Quito, 18.11.93. Una vez por semana, Roberto, de 23 años, ojos
verdes, guayaquileño, llega al laboratorio de andrología de uno
de los centros de fertilidad y esterilidad, de Quito, para vender
su semen. " Lo hago porque sé que con esto ayudo a muchas
parejas que no pueden tener hijos, porque confío en los médicos
que aquí trabajan y, porque, de paso, me gano algo de dinero".

Roberto, desde hace cuatro meses, entró a formar parte de un
altamente seleccionado grupo de jóvenes ecuatorianos que, tanto
en Quito, cuanto en Guayaquil, se dedican a la donación de semen.
VISTAZO, pudo conversar con algunos de ellos y conocer algo más
de este procedimiento cuyo éxito depende en gran medida del
secreto con el que se manejen las cosas.

DIFICIL SELECCION

El donante de semen es requerido en los procesos de reproducción
asistida cuando el responsable de la infertilidad de una pareja
es el hombre.

En el Ecuador, los primeros donantes de semen aparecieron en
Quito en 1984. El doctor Iván Valencia, director de CEMEFES
cuenta que "al principio fue muy difícil convencer a los jóvenes
para que participaran en el programa. Empecé explicándoles a mis
alumnos de la Universidad Central las razones por las que se
presenta esta necesidad. Pocos eran los que accedían a la
propuesta y, por eso las primeras inseminaciones artificiales
heterólogas que se hicieron en el país fueron hechas con semen
colombiano". Hoy el número de donantes ha aumentado y algunos
acuden incluso invitados por otros.

En el denominado "Banco de semen", el doctor Valencia tiene
varias decenas de muestras o pajillas de gérmenes masculinos que
permanecen imperturbables por el tiempo (criopreservados), a una
temperatura de 196 grados centígrados bajo cero.

Por razones de seguridad y para que no hayan muchos hijos del
mismo padre biológico, los donantes no pueden ejercer su
actividad durante mucho tiempo, por lo que deben ser reemplazadas
constantemente. El doctor Medardo Blum, director del Instituto
Nacional de Infertilidad y Esterilidad (INNAIFEST) nos revela que
"los donantes los buscamos en lugares específicos. Se seleccionan
grupos sociales de un coeficiente intelectual acorde a nuestro
medio. Se los somete a ciertas pruebas necesarias para conocer
que no transmitirán enfermedades. Luego ellos pasan a estar
catalogados en un archivo totalmente secreto y solo el médico
responsable determina cuál es el más adecuado en cada caso". La
determinación va en función de buscar semen de una persona lo más
adecuado en cada caso". La determinación va en función de buscar
semen de una persona lo más parecida posible al varón de la
pareja receptora.

Mientras en CEMEFES (Quito) se maneja el concepto de dar "una
pequeña gratificación económica a los donantes", en la Fundación
Nacional de Asistencia y Estudios en Reproducción Humana
(FUNDARH) de Guayaquil, el doctor Pedro Valdiviezo considera que
"el donar semen tiene que ser una actitud altruista así como
donar sangre. Estamos tratando de concientizar a las personas con
el fin de que donen semen. Yo voy a las universidades, a la
Católica y a la Laica, y me les acerco a varios jóvenes y les
planteo. Pido a algunos de mis amigos maestros que me dejen
explicarles de qué se trata y no les saco la respuesta en ese
rato. la respuesta es difícil, ponen condicionantes morales.
Muchos piensan en si son padres, esa tiene que ser urna decisión
compartida. Por eso necesitamos tener gente concientizada de que
el único fin es dar una solución a muchas de las parejas
estériles".

Los riesgos

De una u otra manera, los cinco centros de reproducción asistida
del Ecuador, donde se trabaja con donantes de semen, toman
precauciones para asegurar la idoneidad del donante y reducir al
mínimo los riesgos de enfermedades transmisibles.

