Cuenca. 12.12.93. Heinz Sonntag, sociólogo en Caracas, cuenta un
chiste cruel y muy alemán de la época de la guerra fría: "¿Qué
debemos hacer si cae la bomba atómica? Cubrirnos con una sábana
blanca y desplazarnos lentamente hacia el cementerio. ¿Pero por
qué lentamente? Para que no cunda el pánico." Heinz Sonntag está
convencido de que si los cientistas sociales no hallan una
respuesta al neoliberalismo, "deben cubrirse con una sábana
blanca y desplazarse lentamente hacia otras profesiones".

Justamente cuando todo parecía indicar que los miembros del
Instituto de Investigaciones Sociales (IDIS) de la Universidad de
Cuenca estaban a punto de taparse con una sábana blanca y muchos
investigadores habían abandonado ya el centro, esta institución
cumplió sus veinte años con un VII Encuentro de Historia y
Realidad Económica y Social de tan elevado nivel, que puede
sentar pautas para su futuro.

Con el respaldo de FLACSO, ILDIS, ESQUEL y el Banco del Azuay,
entre otros, logró reunir en esta ciudad a personas del calibre
del alemán-venezolano Sonntag, del peruano con cátedras en Lima y
Nueva York Anibal Quijano, del boliviano Carlos Toranzo, el
colombiano Jaime Zuloaga Nieto y el gallego-ecuatoriano José
Sánchez-Parga, para nombrar solamente a algunos.

Por su valoración del aporte realizado por las ciencias sociales
latinoamericanas y del Caribe a las ciencias sociales a nivel
mundial y su interesante propuesta alternativa al neoliberalismo,
HOY diologó con Heinz Sonntag, director del Centro de Estudios
del Desarrollo de la Universidad Central de Caracas.

También abordó a Anibal Quijano, quien exige nuevos enfoques de
la sociedad y su historia, a las que considera fragmentadas y
heterogéneas, pero siempre parte de un todo articulado. Con esta
posición sale al paso de tendencias actuales de negar la
existencia de una totalidad. Habla de la necesidad de ver a
América Latina con una mirada propia y nueva, no para elaborar un
"latinoamerica-centrismo", sino para "comenzar a explorar las
bases de un otro universal".

Ninguno de los dos investigadores cree en un proceso a corto
plazo. Sonntag, ex-veterano del 68 parisino y hasta hoy amigo de
Daniel Cohn-Bendit, se atreve a pensar en un periodo de entre 20
y 25 años, aunque predice que después de unos cinco o siete años
el neoliberalismo será abandonado de todas formas.

En cambio, Quijano, un hombre de actitud tremendamente seria y
racional, advierte que "ese otro universal" que el mundo
elaborará de todos modos, puede ser incluso más peligroso que el
de hoy día. Su advertencia se dirige en contra de los
fundamentalismos, de los que el neoliberalismo es sólo uno.

"Tenemos que revalorizarnos"

"Las ciencias sociales latinoamericanas tenemos que
revalorizarnos y recuperar una autoestima, que bajo el impacto de
la ofensiva neoliberal y neoclásica hemos perdido", dice Heinz
Sonntag, haciendo notar que tiene a su haber un estudio sobre
"Psiquiatría y Subdesarrollo". Considera que las contribuciones
esenciales de las ciencias sociales de nuestro subcontinente
están en "haber tratado la problemática del desarrollo como un
proceso global y no de crecimiento económico solamente"; también
el haber incorporado a las ciencias sociales una concepción
diferente de la historia, entendida dialécticamente como unidad
entre pasado, presente y futuro, sin que existan relaciones
deterministas entre pasado y presente o presente y futuro.
Además, como tercer gran aporte, todo lo que se refiere a la
problemática de la dependencia y aquí también no solamente
económica, sino en términos de un relacionamiento de las
sociedades a nivel mundial. A estos grandes ejes de pensamiento,
Sonntag agrega logros puntuales como el estudio de la
marginalidad.

UNA NUEVA IMAGEN DE FUTURO

"No estamos mirando el mundo con la potencialidad que encierran
las ciencias sociales latinoamericanas y caribeñas, sino más bien
un poco obligados a la óptica que nos quiere imponer la ofensiva
ideológica del neoliberalismo. Esto produce una suerte de
angustia, de sensación de pérdida de sentido y de objeto de
estudio". Sonntag cree "en la necesidad de diseñar un modelo de
desarrollo totalmente opuesto al modelo de modernización que nos
quiere imponer el neoliberalismo".

A iniciativa de la UNESCO un grupo de 40 científicos sociales se
reunieron cuatro veces entre 1988 y 1991 para discutir y evaluar
propuestas para el futuro. Sonntag y su colega Luordes Yero
sistematizaron este trabajo y construyeron tres imágenes,
resumidas en el libro "Procesos sociales en Marcha: la nueva
utopía necesaria" (Editorial Nueva Sociedad, Caracas 1992).

