VATICANO.- "El Santo Padre ha muerto a las 21:37 (19:37 GMT) en su apartamento privado", confirmó ayer el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls.
"Se han puesto en marcha todos los procedimientos previstos en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis promulgada por Juan Pablo II en febrero de 1996".
La muerte fue comunicada a los 50 mil fieles presentes en la Plaza de San Pedro, quienes acogieron con gran pesar la noticia. Lloraron cuando las campanas empezaron a repicar fúnebres.
Analistas coinciden en que será recordado como el Papa más carismático de la historia, el de mayor influencia religiosa, social y política.
Juan Pablo II, Karol Wojtyla, sumo Pontífice de la Iglesia Católica, obispo de Roma, 264.º sucesor del apóstol San Pedro, tercer pontificado más largo de la historia, sexto jefe del Estado Vaticano, nació en Wadowice, un pequeño pueblo al sur de Polonia, el 18 de mayo de 1920. Fue hijo de un obrero y militar polaco. El 16 de octubre de 1978 se convirtió en el sucesor de San Pedro, con el nombre de Juan Pablo I, con 58 años, era el Papa más joven.
El 13 de mayo de 1981 resultó herido de gravedad en un atentado del turco Ali Agca, desencadenando dolencias que le llevaron al quirófano.
Aunque en la cripta bajo la Basílica de San Pedro hay una tumba para él, circulan rumores de que el Papa, que contribuyó a la caída del comunismo, podría ser enterrado en Polonia, su tierra natal.
Jefes de Estado, de Gobierno, monarcas de diversos países hicieron llegar sus notas de pesar y confirmaron su presencia para el sepelio.
Las autoridades romanas se organizan para recibir al millón de personas que llegarían a despedirlo, mientras que la Iglesia Católica se prepara para la sucesión.
Tras este desenlace, el gobierno provisional de la Iglesia pasa a manos del cardenal camarlengo, que ostenta el español Eduardo Martínez Somalo (Baño de Río Tobias, en la Rioja, 31 de marzo de 1927). Él se encarga de administrar los bienes y los derechos temporales de la Santa Sede, ayudado por tres purpurados asistentes.
También está a su cargo confirmar -una vez informado por el prefecto de la casa pontificia- la muerte del Papa, de firmar el acta del deceso, sellar el apartamento del Pontífice y posesionarse del Palacio Apostólico Vaticano y los palacios Lateranense y de Castel Gandolfo. Deberá establecer, de acuerdo con los otros cardenales, el tipo de funeral, si Juan Pablo II no ha dejado órdenes precisas.
La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis contempla que mientras esté vacante la Sede Apostólica, el Colegio de Cardenales no tiene ninguna potestad o jurisdicción sobre las cuestiones que corresponden al Papa. Las leyes existentes no pueden ser corregidas o modificadas y que a los cardenales lo que les corresponde es tomar decisiones urgentes como establecer el día, la hora y el modo en que el cadáver será trasladado a la Basílica de San Pedro y preparar las exequias.
Todos los jefes de los consejos pontificios y el secretario de Estado cesaron en sus cargos. Solo quedan el camarlengo, el penitenciario mayor y el vicario para Roma. En total, 117 cardenales tienen derecho a voto en el cónclave, aunque deberían ser 118, si se da a conocer el nombre del cardenal "secreto" que eligió el Papa en 2003, quien debe tener menos de 80 años.
Pero antes de que se convoque el cónclave, entre 15 y 20 días después de la muerte, el primer paso es declarar la defunción y romper el anillo del pescador, sello con el que Wojtyla estampó todos los documentos oficiales de su pontificado. (Agencias-NST)
TESTIMONIOS
"Su diálogo revelaba un gran carisma"
"Yo creo que Juan Pablo II fue una persona maravillosa, con valores humanos excepcionales. Él dejó con su muerte un gran vacío que será muy difícil de llenar dentro de la Iglesia y del corazón de los creyentes. Se convirtió en un símbolo de dignidad humana y solidaridad.
Yo recuerdo en estos momentos el día en que tuve un pequeño encuentro con Juan Pablo II, durante su visita al Ecuador hace 20 años. Esta entrevista fue al siguiente día de su llegada, antes de la audiencia con León Febres Cordero, quien en ese momento era el presidente del Ecuador.
