La nueva política exterior del Gobierno de Alfredo Palacio, el último revés militar en Puerto Asís y las pretensiones de reelección de Álvaro Uribe vislumbran una reorientación en el manejo de la guerra interna en ese país. Los signos de esa modificación serían la reacción del presidente Uribe de pedir un acercamiento urgente con su par ecuatoriano, luego del ataque a una patrulla de vigilancia y mientras el alcalde de Puerto Asís, Jorge Coral, un aliado del Gobierno colombiano, denunciaba que la arremetida se inició desde el Ecuador.
Esa posición de presionar, por un lado, y acusar, por otro, es considerada en medios políticos una forma de propiciar una reorientación de la guerra contra las FARC, que controlan el Putumayo.
El coronel (r) Luis Hernández, quien dirigió el operativo de defensa en el Alto Cenepa, cree que el incidente en Puerto Asís, admitido oficialmente por Colombia como error de inteligencia, definitivamente obligará a replantear el esquema de guerra en esa zona o, al menos, a colocar más fuerzas.
Esa presión tiene además un componente político, por los planes de reelección de Uribe, en donde el tema del conflicto tiene un peso específico por sus ofertas de ponerlo fin en su mandato. Para Hernández, el incidente en Puerto Asís fue más una derrota política que militar, dado el contexto electoral en Colombia, por ello las medidas correctivas.
Los organismos de DDHH van más allá. Según Alexis Ponce, de APDH, el Gobierno de Uribe, ante el nuevo escenario con el Ecuador, tendrá que modificar las estrategias definidas en el Plan Patriota, que es el componente militar del Plan Colombia.
Ese plan se basa, dice, en el modelo del yunque y martillo, que consiste en presionar desde el norte hacia al sur para que la guerrilla se tope con una barrera militar, constituida por el Ejército ecuatoriano, que "en la práctica sucede". Entonces, advierte, la presión vendría por forjar incidentes, como el traspaso de naves.
Un alto oficial de las FFAA señala que es evidente que el Ejército colombiano va a tomar acciones correctivas, pero que en nada será con acciones conjuntas, como lo sugiere el yunque y martillo, que no es admitido por el mando militar, pues el control fronterizo se lo sustenta en la defensa de la soberanía. (LB)
¿La idea del cambio es una táctica?
La idea de que se toman correctivos y que se aplica con mayor fuerza el modelo del yunque y martillo es una forma de reorientar la guerra en Colombia, según grupos de los DDHH. Pero no es la única. El coronel (r) Patricio Haro cree que no habrá ningún cambio en el modelo que sigue el Ejército colombiano.
La razón es simple: las fuerzas regulares deben aplicar un sistema de guerra según la condición del enemigo. En este caso, la guerrilla está en movimiento, lo que explica las brigadas móviles del Ejército colombiano.
Haro está convencido de que el plan de guerra apunta a un involucramiento de las FFAA ecuatorianas, para lo cual se seguirá aplicando operaciones en ese sentido. Una de ellas es insistir en no colocar controles en la frontera, como los tiene el Ecuador, pues eso les permite que se desplacen a suelo ecuatoriano los guerrilleros, lo que aumenta la posibilidad de incidentes.
Un antecedente: Esmeraldas, 1982, cuando cruzó la frontera el comandante del M19, Rosemberg Pavón, obligado por la presión, fue arrestado por el Ejército ecuatoriano armado y con uniforme.
Según Haro, no colocar controles es una táctica diseñada por Colombia para economizar fuerzas, en la que el efecto mayor lo sufre el Ecuador. (LB)
"Política de no intervenir en conflicto se mantiene"
La reunión entre Palacio y Uribe sería el 7 en Costa Rica
"No nos vamos a meter en el conflicto. No intervenir significa que no estaremos ni con el uno ni con el otro", dijo ayer el canciller Antonio Parra Gil, al ratificar la posición ecuatoriana frente a la guerra interna de Colombia.
