, este fenómeno climático
ha dejado ya un saldo negativo. A las víctimas humanas se
suman cientos de hectáreas productivas de los diferentes
cultivos que se siembran en esta región, que han sido
arrasados o están impedidos de producir. Los pronósticos
proyectados por instituciones meteorológicas internacionales y
locales, hacen prever que los problemas continuarán y que será
mucho más lo que El Niño 97-98, terminará por llevarse.

Arturo Pereira, camaronero, no sabe aún cuánto ha perdido, ya
que el río Carne Amarga inundó sus piscinas y trajo consigo
aguas contaminadas, por lo que solo en las cosechas conocerá
el saldo real de aquella tragedia. Segundo Noblecilla,
bananero de la provincia de El Oro, perdió casi la mitad de
sus plantaciones y teme que una nueva crecida del río termine
por arrasar con el resto.

Los productores de mango y melón no pudieron sembrar este año.
Para los cañicultores este ha sido un año amargo. También
están paralizados.

Causa y consecuencia

Dos tipos de afectaciones terminan o merman la productividad
de los cultivos a causa de El Niño: la física, que es
producida por el embate de las aguas que destruye muros,
canales y represas, y los trastornos climáticos, que no se
perciben, pero que lo sienten las plantas, según explica una
fuente del Ministerio de Agricultura en Guayaquil.

Los cultivos no sobreviven a las inundaciones cuando el
estancamiento de las aguas sobrepasa las 48 horas.

Lluvia de deudas

En la provincia de El Oro se organizó un Club de Deudores, que
actualmente ya es nacional. El 25% de los socios son
agricultores. Esta entidad tiene como fin fortalecer, en un
grupo, a aquellos miembros del sector productivo que no tienen
recursos para afrontar sus cuentas con los bancos porque están
quebrados.

El presidente del Club de Deudores de El Oro, Numa Ramírez,
dice que frente al fenómeno de El Niño los productores están
"acorralados".

El dirigente demanda que la Corporación Financiera Nacional
inyecte con créditos directos al sector productivo. Han
planteado ante el Congreso una Ley de Tratamiento Especial del
Sistema Financiero para Rehabilitación y Reestructuración de
Sectores Productivos.

Del Banco de Fomento no da muy buenas referencias. "Es un
Banco cualquiera que no ha ayudado a los agricultores, al
agricultor le exige hipoteca abierta, que representa tres o
cuatro veces el valor de la prenda".

Créditos del Gobierno

Mauricio Salem, Gerente de la regional en Guayaquil de la
Corporación Financiera Nacional, sostiene que esta entidad sí
va a apoyar al sector productivo afectado por El Niño.

"La CFN como banca de desarrollo se preocupa no solo de
proyectos económicos o de inversión que afecten a la economía
del país positivamente, sino también de solventar cualquier
problema que estos proyectos tengan en su desarrollo, como el
fenómeno del Niño", dice.

Para atender estos problemas la CFN aplicará la línea de
reestructuración de pasivos de los sectores productivos, que
según explica, está encaminada a ampliar los plazos y
refinanciar las deudas de los agricultores o pequeños
industriales, en condiciones blandas.

Los agricultores o camaroneros han perdido cientos de
hectáreas de cultivos, otros frutos como el mango no se han
podido sembrar y las inundaciones han acabado con obras de
infraestructura.

Bananeros, los más perjudicados

Cuando una planta de banano tiene las hojas amarillas y su
hijo -que siempre está junto a ella- agoniza, es su fin.
Actualmente estos síntomas se han apoderado de las
plantaciones de casi cien bananeras ecuatorianas. Pero esta
vez no es una plaga lo que las afecta, sino el fenómeno de El
Niño, que llegó para ahogar los cultivos.

Las plantaciones ubicadas al Sur de la provincia de El Oro han
sido las más afectadas hasta los actuales momentos. Con el
desbordamiento del río Buena Vista se inundaron 1.600
hectáreas de banano. Con el correr de los días y de las aguas,
las inspecciones realizadas por personeros del Programa
Nacional del Banano permitieron determinar el saldo del
desastre: la producción de casi 800 hectáreas se perdió
definitivamente.

Grandes y chicos pierden

Carlos Yagual es el guardián de la hacienda bananera Buena
Vista, de propiedad de Segundo Noblecilla, que está localizada
casi junto a este río, a no más de 10 metros de distancia,
separada únicamente por un camino de acceso de la misma
bananera. El perdió las 60 gallinas que tenía y que esperaba
vender en este fin de año. Su capital se fue con el agua, así
como gran parte de la propiedad del productor bananero para
quien trabaja.