Aunque cruzamos pocas palabras, su diálogo evidenciaba una gran personalidad y mucho carisma. Su visita a nuestro país convocó a miles de personas de distintas convicciones religiosas".
Blasco Peñaherrera, ex vicepresidente del Ecuador
"Yo era una joven que estuvo con él"
"Yo soy parte de una comunidad de catecúmenes y realicé hace pocos años un viaje a Israel, con varios jóvenes católicos del Ecuador para una cita con Juan Pablo II. La reunión fue en el Monte de las Bienaventuranzas.
El Pontífice congregó a jóvenes de todo el mundo en este lugar y se comunicó con los asistentes a través de altos parlantes. Nosotros escuchamos su mensaje por medio de una radio que traducía sus enseñanzas a varios idiomas.
Fue maravilloso, sus consejos los aplico todos los días de mi vida. Recuerdo que se ubicó en una gran plataforma y habló con sabiduría. Yo creo que Juan Pablo II fue un hombre muy claro en sus preceptos, pues su mensaje hacia los jóvenes fue directo y sencillo. Las enseñanzas que nos impartió nos las dio como consejos de padre".
Reina Luna, integrante de una comunidad ecunémica
El Papa ha muerto
El Santo Padre Juan Pablo II consciente de su grave estado de salud quiso permanecer en su habitación y morir en su cama blanca, se negó a ser trasladado al hospital en los últimos momentos de agonía
Eran las 21:37 (hora de Roma) del sábado 2 de febrero, la luz en una de las ventanas de los apartamentos del Papa en el tercer piso del palacio renacentista se apago, fue la señal que anunció su muerte. Después la plaza se quedó casi en penumbra.
Minutos después el arzobispo argentino Leonardo Sandri dio la noticia a los fieles de la Plaza de San Pedro que entonaron una oración y guardaron un minuto de silencio.
A continuación, en medio de la fresca noche romana, el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano, entonó el De profundis, tras el cual los fieles estallaron en un sentido aplauso de homenaje al hombre que fue uno de los principales protagonistas de la historia durante los últimos 26 años.
Después del anuncio, la campana mayor de San Pedro empezó a sonar para anunciar al mundo la noticia de la muerte de Karol Wojtyla, y el mismo tañido de dolor se repitió en los cientos de iglesias diseminadas por toda la ciudad y el mundo.
Horas después de anunciarse la muerte, decenas de miles de personas, unas 100 mil, según fuentes municipales, se congregaron en la Plaza de San Pedro del Vaticano y sus aledaños para expresar su dolor y su pesar por la muerte del papa Juan Pablo II.
Simultáneamente jefes de Estado y de Gobierno, de Reyes y de personalidades de todo el mundo entero hicieron llegar sus declaraciones de pésame.
Juan Pablo II, murió a los 84 años de edad aquejado por el mal de Parkinson, pero en los dos últimos días de agonía sufrió una serie de complicaciones en su salud como un paro cardiaco, un paro cardiocirculatorio, septicemia y deficiencia renal.
La vida del Santo Padre se apagó en la gran cama blanca de su diáfana habitación con vistas a la plaza San Pedro del Vaticano, tal como fue su último deseo, ya que se había negado a morir entubado en el hospital.
Una vez que el médico confirmó la defunción del Papa el prefecto de la casa pontificia anunció oficialmente la muerte: El papa muerto.
Todos los presentes en la habitación se arrodillaron y comenzaron los primeros responsos. Después, por orden jerárquico se acercaron al cadáver, y besaron la mano del difunto Pontífice.
Inmediatamente comenzó el turno de vela por parte de los canónigos penitenciarios. Se encendieron cuatro cirios a los pies de la cama y se colocó un acetre con agua bendita y el hisopo con agua bendita junto al lecho mortuorio para los responsos de los prelados visitantes.
El cardenal camarlengo, que vestía de violeta (color de luto según la tradición) y que es durante la sede vacante la más alta autoridad de la Iglesia, entró en la habitación escoltado por un destacamento de la Guardia Suiza con alabardas, símbolo de la nueva autoridad, para asegurarse oficialmente de la muerte del Pontífice.
En presencia del maestro de ceremonia y de los prelados de la casa pontificia, el camarlengo se acercó a la cama, retiró el pañuelo que cubre el rostro del Papa e inclinándose hacia el difunto lo llamó tres veces al Papa por su nombre de pila.