El miércoles, el guerrillero Ricardo González, alias "Rodrigo Granda", considerado como el "canciller" de las FARC, dijo que el ex presidente Lucio Gutiérrez ofreció no atacar a esa guerrilla en territorio ecuatoriano. "Con los organismos políticos, personalidades, iglesias, parlamentarios en el Ecuador, incluso desde antes de la llegada de Lucio Gutiérrez, tuvo varias entrevistas", sostuvo.
Parra, además, dijo que en las próximas horas fijará la fecha de la reunión que mantendrá con su homóloga Carolina Barco, para tratar cuatro aspectos fundamentales: seguridad de la frontera, fumigaciones, refugiados e inmigrantes ilegales.
"Hay corresponsabilidad en estos temas. Colombia debería buscar alternativas para buscar la repatriación de sus ciudadanos", sostuvo.
Respecto al control migratorio, dijo que el vecino del norte puede ayudar más en lo referente a la entrega del pasado judicial, si desplaza personal y tecnología para entregar este documento.
Mientras que desde Bogotá, y de acuerdo con un despacho de AFP, la reunión entre el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y el Ecuador, Alfredo Palacio, sería el 7 de julio, en Costa Rica en el marco de una cumbre bananera.
Y, desde Washington, el ministro colombiano de Defensa, Jorge Alberto Uribe, negó que su país acuse a los gobiernos de los países vecinos de colaborar con la guerrilla. (SL-AFP)
Unidades del norte aumentan vigilancia
El Ejército hace mayor vigilancia en el área de Carchi
El Ejército está en alerta en la frontera con Colombia por los combates entre soldados y guerrilleros colombianos, expresó el miércoles el coronel Ramón Enríquez, comandante del batallón Galo Molina, acantonado en Tulcán. "Realizamos una labor preventiva para proteger a la frontera y a la población", dijo.
De acuerdo a Enríquez, los enfrentamientos se están registrando frente a Carchi, fronteriza con el departamento colombiano de Nariño.
La alerta se activó en los destacamentos militares ubicados en las parroquias de El Chical y Maldonado, pues los combates se dan en las comunidades colombianas de Tallambí y San Juan, en el límite fronterizo del río San Juan. Asimismo, se reforzaron los patrullajes en las vías, se instalaron retenes móviles en los pasos fronterizos ilegales, se aumentaron las labores de inteligencia y la revisión de documentos de identificación a los transeúntes.
En el Grupo de Caballería Yaguachi de Ibarra se esperan disposiciones para movilizar personal y armamento hacia el sector oriental. "Se trata de reforzar la zona para evitar cualquier contingencia", señaló una fuente militar.
Según el general (r) Fernando Tapias, ex comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, controlar la zona es muy difícil por sus características topográficas y climatológicas.
Agregó que en la frontera existen cerca de 300 pasos clandestinos, corredores estrechos y fangosos muy utilizados hace varios años por contrabandistas, pero ahora están bajo el control de los grupos armados ilegales y por ellos solo es posible movilizarse a pie o en vehículos livianos. (AFP-RC)
Álvaro Uribe hace balance del Plan Patriota
"Tomará tiempo retomar el control de los territorios insurgentes"
Bogotá.- El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, dijo que los miles de efectivos que avanzan en el Plan Patriota contra el mando de las FARC, especialmente en la frontera sur con el Ecuador, han ocupado más de 700 campamentos de esa guerrilla y se han incautado 500 "vehículos nuevos".
Al hacer su balance, el gobernante agregó que 130 insurgentes han dejado las armas presionados por esta ofensiva.
"Los militares no están estancados, porque el Plan Patriota es una acción de permanente movimiento", afirmó el presidente, aunque reconoció que "tomará tiempo retomar los territorios que por muchos años han estado bajo el control de los rebeldes".
Pero advirtió que hay una "gran determinación porque esta tarea debe mantenerse".
El Plan Patriota, que es asesorado por militares estadounidenses, fue lanzado en febrero del año pasado en las selvas del sur y el sureste del país, y tiene como objetivo someter al "secretariado" o mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Unos 17 mil efectivos del Ejército, Armada y Fuerza Aérea colombiana fueron movilizados para esta campaña, considerada la mayor en la historia del país contra la jefatura central del grupo guerrillero.