El panorama en ese predio de 180 hectáreas es desolador. En el
área más cercana al río, solo quedaron unas cuantas hojas o
raíces. El afluente se llevó el resto. Donde aún quedaron
plantas, el tono amarillo de las hojas revela que a los
propietarios no les quedará más que cortarlas para volverlas a
sembrar. Los sembríos en 80 hectáreas de la propiedad de
Noblecilla no sirven. Si no fueron destruidos y arrasados por
la fuerza del agua, deberán ser cortados para volver a sembrar
en esos terrenos.

Pero dice Fernando Noblecilla, uno de los hijos del
propietario de la hacienda Buena Vista, si el río vuelve a
crecer se destruirían las 100 hectáreas que nos quedan. "Hasta
el momento consideramos que nuestras pérdidas llegarían a los
3 mil millones de sucres. Prácticamente vamos a perder un año
y medio".

Para este productor hay otro enemigo más para ellos que se
suma a El Niño para "terminar de liquidarnos": las compañías
exportadoras, porque según dice, no les quisieron recibir el
banano que alcanzaron a cosechar después de la tragedia,
aduciendo que tenía agua.

De las 300 hectáreas de banano que se perdieron con el
desbordamiento del Buena Vista, dependen 200 familias. Los
productores no son los únicos perjudicados, pues los
campesinos que trabajan para ellos también sufren las
consecuencias. Aunque en cantidad perdieron menos que sus
patronos, para ellos se les fue su fuente de trabajo.

Noblecilla, que adquirió su propiedad hace quince años, hoy se
lamenta no haberla vendido en enero de este año, cuando le
ofrecían 1 millón 350 mil dólares por ella. Nunca imaginó cuán
fuerte sería El Niño de 1997 en ese sector del país y que
ellos serían unas de las primeras víctimas.

No tienen seguro

Enrique Gómez, titular de Conaban, ha manifestado que los
productores agrupados en esta corporación no pudieron
contratar una póliza de seguros contra inundaciones.

La corporación contrató los servicios de la reaseguradora
inglesa Agricultural Risk Managment (ARM), la que había dado
un preliminar visto bueno. Pero los supuestos efectos de un
solo día de lluvia, según ARM, obligan a cambiar las
condiciones del convenio.

Más vale prevenir

Lo que puede ocurrir en otras plantaciones bananeras por
efectos de El Niño mantiene en alerta a los productores de la
fruta. Tomar medidas preventivas puede evitar mayores
pérdidas.

Cumplir las disposiciones legales establecidas sería una buena
alternativa. El Reglamento de Saneamiento Ambiental Bananero,
publicado en el R.O. Nº 406 del 24 de marzo, establece en su
artículo 17 que ``los productores bananeros están obligados a
dejar un área libre de 10 metros del cultivo en bananeras
adyacentes a ríos, camaroneras, esteros y casas. Esta área
libre no puede ser utilizada en otros cultivos, sino proceder
a reforestar con arbustos de altura máxima, similar al banano.

Esto, según comentó un funcionario del PNB, que pidió no ser
identificado, no siempre se cumple y hay resistencia por ceder
este espacio de seguridad, con las características
establecidas en el Reglamento. "Les hemos advertido y ahí
están las consecuencias, pero si uno les hace observaciones
ellos reclaman diciendo de qué voy a vivir".

Los ganaderos y avicultores son afectados

Los productores que trabajan con especies animales también
tienen problemas.
Dentro del contexto agropecuario, el sector ganadero sería el
menos afectado.
Alfredo Falconí, gerente de la Asociación de Ganaderos del
Litoral, entidad que agrupa a 250 productores pecuarios,
explica que los daños se han producido en la infraestructura.
Los desbordamientos de ríos se han llevado puentes dentro de
las haciendas y en las vías de acceso. Esto impide la salida
de productos como la leche, siendo El Triunfo la zona más
afectada, seguida por Milagro, Babahoyo y Balao.

Además de los problemas de comercialización que podría generar
un incremento en el precio de los productos lácteos, el
representante de los ganaderos advierte que como la yerba
permanece mojada, los animales no tienen una adecuada
alimentación y por ello la calidad de la carne o leche baja.
Al momento no se han reportado pérdidas en cuanto a ganado,
pero los productores temen que se presenten enfermedades en
los animales.

También las aves

El ingeniero José Orellana, Presidente de la Corporación
Nacional de Productores Avícolas, que afilia al 70% de los
productores del país, sostiene que en el sector que representa
hay problemas por la falta de aprovisionamiento de materias
primas, como el maíz y la soya, por los daños en las
carreteras.

En Manabí algunos planteles avícolas se han visto afectados
por las inundaciones en los galpones. Han muertos unas 300 mil
aves en plantas de medianos y pequeños productores, en el área
de Chone, reportó.