Después golpeó su frente con un pequeño martillo de plata y mango de marfil. Después de verificar dijo "vere papa mortuus est" (de verdad el Papa ha muerto).
A continuación retiró del dedo el anillo del Pescador, símbolo del poder pontificio.
El anillo fue machacado junto con el sello de plomo del Papa ante los cardenales, para evitar cualquier eventual falsificación de documentos papales.
Después el notario de la Cámara Apostólica levantó el acta de defunción y se procedió a anunciar oficialmente al mundo de la muerte de Karol Wojtyla.
Las iglesias del Ecuador se llenan de fieles
Para hoy se realizarán varias misas post mórtem en Quito de 07:00 a 12:00
La tarde de ayer, las iglesias del centro histórico de Quito se llenaron de centenares de feligreses que rogaban por el alma de sumo Pontífice.
Varios creyentes reunidos en La Catedral encomendaron su rezos frente a la imagen del Santísimo lamentando la muerte del Papa y rogando que el sucesor de la Iglesia dirija adecuadamente el futuro de la comunidad católica.
Esteban Noriega, de 45 años, al salir de la iglesia, confesó: "Yo vengo a orar muy a menudo, pero hoy es un momento especial porque quise despedirme con mis oraciones del Santo Papa, un hombre que ha dado su vida por el bien de la humanidad".
Otras iglesias acogieron a más fieles, quienes evocaban en el altar sus peticiones. Este panorama fue similar en La Compañía, San Francisco, El Sagrario y Santo Domingo.
A las afueras del convento de San Francisco se improvisó un pequeño altar con una cruz de madera y la imagen de la Virgen María. Alrededor de este lugar, unos cuantos fieles arrodillados rezaban conmovidos.
Carmen Correa, de 82 años, en la iglesia El Sagrario, entre lágrimas, dijo: "Dios al fin se compadeció por nuestro Santo Padre, él ha sufrido mucho durante su agonía, es mejor que haya ido hacia el cielo, aunque a nosotros nos cause una enorme pena".
En Cuenca, el monseñor Luis Alberto Luna Tobar, ex arzobispo de la ciudad, dijo que la agonía del Papa fue un acto impresionante de valentía y resignación, por todo lo que ha realizado durante los últimos meses por la Iglesia.
En esta ciudad, los fieles acudieron desde la tarde del sábado a las iglesias para rezar por el Pontífice. Los sacerdotes hicieron oraciones y hablaron en las predicas sobre el valor y el trabajo de Juan Pablo II.
Para monseñor Luna, el obispo mayor de Roma fue su amigo y recuerda que desde hace cinco años no había vuelto a verlo: "Tuvo una deferencia muy especial para con los ecuatorianos".
En la iglesia de la Catedral de la Inmaculada en Cuenca ayer cientos de feligreses rezaron por el Papa. Josefa Ortega llevaba en sus manos una vela y pedía en el altar de rodillas por el alma del Santo Padre: "El Papa, para nosotros, era todo, era el máximo representante de Dios en la tierra y era también nuestro protector", decía mientras los demás fieles levantaban oraciones al Todopoderoso.
Asimismo, en la iglesia del Carmen de la Asunción, desde las 18:00 comenzaron las misas y toda la noche no dejaron de ingresar fieles hasta el altar. Por medio de unas rejillas, las madres carmelitas que permanecen enclaustradas cantaban suavemente, mientras los creyentes rezaban.
En Portoviejo, las campanas de todas las iglesias repicaron cuando se anunció el fallecimiento, y en Manta la gente se apostó en los santuarios para rezar por el alma del jefe de la Iglesia Católica. (RMT/JPV/MEC)
Convocada para el lunes la reunión de cardenales
Los funerales oficiales de Juan Pablo II no serán antes del próximo jueves
VATICANO.- La reunión de la primera congregación de cardenales que deberá decidir la fecha de los funerales del papa Juan Pablo II fue convocada para mañana, anunció la noche de ayer el Vaticano en un comunicado.
Por lo pronto, este mismo día los restos mortales del sumo Pontífice serán trasladados a la Basílica de San Pedro del Vaticano para ser expuestos "al homenaje de los fieles".