En un mensaje a los militares que participan en la ofensiva, Uribe dijo: "La consigna es derrotar al terrorismo".
"Ellos (los rebeldes) no van a negociar sino cuando vean que la alternativa es entre derrota o negociación", continuó Uribe, que asumió en agosto de 2002 con una política de seguridad centrada en el sometimiento de los grupos armados.
"Mientras contemplen (los rebeldes) cualquier posibilidad de victoria y puedan vivir bien, financiados por el narcotráfico, no habrá posibilidades de negociación", dijo. ( EFE)
FIHD acusa ante CPI al Gobierno colombiano
Se dice que el presidente es "cómplice" de los grupos paramilitares
La Haya.- La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIHD) anunció que su demanda ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigue los crímenes cometidos por paramilitares en Colombia incluye al Gobierno como actor pasivo de los mismos.
La FIHD considera que el Gobierno de Álvaro Uribe es "cómplice" de los crímenes de lesa humanidad cometidos por paramilitares en Colombia por permitir que se sigan repitiendo y por no juzgar a los jefes de esas agrupaciones, declararon miembros de la Federación.
El secretario de la FIDH, Luis Pérez, dijo que en la denuncia, elaborada, además, por la Corporación Colectivo de Abogados y el Comité Permanente por los DDHH, incluye los nombres del presidente Uribe y sus ministros de Defensa, Jorge Alberto Uribe, y de Justicia e Interior, Sabas Pretel, como demandados.
El informe presentado en la oficina del fiscal del la CPI, que tiene 100 páginas y 47 anexos, incluye como sospechosos a 10 jefes paramilitares.
En el informe se identifican unos 2 000 crímenes de lesa humanidad cometidos por paramilitares desde diciembre de 2002 hasta la actualidad.
Ayer, el ministro colombiano de Defensa reconoció públicamente en Washington la necesidad de "aceptar un cierto grado de impunidad" en las negociaciones de paz con grupos armados como las que se llevan a cabo con los "paras".
Por su parte, el presidente Uribe reveló que la Policía ha realizado pruebas de vigilancia de carreteras y erradicación manual de cultivos ilícitos con antiguos miembros de grupos armados ilegales.
"Vamos a ver cómo se implementa masivamente", dijo Uribe, y no facilitó detalles del proyecto de vincular con esas tareas a ex paramilitares y ex guerrilleros. (EFE-AFP)
Esa posición de presionar, por un lado, y acusar, por otro, es considerada en medios políticos una forma de propiciar una reorientación de la guerra contra las FARC, que controlan el Putumayo.
El coronel (r) Luis Hernández, quien dirigió el operativo de defensa en el Alto Cenepa, cree que el incidente en Puerto Asís, admitido oficialmente por Colombia como error de inteligencia, definitivamente obligará a replantear el esquema de guerra en esa zona o, al menos, a colocar más fuerzas.
Esa presión tiene además un componente político, por los planes de reelección de Uribe, en donde el tema del conflicto tiene un peso específico por sus ofertas de ponerlo fin en su mandato. Para Hernández, el incidente en Puerto Asís fue más una derrota política que militar, dado el contexto electoral en Colombia, por ello las medidas correctivas.
Los organismos de DDHH van más allá. Según Alexis Ponce, de APDH, el Gobierno de Uribe, ante el nuevo escenario con el Ecuador, tendrá que modificar las estrategias definidas en el Plan Patriota, que es el componente militar del Plan Colombia.
Ese plan se basa, dice, en el modelo del yunque y martillo, que consiste en presionar desde el norte hacia al sur para que la guerrilla se tope con una barrera militar, constituida por el Ejército ecuatoriano, que "en la práctica sucede". Entonces, advierte, la presión vendría por forjar incidentes, como el traspaso de naves.
Un alto oficial de las FFAA señala que es evidente que el Ejército colombiano va a tomar acciones correctivas, pero que en nada será con acciones conjuntas, como lo sugiere el yunque y martillo, que no es admitido por el mando militar, pues el control fronterizo se lo sustenta en la defensa de la soberanía. (LB)
¿La idea del cambio es una táctica?
