Quito. 16 abr 98. Llegar a Daule, en Guayas, en busca de arroz
a buen precio, ya no es lo mismo. La presencia del fenómeno El
Niño y la apertura de las compuertas de la represa
Daule-Peripa son dos factores que incidieron para que este
cantón guayasense perdiera la condición de centro de acopio y
abastecimiento del paÃs, que antes tenÃa. Por lo menos hasta
que las condiciones del evento cálido permiten una
recuperación.
La pérdida de aproximadamente 8.000 hectáreas de arroz por
cosechar, deprimió la economÃa de los dauleños que, durante
años, se manejaron con la venta de esa gramÃnea. En mercados,
bodegas e, incluso, en calles y portales, desaparecieron los
puestos que ofrecÃan fundas de 5, 10, 15 y hasta 25 libras de
arroz.
Ahora hay nerviosismo por parte de pequeños agricultores y
comerciantes. Los primeros perdieron la cosecha y no pueden
ingresar a sus predios porque las vÃas secundarias y caminos
vecinales están dañados. Los segundos no tienen a quién
comprarle el producto.
Wilson Rosillo, agricultor de Brisas del Daule, en la ribera
opuesta, perdió su siembra de arroz. Tres cuadras estaban
listas para cosechar y la correntada del rÃo Daule se las
llevó. A fines de febrero habrÃa recogido 120 sacas de arroz
de 200 libras.
Dijo que la corriente del rÃo hace que las matas se
"empaturren" (no crezcan) y que la raÃz se pudra. En su finca
se perdieron, además del arroz, mangales, plátanos, grosella,
limón y yuca.
"Los mangales están dañados, especialmente los mozos. A los
viejos el agua les pudre la raÃz", dijo Rosillo.
Pero el agua del rÃo no sólo afectó sus terrenos, sino también
de otros vecinos, entre ellos Beatriz Ronquillo, propietaria
de la hacienda Villa Graciela, Pablo Eloy, Isidro Ronquillo,
Segundo Cruz, Narciso Alvarado, Franklin Herrera y las
familias Chaguay, AlcÃvar, MejÃa....
Rosillo estaba sentado sobre una escalera de madera en el
malecón de Daule en el sector de Francisco de Marcos y Quito.
Esperaba que su hijo Antonio lo vaya a recoger en la canoa
para llevar los vÃveres que habÃa comprado en el mercado de la
cabecera cantonal.
En la cooperativa agrÃcola Alianza Definitiva, a 4 kilómetros
del recinto Limonal, se perdieron las 265 hectáreas de arroz.
Según BolÃvar Cevallos, técnico de Campo de la Federación
Nacional de Arroceros (Fenarroz), esta zona nunca se habÃa
inundado en el pasado.
Mientras, en las cooperativas de vivienda Julio Calderón,
Rumiñahui y La Yolita, aproximadamente 100 familias viven
desde hace tres meses sobre el agua. Al filo de la carretera,
el nivel es de apenas 30 centÃmetros, pero al recorrer lo que
antes fueron calles polvosas, dos kilómetros hacia adentro, y
la profundidad alcanza hasta 2,50 metros.
Las casas construidas rústicamente con caña guadua, mangle,
zinc y plásticos -para cubrirse del sol y la lluvia- están a
punto de caer. Sus bases se pudren lentamente y no hay forma
de repararlas y sus habitantes no pueden irse a otro lugar.
Los lechuguines y las culebras (coral, sallama, tigra, equis)
se hicieron habituales en el sector. A las culebras es común
verlas circular sobre la superficie.
Para Wilson Ruiz, que tiene su casa al filo del camino, la
mordedura de la culebra conocida como la tigra es mortal. "No
da tiempo para llevar al afectado a ningún lado. El proceso
dura cinco minutos y la persona muere". Hasta ahora nadie
resultó mordido por esos reptiles.
Leptospirosis: ya son 193 los contagiados en la Costa
Hasta ayer el más reciente informe de la SubsecretarÃa
Regional de Salud confirmó la existencia de al menos 193 casos
de leptospirosis en el Litoral. A pesar de las cifras y del
incremento del número de afectados, las autoridades sanitarias
ya hablan de un decrecimiento de la incidencia de esta
enfermedad contagiosa.
A ese número revelado por los encargados del control,
asimismo, hay que sumar los casos de personas que inicialmente
presentaron sÃntomas parecidos a los de esta afección.
Los registros de los hospitales hasta la jornada de ayer
hablaban del ingreso total de unas 334 pacientes, que
presentan sÃntomas parecidos a los que caracterizan a aquellos
propios de la enfermedad de leptospirosis.
Los análisis y auscultaciones de los facultativos, no
obstante, revelan que de esa cifra de ingresados como
negativos se confirmaron solo 49.
En cambio, otros 16 están pendientes de los resultados de los
análisis previo el diagnóstico definitivo, 70 corresponden a
enfermedades de distinta naturaleza, y los 6 restantes
provienen de otras regiones, en donde no se ha registrado la
presencia de la enfermedad.
Hasta el pasado 19 de marzo y según las mismas estadÃsticas
que manejan las autoridades regionales de la Salud, el número
de pacientes por esta enfermedad sumaba 191, de los cuales 100
fueron confirmados como positivos y 25 como negativos.
Ese reporte oficial fue avalado por los especialistas del
laboratorio del Instituto Nacional de Higiene. Los 39
restantes pacientes ya egresaron con diferentes diagnósticos
y, asimismo, existÃan 27 casos en estudio. Las pruebas
adicionales han descartado el contagio de estos últimos.