Previa a la exposición, el cuerpo del Santo Padre debe ser entregado a los embalsamadores. El procedimiento exige que se le extraigan las vísceras, que son depositadas en urnas que se conservan en la cripta subterránea de la iglesia de San Vicente y San Anastasio, frente a la Fontana de Trevi, en Roma.
La normativa vaticana prohíbe fotografiar al Sumo Pontífice muerto. El camarlengo dará permiso para que se hagan fotos oficiales, pero siempre que esté ya revestido con los hábitos pontificios.
Los funerales de los Papas duran nueve días consecutivos, y su cuerpo debe ser inhumado entre el cuarto y el sexto día en la basílica vaticana cerca de la tumba de San Pedro, según las indicaciones que dejó el Pontífice en su Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis de 1996. (Agencias-MEC)
CONSTERNACIÓN MUNDIAL
Bush: "Fue campeón de la libertad"
WASHINGTON.- Tras confirmarse desde Roma el deceso del Santo Padre, el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, dio una cadena de televisión en su país para manifestar que con la muerte del papa Juan Pablo II "el mundo perdió a un campeón de la libertad humana". (EFE)
Annan: "Murió defensor de la paz"
NUEVA YORK.- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo que está "profundamente entristecido" por la muerte del papa Juan Pablo II y calificó al fallecido Pontífice como un "incansable defensor de la paz, un pionero del diálogo ecuménico y una fuerza poderosa para la autocrítica de la Iglesia". (AFP)
Barroso: adiós a un "reunificador"
BRUSELAS.- El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo ayer que Juan Pablo II pasará a la historia como alguien que desempeñó un papel esencial en la reunificación de Europa y en el progreso de las ideas, la libertad y la democracia en nuestro continente". (EFE)
Tony Blair y reina Isabel II, "tristes"
LONDRES.- La reina Isabel II de Inglaterra expresó su "profunda tristeza" por la muerte del Papa y recordó sus esfuerzos por promover la paz en el mundo. Por su parte, el premier británico, Tony Blair, dijo que murió un líder religioso que era "reverenciado" por católicos y no católicos. (AFP)
Rey Juan Carlos se dice "apenado"
MADRID.- El rey Juan Carlos I de España se mostró "hondamente apenado" por la muerte del Papa, a cuya "infatigable labor a favor de la paz, la justicia y la dignidad" rindió homenaje. Por su parte, el Gobierno español transmitió sus condolencias por la pérdida del "referente moral de primer orden". (AFP)
Latinoamérica reacciona emotiva
BRASILIA.- Desde las iglesias a los estadios e incluso al estrado de un acto oficial, las emotivas reacciones por la muerte del Papa se multiplicaron en América Latina, continente al que Juan Pablo II viajó 18 veces, poniendo el cuidado de no dejar ningún país sin visitar. (AFP)
La Iglesia del Ecuador perdió a "un amigo"
En todos los templos del Ecuador se celebrarán misas por el eterno descanso
Quito.- La Conferencia Episcopal Ecuatoriana expresó ayer su profunda pena por la muerte del papa Juan Pablo II y aseguró que la Iglesia del Ecuador perdió a "un amigo".
El presidente del Episcopado y arzobispo de la ciudad de Cuenca, Vicente Cisneros, recordó además que Karol Wojtyla fue el único Pontífice que ha visitado esta nación andina.
Cisneros anunció que la sociedad cristiana del Ecuador guardará nueve días de luto en memoria del Papa, período en el que se pasará revista a "sus enseñanzas y se recordará su obra".
El cardenal Antonio González viajará al Vaticano para los funerales la próxima semana, pero no participará en la elección de su sucesor, según dijo el obispo José Vicente Eguiguren. (AFP)
"Se han puesto en marcha todos los procedimientos previstos en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis promulgada por Juan Pablo II en febrero de 1996".
La muerte fue comunicada a los 50 mil fieles presentes en la Plaza de San Pedro, quienes acogieron con gran pesar la noticia. Lloraron cuando las campanas empezaron a repicar fúnebres.
Analistas coinciden en que será recordado como el Papa más carismático de la historia, el de mayor influencia religiosa, social y política.
