Arde La Selva

Quito. 28.11.93. Avanzan los trabajos a la titánica labor que
ejecutarán los "diablos rojos" de la compañía Red Adair de
Estados Unidos que vinieron al Ecuador para apagar el incendio
del pozo Cononaco 19 que opera Petroproducción en la región
Amazónica.

El pozo se inflamó en la noche del jueves y ayer estaban en un
50 por ciento adelantados los trabajos que permitan, hasta más
tardar mañana, iniciar las labores especializadas.

El ministro de Energía y Minas, Francisco Acosta, dijo que el
pozo sería apagado en no más de cuatro días y en tres semanas
podría rehabilitarse toda la superficie para reiniciar las
operaciones de producción.

Los "diablos rojos", dos extranjeros que apagaron más de cien
pozos petroleros de Kuwait incendiados durante la guerra del
golfo Pérsico, vinieron a Quito el viernes y se encuentran hoy
en Cononaco. Hasta ayer se discutía cuál de los métodos podría
aplicarse para sofocar el siniestro, pero la más viable
parecía ser la colocación de una "campana" en la boca del pozo
para quitar el oxígeno e inyectar sal para evitar que vuelva a
aparecer.

Las pérdidas se estiman en 6 millones de dólares, pero no todo
corresponde a Petroproducción, sino también a la compañía
contratista "Perforaciones Andinas", que perdió su torre de
reacondicionamiento.

La venida de los "diablos rojos" le representa al Ecuador
alrededor de 400.000 dólares, pero se recuperará uno de los
pozos más importantes por su calidad de crudo de 28 grados
API.

Un titánico trabajo comenzarán desde mañana a ejecutar los
"diablos rojos" para apagar el pozo Cononaco 19 que se
incendió el jueves último, a consecuencia de un flujo de gas,
en momentos en que se realizaban las pruebas de producción.

La labor será sencilla para expertos como Richard Hatteberg,
de nacionalidad estadounidense, y Juan Francisco Morán,
guatemalteco, de la compañía Red Adair, quienes han apagado
pozos petroleros como los de Kuwait que se incendiaron durante
la guerra del Golfo Pérsico, cuya producción fluctúa entre
40.000 y 50.000 barriles diarios cada uno.

Los materiales, desde ganchos hasta cadenas, cables, varillas,
alambres y tuberías, entre otros, comenzaron a llegar ayer al
campo Cononaco procedentes de Lago Agrio, mientras el pozo
continuaba ardiendo entre los fierros retorcidos de la torre
de reacondicionamiento de propiedad de "Perforaciones Andina",
y de la tubería de Petroproducción, que se perdieron durante
el accidente.

Pero, de faltar algún material que Petroproducción no tenga
disponible en sus bodegas, se mandará a traer de los Estados
Unidos.

Estaban también listas las brigadas contra incendios de Sacha,
Shushufindi, Auca y Lago Agrio que se habían trasladado hasta
Cononaco.

Las llamas no se habían propagado más allá de lo que se inició
el jueves debido a que el pozo no contiene mucho gas, según
informaron los ingenieros de la empresa estatal.

Unos 24 hombres iniciaron los trabajos previos que facilitará
la labor de los "diablos rojos" quienes estiman terminarlo en
no más allá de tres o cuatro días, y en tres semanas los
técnicos ecuatorianos podrán reparar los daños superficiales,
con el objeto de reiniciar las operaciones.

"Este tipo de pozos son recuperables después que sufren un
incendio", dijo Juan Francisco Morán, quien tiene a su favor
el haber apagado 100 pozos en Kuwait, junto con su compañero
Richard Hatteberg.

Hatteberg, que ostenta la vicepresidencia de la compañía Red
Adair, fue quien además amagó el fuego del pozo Secoya 7B que
operaba la ex Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana (CEPE)
en 1982 y que al decir de los expertos, fue de mayores
proporciones que del Cononaco.

Daños mínimos

El campo Cononaco se halla ubicado a 40 kilómetros al sur del
campo Auca, en una vasta zona donde están los reductos de los
huaoranis.

Si bien el incendió producirá daños ecológicos, estos serán
mínimos, aseguró el ministro de Energía, Francisco Acosta. Se
estima que alrededor de 300 barriles diarios que se derrama
por el incendio serán recolectados en las piscinas, para luego
ser bombeados a la correspondiente estación.

