Quito. 30 ago 2000. En una accidentada sesión y en medio de
cuestionamientos legales, la centroizquierda volvió a imponerse ante los
socialcristianos al elegir ayer al diputado Hugo Quevedo como nuevo
presidente del Congreso, pese a que cuatro horas antes de su designación
el Partido Social Cristiano lo había expulsado por supuesta indisciplina.

La elección de Quevedo fue cuestionada debido a que él autoproclamó su
candidatura mientras se tomaba la votación por el candidato propuesto por
el PSC, Simón Bustamante.

El ejecutivo, hasta el cierre de esta edición, no realizó ningún
pronunciamiento sobre la validez del acto. Sin embargo hacia las 20h30
Quevedo ya contaba con un edecán.

La violación al artículo 69 del Reglamento interno del Congreso, será el
argumento principal que utilizarán los socialcristianos para impugnar la
presidencia de Quevedo.

Xavier Neira propuso la candidatura del manabita Simón Bustamante, quien
solo recibió 48 votos de 120 diputados presentes en el pleno a la hora de
la votación.

Las presiones y cabildeos antes que unir, alejaron las posibilidades de
un entendimiento entre el Partido Social Cristiano y la Democracia
Popular. Estas dos tiendas partidistas radicalizaron posiciones y la DP
se adelantó a la estrategia del PSC y se abstuvo de consignar su voto por
Bustamante y Quevedo; la razón, según Ramiro Rivera, fue para no
prestarse al juego del PSC de responsabilizar a este partido de una
eventual crisis política.

Concluida la elección de Quevedo los socialcristianos, a través del
diputado Simón Bustamante, anunciaron su abandono de la sala
responsabilizando al Gobierno y la nueva mayoría de la crisis política
que podría desatarse en los próximos días.

La sesión que fue suspendida el 1 de agosto anterior por el primer
vicepresidente, Carlos Falquez, se reinstaló a las 16h45, con la
presencia de 122 diputados (no estuvo el independiente Mario Moreira).

Quince minutos antes, los socialcristianos, avisados de la estrategia de
la centroizquierda diseñada en la mañana, procedió a separar de sus filas
a Hugo Quevedo por desacato a las disposiciones del partido. Esta
expulsión fue notificada por el Presidente Nacional del PSC, Pascual del
Cioppo.

A las 17h00, se tomó la votación sobre la apelación de la presidencia del
Congreso planteada en contra de Juan José Pons el 1 de agosto, esta fue
aprobada con 68 votos de 120 legisladores presentes, con lo cual se
evidenció que la mayoría no había sido quebrada.

Después empezó la votación y cuando el candidato Simón Bustamante se
hallaba cerca de la treintena de votos provenientes de sus coidearios,
los disidentes de la DP, el conservadorismo, FRA y CFP, el expulsado Hugo
Quevedo proclamó su candidatura, la cual fue acogida por la mayoría de
centroizquierda (PRE, ID, Pachakutik, MPD y NP), que le permitieron
alzarse con la presidencia, con 50 votos. La DP no votó, pero su
presencia convalidó la elección. El PSC tras protestar por la designación
de Quevedo se marchó de la sesión. Carlos Falquez entregó la presidencia
a la segunda vicepresidenta, Nina Pacari, quien continuó la elección de
dignidades. Los diputados José Cordero (DP) y Antonio Posso (Pachakutik)
fueron elegidos, primero y segundo vicepresidente, respectivamente.

Quevedo: Vamos al diálogo

La primera alocución del presidente del Congreso, Hugo Quevedo, electo
por las fuerzas de centroizquierda, tuvo una sola tónica: realizar un
llamado al diálogo a los distintos sectores políticos, sociales y
económicos para configurar un nuevo país.

Quevedo en su corta intervención manifestó que "toca continuar con la
lucha y para eso requerimos que renazca la paz y la armonía para
trabajar. Vamos a trabajar con armonía con el Presidente de la República,
los obreros, los hermanos indios, los cholos y los empresarios".

El diputado orense prestó juramento como titular del Parlamento hacia las
18h45, cuando Nina Pacari se hizo cargo de la Presidencia del Congreso,
una vez que Falquez abandonó la sala junto con los socialcristianos.

Quevedo señaló que tras superar la crisis que empantanó el funcionamiento
de la entidad no cabía más que un renunciamiento de posiciones para que
retorne la tranquilidad, por lo que apeló al patriotismo de los 123
diputados para entrar de lleno en la agenda legislativa pendiente.

En referencia a sus ex compañeros de la bancada del Partido Social
Cristiano (PSC), que abandonaron la sala de sesiones, Quevedo los llamó a
reintegrarse al Congreso Nacional "porque si realmente queremos a la
República tenemos que demostrarlo con acciones, deponiendo cualquier odio
o revanchismo político".

Quevedo, en un tramo humano de su discurso de aceptación del cargo, pidió
a Dios y a su madre "las fuerzas necesarias para no defraudarlos. Esta
responsabilidad es de todos, del pueblo ecuatoriano".

Personal

Hugo Quevedo Montero, 53 años de edad. Nació en la provincia de El Oro.
Abogado de profesión. Diplomado en Criminología en la Universidad
Complutense de Madrid, España. Fue director de diario Opinión de Machala.

Ex alfarista, en 1998 fue elegido diputado de El Oro por el Partido
Social Cristiano, que ayer anunció su expulsión.

Neira: Hay lucha regional
A los pocos minutos de que se instalara la sesión (17h08), el jefe de
bloque del Partido Social Cristiano (PSC), Xavier Neira, pidió la palabra
para candidatizar a Simón Bustamante como el legislador que su partido
eligió como opción para que ocupe la presidencia del Congreso.

En su discurso (que demoró 33 minutos) Neira indicó que preocupa al país
"esta crisis absurda" que ha padecido durante 28 días.

"Me ha costado mucho esfuerzo dominarme a mí mismo, he soportado toda
clase de intrigas, agresiones, infundios y distorsiones acerca de lo que
está en juego", expresó.

Recordó que en determinada ocasión, al periodista Félix Narváez le había
comentado que se vendría "una lucha ideológica", pero que en el fondo de
esta existía una lucha regional que pronto se la identificaría.

"La tozudez, necedad, quemeimportismo, mezquindad, odio, rivalidad, se ha
hecho presente en un tema que debió ser resuelto el 1 de agosto.

Recordó las expresiones que formuló en agosto de 1998 el diputado de la
Democracia Popular (DP), Ramiro Rivera, durante la elección de Juan José
Pons como presidente del Congreso y también se refirió a las
declaraciones del diputado socialista León Roldós, al cuestionar la
actual forma de elegir a las autoridades legislativas y sin embargo no
impulsó las debidas reformas.

También mencionó al ex mandatario Osvaldo Hurtado y, levantando varios
libros de la autoría de este político, dijo que se entroniza la
posibilidad "de buscar traidores".

Calificó de "analistas dinosaurios ideológicos" a quienes cuestionaron
las acciones del PSC. (Texto tomado de El Universo)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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