El nuevo presidente Lucio Gutiérrez insiste en que convocará a consulta popular, de manera inmediata. El objetivo es despartidizar las cortes, el Tribunal Constitucional, reducir el número de diputados... Dice que siempre estará dispuesto a rectificar y pide la misma actitud a los legisladores.

¿Usted soñó alguna vez que en el 2003 iba a asumir la Presidencia de la República?

Hace poco mi padre y compañeros de colegio me recordaban que en alguna ocasión yo soñaba con llegar a lo más alto de mi país para cambiar cosas. Dios, el destino y el pueblo ecuatoriano me dan esa oportunidad. Haré todo lo posible para no defraudar al pueblo y no defraudarme a mí mismo.

¿Llega muy rápido a la Presidencia? ¿Hubiese querido estar más preparado?

Yo creo que estoy más que preparado para gobernar. El país necesita una fuerte dosis de moralidad, de ética, de patriotismo y capacidad para lograr consensos y para ello estoy totalmente capacitado.

Un ex militar asume la presidencia por mandato popular. ¿A qué atribuye eso?

La gente busca un presidente honesto, transparente, sensible con el dolor de los más necesitados. No soy el primer caso de un ex militar que gana la presidencia. Eisenhower, en Estados Unidos, es un ejemplo de que los militares podemos aportar a nuestros países.

¿Qué importancia tiene para usted la vigencia de la democracia formal?

No estoy de acuerdo con nada que solo sea formal, pues es pasajero. Quiero una democracia profunda, donde todos seamos iguales, con las mismas posibilidades, derechos y obligaciones. No pretendo una democracia en donde los que tienen influencias pueden hacer lo que les da la gana.

¿Usted va a continuar citando la norma constitucional según la cual participó en los hechos del 21 de Enero?

Por supuesto que sí. Según la Constitución, el Estado ecuatoriano reconoce el derecho de los pueblos a rebelarse contra gobiernos opresivos. Si comienzo a gobernar en contra del pueblo, si soy un presidente corrupto, si me dedico a favorecer a los grupos de poder, el pueblo tendrá toda la razón no solo para echarme del poder, sino para fusilarme. En ese momento habría roto el pacto social que asumí con el pueblo. Pero eso no va a pasar. A lo mejor cometeré errores pero serán siempre bien intencionados.

¿Usted reconoce ser producto del populismo político?
Soy producto de las aspiraciones insatisfechas de un pueblo, que quiere cambios, que dijo basta a los mismos de siempre.

¿No le parece prematuro evaluar lo que sucede en las calles respecto de su imagen?

Puede ser prematuro, pero estoy dando respuestas a evaluaciones prematuras a gente que hace opinión. No estoy en contra de esas calificaciones, porque me ayudan a rectificar.

¿A qué responde la conformación de su gabinete?

Es un reflejo de lo que constituye la nacionalidad ecuatoriana. En mi gabinete hay representantes de los sectores empresarial, financiero, indígena, político (PSP), de los independientes, intelectuales.

¿Está de acuerdo que el Congreso no haya elegido directamente a su presidente?

No estoy de acuerdo con el procedimiento de la mayoría legislativa que está atropellando la Constitución. Mi principal función como presidente será cumplir y hacer cumplir la Constitución y la nueva mayoría la está haciendo trizas.

Su discurso de que cumplirá y hará cumplir la Constitución es el mismo que tuvo el ex presidente León Febres Cordero. ¿Hay una diferencia de concepto en ese mensaje?

Por supuesto, evitaré caer en exabruptos y exageraciones. Utilizaré métodos persuasivos, por ejemplo invitar de manera permanente a los diputados a que rectifiquen. Invitaré al pueblo ecuatoriano a que se movilice pacíficamente para exigir por cualquier método constitucional que el Congreso Nacional rectifique. Y si los diputados son sensibles al clamor popular van a rectificar.

¿Y si no rectifica el Congreso?

Serán juzgados por la historia, el país tendrá que caminar, no me puedo detener, ni siquiera para empujar a los diputados a que rectifiquen. Si no lo hacen será problema de ellos. Yo no voy a disolver el Congreso.

¿Su ministro de Defensa es un ex militar. Usted dijo que iba nombrar a un civil...

Una de mis propuestas era que mi ministro de Defensa sea un civil. Es una alternativa y de pronto puedo terminar mi mandato con un civil, ¿por qué no? Soy sensible a las recomendaciones, de pronto entendí que no era adecuado, por ahora, tener a un civil.

¿Cuál de sus promesas de campaña se convertirá en la más difícil de cumplir?

Todas son desafíos. Combatir la corrupción no es fácil. Ya vemos lo que hace el Congreso con una mayoría que no quiere que cambien las cortes, que que se reduzca el número de diputados, que se extradite a los banqueros corruptos. Combatir la pobreza tampoco va a ser fácil, si no despartidizamos a las cortes va a haber resistencia para que venga inversión extranjera. Eso va a dificultar la generación de trabajo y por consiguiente va a ser más difícil combatir la pobreza. Alcanzar la competititividad tampoco va a ser fácil. Los banqueros tendrán que bajar las tasas de interés.

¿Quiénes son los que no quiere cambios en las cortes?

Los socialcristianos, porque tienen secuestrada a la justicia, eso es negativo inclusive para los propios socialcristianos, porque tienen partidarios que quieren que todos seamos iguales ante la ley. Pero no voy a claudicar en mi lucha de que las cortes de justicia sean despartidizadas.

¿La despartidización de las cortes será mediante una reforma constitucional?

