Quito. 19 dic 97. Las naciones, un nuevo tipo de pandilla
juvenil conquista a cientos de menores de edad en Guayaquil.
Su vida se reduce a sexo, droga, alcohol y mucho baile

Se llaman "naciones" y están con formadas en su mayoría por
menores entre los 14 y 18 años de edad. Los varones visten
pantalones muy anchos, usan aretes y collares multicolores.
Las mujeres ropa corta y ajustada. Los viernes, sábados y
domingos, asisten a las discotecas que ofrecen matiné y casi
siempre las fiestas terminan en enfrentamientos. El de peores
consecuencias ocurrió el domingo 28 de septiembre en el centro
comercial Garzocentro 2.000, donde más de dos mil pandilleros,
protagonizaron una verdadera batalla campal. El saldo: seis
heridos de bala y decenas de contusos.

Según datos contenidos en un diario de un pandillero al que
Vistazo tuvo acceso, se estima que en Guayaquil existen más de
50 naciones, generalmente asentadas en sectores populares. Las
más poderosas cuentan con más de 100 integrantes.

La mayoría de las naciones tienen como finalidad el consumo de
drogas, alcohol y sobre todo, el desenfreno sexual en orgías
organizadas por los líderes.

ADMISION RIGUROSA

Para ingresar a las naciones, los aspirantes pasan por cuatro
fases. La primera es la de observación, en la que cinco
líderes llamados "coronas" vigilan el comportamiento del
integrante, etapa que puede durar tres semanas o más,
dependiendo de su comportamiento. Al término de esta fase se
les entrega una tira verde que deberá usarla como pulsera. Las
tres fases restantes involucran el hostigamiento con ataques
verbales de sus futuros compañeros y líderes; marginamiento; y
finalmente la cuarta fase son pruebas físicas.

Un padre de familia que pidió su anonimato, explicó a Vistazo
que su hijo de 14 años, estudiante del colegio Francisco de
Orellana, sufrió un impacto sicológico muy fuerte de un tiempo
a otro, cuando intentaba ingresar a la nación Latin People.
"Lo notaba callado, ya no quería hablar conmigo, yo lo dejaba
salir para que tuviera amigos, pero no me imaginé que estaba
pasando esas pruebas en una pandilla".

Añade que en esa nación que tiene su territorio en las
ciudadelas del sur y parte del Guasmo, impone pruebas físicas
traumatizantes. "Deben resistir golpizas, simulacros de
linchamiento, jornadas extenuantes de ejercicios de fuerza y
resistencia, así como cualquier penitencia que se le ocurra a
los líderes".

Su hijo le confesó luego que una vez pasadas las pruebas, se
realiza el bautizo en una piscina o en el estero salado de
Guayaquil, donde se le obliga a jurar amor a la nación y estar
dispuesto a todo por el grupo. "Juro que si de mí depende
sacrificaré mi vida por la nación", reza el juramento, antes
de imponérsele el collar distintivo, que es como su carnet de
identidad.

Para las mujeres, las pruebas de resistencia física son menos
rigurosas. Sin embargo, el bautizo de ellas consiste en
someterse a una orgía sexual con los líderes que se encuentren
dirigiendo la admisión ese día.

La razón por la que en esta historia, este padre de familia
suplicó su anonimato, se debe al peligro que corre su hijo,
por delatar los procedimientos del grupo. Por su parte, Luis
Quinteros, padre de familia de un estudiante de otro colegio
particular al que no quiso identificar por la misma razón,
confesó que sacó a su hijo del plantel al enterarse que allí
habían miembros de una nación poderosa. "Prefiero que esté en
casa y estudie por correspondencia, antes de que la corrupción
lo alcance", dijo preocupado.

VICIOS Y DIVERSION

Los padres que han vivido estas experiencias con sus hijos
saben que Guayaquil está dividido territorialmente por las
naciones y la vida de los jóvenes corre peligro. Si un miembro
de una nación X utiliza un collar por encima de la camisa en
un territorio ajeno, es señal de provocación que
inmediatamente genera una pelea. Asimismo, las mujeres tienen
prohibido tener amigos en otras naciones y la sola pretensión
de una de ellas, por parte de un pandillero, ha terminado más
de una vez en golpizas.

Pocas discotecas los aceptan en horarios vespertinos los días
viernes, sábados y domingos. En Latin Palace, For Ever, The
Place y Crocodrilus, más de una vez han protagonizado batallas
por el poder callejero. Empleados de las discotecas aseguran
que no se les vende ni cigarrillos ni licor y sólo se les
permite bailar. "Afuera hacen lo que les da la gana", dijo
Eugenio.

Además de la diversión en discotecas, los vicios son el plato
fuerte de las naciones. Javier, un niño de 14 años, confesó a
su profesora Rocío Cabrera que después de una matiné en la
discoteca Latin Palace, salieron a la casa de un compañero a
seguir la fiesta y después de haber bebido, esa noche tuvo
relaciones sexuales con tres chicas menores de edad.

LAS MAS FAMOSAS

Entre las naciones más famosas y reconocidas por su poder
callejero, sobresalen: Latin King, Latin People, My Family,
Ñetas, Gamines de Hierro, Big Clan, King Under World, Latin
Crazy, Hermanitos Ecuatorianos y Masters of the Street.

Algunos de los líderes mantienen su verdadera identidad oculta
y sólo se los reconoce con un nombre, como Carlos, el corona
de Gamines de Hierro. Esta pandilla tiene más de 100 jóvenes y
su territorio gira en torno a las calles Villavicencio y
Capitán Nájera.

En la actualidad también existe una nación llamada
Salvatruchas que está conformada por 60 jóvenes que vivieron
en Estados Unidos y 50 ecuatorianos.