La idea de que se toman correctivos y que se aplica con mayor fuerza el modelo del yunque y martillo es una forma de reorientar la guerra en Colombia, según grupos de los DDHH. Pero no es la única. El coronel (r) Patricio Haro cree que no habrá ningún cambio en el modelo que sigue el Ejército colombiano.
La razón es simple: las fuerzas regulares deben aplicar un sistema de guerra según la condición del enemigo. En este caso, la guerrilla está en movimiento, lo que explica las brigadas móviles del Ejército colombiano.
Haro está convencido de que el plan de guerra apunta a un involucramiento de las FFAA ecuatorianas, para lo cual se seguirá aplicando operaciones en ese sentido. Una de ellas es insistir en no colocar controles en la frontera, como los tiene el Ecuador, pues eso les permite que se desplacen a suelo ecuatoriano los guerrilleros, lo que aumenta la posibilidad de incidentes.
Un antecedente: Esmeraldas, 1982, cuando cruzó la frontera el comandante del M19, Rosemberg Pavón, obligado por la presión, fue arrestado por el Ejército ecuatoriano armado y con uniforme.
Según Haro, no colocar controles es una táctica diseñada por Colombia para economizar fuerzas, en la que el efecto mayor lo sufre el Ecuador. (LB)
"Política de no intervenir en conflicto se mantiene"
La reunión entre Palacio y Uribe sería el 7 en Costa Rica
"No nos vamos a meter en el conflicto. No intervenir significa que no estaremos ni con el uno ni con el otro", dijo ayer el canciller Antonio Parra Gil, al ratificar la posición ecuatoriana frente a la guerra interna de Colombia.
El miércoles, el guerrillero Ricardo González, alias "Rodrigo Granda", considerado como el "canciller" de las FARC, dijo que el ex presidente Lucio Gutiérrez ofreció no atacar a esa guerrilla en territorio ecuatoriano. "Con los organismos políticos, personalidades, iglesias, parlamentarios en el Ecuador, incluso desde antes de la llegada de Lucio Gutiérrez, tuvo varias entrevistas", sostuvo.
Parra, además, dijo que en las próximas horas fijará la fecha de la reunión que mantendrá con su homóloga Carolina Barco, para tratar cuatro aspectos fundamentales: seguridad de la frontera, fumigaciones, refugiados e inmigrantes ilegales.
"Hay corresponsabilidad en estos temas. Colombia debería buscar alternativas para buscar la repatriación de sus ciudadanos", sostuvo.
Respecto al control migratorio, dijo que el vecino del norte puede ayudar más en lo referente a la entrega del pasado judicial, si desplaza personal y tecnología para entregar este documento.
Mientras que desde Bogotá, y de acuerdo con un despacho de AFP, la reunión entre el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y el Ecuador, Alfredo Palacio, sería el 7 de julio, en Costa Rica en el marco de una cumbre bananera.
Y, desde Washington, el ministro colombiano de Defensa, Jorge Alberto Uribe, negó que su país acuse a los gobiernos de los países vecinos de colaborar con la guerrilla. (SL-AFP)
Unidades del norte aumentan vigilancia
El Ejército hace mayor vigilancia en el área de Carchi
El Ejército está en alerta en la frontera con Colombia por los combates entre soldados y guerrilleros colombianos, expresó el miércoles el coronel Ramón Enríquez, comandante del batallón Galo Molina, acantonado en Tulcán. "Realizamos una labor preventiva para proteger a la frontera y a la población", dijo.
De acuerdo a Enríquez, los enfrentamientos se están registrando frente a Carchi, fronteriza con el departamento colombiano de Nariño.
La alerta se activó en los destacamentos militares ubicados en las parroquias de El Chical y Maldonado, pues los combates se dan en las comunidades colombianas de Tallambí y San Juan, en el límite fronterizo del río San Juan. Asimismo, se reforzaron los patrullajes en las vías, se instalaron retenes móviles en los pasos fronterizos ilegales, se aumentaron las labores de inteligencia y la revisión de documentos de identificación a los transeúntes.
En el Grupo de Caballería Yaguachi de Ibarra se esperan disposiciones para movilizar personal y armamento hacia el sector oriental. "Se trata de reforzar la zona para evitar cualquier contingencia", señaló una fuente militar.
