La Paz. 12.06.93. (Editorial) La tradición boliviana que afirma
que para ser presidente en este país es mejor llegar en segundo o
tercer lugar en las elecciones quedó este año rota con la virtual
escogencia para el cargo de Gonzalo Sánchez de Lozada.

La otra tradición -"el pueblo vota pero no elige"- tampoco se
repitió este año, al conocerse este miércoles el nombre del
virtual presidente, producto de una nueva conducta política que
reconoció al ganador indiscutible de las elecciones su derecho a
acceder al cargo.

La victoria de Sánchez de Lozada, con más de 15 por ciento de la
votación respecto a su principal adversario, el oficialista Hugo
Banzer, forzó a los partidos perdedores a reconocer ese triunfo y
comprometerse a apoyar en el congreso la elección presidencial
del ganador.

Esa conducta configuró un panorama político inédito en la
historia reciente de este país, desde que recuperó la democracia
en 1982, porque a solo 72 horas de las elecciones generales
desapareció la incertidumbre sobre el nuevo gobierno.

El peligro de "empantanamiento" y la incertidumbre que en el
pasado amenazaban con poner en riesgo y la economía y hasta el
propio proceso democrático duraban los tres meses que separaban a
las elecciones del día de transmisión de mando, para terminar con
cuestionados acuerdos partidarios.

El fin de la espera llegó este miércoles con la renuncia de
Banzer -quien gobernó dictatorialmente a Bolivia entre 1971 y
1978- a continuar en la carrera por el poder.

Banzer fue el segundo candidato más votado en los comicios por lo
que tenía derecho, igual que el primero y el tercero, a disputar
en el Congreso presidencial.

La mayoría absoluta -50 por ciento más uno de los votos-
establecida por la Constitución para elegir al presidente,
tampoco pudo cumplirse este año, por lo que la selección del
mandatario quedó reservada para el Congreso que se instalará el 4
de agosto.

La decisión de Banzer de renunciar a su carrera y apoyar con los
votos de sus parlamentarios el acceso de Sánchez de Lozada a la
presidencia estuvo precedida por similar actitud que adoptaron
otros partidos minoritarios, que según los analistas fueron
decisivos para precipitar la renuncia del candidato oficialista.

Antonio Aranibar, del centroizquierdista movimiento "Bolivia
Libre", se adelantó el lunes en reconocer la victoria de Sánchez
de Lozada y comprometió los votos de sus parlamentarios para
hacerlo presidente.

La "Izquierda Unidad" y la Evangélica "Alianza Renovadora
Boliviana", con un parlamentario cada una, también ofrecieron su
apoyo a Sánchez de Lozada en el Congreso.

Con ello, el candidato tenía prácticamente asegurada su elección,
y las aspiraciones de Banzer -que el lunes había dicho que no
renunciará- se vieron frustradas ante la imposibilidad de
establecer alguna alianza que le garantizara los votos
requeridos.

Luego del anuncio de Banzer, a la populista "Conciencia de
Patria", del animador de radio y televisión Carlos Palenque, no
le quedó otra alternativa que sumarse al reconocimiento de la
victoria de Sánchez de Lozada.

Palenque, que aún confía en obtener el tercer lugar en los
cómputos, tenía la remota esperanza de repetir la historia de
1989, cuando el Congreso eligió presidente a Jaime Paz Zamora,
que había resultado tercero en las urnas.

Pero junto con el precedente de otros partidos que ya habían
anunciado el respaldo para Sánchez de Lozada, otra razón pesó en
la decisión de Banzer: la opinión de la iglesia católica, la
central obrera, analistas, empresarios y medios de comunicación.

Todos ellos se pronunciaron entre el lunes y el martes por
respetar la voluntad mayoritaria del pueblo expresada en las
urnas, y que quedó marcada con la amplia diferencia de más de 15
puntos respecto al segundo y por encima de 22 puntos con el
tercero.

No fue la primera vez que esto sucedió: en las elecciones de
1989, Sánchez de Lozada y Banzer ocuparon el mismo lugar que
ahora, pero con una diferencia mínima de votación.

Banzer optó ese año por apoyar la elección presidencial de Paz
Zamora, debido a que la diferencia de votación entre los tres
primeros candidatos no superaba el cuatro por ciento de los
sufragios.

Además, es la tercera vez en que el ex dictador se ve obligado a
renunciar a sus aspiraciones. La primera fue en 1985, cuando a
pesar de haber ganado las elecciones, Banzer renunció y
posibilitó el ascenso de Víctor Paz Estenssoro.

El presidente Paz Zamora reconoció este miércoles a Sánchez de
Lozada como virtual mandatario y pidió a los partidos
representados en el Congreso darle mayoría al nuevo gobierno.

Sánchez de Lozada deberá ser aún ratificado por el Congreso en
los primeros días de agosto, para asumir la presidencia el 6 de
ese mes, y gobernará con un parlamento mayoritariamente a su
favor. (IPS) (4A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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