Juan Pablo II, Karol Wojtyla, sumo Pontífice de la Iglesia Católica, obispo de Roma, 264.º sucesor del apóstol San Pedro, tercer pontificado más largo de la historia, sexto jefe del Estado Vaticano, nació en Wadowice, un pequeño pueblo al sur de Polonia, el 18 de mayo de 1920. Fue hijo de un obrero y militar polaco. El 16 de octubre de 1978 se convirtió en el sucesor de San Pedro, con el nombre de Juan Pablo I, con 58 años, era el Papa más joven.
El 13 de mayo de 1981 resultó herido de gravedad en un atentado del turco Ali Agca, desencadenando dolencias que le llevaron al quirófano.
Aunque en la cripta bajo la Basílica de San Pedro hay una tumba para él, circulan rumores de que el Papa, que contribuyó a la caída del comunismo, podría ser enterrado en Polonia, su tierra natal.
Jefes de Estado, de Gobierno, monarcas de diversos países hicieron llegar sus notas de pesar y confirmaron su presencia para el sepelio.
Las autoridades romanas se organizan para recibir al millón de personas que llegarían a despedirlo, mientras que la Iglesia Católica se prepara para la sucesión.
Tras este desenlace, el gobierno provisional de la Iglesia pasa a manos del cardenal camarlengo, que ostenta el español Eduardo Martínez Somalo (Baño de Río Tobias, en la Rioja, 31 de marzo de 1927). Él se encarga de administrar los bienes y los derechos temporales de la Santa Sede, ayudado por tres purpurados asistentes.
También está a su cargo confirmar -una vez informado por el prefecto de la casa pontificia- la muerte del Papa, de firmar el acta del deceso, sellar el apartamento del Pontífice y posesionarse del Palacio Apostólico Vaticano y los palacios Lateranense y de Castel Gandolfo. Deberá establecer, de acuerdo con los otros cardenales, el tipo de funeral, si Juan Pablo II no ha dejado órdenes precisas.
La Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis contempla que mientras esté vacante la Sede Apostólica, el Colegio de Cardenales no tiene ninguna potestad o jurisdicción sobre las cuestiones que corresponden al Papa. Las leyes existentes no pueden ser corregidas o modificadas y que a los cardenales lo que les corresponde es tomar decisiones urgentes como establecer el día, la hora y el modo en que el cadáver será trasladado a la Basílica de San Pedro y preparar las exequias.
Todos los jefes de los consejos pontificios y el secretario de Estado cesaron en sus cargos. Solo quedan el camarlengo, el penitenciario mayor y el vicario para Roma. En total, 117 cardenales tienen derecho a voto en el cónclave, aunque deberían ser 118, si se da a conocer el nombre del cardenal "secreto" que eligió el Papa en 2003, quien debe tener menos de 80 años.
Pero antes de que se convoque el cónclave, entre 15 y 20 días después de la muerte, el primer paso es declarar la defunción y romper el anillo del pescador, sello con el que Wojtyla estampó todos los documentos oficiales de su pontificado. (Agencias-NST)
TESTIMONIOS
"Su diálogo revelaba un gran carisma"
"Yo creo que Juan Pablo II fue una persona maravillosa, con valores humanos excepcionales. Él dejó con su muerte un gran vacío que será muy difícil de llenar dentro de la Iglesia y del corazón de los creyentes. Se convirtió en un símbolo de dignidad humana y solidaridad.
Yo recuerdo en estos momentos el día en que tuve un pequeño encuentro con Juan Pablo II, durante su visita al Ecuador hace 20 años. Esta entrevista fue al siguiente día de su llegada, antes de la audiencia con León Febres Cordero, quien en ese momento era el presidente del Ecuador.
Aunque cruzamos pocas palabras, su diálogo evidenciaba una gran personalidad y mucho carisma. Su visita a nuestro país convocó a miles de personas de distintas convicciones religiosas".
Blasco Peñaherrera, ex vicepresidente del Ecuador
"Yo era una joven que estuvo con él"
"Yo soy parte de una comunidad de catecúmenes y realicé hace pocos años un viaje a Israel, con varios jóvenes católicos del Ecuador para una cita con Juan Pablo II. La reunión fue en el Monte de las Bienaventuranzas.
El Pontífice congregó a jóvenes de todo el mundo en este lugar y se comunicó con los asistentes a través de altos parlantes. Nosotros escuchamos su mensaje por medio de una radio que traducía sus enseñanzas a varios idiomas.