Otros cultivos también

Los cañicultores están frente a dos problemas: con el efecto
de las lluvias no se pudo cortar toda el área cañera. De 65
mil hectáreas de caña se ha logrado al rededor de 45 mil
hectáreas sin zafrar. Por otro lado los ingenios están
paralizados y deben mantener a la población trabajadora hasta
el próximo año; unas 6.000 personas tienen relación de
dependencia y viven en estos lugares.

El lucro cesante del sector es de unos 40 millones de dólares,
según Miguel Pérez de la Federación Nacional de Productores de
Azúcar, Fenazúcar.

Pero el exceso de agua provocado por las inundaciones, por los
desbordamientos de los ríos Chimbo, Milagro y Puente Negro,
puede echar a perder unas 4.000 hectáreas de caña, sostiene
Pérez.

Arroz

Mario Balda, representante de una empresa piladora que está
realizando importación de arroz para atender la demanda local,
sostiene que el déficit causado por el fenómeno de El Niño
sería de unos tres millones de quintales pelados.

Solo en la provincia del Guayas de la superficie sembrada, 26
mil hectáreas, 3.460 se han afectado y casi mil se han perdido
definitivamente.

Cacao y café

El impacto sobre las cosechas de cacao se produce por las
fuertes lluvias. Las flores se caen y no hay fruto. El
estimado de Anecacao, determina que la producción en los
próximos cuatro meses bajará a la mitad.

Por las lluvias presentadas desde hace dos meses en algunas
regiones donde se cultiva el fruto, las exportaciones de cacao
descendieron en el caso del cacao en grano de ocho mil
toneladas a 2.400, nos dijo el ingeniero José Carvajal,
presidente de la organización cacaotera.

Asimismo, las exportaciones de café del país experimentarán
una drástica caída por las lluvias. Walter Briones, Jefe de la
oficina del Consejo Cafetalero Nacional, dijo que se ha
reducido a 800 mil sacos la exportación de café en grano,
cuando el año anterior en este periodo fueron de un millón
doscientos.

Camarón que se duerme...

Arturo Pereira tiene una camaronera cerca del río Carne
Amarga, en la zona de Santa Rosa, en la provincia de El Oro.
En aquel lugar el cauce fluvial se llevó consigo una casa,
rompió una parte de un muro y sobre todo, arrastró aguas con
una serie de desechos orgánicos. Cuando se cosechen las
piscinas, se sabrá cuánto se ha perdido por la contaminación.

"Tenía sembrado el 97% de las camaroneras en un área de 150
hectáreas y las piscinas que tuvieron problemas están en unas
35 hectáreas. Pero voy a tener pérdidas con el resto, porque
el agua que se bombea es para todas las piscinas y no lo
podíamos hacer para evitar que entren esas aguas que cayeron
en los canales", dice.

"Estuvimos sin bombear durante 10 días, no se hicieron los
recambios de agua", anota.

Las camaroneras ubicadas al margen derecho de Santa Rosa
fueron las primeras perjudicadas. En la provincia de El Oro,
la Cámara de Acuacultura reporta 920 hectáreas de piscinas de
cultivo, como la superficie afectada por el desbordamiento del
río Carne Amarga, que provocó daños en las infraestructuras y
pérdidas de producción. Esto representa el 50% del total
instalado en esa zona.

Los reportes de la Cámara detallan que tras las primeras
lluvias por El Niño, camaroneras en las 4 provincias de la
Costa donde están instaladas, han sido afectadas. En las
visitas de campo realizadas por esa institución se ha
determinado que, hasta el 21 de noviembre, 2.135 hectáreas han
sufrido pérdidas tanto en cosecha como en infraestructura. El
monto de los daños sería de 29 mil setecientos millones de
sucres.

Con los camarones perdidos que se escaparon de sus piscinas de
cultivo, se fue la inversión realizada. Costos por larva,
alimento balanceado, personal y otros gastos operativos se
fueron con la corriente.

Agobiados por deudas

Los camaroneros, como los agricultores, tienen una actividad
paralela que es la de endeudarse para poder continuar con sus
labores.

El gerente de la Cooperativa de Productores de Camarón de
Hualtaco, señala que las fábricas de alimento balanceado, a
quienes les compran el producto a crédito, ya no quieren
despacharles.

Los productores están endeudados con proveedores y clientes.
"Muchos productores estamos endeudados con los exportadores.
Casi en el 90% de casos tenemos que pagarles con la producción
y cuando no hay producción hay graves problemas", comenta el
dirigente gremial. (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en

Otras Noticias del día 30/Noviembre/1997

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el