Los dos pasos fronterizos ubicados en los departamentos colombianos de La Guajira y Arauca se encuentran abiertos
Bogotá y Caracas. Las desgastadas relaciones entre los Gobiernos de
Colombia y
Venezuela alcanzaron ayer su mayor grado de tensión con el cierre parcial de dos de los cuatro pasos fronterizos que unen a los dos países; ambos, ubicados en el estado venezolano de Táchira.
Las limitaciones al tránsito comenzaron el lunes por la tarde luego de que cuatro individuos a bordo de dos motos acribillasen por la espalda a dos integrantes de la Guardia Nacional (GN) venezolana, en la localidad de Ureña, muy cerca de la frontera colombiana.
En entrevista con Caracol Radio, el director de la Policía de Táchira, Alberto Berro, explicó que la medida se tomó por seguridad, tras los asesinatos del sargento Gerardo Zambrano y del cabo Senir López y porque, en varios pueblos de este estado de la República Bolivariana, fueron repartidos panfletos con mensajes amenazantes.
Berró dijo que las restricciones son parciales; sin embargo, varios pobladores fronterizos, tanto colombianos como venezolanos, aseguraron que el paso está completamente cerrado y que han hecho uso de caminos ilegales que son usados normalmente por contrabandistas de gasolina.
En tanto, el vicepresidente venezolano, Ramón Carrizález, negó que haya sido Caracas la que ordenó el cierre parcial del puente Francisco de Paula Santander y acusó a Bogotá de aplicar esta medida "todos los días" desde hace varias semanas.
Carrizales manifestó que Venezuela sí está llevando a cabo medidas estrictas de control a los colombianos "porque es desde ese país de donde está llegando la violencia que azota a Venezuela", aseguró.
El segundo mandatario dijo además que los dos uniformados de la GN fueron asesinados por bandas paramilitares (sin especificar su origen) que operan en todo el cordón fronterizo y que quieren desestabilizar a las fuerzas de seguridad venezolana.
Carrizales había denunciado el domingo pasado que existe un plan de infiltración paramilitar contra Venezuela, auspiciado por Bogotá y Washington para causar problemas al Gobierno de Hugo Chávez.
Israel acusa a Chávez
El viceministro israelí de Asuntos Exteriores, Dani Ayalón, acusó ayer al presidente venezolano,
Hugo Chávez, de haber convertido su país en una base de avanzada
iraní en América Latina.
Según el funcionario, el alcance que tiene Teherán no termina en Oriente Medio, sino que también llega al África y a Latinoamérica. Y, en concreto, acusó a Chávez de haber facilitado el ingreso del Régimen "fanático" de los ayatolás poniendo en riesgo la paz de la región.
En mayo pasado, Jerusalén emitió un informe de inteligencia, en el que se concluye que tanto Venezuela como Bolivia estarían facilitando el envío de uranio a Irán para el desarrollo de su programa nuclear. (EFE-AFP)
Pacto militar llega al Congreso
El Gobierno colombiano entregó ayer a los presidentes del Senado y de la Cámara de Representantes el texto completo del acuerdo bilateral que permite a los EEUU utilizar siete bases militares del país andino. El ministro del Interior y Justicia, Fabio Valencia, señaló que la entrega del documento al Congreso es meramente informativa y se hace, sobre todo, para terminar con las especulaciones y las adivinanzas acerca de lo acordado con Washington. El objetivo del convenio, firmado en Bogotá el viernes pasado, es permitir a los estadounidenses "el uso y el acceso ilimitados a instalaciones dentro de algunas bases militares colombianas con el cumplimiento de estrictos protocolos de seguridad", dijo el funcionario.
El pacto, explicó, es exclusivamente para las actividades mutuamente acordadas y busca combatir ciertos delitos solo en territorio colombiano, y con algunas limitaciones. Asimismo, indicó que Colombia podrá solicitar que se levante la inmunidad a militares estadounidenses que estén involucrados en delitos y aclaró que esta figura no protege a los contratistas de ese país. Resaltó además que Washington se comprometió a indemnizar a terceros que resulten afectados por sus acciones. (EFE)