Fue maravilloso, sus consejos los aplico todos los días de mi vida. Recuerdo que se ubicó en una gran plataforma y habló con sabiduría. Yo creo que Juan Pablo II fue un hombre muy claro en sus preceptos, pues su mensaje hacia los jóvenes fue directo y sencillo. Las enseñanzas que nos impartió nos las dio como consejos de padre".
Reina Luna, integrante de una comunidad ecunémica
El Papa ha muerto
El Santo Padre Juan Pablo II consciente de su grave estado de salud quiso permanecer en su habitación y morir en su cama blanca, se negó a ser trasladado al hospital en los últimos momentos de agonía
Eran las 21:37 (hora de Roma) del sábado 2 de febrero, la luz en una de las ventanas de los apartamentos del Papa en el tercer piso del palacio renacentista se apago, fue la señal que anunció su muerte. Después la plaza se quedó casi en penumbra.
Minutos después el arzobispo argentino Leonardo Sandri dio la noticia a los fieles de la Plaza de San Pedro que entonaron una oración y guardaron un minuto de silencio.
A continuación, en medio de la fresca noche romana, el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado del Vaticano, entonó el De profundis, tras el cual los fieles estallaron en un sentido aplauso de homenaje al hombre que fue uno de los principales protagonistas de la historia durante los últimos 26 años.
Después del anuncio, la campana mayor de San Pedro empezó a sonar para anunciar al mundo la noticia de la muerte de Karol Wojtyla, y el mismo tañido de dolor se repitió en los cientos de iglesias diseminadas por toda la ciudad y el mundo.
Horas después de anunciarse la muerte, decenas de miles de personas, unas 100 mil, según fuentes municipales, se congregaron en la Plaza de San Pedro del Vaticano y sus aledaños para expresar su dolor y su pesar por la muerte del papa Juan Pablo II.
Simultáneamente jefes de Estado y de Gobierno, de Reyes y de personalidades de todo el mundo entero hicieron llegar sus declaraciones de pésame.
Juan Pablo II, murió a los 84 años de edad aquejado por el mal de Parkinson, pero en los dos últimos días de agonía sufrió una serie de complicaciones en su salud como un paro cardiaco, un paro cardiocirculatorio, septicemia y deficiencia renal.
La vida del Santo Padre se apagó en la gran cama blanca de su diáfana habitación con vistas a la plaza San Pedro del Vaticano, tal como fue su último deseo, ya que se había negado a morir entubado en el hospital.
Una vez que el médico confirmó la defunción del Papa el prefecto de la casa pontificia anunció oficialmente la muerte: El papa muerto.
Todos los presentes en la habitación se arrodillaron y comenzaron los primeros responsos. Después, por orden jerárquico se acercaron al cadáver, y besaron la mano del difunto Pontífice.
Inmediatamente comenzó el turno de vela por parte de los canónigos penitenciarios. Se encendieron cuatro cirios a los pies de la cama y se colocó un acetre con agua bendita y el hisopo con agua bendita junto al lecho mortuorio para los responsos de los prelados visitantes.
El cardenal camarlengo, que vestía de violeta (color de luto según la tradición) y que es durante la sede vacante la más alta autoridad de la Iglesia, entró en la habitación escoltado por un destacamento de la Guardia Suiza con alabardas, símbolo de la nueva autoridad, para asegurarse oficialmente de la muerte del Pontífice.
En presencia del maestro de ceremonia y de los prelados de la casa pontificia, el camarlengo se acercó a la cama, retiró el pañuelo que cubre el rostro del Papa e inclinándose hacia el difunto lo llamó tres veces al Papa por su nombre de pila.
Después golpeó su frente con un pequeño martillo de plata y mango de marfil. Después de verificar dijo "vere papa mortuus est" (de verdad el Papa ha muerto).
A continuación retiró del dedo el anillo del Pescador, símbolo del poder pontificio.
El anillo fue machacado junto con el sello de plomo del Papa ante los cardenales, para evitar cualquier eventual falsificación de documentos papales.
Después el notario de la Cámara Apostólica levantó el acta de defunción y se procedió a anunciar oficialmente al mundo de la muerte de Karol Wojtyla.
Las iglesias del Ecuador se llenan de fieles
Para hoy se realizarán varias misas post mórtem en Quito de 07:00 a 12:00
La tarde de ayer, las iglesias del centro histórico de Quito se llenaron de centenares de feligreses que rogaban por el alma de sumo Pontífice.
