Quito. 28 ago 2000. La crisis legislativa puede encontrar una salida
esta semana, ¿el Gobierno buscará consolidar una mayoría que le permita
legislar en adelante?
No buscamos conformar un bloque de mayoría, si por mayoría se entiende un
grupo de adeptos incondicionales al Gobierno. Estamos tratando, con
gestiones y acercamientos, que el Ejecutivo cuente con diputados con
quienes pueda conversar, concertar, en torno a la expedición de leyes que
permitan adaptar el país a la gobernabilidad.
Es decir que el Gobierno buscará tres diputados de un partido, dos de
otro, hasta alcanzar los votos...
Pueden venir todos los ecuatorianos. El ambiente del país es de tal
naturaleza que si yo converso con un grupo de diputados me dicen que
compro conciencias. Si no converso con ese mismo grupo, me dicen que
estoy encerrado en una cápsula y que no oigo opiniones. ¿Qué hago?
Seguiré dialogando con los diferentes sectores para obtener la opinión de
quienes no piensan como nosotros.
¿Cuál es la fórmula que planteará para volver a conversar con los
legisladores?
La aprobación de las reformas a la Trole II, conocida como la Trole III,
debiera significar la apertura de una puerta para que los sectores
políticos, de una manera civilizada, libre y democrática, se reúnan con
el Gobierno y las analicen. El objetivo no solo es acercarlas a lo
perfecto, sino introducir opiniones de todos los sectores políticos.
Queremos una mayoría para las leyes.
Pero, para aprobar la Trole III, el presupuesto, las autonomías necesitan
mayoría con los bloques o con diputados sueltos, ¿cómo garantizar que el
Gobierno tenga una mayoría unida en adelante?
Garantizar eso es imposible. Deseo que la mayoría responda al servicio
del país y no a un interés ajeno. Eso no va a ser resultado de que el
Gobierno encuentre los resortes adecuados para contentar a determinados
sectores y convertirlos en adeptos al Ejecutivo. Nuestra posición es
lograr que la mayoría del Congreso, ojalá la totalidad, este impregnada
de un espíritu de servicio y que busquen un camino de contacto con el
Gobierno.
Luego que la DP se unió a la mayoría el Gobierno ha tendido líneas de
acercamiento con ese bloque. ¿Significa un intento por volver a la
alianza PSC-DP?
El Ejecutivo busca restablecer el criterio de que el Gobierno no adopta
posiciones políticas proclives a un solo sector. La función Ejecutiva
está abierta a todos los sectores. Es importante conversar con los
representantes de la DP, pero también con los de la ID o con los
Conservadores. La posición del Gobierno no es convertirse en un árbitro
que dirima diferencias partidistas, sino en impulsador de medidas que
superen la grave crisis.
Eso quiere decir que el Gobierno conoce las agendas prioritarias de los
bloques legislativos y trabajará basándose en eso...
Las agendas de los bloques no. Lo que queremos es que las bancadas
conozcan nuestra agenda.
Tomando en cuenta las circunstancias, ¿cree que el Parlamento encontrará
una salida o se volverá a empantanar si el PSC obliga a votar por un
candidato?
(Un breve silencio) Yo espero que el martes se solucionen los problemas.
No estoy de acuerdo con la norma constitucional, pero no creo que hay que
irrespetarla. Cuando los días, los años, llegan a comprobar que una
disposición es inconveniente hay que buscar la reforma. La norma dice que
para los dos últimos años del Congreso, el Presidente de la institución
será un diputado que designe la segunda mayoría. Ahora le toca al PSC.
Ellos deben proceder con sensibilidad eligiendo a sus candidatos, para
que el Congreso tengan seguridad en elegir a su Presidente. A mi
criterio, sería ideal que el PSC establezca una terna y diga estos son
los afiliados a mi partido, los pongo a consideración.
Hace más de dos semanas, se produjo la crisis de Gabinete, ¿por qué el
Ejecutivo no aprovechó eso para abrir espacios de mediación legislativa?
La crisis de Gabinete fue un arbitrio legítimo que ha existido en el
país, pero no como producto de una divergencia interior que obligue al
Presidente a cambiar a sus colaboradores. Las circunstancias llevaron a
retirar solo a dos ministros, Antonio Andretta y Mauricio Dávalos.
El Presidente pudo aprovechar esas renuncias para poner a representantes
de los partidos...
