Desde Talahua, Chimborazo
Quito. 14 oct 2000. Cuatrocientas familias damnificadas, diez personas
desaparecidas, diez viviendas destruidas, 200 cabezas de ganado perdidas
y unas 600 hectáreas de cultivo arrasadas, es el saldo que dejó un
deshielo ocurrido en el lado oriental de El Altar, en la provincia de
Chimborazo.
De su parte, los equipos de evaluación y rescate de la Cruz Roja
informaron además de dos muertos y 30 personas con lesiones menores.
La madrugada del viernes se produjo un deshielo que aumentó el volumen de
la laguna Amarilla, ubicada al costado oriental de El Altar.
El desbordamiento de las aguas de la laguna Amarilla tomó como punto de
desfogue al Río Blanco, y a su paso provocó el deslizamiento de lodo y
piedras, hasta llegar a la confluencia con el río Tarau. Ahí sepultó
varias casas, una de ellas en un criadero de truchas, en donde
desaparecieron una mujer y sus dos hijas.
En el sector de Tarau, a unos cinco minutos del Cantón Penipe, en la
provincia de Chimborazo, se produjo un primer represamiento de las aguas
con una correntada que hizo desaparecer cuatro casas ubicadas en el
sector y destruyó un tramo de 800 metros de la carretera que une a Penipe
con La Candelaria.
Esta nueva tragedia, que golpea a los habitantes de Penipe, La
Candelaria, Tarau, Guzo, Río Blanco, entre otros, se registra casi al
cumplirse un año de la erupción del volcán Tungurahua, que obligó a las
autoridades de la Defensa Civil a declarar la alerta naranja y a la
evacuación de la población de Baños y parte de la zona aledaña a Penipe.
El puente que cruza el río Blanco está destruido, ya que presenta
algunos cuarteamientos. Justamente en esta zona se ha producido un
represamiento de agua, lodo y piedras, que, según el general Gonzalo
Avendaño, director nacional de la Defensa Civil, hará necesaria la
utilización de dinamita para permitir el desfogue de las aguas.
Personal del Ejército, Policía y Defensa Civil, que se encuentra en el
lugar del embalse, logró recuperar algunas cabezas de ganado muerto, no
así una camioneta con tres ocupantes, que permanece cubierta por las
aguas.
El director de la Defensa Civil aclaró una serie de versiones que
circularon durante toda la mañana de ayer y que relacionaban el hecho con
una posible erupción de El Altar, un volcán apagado hace millones de
años.
Otros desaparecidos
Estefanía Pilco Usca, dos años, Vanesa Pilco Usca, un año, Gladis Usca,
madre de las dos niñas, fueron cubiertas por lodo y piedra que arrasó con
la casa en donde funcionaba un criadero de truchas.
Otros desaparecidos José Sánchez, Jacinta Pilco, José Machado,
Hugo Granizo, María Granizo, Luisa Paredes, Efectivos de la Brigada
Blindada Galápagos, acantonada en Riobamba, utilizaron las canoas de
paseo que se alquilan en el parque infantil para sus tareas de rescate
del ganado, que fue sepultado por las aguas del río Chambo.
Los moradores de Penipe piden urgente atención de las autoridades con la
ayuda de maquinaria especial.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército llegó al lugar de los hechos y
espera que se produzca un desfogue natural, caso contrario serán
dinamitadas las piedras y lodos que forman la presa artificial.
La Candelaria quedó prácticamente aislada. La Defensa Civil espera llegar
por vía aérea con ayuda alimentaria para unas 400 familias damnificadas.
El hecho se atribuye al efecto invernadero que está soportando el
planeta, con un calentamiento inusual de la tierra que produjo el
deshielo en el nevado El Altar. Esto provocó la explosión de la Laguna
Amarilla.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército intentará desfogar hoy la presa
natural para impedir lo que se ha llamado "una Segunda Josefina".