Varios creyentes reunidos en La Catedral encomendaron su rezos frente a la imagen del Santísimo lamentando la muerte del Papa y rogando que el sucesor de la Iglesia dirija adecuadamente el futuro de la comunidad católica.
Esteban Noriega, de 45 años, al salir de la iglesia, confesó: "Yo vengo a orar muy a menudo, pero hoy es un momento especial porque quise despedirme con mis oraciones del Santo Papa, un hombre que ha dado su vida por el bien de la humanidad".
Otras iglesias acogieron a más fieles, quienes evocaban en el altar sus peticiones. Este panorama fue similar en La Compañía, San Francisco, El Sagrario y Santo Domingo.
A las afueras del convento de San Francisco se improvisó un pequeño altar con una cruz de madera y la imagen de la Virgen María. Alrededor de este lugar, unos cuantos fieles arrodillados rezaban conmovidos.
Carmen Correa, de 82 años, en la iglesia El Sagrario, entre lágrimas, dijo: "Dios al fin se compadeció por nuestro Santo Padre, él ha sufrido mucho durante su agonía, es mejor que haya ido hacia el cielo, aunque a nosotros nos cause una enorme pena".
En Cuenca, el monseñor Luis Alberto Luna Tobar, ex arzobispo de la ciudad, dijo que la agonía del Papa fue un acto impresionante de valentía y resignación, por todo lo que ha realizado durante los últimos meses por la Iglesia.
En esta ciudad, los fieles acudieron desde la tarde del sábado a las iglesias para rezar por el Pontífice. Los sacerdotes hicieron oraciones y hablaron en las predicas sobre el valor y el trabajo de Juan Pablo II.
Para monseñor Luna, el obispo mayor de Roma fue su amigo y recuerda que desde hace cinco años no había vuelto a verlo: "Tuvo una deferencia muy especial para con los ecuatorianos".
En la iglesia de la Catedral de la Inmaculada en Cuenca ayer cientos de feligreses rezaron por el Papa. Josefa Ortega llevaba en sus manos una vela y pedía en el altar de rodillas por el alma del Santo Padre: "El Papa, para nosotros, era todo, era el máximo representante de Dios en la tierra y era también nuestro protector", decía mientras los demás fieles levantaban oraciones al Todopoderoso.
Asimismo, en la iglesia del Carmen de la Asunción, desde las 18:00 comenzaron las misas y toda la noche no dejaron de ingresar fieles hasta el altar. Por medio de unas rejillas, las madres carmelitas que permanecen enclaustradas cantaban suavemente, mientras los creyentes rezaban.
En Portoviejo, las campanas de todas las iglesias repicaron cuando se anunció el fallecimiento, y en Manta la gente se apostó en los santuarios para rezar por el alma del jefe de la Iglesia Católica. (RMT/JPV/MEC)
Convocada para el lunes la reunión de cardenales
Los funerales oficiales de Juan Pablo II no serán antes del próximo jueves
VATICANO.- La reunión de la primera congregación de cardenales que deberá decidir la fecha de los funerales del papa Juan Pablo II fue convocada para mañana, anunció la noche de ayer el Vaticano en un comunicado.
Por lo pronto, este mismo día los restos mortales del sumo Pontífice serán trasladados a la Basílica de San Pedro del Vaticano para ser expuestos "al homenaje de los fieles".
Previa a la exposición, el cuerpo del Santo Padre debe ser entregado a los embalsamadores. El procedimiento exige que se le extraigan las vísceras, que son depositadas en urnas que se conservan en la cripta subterránea de la iglesia de San Vicente y San Anastasio, frente a la Fontana de Trevi, en Roma.
La normativa vaticana prohíbe fotografiar al Sumo Pontífice muerto. El camarlengo dará permiso para que se hagan fotos oficiales, pero siempre que esté ya revestido con los hábitos pontificios.
Los funerales de los Papas duran nueve días consecutivos, y su cuerpo debe ser inhumado entre el cuarto y el sexto día en la basílica vaticana cerca de la tumba de San Pedro, según las indicaciones que dejó el Pontífice en su Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis de 1996. (Agencias-MEC)
CONSTERNACIÓN MUNDIAL
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Annan: "Murió defensor de la paz"
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La Iglesia del Ecuador perdió a "un amigo"
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