Quito. 02.12.93. A pesar de lo complejo que puede resultar
aventurarse con una proyección económica para 1994, se puede
especular que luego del éxito obtenido por el gobierno durante
1993 en el proceso de estabilización, la situación se complicará
en 1994.
En efecto, si bien se logró alcanzar la meta de inflación que se
planteó para el año que culmina, ello se basó en una polÃtica de
estabilidad cambiaria que ha provocado simultáneamente un notorio
encarecimiento del paÃs en comparación a otras economÃas, con la
consiguiente pérdida de competitividad tanto de los exportadores
como de la industria manufacturera. Este atraso cambiario, como
se lo conoce en la jerga kikuyesca, repercutirá durante el
próximo año y limitará el campo de acción que tiene la autoridad
para continuar reduciendo la inflación.
De igual manera, el control del gasto fiscal ha constituido otro
pilar del proceso de estabilización. No obstante, esta polÃtica
de austeridad a rajatabla empezó a presentar signos de
agotamiento en estas últimas semanas. Ello se debe a que el
control del gasto no se logró mediante reformas estructurales que
reduzcan las necesidades financieras del fisco, sino que se llevó
a cabo mediante el recorte de todo tipo de partidas, muchas de
ellas suntuarias, pero también otras indispensables para el
cumplimiento de las funciones básicas del gobierno central y de
las administraciones seccionales. Esta situación es obviamente
insostenible en un año de elecciones; y las primeras señales en
este sentido ya se han podido apreciar.
En este contexto, el cumplimiento de una proyección de lo que
podrÃa ocurrir con la economÃa ecuatoriana requiere de ciertos
supuestos que deben quedar explÃcitos. De ellos, los más
importantes se refieren a la evolución del precio internacional
del petróleo y al control del gasto público. El primero, por su
alta participación en los ingresos estatales y como porcentaje de
las exportaciones, constituye un elemento clave en la evolución
de la economÃa ecuatoriana. Al respecto, esta proyección asume
que el precio del barril de crudo ecuatoriano permanecerá en los
niveles actuales. En lo que se refiere al gasto público, a pesar
de las dificultades anotadas para el mantenimiento de la
austeridad fiscal, esta proyección supone que el gobierno no
aflojará el gasto en forma descontrolada; de lo contrario, es
imposible predecir los niveles que la inflación podrÃa alcanzar.
PROYECCION PARA 1994
a) Inflación:
Luego del importante descenso experimentado por la inflación
durante los primeros diez meses de 1993, esta situación se ha
revertido. Ello demuestra que ha revivido alguno de los
múltiples elementos que ocasionan la elevación de precios. Por
el lado del costo, ésta situación no se ha presentado; pues el
tipo de cambio y los salarios han permanecido estables, y los
costos financieros más bien se han reducido. Las presiones
inflacionarias entonces están por el lado de la demanda.
En efecto, durante 1993 el crecimiento del medio circulante ha
superado a la inflación en forma permanente. Esto puede
mantenerse, sin elevar la inflación únicamente mientras sea
atractivo el ahorro en sucres; o, en otras palabras, mientras la
tasa de interés que se paga a los ahorristas sea superior a la
inflación y a la devaluación. Pero esta situación tiene su
propio mecanismo de autoregulación. Cuando la liquidez sobrepasa
la demanda de crédito, las tasas de interés bajan como ha
ocurrido en el paÃs durante las últimas semanas y el ahorro
pierde atractivo. Cuando esto sucede, ese crecimiento acelerado
del medio circulante provoca inflación.
En estas circunstancias, el cumplimiento de la meta de inflación
del 15% para 1994 requerirÃa de un esfuerzo gigantesco de control
del medio circulante, en las dos principales fuentes de emisión:
el incremento de reservas internacionales y el gasto público.