La primera es la de incorporación plena de cada nación al mundo
moderno, desarrollado, occidental. Es la visión que predica el
neoliberalismo. La segunda imagen es la visión pesimista de
negación de esta posibilidad. Y la tercera, con la denominación
poco lograda de "democracia plural efectiva", es la que plantea
Sonntag. La diferencia entre el neoliberalismo y esta nueva
imagen de futuro está en que aquel hace girar todo alrededor de
lo económico. "El mercado, más allá de su función más o menos
importante para el funcionamiento de la economía, es visto como
mecanismo organizador de la sociedad como un todo".

La propuesta de la "democracia plural efectiva" tiene como eje lo
cultural en toda su complejidad y enfatiza la importancia de las
prácticas colectivas en una forma opuesta al neoliberalismo.
"Para el neoliberalismo los grupos, clases y sectores sociales no
existen, sino como conglomerados de individuos, cada uno de los
cuales trata de optimizar la satisfacción de su propio interés y
de eso, por alguna vía milagrosa que nunca explica, se forma el
bien común. Nosotros pensamos que esa es pura ideología, que no
tiene nada que ver con la realidad".

Sonntag y sus colegas piensan que "los colectivos desarrollan
prácticas que son mucho más que la suma de las prácticas que
desarrolla cada individuo, tienen carácter propio, que se deriva
de las ideas motrices que tiene cada uno de los grupos, clases y
sectores sociales".

UN PROCESO LARGO Y DIFICIL

El neoliberalismo, para Sonntag "un planteamiento simplista sobre
la naturaleza del ser humano, de la sociedad y el caracter de las
relaciones dentro de la sociedad" es, por lo tanto, transmitido
muy fácilmente. "Lo que nosotros estamos proponiendo exige un
proceso largo y dificil de autoreflexión. Asumirse como grupo, al
igual que asumirse como persona es un procedimiento doloroso, que
necesita de una maduración larga y complicada".

Y sin embargo, el neoliberalismo está ya replegándose incluso en
Estados Unidos, porque "se ha comprendido que las explicaciones
simplistas para situaciones extraordinariamente complejas no
sirven y porque incluso las élites reconocen que las políticas
neoliberales son absolutamente dañinas para nuestras sociedades.
No sólo aumentan la pobreza, sino que perturban seriamente la
propia gobernabilidad de nuestra sociedad".

Ojo, que gobernabilidad y viabilidad democrática son, explica el
sociólogo, dos cosas diferentes.

Los parámetros

"Una sociedad es gobernable si tales y tales parámetros
macroeconómicos se cumplen. Y es gobernable, si determinados
parámetros tecnopolíticos se cumplen. En ese sentido, una
sociedad bajo un régimen autoritario puede ser perfectamente
gobernable durante largo tiempo". La viabilidad democrática se
mide de acuerdo a parámetros sociales, valorativos, culturales.
"Esto hace que sea un concepto mucho más difícil de investigar
empíricamente". Actualmente prepara un proyecto sobre el cambio
político en Venezuela, justamente para indagar sobre la
viabilidad democrática. "Decir que un pueblo no es gobernable es
una tontería de algunos colegas y ciertamente de algunos
políticos", concluye, "son los políticos los que no saben cumplir
con los parámetros".

ESPEJOS DISTORSIONAN

Las investigaciones actuales de Anibal Quijano son más radicales;
buscan la posibilidad de reestructuración del poder. Para ello,
se basa en que las categorías que constituyen el poder no tienen
una sola fuente, ni corresponden a un solo patrón, ni a una sola
cadena de determinaciones. El peruano -auténtico "ciudadano del
mundo"- propone una visión de la sociedad como una "totalidad
estructural", categoría "no por accidente generada en
Latinoamérica", que permite dar cuenta de la experiencia única
que es este subcontinente, pero también de la sociedad global.
Sus objetivos son claros: "Volver a organizar a los explotados y
dominados, para ver cómo se modifica el poder existente". Para
ello es necesario trabajar en varios frentes. "Es indispensable
salir de la prisión de los espejos distorsionadores de la
realidad". El eurocentrismo es uno de estos espejos, que hasta
ahora nos ha hecho vernos con los ojos de los otros.

"Lo que se llama neoliberalismo es una ideología sumamente
mitificatoria, lo que busca es legitimar la reprivatización
brutal de los recursos de todo el mundo", dice, y aunque los
planteamientos de Quijano se orientan explícitamente en las
teorías tempranas de Marx, considera que los presupuestos con los
que se hacía en el pasado oposición a esta política también
estaban igualmente mitificados. (4C)
EXPLORED
en Autor: Susana Klinkicht - Ciudad N/D

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