La investigación del candidato a donante incluye, entre otras
cosas, el conocimiento pleno de: Datos personales (lugar y fecha
de nacimiento, ocupación, instrucción, estatura, peso, ojos,
pelo, piel, raza, tipo de sangre y estado civil); Historia médica
(tiene o ha tenido: Hipertensión, cálculos renales, infecciones
de próstata, sangre en el semen, infecciones venéreas, trastornos
neurológicos, problemas neurológicos, problemas cardíacos o
testículos que no descendieron al nacer); Historia familiar
(problemas de salud de padres vivos o causas y edad en que
murieron); Hábitos personales (consume o consumió: cigarillo,
alcohol, marihuana u otras drogas, ¿toma medicinas, sufre alergia
o es gemelo?).

Otro de los riesgos es la posibilidad de que un mismo individuo
engendre muchos niños y que con el tiempo se lleguen a dar
matrimonios entre hermanos. Para el doctor Pedro Valdiviezo, esto
es muy importante, "mientras más padres biológicos existen,
aumentan las probabilidades que los nuevos seres se encuentren en
su vida y llegen a casarse sin conocer que fueron engendrados por
el esperma de un mismo hombre. Yo no he llegado a inseminar a más
de un mismo donante".

¿Negocio o vocación?

Para Roberto la donación de semen es casi una necesidad. Hace un
mes perdió su trabajo y requiere de algo de dinero para salir con
su enamorada al cine o a bailar. Nos cuenta que ella no sabe de
esto y que alguna vez solo le contó que conocí a un amigo que lo
hacía. "Como me dijo que eso estaba en contra de la Ley de Dios,
preferí no decirle que era yo mismo".

Mario es, en cambio, quiteño, estudiante de Administración de la
Universidad Católica y combina muy bien su nuevo "trabajo" con el
deporte. Al centro de esterilidad llega en su bicicleta, con
pantalón corto, camiseta y zapatos tennis. "Vengo porque un amigo
me contó de este programa y me convenció. Creo que con esto estoy
ayudando a que muchas parejas cumplan su rol de padres y que no
zucumban por falta de apoyo".

Xavier, guayaquileño, estudiante de arquitectura, nos cuenta que
ya ha hecho unas tres donaciones. "El ser padre sin conocer de
quién, no me preocupa porque está de por medio una pareja que
acogerá al niño como suyo propio. Cuando me llaman tengo que
pasar unos tres o cuatro días de abstinencia sexual. Además esta
tarea implica una alta responsabilidad en mi vida sexual, ya que
si me metí en esto debo cuidar porque ninguna de mis actividades
perjudiquen la calidad de mis espermatozoides".

Las estadísticas mundiales de inseminización artificial por
donante indican que la mayoría de parejas (96%) prefiern no
conocer al dueño del germen. Sin embargo, la curiosidad de saber
quién es, sí envuelve a otras. Esto, sin embargo está en manos de
los médicos tratantes quienes guardan celosamente y bajo claves
especiales la identidad de sus sementales.

Durante nuestras investigaciones nos enteramos de un caso
curioso: un individuo de ascendencia extranjera, residente en
Cuenca, visitó uno de los centros de esterilidad del país en
compañía de su compadre y amigo del alma. El planteamiento fue de
que el compadre se convierta en el donante del semen que serviría
para inseminar a la esposa del primero. La involucrada no sabrá
nunca del arreglo al que llegaron los muy bien llevados
compadres.

Los jóvenes entre 20 y 30 años, de contextura física aceptable y
de muy buena salud, son cada vez más demandados en el país. El
único limitante son las repercusiones morales y religiosas que
ven como pecado el hecho de que para obtener la muestra, el
donante tenga que recurrir a la masturbación. De todos modos, los
donantes ecuatorianos ya llegan a treinta y los hijos
engendrados por este método, superan los 100.

*FUENTE: Texto tomado de VISTAZO (p.38-39-40-41)
EXPLORED
en Ciudad N/D

Otras Noticias del día 18/Noviembre/1993

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el