Vamos a irnos por la consulta popular. La Constitución me permite en asuntos de trascendencia para el país convocar a través del Tribunal Supremo Electoral (TSE) una consulta popular, para que el pueblo decida qué es lo que quiere para el país. A la consulta le vamos a dar viabilidad a través de las movilizaciones. Algunos no están interesados en que el Ecuador cambie y utilizan la muletilla de que quiero traer a Abdalá Bucaram. Eso no tiene sustento, solo tratan de desprestigiar mi voluntad de moralizar al país. Que recuerden los diputados que no pueden hacer lo que les dé la gana, tienen que hacer lo que el pueblo que los eligió quiere que se haga.

¿Usted va a convocar inmediatamente la consulta?

Inmediatamente. Las preguntas están casi listas. Una pregunta es sobre la reducción del número de magistrados de la Corte de 31 a 13, de los diputados de 100 a 28. Otra pregunta es sobre la creación de la cuarta Función del Estado, un organismo de control y rendición de cuentas, integrado por vocales elegidos por colegios electorales, independientes de los partidos. Otra de las preguntas es la despartidización del Tribunal Constitucional (TC) para que no tome decisiones políticas.

¿Ha analizado el problema político que enfrenta Chávez? ¿Cuáles son los errores que él ha cometido?

No quiero hablar de los errores de Hugo Chávez, por respeto al principio de no intromisión. Puedo decir qué es lo que voy a hacer. Voy a buscar consensos en el país, no me voy a pelear con la prensa, con la Iglesia, con los empresarios, al contrario los voy a involucrar en mi proyecto político de transformación. Obviamente, el que no quiera este cambio se va a excluir solo.

¿No cree usted que puede enfrentar la oposición de los grupos de poder? Por ejemplo el que representa León Febres Cordero? ¿Pudiera llegar a haber incluso un enfrentamiento regional?

Voy a tratar de que eso no acontezca.

¿Usted ha tenido contactos con Febres Cordero?

El país es testigo de que en múltiples ocasiones he estado y sigo dispuesto a conversar con todos los líderes políticos, siempre que se anteponga el interés nacional. Pero no ha habido respuesta. Por qué se oponen al cambio, al diálogo.

¿Le costó mucho la designación de Nina Pacari como canciller y de Luis Macas como ministro de Agricultura?

No, porque estoy para romper esquemas. Los indígenas son gente muy valiosa, que no solo representa un folclore, una cultura, un derecho, es gente muy bien preparada, que nos va a traer muchas soluciones.

¿El Ecuador es racista?

Sí. Decir no sería tapar el sol con un dedo.

¿Quién le recomendó el nombre de Alfredo Palacio?, ¿cree en la lealtad de él?

El mayor Renán Borbúa y luego tomé contacto con él y le invité a formar parte de mi proyecto de transformación. Él es una persona muy confiable.

¿Usted se considera parte del nuevo eje latinoamericano, Brasil, Venezuela y Ecuador?

Yo no soy parte de ningún eje ni de ningún triángulo. Seré parte de un círculo en donde no se excluya a ningún país del continente. No quiero excluir a nadie ni atrincherarme en ningún eje o triángulo, por eso defino como un círculo a nuestra política internacional.

¿Desde 1996 ningún presidente elegido por cuatro años ha concluido su mandato. Le preocupa esa realidad?

Los gobiernos de Bucaram y Mahuad no cumplieron sus mandatos porque gobernaron de espaldas al pueblo. Bucaram cometió errores que fueron magnificados por la oligarquía. Mahuad cayó porque el pueblo se levantó, al cual se unió un grupo de militares para sancionarlo por gobernar de espaldas al pueblo.

¿Gobernar de espaldas al pueblo es tomar medidas económicas?

No necesariamente. Si hay que tomar decisiones para enrumbar el país o corregir errores económicos de otros gobernantes, como Noboa, habrá que hacerlo.

¿El denominado pinchazo económico está listo?

Si habrá pinchazos será para los que más tienen. Ahora ellos tendrán que aportar en mayor porcentaje. No aplicaré impuestos que vayan en contra del pueblo. En algunos casos habrá que sincerar la economía pero pensando que vaya en beneficio de los más pobres. Un mecanismo es cobrar impuesto por ejemplo a los empresarios bananeros que no pagan sus impuestos. Ese será uno de los principales desafíos de Elsa de Mena. Si ella no está a la altura histórica de su responsabilidad habrá que poner a otra persona que sí cobre los impuestos a los que evaden.

¿Cuál es su propuesta sobre el Plan Colombia?

Le he dicho al presidente Uribe que en todo lo que el Ecuador pueda aportar para la solución pacífica del conflicto colombiano lo haremos con todo nuestro entusiasmo. Ecuador es el país, después de Colombia, que más se perjudica con el conflicto colombiano. Va a ser una prioridad en mi gobierno la solución a este gravísimo problema contra la seguridad interna del país.

¿Usted promete que no va a instrumentar a la institución militar con fines políticos?

No. A la institución militar le pediremos su colaboración, para combatir la delincuencia, apoyar al desarrollo. Los militares tienen experiencia en educación, en la lucha contra la corrupción. Se respetará su propia formación y la misión principal de los militares que es defender la integridad territorial, la soberanía y garantizar el orden constituido.

¿Usted va a continuar con la descentralización?

Vamos a continuar con el proceso de la descentralización. Haremos esfuerzos por lograr una verdadera descentralización, financiera, administrativa y política, para devolverle a las comunidades locales su autoridad, que tomen decisiones por sí mismas. El Ecuador no está política, jurídica ni estructuralmente preparado para una autonomía. Es un proceso que comienza con la modernización, descentralización, desconcentración y autonomía.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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