Según el general (r) Fernando Tapias, ex comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, controlar la zona es muy difícil por sus características topográficas y climatológicas.
Agregó que en la frontera existen cerca de 300 pasos clandestinos, corredores estrechos y fangosos muy utilizados hace varios años por contrabandistas, pero ahora están bajo el control de los grupos armados ilegales y por ellos solo es posible movilizarse a pie o en vehículos livianos. (AFP-RC)
Álvaro Uribe hace balance del Plan Patriota
"Tomará tiempo retomar el control de los territorios insurgentes"
Bogotá.- El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, dijo que los miles de efectivos que avanzan en el Plan Patriota contra el mando de las FARC, especialmente en la frontera sur con el Ecuador, han ocupado más de 700 campamentos de esa guerrilla y se han incautado 500 "vehículos nuevos".
Al hacer su balance, el gobernante agregó que 130 insurgentes han dejado las armas presionados por esta ofensiva.
"Los militares no están estancados, porque el Plan Patriota es una acción de permanente movimiento", afirmó el presidente, aunque reconoció que "tomará tiempo retomar los territorios que por muchos años han estado bajo el control de los rebeldes".
Pero advirtió que hay una "gran determinación porque esta tarea debe mantenerse".
El Plan Patriota, que es asesorado por militares estadounidenses, fue lanzado en febrero del año pasado en las selvas del sur y el sureste del país, y tiene como objetivo someter al "secretariado" o mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Unos 17 mil efectivos del Ejército, Armada y Fuerza Aérea colombiana fueron movilizados para esta campaña, considerada la mayor en la historia del país contra la jefatura central del grupo guerrillero.
En un mensaje a los militares que participan en la ofensiva, Uribe dijo: "La consigna es derrotar al terrorismo".
"Ellos (los rebeldes) no van a negociar sino cuando vean que la alternativa es entre derrota o negociación", continuó Uribe, que asumió en agosto de 2002 con una política de seguridad centrada en el sometimiento de los grupos armados.
"Mientras contemplen (los rebeldes) cualquier posibilidad de victoria y puedan vivir bien, financiados por el narcotráfico, no habrá posibilidades de negociación", dijo. ( EFE)
FIHD acusa ante CPI al Gobierno colombiano
Se dice que el presidente es "cómplice" de los grupos paramilitares
La Haya.- La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIHD) anunció que su demanda ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigue los crímenes cometidos por paramilitares en Colombia incluye al Gobierno como actor pasivo de los mismos.
La FIHD considera que el Gobierno de Álvaro Uribe es "cómplice" de los crímenes de lesa humanidad cometidos por paramilitares en Colombia por permitir que se sigan repitiendo y por no juzgar a los jefes de esas agrupaciones, declararon miembros de la Federación.
El secretario de la FIDH, Luis Pérez, dijo que en la denuncia, elaborada, además, por la Corporación Colectivo de Abogados y el Comité Permanente por los DDHH, incluye los nombres del presidente Uribe y sus ministros de Defensa, Jorge Alberto Uribe, y de Justicia e Interior, Sabas Pretel, como demandados.
El informe presentado en la oficina del fiscal del la CPI, que tiene 100 páginas y 47 anexos, incluye como sospechosos a 10 jefes paramilitares.
En el informe se identifican unos 2 000 crímenes de lesa humanidad cometidos por paramilitares desde diciembre de 2002 hasta la actualidad.
Ayer, el ministro colombiano de Defensa reconoció públicamente en Washington la necesidad de "aceptar un cierto grado de impunidad" en las negociaciones de paz con grupos armados como las que se llevan a cabo con los "paras".
Por su parte, el presidente Uribe reveló que la Policía ha realizado pruebas de vigilancia de carreteras y erradicación manual de cultivos ilícitos con antiguos miembros de grupos armados ilegales.
"Vamos a ver cómo se implementa masivamente", dijo Uribe, y no facilitó detalles del proyecto de vincular con esas tareas a ex paramilitares y ex guerrilleros. (EFE-AFP)
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