Pero controlar el crecimiento de la reserva monetaria
internacional implicarÃa permitir que la devaluación continúe a
un ritmo menor que la inflación: lo cual es perjudicial para el
sector exportador y la industria manufacturera, y por lo tanto
insostenible. Queda entonces como única alternativa, si se
quiere cumplir con la meta de inflación del 15%, generar un
significativo ahorro fiscal, mediante el control del gasto y
también a través de la generación de mayores ingresos. En este
sentido, se deberÃa esperar nuevos incrementos en el precio de
los combustibles y tarifas públicas en 1994
b) Tasas de interés
Por lo anotado, se esperarÃa que el gobierno se debata en un
permanente esfuerzo por controlar la liquidez, con pocas
posibilidades reales de conseguirlo. De esta manera, las tasas
de interés tenderán a mantenerse en los niveles actuales o
incluso a reducirse ligeramente
De igual manera, la aprobación del proyecto de Ley de
Instituciones Financieras incrementarÃa la competencia entre las
instituciones financieras. Por lo tanto, de ser aprobada la Ley,
podrÃa esperarse que el margen de intermediación se reduzca.
c) Tipo de cambio:
Los comentarios realizados llevan a pensar que, a pesar de los
esfuerzos del gobierno, va a ser prácticamente imposible que el
tipo de cambio se devalúe en lÃnea con el diferencial entre la
inflación nacional e internacional.
Las privatizaciones y la renegociación de la deuda externa, si se
llegan a concretar en 1994, provocarÃan un mayor influjo de
capitales al paÃs y presionarán aún más para mantener el tipo de
cambio estable. Paradójicamente, durante 1994 el gobierno
buscará empujar el tipo de cambio hacia arriba, en lugar de
controlarlo.
d) Actividad económica:
En el contexto anotado, puede esperarse que los salarios se
reajusten durante 1994 con la meta de inflación proyectada. Ello
ocasionarÃa un nuevo deterioro en el poder adquisitivo de los
sectores medios y bajos de la población, limitando la demanda de
productos masivos.
Por otro lado, el atraso cambiario a que se hizo referencia
permitirá que las importaciones ganen competitividad frente a los
productos nacionales, por lo que se puede esperar un crecimiento
importante de este sector. En contraste, continuará afectada la
industria manufacturera y los exportadores verán comprometida su
competitividad.
El sector de la construcción puede empezar a recuperarse como
consecuencia de un mayor gasto en obra pública; y también porque
la oferta de financiamiento para vivienda por parte del sector
financiero privado se ha incrementado, fortaleciendo asà la
construcción inmobiliaria.
e) Deuda externa:
No obstante la alta prioridad que el gobierno ha dado a la
búsqueda de una solución para el problema de la deuda externa,
parecerÃa que se ha avanzado poco en este campo. Las autoridades
se encuentran con una barrera infranqueable planteada por la
banca acreedora para llegar a un acuerdo con el paÃs, que les
obliga a firmar previamente un acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional. Dicho acuerdo implicarÃa la adopción de una serie
de medias que el gobierno difÃcilmente estará dispuesto a adoptar
en un año de elecciones.
f) Reformas estructurales:
Debido a la baja popularidad que mantiene el gobierno, es posible
que los cálculos polÃticos le llevan a intentar que el Congreso
actual sea el que apruebe una serie de reformas legales que se
encuentran pendientes. En este sentido, se esperarÃa que en el
primer semestre de 1994 se presenten al Legislativo proyectos de
ley del Sistema Financiero, de Hidrocarburos, de Seguros; y
reformas al Código de Trabajo y a la Ley de Régimen Tributario.
De igual manera, se esperarÃa que durante 1994 se continúe con la
venta de acciones que la Corporación Financiera Nacional y el
Banco de Fomento poseen en distintas empresas; y que se abra a la
competencia la comercialización de combustibles. En el campo de
las comunicaciones, se espera que entre en funcionamiento la
telefonÃa celular; y en la generación de energÃa eléctrica, se
espera también el inicio de actividades de las nuevas empresas
privadas que ya han sido creadas. (2A)
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Publicado el 02/Diciembre/1993 | 00:00