Quito. 17.12.93. El monto de recursos que el Gobierno espera
recaudar con el incremento del Impuesto al Valor Agregado, IVA,
desde el 10% al 18% -según la propuesta formulada al Congreso en
el proyecto de Reformas a la Ley de Régimen Tributario- llevan a la
conclusión de que el núcleo del ajuste se concentra precisamente en ese
tributo.

En efecto, fuentes gubernamentales estiman que el monto que se
recaudaría en 1994, en el caso de aplicarse el nuevo porcentaje
del IVA sería de 950 mil millones de sucres en el evento de que
comenzara a aplicarse a partir de enero próximo.

Sin embargo, como el nuevo porcentaje no podrá entrar en vigencia
en forma inmediata, se espera que las recaudaciones lleguen a
alrededor de 670 mil millones de sucres el próximo año. Esta
proyección muestra un descenso de las recaudaciones con relación
a 1993 a pesar del incremento del IVA, que se explica, según los
especialistas, porque los nuevos mecanismos tardan en funcionar,
lo que en algún momento se traduce inclusive en una paralización
temporal de las recaudaciones, según lo evidencia la experiencia
de otros países en donde se ha implantado la reforma.

De cualquier manera, esas cifras representan más del cincuenta
por ciento del billón doscientos mil millones de sucres que el
ministro de Finanzas, César Robalino, estimó anteanoche como la
brecha que se produciría en el Fisco por la caída de los precios
del petróleo.

Sin embargo, estas cifras están todavía sujetas a las variaciones
que podrían producirse en el porcentaje de IVA que finalmente
apruebe el Congreso. Al respecto, se conoce que al interior de la
legislatura existe una marcada inclinación de los diputados para
reducir la propuesta gubernamental al 15%, en el marco de una
negociación que se viene realizando desde hace varios días y que
continuarán en los próximos.

Con relación a la base exenta de impuesto a la renta, el otro
instrumento con el que el Gobierno aspira a obtener mayores
recursos, algunos expertos en la materia advierten que la
propuesta del régimen de que tributen las personas con ingresos
superiores a los ocho millones de sucres anuales, de todas
maneras conlleva la incorporación de nuevos sectores de la
población de bajos ingresos a la población de contribuyentes.

En efecto, si bien la nueva base es superior a los siete millones
de sucres que han regido para 1993, en cambio será inferior a la
que regiría en 1994 en el caso de que continuara vigente la ley
actual.

El esquema con el que el Gobierno enfrentará la caída de los
precios del petróleo debe completarse con un recorte del gasto
público del orden de los 600 mil millones de sucres, según
estiman fuentes gubernamentales. En esta cifra se incluye los
200.000 millones que el ministro de Finanzas dijo que está
dispuesto a recortar en el presupuesto general del Estado y otros
rubros en otras áreas del sector público.

Ello implica que, de todas maneras, la inversión pública se verá
afectada, a pesar de las declaraciones oficiales en el sentido de
que se adoptará una política prioritaria del gasto público y de
que se introducirán profundas variaciones en su estructura en
beneficio de las inversiones.

Al respecto, fuentes gubernamentales sostienen que en 1994 habrá
unos 800 mil millones de sucres adicionales destinados a
inversiones públicas que constituirán un elemento clave en el
propósito de reactivar la economía.

¿A TOMAR CERVEZA?

Entre los cambios propuestos por el gobierno en materia
tributaria constan los cambios en los impuestos al consumo de
especiales. Esto significa el consumo de artículos considerados
suntuarios o no básicos como el caso de licores, cigarrillos.
Hasta hace días éstos dos productos eran los que más especiales
se consideraban. Ahora con las reformas propuestas ingresan a
este grupo los yates, aeronaves y automóviles.

Además se propusieron cambios en los impuestos que ya se gravaban
sobre los licores. Con respecto a este punto, mientras se reduce
el impuesto sobre el consumo de cerveza que sobrepasaba el 103.5%
a niveles del 35%, se unifica el impuesto sobre el consumo de los
otros licores y el vino en el 20%. Al momento, los licores han
estado con un impuesto del 5%.