FACTORES DEL FENóMENO

En un estudio realizado por el Instituto Latinoamericano de
Investigaciones Sociales (ILDIS) a principio de los años 90,
la doctora Mariana Argudo Chejín, manifiesta que la pandilla
en Guayaquil, igual que en otras partes, no nace en forma
improvisada, casual, intempestiva, sino por un proceso
progresivo de deformación social, para el cual juegan un papel
importante elementos de tipo familiar, económico, cultural,
antropológico, político y educativo.

Asimismo, un análisis sociológico realizado por el licenciado
Carlos Ferrín de la Torre, determina que el inicio del
pandillerismo en Guayaquil también está vinculado con la
exhibición de películas violentas, como The Warriors en los
años 80, que mostraba claramente como operaban las pandillas
en Nueva York. Añade que a esta influencia externa se suma el
entorno social en que se desarrollan los jóvenes. "Porque si
en nuestros líderes hay un espíritu depredador -desde el nivel
ambiental al económico-, la juventud no construye, sino que se
orienta hacia la destrucción".

Según la doctora en sicología Piedad Ortega de Spurrier, la
presencia de pandillas muestra el malestar del adolescente en
la sociedad, porque si el ideal del joven es dañino, quiere
decir que están cuestionando el mundo de los adultos. "Ellos
tienen que crearse su propio universo con principios como
lealtad, solidaridad e igualdad entre los miembros, para
demostrar que también tienen poder ". Sin embargo advierte que
el incremento de estos grupos llevaría a una descomposición
social en la ciudad.

Por su parte, la sicóloga Susana Cepeda, con experiencia en
asuntos sociales en Estados Unidos, manifiesta que durante su
permanencia en Norteamérica pudo notar que las pandillas
estadounidenses se producen entre jóvenes que sufren a veces
una marginación étnica, económica o emocional. "Aquí y allá,
son personas confundidas que están buscando pertenecer a algo
que les permita demostrar que son personas y ellos tanto como
otros necesitan cariño y comprensión".

TAREAS POR HACER

Según Susana Cepeda, en Estados Unidos hay programas sociales
destinados a canalizar a los jóvenes hacia el arte, el
deporte, la preparación académica, etc., espacios que sí han
frenado este fenómeno. Añade que en nuestro país, el gobierno
debería poner mucha atención a estos casos y aprovechar la
potencialidad del adolescente que quiere un lugar en la
sociedad.

La doctora Ortega manifiesta que es necesario que el
adolescente recupere la confianza en sus padres, en sus
educadores y autoridades porque los jóvenes se están criando
cada vez más solos. "Si hubieran áreas comunales donde ellos
se podrían reunir, habrían menos esquinas llenas de peligros".

Rocío Cabrera, profesora que escuchó las confidencias del
pequeño Javier y su experiencia de sexo, droga y alcohol a sus
14 años, aún no comprende como estas conductas están tomando
cuerpo en la ciudad. Ella se suma a los sicólogos y
sociólogos, quienes concluyen que la solución está en manos
del Estado y sus gobernantes, no sólo con obras, sino con
buenos ejemplos.

Otros gruposAdemás de las naciones, paralelamente se crearon
otros grupos autodenominados "organizaciones", clasificación
que en número y poder callejero, los pone por debajo de las
naciones, lo que genera competencia por demostrar beligerancia
y destrezas. De estos grupos hay unos preparados para la lucha
violenta y otros que se reúnen para compartir fiestas y
acciones de beneficio comunitario.

A todos estos grupos se los identifica fácilmente porque
además de usar ropa ancha o bailar rap, reggae y house,
también usan collares con colores menos llamativos, que los
distinguen de las naciones.

Así lo exhibe Manuel, líder de una organización denominada
Friends, quien asegura que "los jóvenes también tenemos un
espacio en esta sociedad y por el hecho de usar pantalones
anchos o bailar los ritmos de moda, no quiere decir que nos
neguemos a hacer cosas positivas". Este grupo que tiene más de
100 jóvenes, inclusive mayores de edad, como Isabel,
estudiante de tercer año de Obstetricia, realiza obras
comunitarias. El último trabajo fue pintar un colegio en la
cooperativa Juan Montalvo, en el kilómetro ocho y medio al
norte de la ciudad.

Confesiones de un pandilleroLas prácticas internas de la
nación Latin People, según dice en el diario de un integrante,
requieren de mucho coraje y entrega. A continuación algunos
detalles escritos allí:

Linchamiento

En esta práctica, el integrante es castigado y tratado como si
fuera un ladrón capturado.

Persecución

En un vehículo se persigue y se ataca al integrante como si se
tratara de un delincuente cualquiera.

Sepultado vivo

El integrante tendrá que ser enterrado por un tiempo
limitado...

Sin vergüenza

El integrante deberá llevar colgado como collar un ratón
muerto durante una tarde...

El disfraz

El integrante deberá disfrazarse de mujer y salir con unos
compañeros al centro de la ciudad sin que nadie lo
reconozca...

Prueba de mujeres

La primera consiste en ejercicios hasta decir basta; la
segunda de 30 latigazos sin piedad y la tercera es el bautizo
carnal...

Vestimenta

Para identificar a los Latin People su vestimenta será de
camiseta verde, pantalón negro, camiseta estampada con el
nombre de la nación...

Quién es quien

En Latin King, al líder se lo conoce como Looky, en Latin
People como Cian Day, en Ñetas, Roberto, en Gamines de Hierro,
Stalin y en Big Clan solo se lo conoce como El flaco. (Texto
tomado de la Revista Vistazo edición # 725 del 06 nov 97.)
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