Las cifras que demuestran el aumento del número de casos, en
cambio, difieren con los estimativos en torno al desarrollo
del mal que hiciera los últimos dÃas en Guayaquil el
subsecretario de Salud, Fidel Endara.
Endara señaló que en el Litoral anteriormente se reportaban 3
ó 4 casos diarios; en cambio, ahora se detecta solo uno cada
dos dÃas. Además, aseguró que este decrecimiento de la
incidencia es resultado directo de la difusión de las medidas
de precaución para no contraer la enfermedad. La campaña ha
tenido eco entre la ciudadanÃa, que ha comprendido los
riesgos, según el funcionario.
No obstante, en Manta la situación es distinta, pues está
marcada por el drama y la falta de atención. En el barrio el
Florón de este puerto se comprobó el contagio de quince
personas en apenas un mes. Y esa cifra podrÃa variar, pues no
se han efectuado las verificaciones en todas las casas
asistenciales de esa y otras ciudades manabitas.
Según el informe oficial, hasta el momento, la provincia con
la mayor incidencia del mal sigue siendo Guayas, que registra
116 casos, frente a los 22 en ManabÃ.
Redacción Guayaquil
Invierno: 17.000 mil damnificados
La ministra de Bienestar Social, Edith de FrÃas, señaló que ha
subido a 17 mil las personas damnificadas a nivel del paÃs, a
a causa de El Niño.
La funcionaria, sin embargo, reconoció que, en la provincia
del Guayas, no se ha podido establecer la cifra exacta de las
personas afectadas por los embates de ese fenómeno natural.
Además aseguró que los resultados del reciente censo que le
otorgó la SubsecretarÃa de Bienestar Social no muestra el real
número de perjudicados, pues muchos de ellos no han sido
localizados durante el fin de semana o, simplemente, no están
alojados en los 26 albergues de la provincia.
De la cifra a nivel nacional, se estima que en la provincia
del Guayas hasta ayer suman 4.090 personas, pero seguramente
existen muchas más que no están en los albergues provisionales
porque han preferido pedir ayuda a sus familiares o vecinos.
Por el momento no se realizará la reubicación de las personas
afectadas. Una posterior reunión, en los próximos dÃas, con el
ministro de Educación Mario Jaramillo, determinará si -durante
el perÃodo de matriculación del ciclo Costa- los damnificados
pueden permanecer en los sitios de residencia temporal.
La funcionaria agregó que existe un proyecto de construcción
de programas habitacionales por parte del Ministerio de
Desarrollo Urbano y Vivienda, Miduvi. Para la ejecución se
barajan tres alternativas: una, que sean construidas
totalmente por el programa habitacional Hogar por Cristo; otra
de manera conjunta entre Miduvi y Hogar por Cristo; y la
tercera implica la participación de otras instituciones.
Por otro lado dijo que, el próximo 23 de abril, viajará al
Perú atendiendo una invitación del presidente Alberto
Fujimori. La visita servirá para intercambiar experiencias de
cómo en ese paÃs se está enfrentado el fenómeno El Niño. Esto-
dijo- permitirá mejorar e intercambiar criterios y sugerencias
entre ambos paÃses, ahora azotados por El Niño. Redacción
Guayaquil
ManabÃ: sin vÃas ni agua potable
El deterioro total de las carreteras en Manabà ha llevado al
colapso las actividades de suministro de alimentos.
Además, el transporte de pasajeros se ha reducido en un 40 por
ciento. Los viajeros han debido recurrir a la opción de viajar
por avión, que ha hecho que las frecuencias aéreas estén
copadas, con anticipos de hasta un mes.
El drama allà no termina, pues el desabastecimiento de agua
potable, los daños en las plantas de tratamiento de agua y el
paro campesino han puesto a gran parte de los pobladores al
borde de la desesperación.
El estado de las principales carreteras también es deplorable,
e incluso algunas han sido cerradas para el tráfico vehicular.
La comunicación con la provincia de Pichincha quedó
interrumpida tras el deslave y socavamiento de la carretera en
Flavio Alfaro, en un tramo de alrededor de medio kilómetro.
Una vez que el paro campesino concluya, sin embargo, el
servicio de transporte terrestre solo llegará hasta Flavio
Alfaro. Desde allÃ, la única forma de avanzar y movilizarse
hacia otros destinos es el trasbordo, que se ha generalizado
en las principales vÃas de comunicación de la provincia.
De otro lado, Portoviejo y ocho poblaciones, que se abastecen
del sistema de agua potable de Poza Honda, seguirán sin la
dotación de agua por un tiempo indefinido. La causa de ello
son los recientes desperfectos en las tuberÃas en el sitio las
Luchas, entre Santa Ana y Poza Honda .
La planta potabilizadora de Cuatro Esquinas, que ni siquiera
entró en la etapa de pruebas, colapsó antes de ser inaugurada
debido a un deslave.
Asimismo, en la capital manabita y en las poblaciones aledañas
se agudiza el problema de las aguas negras, a causa de los
desperfectos de cuatro bombas de succión en la estación de San
Alejo. Allà las continuas lluvias inundaron el lugar y dejaron
fuera de servicio a esos equipos.
Para reparar la nueva planta de San Alejo, hasta el momento no
se ha hecho gestión alguna . Redacción Manta (Texto tomado de
El Comercio)