Por otra parte, los industriales sostienen que es perjudicial
incrementar los impuestos a los consumos especiales ya que
incentivaría el contrabando. Ante esta situación los
representantes del sector productivo reiteraron la necesidad de
recolectar bien los impuestos en vez de incrementarlos lo que
motivaría una mayor evasión tributaria.

Y los automóviles

Dentro de las reformas al régimen tributario, se plantea incluir
a los automóviles dentro de los consumos especiales. Al momento,
la importación de automóviles paga un arancel del 40%, además se
suma el impuesto al Consumo especial del 15%, lo que elevaría a
55% la adquisición de automóvil importado. Con respecto a los
autos nacionales que al momento se les grava el 10% del Impuesto
al Valor Agregado (IVA) deberán pagar el incremento del IVA de
10% a 18% y un impuesto adicional de 15% con lo que el impuesto
que se gravará sería del 33%.

En opinión de Rubén Román, gerente de ventas de DINA, los nuevos
impuestos provocarán una fuerte recesión del sector automotriz,
tanto en el nivel de importaciones como en la industria nacional.

Será mucho más difícil que se pueda acceder a un automóvil y
pondrá en riesgo a la industria nacional cuyas ventas sin duda
bajarán significativamente señaló.

EN EL COMIENZO NO ERA EL AJUSTE...

El proyecto de reformas tributarias que hace ocho meses fue
concebido unicamente como un instrumento destinado a mejorar las
recaudaciones tributarias y combatir la evasión, ha quedado
convertido ahora, además, en un mecanismo de nuevos impuestos
para los contribuyentes.

Fuentes cercanas al Gobierno advierten que el contenido enviado
antier al Congreso no fue lo que inicialmente se concibió como la
reforma tributaria.

Fue la baja de los ingresos petroleros lo que condujo al Gobierno
a introducir en ella mecanismos que conllevan nuevos ajustes
tributarios como el aumento del IVA, la aplicación del ICE a
otros servicios y artículos que antes no tributaban, en el afán
de cerrar la brecha fiscal.

En principio, el déficit fiscal que se previó no era tan grande
como el que ahora se vislumbra luego de la baja de los precios
del petróleo y derivaba únicamente del nivel de precios del crudo
que se estimó (14.5 dólares el barril) frente al que finalmente
se hizo constar en la proforma presupuestaria para 1994 (15
dólares el barril).

Fuentes cercanas al Gobierno sostienen que las discrepancias con
el Fondo Monetario Internacional tampoco fueron grandes en lo que
se refiere al déficit fiscal hasta que se produjo el descenso en
los precios del petróleo.

Ahora, el FMI se encuentra a la expectativa del desenlace de las
propuestas gubernamentales al Congreso: si este aprueba las
reformas tal y como las ha enviado el Ejecutivo, los conflictos
serán menores, pero si ella varía en favor de menores ajustes, el
Gobierno se colocará en una posición poco cómoda frente al Fondo
Monetario Internacional, a pesar de que éste reconoce los avances
del régimen en algunos indicadores macroeconómicos y en la
reducción del tamaño del sector público.

CORTOS

- Un amplio espacio para la presión están encontrando algunos
diputados a propósito de la propuesta gubernamental de introducir
nuevos ajustes económicos a través de las reformas a la Ley de
Régimen Tributario.

- Se estima que en esta fase jugará un papel decisivo la
capacidad de maniobra del ministro de Finanzas, César Robalino.

- Este ha comentado que para dirigir esa cartera de Estado no se
necesita tanto conocimientos técnicos, cuanto habilidad política.

- Expertos en la materia sostienen que la aplicación de la
reforma tributaria en su versión inicial no habrían reportado los
resultados inmediatos que el Gobierno requiere en materia de
ingresos.

- De cualquier manera, frente a la nueva situación derivada de la
baja de los precios del petróleo, el presidente de la República,
se resistió a aplicar un nuevo incremento en el precio de los
combustibles.

- En cuanto a precios del gas de uso doméstico "lo veremos
después" habría dicho Durán Ballén.

- En esas circunstancias se optó por elevar el porcentaje del
IVA, que de todas maneras tiene un contenido inflacionario.

- Sus efectos se advertirán en enero, anotan los especialistas,
quienes sin embargo preveén que los efectos de las medidas serán
absorbidos por la economía en los meses siguientes. (2A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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