Evaluaciones previas indican que el pozo Cononaco 19
produciría unos 1.500 barriles diarios de un crudo liviano de
28 grados API.

Las pérdidas totales se calculan en unos 6 millones de
dólares. Pero no todo ese riesgo corresponde a Petroecuador,
salvo los 80.000 dólares que es el valor de la tubería de su
propiedad y un tanque que almacenaba 850 galones de diesel,
así como el costo de la operación de los "diablos rojos"
calculado en aproximadamente 400.000 dólares.

La tubería estaba destinada al entubamiento del pozo durante
los trabajos de complementación.

El ministro dijo que todas las instalaciones se hallan
aseguradas.

ALGO MAS SOBRE EL INCENDIO

- Los "diablos rojos" arribaron a Quito a las 16h00 del
viernes. Habían salido de Houston, Estados Unidos, a las
10h00.

- Vinieron en un avión charter destinado exclusivamente a este
tipo de viajes, que le costará a Petroecuador 25.000 dólares.

- Solo el trabajo de los dos expertos le representará un
egreso de 200.000 dólares. Pero el pozo se salvará y podrá
producir unos 1.500 barriles diarios que, al precio de 15
dólares por barril, el país recibirá ingresos del orden de los
22.500 dólares por día.

- El incendio en el pozo Cononaco 19 se produjo a las 20h30
del jueves 25 de noviembre.

- Informado del accidente, el ministro de Energía, Francisco
Acosta, realizó inmediatamente gestiones ante la compañía Red
Adair de Houston, considerada como la de mayor experiencia en
el mundo para combatir este tipo de siniestros.

- En la madrugada del viernes el ministro recibió, vía fax, la
confirmación del arribo de los dos especialistas: Richard
Hatteberg y Juan Francisco Morán.

- Ataviados con ropa de trabajo: blue jean, gorra y chompa
rojas que exhibían los logotipos de la compañía, Hatteberg y
Morán se trasladaron al Coca en el avión de Petroecuador y de
allí, en helicóptero, a Cononaco.

- En menos de 24 horas el problema estaba en vía de solución.

- "Esto nos demuestra que somos eficientes y responsables
como cualquier empresa petrolera mundial de prestigio", dijo
un funcionario del ministerio de Energía.

- "¿Y así le quieren privatizar?", bromeó un periodista.

- En 1982 fue la compañía Texaco la que hizo las gestiones
para traer a especialistas de la misma compañía y apagar el
pozo Secoya 7B que también se incendió.

- En ese año, la ex Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana
(CEPE) no tenía ni los recursos ni la capacidad de gestión
suficiente como hoy lo tiene Petroecuador.

ECUADOR CON ESCASO INDICE DE DESASTRE

El Ecuador es el país con el menor índice de desastres
petroleros a nivel mundial. En las siete décadas desde que
iniciara la exploración hidrocarburífera en los años 20, se
han incendiado únicamente dos pozos, sin haberse reportado
víctimas humanas.

El primer pozo, el Secoya 7B que operaba la ex Corporación
Estatal Petrolera Ecuatoriana (CEPE), hoy Petroecuador, se
incendió en febrero de 1982. Este jueves, 25 de noviembre a
las 20h30, se incendió el pozo Cononaco 19.

En ambos casos, los accidentes se produjeron en momentos en
que se realizaban las pruebas de producción. Asimismo, los
"diablos rojos" de la compañía Red Adair de Estados Unidos,
son quienes han sido contratados por el gobierno ecuatoriano
para que apaguen los flagelos.

Cononaco es operado por Petroproducción, la empresa filial de
Petroecuador que asumió las operaciones del ex consorcio con
la Texaco.

Las labores para apagar el pozo se hallaban progresando hasta
el cierre de esta edición. La empresa estatal, a través del
ministro de Energía y minas, Francisco Acosta, presentó a
consideración de los dos especialistas las alternativas
técnicas con las que podrían contar los dos especialistas,
como la explosión con dinamista para reducir el oxígeno, o la
colocación de una "campana" en la cabeza del pozo con el mismo
propósito. Para evitar que se reamine el fuego, se inyectará
sal.

Al parecer, esta última alternativa era la más viable, pues
los obreros estaban terminando de construir la "campana". (2A)