Una Prueba Mas Para La Agd

Quito. 22 jul 99. El Progreso pasó a manos de un Estado pobre,
comprometido a dar una amplia garantía a desconfiados
depositantes que exigen la devolución del dinero

Hasta el cuatro de marzo, días antes que se congelen las cuentas
en el país, el Banco del Progreso ocupaba el primer puesto en el
sistema bancario al tener el 18 por ciento del total de los
depósitos. Cuatro meses después, un martes 13, desaparece del
sistema financiero y pasa a manos de un Estado pobre comprometido
a dar una amplia garantía a los depositantes. Es así como la
Agencia de Garantía de Depósitos recibe a este Banco con 720 mil
nerviosos depositantes, quienes cuentan los días para la llegada
del 26 de julio cuando se iniciaría el proceso de devolución del
dinero.

Se calcula que el pago costará al Estado unos 700 millones de
dólares, valor que se diluirá en el tiempo por cuanto los pagos
se harán poco a poco, y seguramente concluirán después de un año.


De acuerdo a la Ley de Reordenamiento cuando un banco entra en
saneamiento el Ministerio de Finanzas emite bonos para obtener
la liquidez necesaria que le permita cubrir los pagos, con lo
cual crece la deuda pública interna y el circulante. De hecho,
para el próximo mes se espera un repunte de la inflación. "Si la
emisión monetaria y la devolución de los fondos a los clientes
se la realiza en forma rápida se va a producir un alza del tipo
de cambio ", advirtió Omar Maluk, analista de la ESPOL .

Para los primeros pagos son necesarios 220 millones de dólares.
En esta primera tanda de pagos, que arranca el lunes 26 y
terminará en septiembre, se devolverá el dinero a quienes tienen
en sus cuentas de ahorros y corrientes hasta 2.000 UVC´s (110
millones de sucres) con lo cual se baja la presión social del
problema por cuanto se atiende a una gran masa de clientes.
Quedarán pendientes quienes tienen depósitos superiores; se
calcula que los afectados son unos 11 mil clientes.

Este sistema de goteo dará tiempo para ir liquidando los activos
del Banco. Otra alternativa que no está descartada es la subasta
de los depósitos más grandes entre los bancos que queden después
del saneamiento integral. Al vender los depósitos el Estado no
tendría que pagar todo el costo en efectivo por lo cual el costo
del saneamiento baja.

Por otro lado, la experiencia obtenida en los bancos que han
entrado en saneamiento anteriormente es que el 70 por ciento de
los pagos por decisión de los propios afectados se quedan en las
instituciones pagadoras del Estado, Filanbanco o Continental. Al
abrirse nuevas cuentas en ambos bancos no se ha necesitado dinero
en efectivo para hacer los desembolsos.

La vigencia del congelamiento es otro aliado para disminuir el
valor a desembolsarse por cuanto se aplican las mismas
condiciones de congelamiento de las otras entidades financieras.
Se pagarán las cuentas de ahorro y corrientes como si fuera un
banco operativo. Debido al congelamiento, los depósitos a plazos
que hasta el cuatro de marzo llegaban a los tres billones 800 mil
sucres quedan entre los pendientes, pues se irán pagando en la
medida en que vayan venciendo. Los únicos depósitos a plazo que
se pagarán de inmediato cuando se cumpla su vencimiento, son los
que se recibieron la última semana operativa del Banco, esto es
del 15 al 19 de marzo, que no están congelados al igual que los
depósitos a plazo de las entidades públicas.

La manzana de Eva

Un banco que ofrecía tasas de interés superiores al mercado como
política de negocios para captar inversiones, -lo cual es legal,
pero riesgoso para el depositante- fue la carta bajo la manga que
le permitió al Progreso ganar la preferencia de los clientes.
Ahora, éste es el obstáculo de los clientes para recuperar su
dinero una vez que la institución entró en saneamiento.

Quienes pusieron sus depósitos a una tasa de interés superior a
tres puntos al promedio, de acuerdo a la ley dictada por el
Congreso y que aprobó el Presidente de la República, no están
garantizados. Para ellos la única salida es reformar la Ley y
ampliar la garantía de depósito con un efecto retroactivo. "La
actual garantía deja a personas inocentes fuera. La gente no
tiene educación financiera", expresa Jorge Guzmán,
superintendente de Bancos, quien apoya esta reforma.

Entre diciembre de 1998 y febrero de 1999 los depósitos en ahorro
tenían tasas de captación promedio de 21 por ciento que se ubica
3.2 por ciento por arriba de la tasa del sistema. El saldo de los
depósitos en moneda nacional creció en estos meses en 800 mil
millones de sucres y 29 millones de dólares en incremento de
depósito a plazo. En la última semana la institución pagó un
promedio de 4.81 puntos porcentuales sobre el promedio del
sistema. Se calcula que son 25 mil personas, un tres por ciento
de los clientes del Progreso, los afectados por esta disposición.


Más allá de las cifras lo que interesa a los clientes es recobrar
su dinero. Lo que sí paga la Agencia de Garantía de Depósitos son
los intereses que hayan corrido hasta el día anterior de la
declaración de saneamiento, esto es el 12 de julio. Todos los
pagos se hacen sucretizados de acuerdo al tipo de cambio vigente
al día anterior al pago. Es decir, los depositantes no reciben
dólares, pero el tipo de cambio no se congela.