Los habitantes de la zona están pendientes del desenlace, mientras que el
director de la Defensa Civil retornó a Quito a las 17:00 para presentar
un informe de los hechos y evaluar las próximas acciones.
Con picos y palas en busca de personas desaparecidas
Segundo Pilco y su familia, con picos y palas buscan entre los escombros
el cadáver de quien fuera su madre, Jacinta Pilco, 90 años, que
desapareció en la zona de Tarau, cuando había acudido a llevar agua de
la orilla del río.
Son ocho personas, hombres y mujeres, que buscan entre el lodo y piedras.
La sorpresa fue grande cuando encontraron un sombrero. Es el de mi
mamita..., gritó Segundo, y apresuró el trabajo.
Visiblemente consternado, con el ceño fruncido y el rostro regado por las
lágrimas y el sudor cuenta que a eso de las 06:30 de ayer, un fuerte
estruendo le hizo creer que se acababa el mundo. El río sonaba de una
manera nunca antes escuchada. De pronto, el lodo y las piedras lo taparon
todo.
Mire aquí, en ese sector ahora cubierto de lodo estaba la casa con un
criadero de truchas de propiedad del ingeniero Oviedo, ahora no hay nada,
señala antes de romper otra vez en llanto.
Gladys Usca Pilco y sus dos hijas, Estefanía y Vanesa, de uno y dos años,
respectivamente, fueron reportadas como desaparecidas. Ellas vivían en
una casa ubicada a la ribera del río Tarau, que de pronto se vio anegado
por las aguas del río Blanco. Mientras tanto, en la zona baja del río
Chambo, fue rescatada la señora Ana Granizo, quien logró aferrarse al
tronco de un árbol. Ella había salido, como todos los días, a cuidar sus
animalitos, pero fue sorprendida por el aluvión. En la zona de Tarau, la
familia Pilco resultó la más afectada. La casa de uno de sus miembros
está a la orilla del deslave y se salvó por un milagro. (Diario Hoy)
Quito. 14 oct 2000. Cuatrocientas familias damnificadas, diez personas
desaparecidas, diez viviendas destruidas, 200 cabezas de ganado perdidas
y unas 600 hectáreas de cultivo arrasadas, es el saldo que dejó un
deshielo ocurrido en el lado oriental de El Altar, en la provincia de
Chimborazo.
De su parte, los equipos de evaluación y rescate de la Cruz Roja
informaron además de dos muertos y 30 personas con lesiones menores.
La madrugada del viernes se produjo un deshielo que aumentó el volumen de
la laguna Amarilla, ubicada al costado oriental de El Altar.
El desbordamiento de las aguas de la laguna Amarilla tomó como punto de
desfogue al Río Blanco, y a su paso provocó el deslizamiento de lodo y
piedras, hasta llegar a la confluencia con el río Tarau. Ahí sepultó
varias casas, una de ellas en un criadero de truchas, en donde
desaparecieron una mujer y sus dos hijas.
En el sector de Tarau, a unos cinco minutos del Cantón Penipe, en la
provincia de Chimborazo, se produjo un primer represamiento de las aguas
con una correntada que hizo desaparecer cuatro casas ubicadas en el
sector y destruyó un tramo de 800 metros de la carretera que une a Penipe
con La Candelaria.
Esta nueva tragedia, que golpea a los habitantes de Penipe, La
Candelaria, Tarau, Guzo, Río Blanco, entre otros, se registra casi al
cumplirse un año de la erupción del volcán Tungurahua, que obligó a las
autoridades de la Defensa Civil a declarar la alerta naranja y a la
evacuación de la población de Baños y parte de la zona aledaña a Penipe.
El puente que cruza el río Blanco está destruido, ya que presenta
algunos cuarteamientos. Justamente en esta zona se ha producido un
represamiento de agua, lodo y piedras, que, según el general Gonzalo
Avendaño, director nacional de la Defensa Civil, hará necesaria la
utilización de dinamita para permitir el desfogue de las aguas.