Ese no es el Gobierno. No queremos convertir al Gobierno en objeto de un
reparto de cuotas, porque entonces se ha perdido toda coherencias
política y el rumbo del Gobierno. Eso no se aplica al temperamento y
convicción del presidente Noboa.
Si la crisis parlamentaria no se arregla, ¿el Ejecutivo acogería la
consulta planteada por la Conaie de convocar a nuevas elecciones?
La Conaie tiene la intención de convocar a una consulta, pero esa no es
solo para disolver el Congreso, sino para terminar con la dolarización,
la Ley Trole, con la transformación de la estructura del país. Me da la
sensación que es un manto para cubrir ciertos deseos de insurgencia. No
puede haber un país sin Congreso. El Parlamento puede tener defectos,
pero no puede desaparecer. Eso de creer que como cambiaron a un
Presidente de la República, también pueden cambiar instituciones, no
cabe. Si se disuelve el Congreso hay que convocar a nuevas elecciones y
quien garantiza que el pueblo acierte y vayan congresistas nuevos. Si van
los mismos, ¿qué hemos conseguido?
Los movimientos sociales han anunciado protestas, ¿qué va a hacer el
Gobierno?
Voy a conversar con representantes del sector indígena y voy a conocer
sus aspiraciones, que las cambian de repente. Me preocupa que se aparten
de las aspiraciones clasistas y étnicas, y que en cada dirigente indígena
haya otro político, dedicado a contar votos.Ya no es una agrupación que
busca las mejoras de los ciudadanos, sino que tengo la sensación de que
es un partido político.
¿Cuál va a ser su principal misión en esta cartera?
Buscar la paz y la unión de los ciudadanos.
Usted es el tercer ministro en de siete meses, en ese lapso el papel
político en esa cartera no se ha sentido, ¿usted recuperará ese
protagonismo necesario?
No creo que no haya habido protagonismo político, eran las circunstancias
en las que actuaban. Quiero restablecer la característica del Gobierno de
no estar mezclado en intereses partidistas.
Hay quienes le califican como socialcristiano, usted se define como
independiente, ¿a donde realmente apunta su tendencia, izquierda o
derecha?
Soy contrario a una clasificación así. (Texto tomado de El Comercio)
esta semana, ¿el Gobierno buscará consolidar una mayoría que le permita
legislar en adelante?
No buscamos conformar un bloque de mayoría, si por mayoría se entiende un
grupo de adeptos incondicionales al Gobierno. Estamos tratando, con
gestiones y acercamientos, que el Ejecutivo cuente con diputados con
quienes pueda conversar, concertar, en torno a la expedición de leyes que
permitan adaptar el país a la gobernabilidad.
Es decir que el Gobierno buscará tres diputados de un partido, dos de
otro, hasta alcanzar los votos...
Pueden venir todos los ecuatorianos. El ambiente del país es de tal
naturaleza que si yo converso con un grupo de diputados me dicen que
compro conciencias. Si no converso con ese mismo grupo, me dicen que
estoy encerrado en una cápsula y que no oigo opiniones. ¿Qué hago?
Seguiré dialogando con los diferentes sectores para obtener la opinión de
quienes no piensan como nosotros.
¿Cuál es la fórmula que planteará para volver a conversar con los
legisladores?
La aprobación de las reformas a la Trole II, conocida como la Trole III,
debiera significar la apertura de una puerta para que los sectores
políticos, de una manera civilizada, libre y democrática, se reúnan con
el Gobierno y las analicen. El objetivo no solo es acercarlas a lo
perfecto, sino introducir opiniones de todos los sectores políticos.
Queremos una mayoría para las leyes.
Pero, para aprobar la Trole III, el presupuesto, las autonomías necesitan
mayoría con los bloques o con diputados sueltos, ¿cómo garantizar que el
Gobierno tenga una mayoría unida en adelante?
Garantizar eso es imposible. Deseo que la mayoría responda al servicio
del país y no a un interés ajeno. Eso no va a ser resultado de que el
Gobierno encuentre los resortes adecuados para contentar a determinados
sectores y convertirlos en adeptos al Ejecutivo. Nuestra posición es
lograr que la mayoría del Congreso, ojalá la totalidad, este impregnada
de un espíritu de servicio y que busquen un camino de contacto con el
Gobierno.