Las decenas de miles de clientes que capitalizaron sus depósitos
no deben preocuparse ya que tienen solo promesas de
capitalización condicionadas a que la Superintendencia acepte el
programa global de capitalización. Como éste no fue aceptado,
estas promesas no tienen efecto.

La diferencia de este proceso con el saneamiento de otros bancos,
más allá de su costo, es que será muy complicado por las
impugnaciones, los juicios penales, etc... lo que dará origen a
una serie de vicisitudes que no se han producido en los otros
procesos aceptados voluntariamente por ex accionistas y ex
administradores. Sin duda, el saneamiento no será un proceso
pacífico. Hay otro detalle: los pagos del Progreso arrancan el
26 de julio cuatro días antes de que se haga la presentación
pública de los informes finales de las auditorías sobre la
viabilidad de cada uno de los bancos. La Agencia de Garantía de
Depósitos tiene una ardua labor.

Con más confianza en Dios que en la AGD

Hernán Delgado, días antes de que el Banco cerrara sus puertas
renovó las pólizas de sus padres, personas de la tercera edad que
se mantenían con los intereses. Como muchos, la inversión la
realizó con tasas superiores a las estipuladas por la AGD.
Explica que su madre enferma pospuso una operación que debía
realizarse debido a la falta de dinero.

"Cometí el error de tener todo el dinero de mi familia en un solo
banco". dice lamentando su suerte.

"Al principio pensábamos que el Banco se iba a recuperar, pero
ahora nuestra esperanza es la AGD". A pesar de las dificultades
asegura: "Dios nos ha ayudado, nosotros confiamos bastante en Él
-¿Y en la AGD?- No tanto... más en Dios".

"Ni loco pongo el dinero en otro banco"

Edilberto Robles trabajó seis años en Estados Unidos y depositó
12 mil dólares en el Banco del Progreso. El al igual que 18.500
clientes en el Azuay observó con apatía el proceso de
recapitalización del banco y lo único que hoy exige es la
devolución de su dinero.

Este cuencano fue cliente por un año del Progreso, también tenía
14 mil dólares en el Banco del Azuay que entró a saneamiento.

"En USA trabajé duro en un campo abierto con nieve, calor,
batiendo lodo, con eso logré reunir dinero para dar estudios a
los hijos. Ahora recupero mi dinero y solo estando loco volveré
a ponerlo en otros bancos. No hay confianza, si tenemos dinero
hay que comprar tierras, casas antes que meterlos en un banco".

Nadie sabe para quien emigra

Mercedes Ordóñez, cuencana de 80 años, desde hace una década
recibía mensualmente dólares de su hijo, quien desde hace 15 años
reside en Estados Unidos. "Él pensaba regresar este año al
Ecuador y poner fin al agotador sueño americano, pero los planes
cambiaron", explica.

"De las captaciones un gran porcentaje corresponde a los
"tasistas" o depositantes a corto plazo que acostumbran sacar el
dinero de un banco en busca del mejor interés", explica Jaime
López, presidente del Comité de perjudicados del Banco del
Progreso. Afirma que en Azuay como en el resto de las provincias
hay perjudicados de grandes y pequeñas inversiones; hay casos
dramáticos de jubilados, amas de casa la Une del Azuay, grandes
industriales.

Cuál es el pecado de tener más de 2.000 UVC

Vicenta Laz de Hidalgo y su esposo Rodrigo, jubilados, después
de haber visto en la cadena de televisión al Super- intendente
de Bancos, comprendieron que la intervención de la AGD era
irreversible. Ahora lo que les preocupa es que los pagos a montos
superiores a 2.000 UVC, serán cancelados en una segunda tanda de
pagos. "¿Y cuál es el pecado de tener más de 100 millones en un
banco?", pregunta mientras se arrepiente de la insensatez de
depositar el producto de la venta de su villa en un solo lugar.

Les preocupa los rumores de que a los clientes les van a pagar
con bonos, "papeles que no sirven para nada. Nosotros queremos
nuestro dinero de vuelta así como lo trajimos al Banco, en
efectivo".

"Los intereses estaban buenos"

Aníbal Baca trabajó por 25 años en la Empresa Eléctrica del
Ecuador, se jubiló hace ocho recibiendo 13 millo- nes de sucres.
Con la compra y venta de autos usados, aumentó sus ahorros. Todo
su dinero lo depositó en el Banco del Progreso porque "los
intereses estaban buenos y con eso podía subsistir".

Como está desempleado, todas las semanas se paraba al frente del
Banco del Progreso en Quito y veía cómo la gente lloraba de la
desesperación por no tener ni qué comer.

"En mi familia somos cinco. Mis hijas estaban en el colegio
Andino que es particular y tuve que cambiarlas a uno fiscal. A
una la saqué y me duele decirlo, pero la tengo cocinando en la
casa. Ahora resulta que uno no puede ni educar a sus hijos".

El costo del saneamiento lo pagan todos los ecuatorianos. Se
espera un repunte de la inflación. (Texto tomado de La Revista
Vistazo)