Quito. 09.03.91. 61 armas, de distinto tipo, la mayorÃa
viejas y algunas oxidadas, fueron entregadas por Alfaro Vive
Carajo (AVC) a la Iglesia Católica, en la ceremonia efectuada
el 26 de febrero, en la Plaza de San Francisco.
La revelación fue hecha por Patricia Peñaherrera, militante de
AVC, que visitó este diario junto a Juan Cuvi, a propósito de
una nota publicada por HOY el jueves anterior. "En los últimos
tres años no nos hemos rearmado. AVC no posee ningún arsenal
que no sea el entregado" -dijo la "alfaro"- quien informó que
algunas de las armas debieron ser desenterradas, "de modo que
no pueden estar en mejores condiciones".
Por tanto, las armas que aparecerán en el inventario que
realiza en este momento la PolicÃa, en el convento de San
Francisco, "no van a satisfacer a nadie", dicen.
Cuvi hizo notar que ese armamento es absolutamente compatible
al accionar del grupo, y que inclusive AVC realizó acciones
con uno en peores condiciones "y hasta con armas de juguete o
sin tiros", pues, para él, más que el número o las
caracterÃsticas de las armas, lo que importa es la voluntad de
usarlas, o de dejarlas. Mencionó que las armas tomadas del
rastrillo de la PolicÃa, el 11 de marzo de 1985, se perdieron
en el tráfago subversivo de AVC, y que las de mayor poder de
fuego fueron a Colombia "con los compañeros del M-19". Y
anotó que el propio comandante de la PolicÃa ha manifestado,
públicamente, que más del 90% de ellas fue ya recuperado por
ella.
¿AL SERVICIO DE FEBRES CORDERO?
"La derecha no soporta que podamos ser una alternativa
polÃtica", dicen los "alfaros". Por ese motivo, disminuir la
significación polÃtica de la "dejación" de armas, del 26 de
febrero, y centrar la atención en el número y caracterÃsticas
de armas devueltas, alimenta una polémica "que puede servir
para una serie de cosas", sostienen.
Por esa razón el AVC no hizo un inventario previo a la
entrega. "La decisión polÃtica de desarmarnos es lo que vale",
enfatizan, pues "con la misma decisión para levantar la lucha
armada, hay que desarmarse."
Rechazan que se les exija "cuentas que no tenemos por qué
pagar", al referirse al inventario de sus armas, subrayando
que, en este caso, el número y la cantidad de armas "es lo
secundario". Rechazan, también, que se les exija "delatar" las
armas con que cuenta una fracción del AVC, dirigida por
Patricio Baquerizo, que rechaza el desarme como un
entendimiento equivocado con el gobierno.
Cuvi piensa que las publicaciones que ha realizado HOY, al
respecto, sirven a los intereses de "Febres Cordero , CÃa". Y
hasta quieren enseñar al periodista cómo debe meter las manos
donde las papas queman.
HOY recogió una incógnita generalizada después del 26 de
febrero, y la expuso a la opinión pública. Como resultado de
ello ha quedado demostrado que no se realizó un conteo
detallado de las armas de AVC, antes de su entrega.
Además, las interrogantes más importantes empiezan a hallar
sus respuestas: el acto de San Francisco "fue
sobredimensionado" en cuanto entrega de armas; el AVC nunca ha
tenido la fuerza guerrillera que presumÃa o que se le
atribuÃa; se exageró su real poder de fuego; el AVC no
mantiene ningún arsenal, ratifican los "alfaros"; la verdadera
capacidad y naturaleza polÃtica del grupo, actuando en
democracia, se verá en los próximos años.
UNA CARTA DE CUVI
Con fecha 8 de marzo, Juan Cuvi, vocero del grupo Alfaro
Vive Carajo (AVC), dirigió la siguiente comunicación a Diego
Cornejo Menacho, editor jefe de Noticias de este diario:
"Estoy sumamente sorprendido de que Usted, que algún dÃa
defendió posiciones de izquierda, haya publicado un reportaje
como el del dÃa 7 de marzo, haciendo insinuaciones tan
peligrosas. La falsa duda que Usted alimenta en la ciudadanÃa
sobre la posibilidad de que AVC haya conservado en su poder
parte de su armamento constituye el argumento más propicio
para que Febres Cordero , Cia. justifiquen una persecución
implacable en contra nuestra en un hipotético gobierno de
derecha. Más aún si las insinuaciones provienen de un medio de
comunicasción públicamente opuesto a los intereses de esos
sectores polÃticos.
Creo que su afán investigativo y esclarecedor deberÃa estar
orientado a mejores objetivos. Por ejemplo, ¿por qué no sacar
a la luz los planes que tiene la oligarquÃa guayaquileña para
eliminar a los dirigentes de AVC (y no a los supuestos "duros", sino
precisamente a los que hemos dirigido el proceso de paz)?".
en
Explored
Ciudad N/D
Publicado el 09/Marzo/1991 | 00:00