Luego que la DP se unió a la mayoría el Gobierno ha tendido líneas de
acercamiento con ese bloque. ¿Significa un intento por volver a la
alianza PSC-DP?
El Ejecutivo busca restablecer el criterio de que el Gobierno no adopta
posiciones políticas proclives a un solo sector. La función Ejecutiva
está abierta a todos los sectores. Es importante conversar con los
representantes de la DP, pero también con los de la ID o con los
Conservadores. La posición del Gobierno no es convertirse en un árbitro
que dirima diferencias partidistas, sino en impulsador de medidas que
superen la grave crisis.
Eso quiere decir que el Gobierno conoce las agendas prioritarias de los
bloques legislativos y trabajará basándose en eso...
Las agendas de los bloques no. Lo que queremos es que las bancadas
conozcan nuestra agenda.
Tomando en cuenta las circunstancias, ¿cree que el Parlamento encontrará
una salida o se volverá a empantanar si el PSC obliga a votar por un
candidato?
(Un breve silencio) Yo espero que el martes se solucionen los problemas.
No estoy de acuerdo con la norma constitucional, pero no creo que hay que
irrespetarla. Cuando los días, los años, llegan a comprobar que una
disposición es inconveniente hay que buscar la reforma. La norma dice que
para los dos últimos años del Congreso, el Presidente de la institución
será un diputado que designe la segunda mayoría. Ahora le toca al PSC.
Ellos deben proceder con sensibilidad eligiendo a sus candidatos, para
que el Congreso tengan seguridad en elegir a su Presidente. A mi
criterio, sería ideal que el PSC establezca una terna y diga estos son
los afiliados a mi partido, los pongo a consideración.
Hace más de dos semanas, se produjo la crisis de Gabinete, ¿por qué el
Ejecutivo no aprovechó eso para abrir espacios de mediación legislativa?
La crisis de Gabinete fue un arbitrio legítimo que ha existido en el
país, pero no como producto de una divergencia interior que obligue al
Presidente a cambiar a sus colaboradores. Las circunstancias llevaron a
retirar solo a dos ministros, Antonio Andretta y Mauricio Dávalos.
El Presidente pudo aprovechar esas renuncias para poner a representantes
de los partidos...
Ese no es el Gobierno. No queremos convertir al Gobierno en objeto de un
reparto de cuotas, porque entonces se ha perdido toda coherencias
política y el rumbo del Gobierno. Eso no se aplica al temperamento y
convicción del presidente Noboa.
Si la crisis parlamentaria no se arregla, ¿el Ejecutivo acogería la
consulta planteada por la Conaie de convocar a nuevas elecciones?
La Conaie tiene la intención de convocar a una consulta, pero esa no es
solo para disolver el Congreso, sino para terminar con la dolarización,
la Ley Trole, con la transformación de la estructura del país. Me da la
sensación que es un manto para cubrir ciertos deseos de insurgencia. No
puede haber un país sin Congreso. El Parlamento puede tener defectos,
pero no puede desaparecer. Eso de creer que como cambiaron a un
Presidente de la República, también pueden cambiar instituciones, no
cabe. Si se disuelve el Congreso hay que convocar a nuevas elecciones y
quien garantiza que el pueblo acierte y vayan congresistas nuevos. Si van
los mismos, ¿qué hemos conseguido?
Los movimientos sociales han anunciado protestas, ¿qué va a hacer el
Gobierno?
Voy a conversar con representantes del sector indígena y voy a conocer
sus aspiraciones, que las cambian de repente. Me preocupa que se aparten
de las aspiraciones clasistas y étnicas, y que en cada dirigente indígena
haya otro político, dedicado a contar votos.Ya no es una agrupación que
busca las mejoras de los ciudadanos, sino que tengo la sensación de que
es un partido político.
¿Cuál va a ser su principal misión en esta cartera?
Buscar la paz y la unión de los ciudadanos.
Usted es el tercer ministro en de siete meses, en ese lapso el papel
político en esa cartera no se ha sentido, ¿usted recuperará ese
protagonismo necesario?
No creo que no haya habido protagonismo político, eran las circunstancias
en las que actuaban. Quiero restablecer la característica del Gobierno de
no estar mezclado en intereses partidistas.
Hay quienes le califican como socialcristiano, usted se define como
independiente, ¿a donde realmente apunta su tendencia, izquierda o
derecha?
Soy contrario a una clasificación así. (Texto tomado de El Comercio)
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