Personal del Ejército, Policía y Defensa Civil, que se encuentra en el
lugar del embalse, logró recuperar algunas cabezas de ganado muerto, no
así una camioneta con tres ocupantes, que permanece cubierta por las
aguas.
El director de la Defensa Civil aclaró una serie de versiones que
circularon durante toda la mañana de ayer y que relacionaban el hecho con
una posible erupción de El Altar, un volcán apagado hace millones de
años.
Otros desaparecidos
Estefanía Pilco Usca, dos años, Vanesa Pilco Usca, un año, Gladis Usca,
madre de las dos niñas, fueron cubiertas por lodo y piedra que arrasó con
la casa en donde funcionaba un criadero de truchas.
Otros desaparecidos José Sánchez, Jacinta Pilco, José Machado,
Hugo Granizo, María Granizo, Luisa Paredes, Efectivos de la Brigada
Blindada Galápagos, acantonada en Riobamba, utilizaron las canoas de
paseo que se alquilan en el parque infantil para sus tareas de rescate
del ganado, que fue sepultado por las aguas del río Chambo.
Los moradores de Penipe piden urgente atención de las autoridades con la
ayuda de maquinaria especial.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército llegó al lugar de los hechos y
espera que se produzca un desfogue natural, caso contrario serán
dinamitadas las piedras y lodos que forman la presa artificial.
La Candelaria quedó prácticamente aislada. La Defensa Civil espera llegar
por vía aérea con ayuda alimentaria para unas 400 familias damnificadas.
El hecho se atribuye al efecto invernadero que está soportando el
planeta, con un calentamiento inusual de la tierra que produjo el
deshielo en el nevado El Altar. Esto provocó la explosión de la Laguna
Amarilla.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército intentará desfogar hoy la presa
natural para impedir lo que se ha llamado "una Segunda Josefina".
Los habitantes de la zona están pendientes del desenlace, mientras que el
director de la Defensa Civil retornó a Quito a las 17:00 para presentar
un informe de los hechos y evaluar las próximas acciones.
Con picos y palas en busca de personas desaparecidas
Segundo Pilco y su familia, con picos y palas buscan entre los escombros
el cadáver de quien fuera su madre, Jacinta Pilco, 90 años, que
desapareció en la zona de Tarau, cuando había acudido a llevar agua de
la orilla del río.
Son ocho personas, hombres y mujeres, que buscan entre el lodo y piedras.
La sorpresa fue grande cuando encontraron un sombrero. Es el de mi
mamita..., gritó Segundo, y apresuró el trabajo.
Visiblemente consternado, con el ceño fruncido y el rostro regado por las
lágrimas y el sudor cuenta que a eso de las 06:30 de ayer, un fuerte
estruendo le hizo creer que se acababa el mundo. El río sonaba de una
manera nunca antes escuchada. De pronto, el lodo y las piedras lo taparon
todo.
Mire aquí, en ese sector ahora cubierto de lodo estaba la casa con un
criadero de truchas de propiedad del ingeniero Oviedo, ahora no hay nada,
señala antes de romper otra vez en llanto.
Gladys Usca Pilco y sus dos hijas, Estefanía y Vanesa, de uno y dos años,
respectivamente, fueron reportadas como desaparecidas. Ellas vivían en
una casa ubicada a la ribera del río Tarau, que de pronto se vio anegado
por las aguas del río Blanco. Mientras tanto, en la zona baja del río
Chambo, fue rescatada la señora Ana Granizo, quien logró aferrarse al
tronco de un árbol. Ella había salido, como todos los días, a cuidar sus
animalitos, pero fue sorprendida por el aluvión. En la zona de Tarau, la
familia Pilco resultó la más afectada. La casa de uno de sus miembros
está a la orilla del deslave y se salvó por un milagro. (Diario Hoy)
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