Guayaquil. 08 nov 96. La inseguridad bancaria al parecer
parte por casa. Ya hay un rostro en el señalamiento de la
Policía Nacional a los bancos. Edmundo Egas,
comandante del IV Distrito, reclama que éstos no
presentan acusación particular que permita mantener
presos a los asaltantes de las agencias bancarias.
El miércoles pasado se reunieron nuevamente para tratar
de hacer un trabajo conjunto. Ambos sectores terminaron
comprometidos.
La diferencia entre las partes también es de números.
Los registros de la Policía Nacional y de la Asociación
de Bancos de Guayaquil, sobre asaltos y los montos de
lo robado, no coinciden.
Según las estadísticas de la Policía Judicial del Guayas
(PJ-G), entre enero y octubre de 1996, fueron asaltadas
19 agencias bancarias. En el mismo período, la
Asociación registró un número más alto, más del doble:
41.
La diferencia quizá esté en que en la segunda se incluyen
los asaltos frustrados y los cometidos a entidades
financieras, mutualistas, casas de cambio y cooperativas
de ahorro y crédito.
La cifra oficial es de cerca de 7 mil millones de sucres
robados en lo que va de 1996, solo en las ciudades de
Guayaquil y Quito.
Entre enero de 1993 y octubre de 1996, se han cometido
97 asaltos en la Costa y 76 en la Sierra.
Las cifras son un subregistro. Solo en Guayaquil cinco
bancos no reportaron la cuantía de lo robado.
El propósito, más que determinar las cifras de los montos
robados y de las entidades asaltadas, es definir los
aspectos legales a la hora de iniciar los procesos
judiciales. Las cifras ayudan a determinar el grado de
gravedad del delito y las sumas que los delincuentes
obtienen en sus atracos.
Entre julio y septiembre la Policía capturó medio
centenar de asaltantes, miembros de organizadas
bandas que operaban en las provincias de Guayas,
Manabí y Los Ríos.
22 de los detenidos recuperaron la libertad en octubre
por falta de pruebas. Eso motivó la protesta del general
Edmundo Egas.
"La acción policial se ve empañada por las decisiones
que toman algunos jueces al dejarlos en libertad y por
la falta de colaboración de los representantes legales
de las entidades bancarias perjudicadas al no presentar
la acusación particular".
Los jueces, en una reunión sostenida con los jefes
policiales hace 8 días, respondieron. Sus acciones
obedecen a dos errores: el retardo en la entrega de los
informes policiales y falta datos de contundencia para
poder juzgar.
Su conclusión es que en la mayoría de los casos los
informes llegan al despacho después de las 48 horas
que otorga la Ley para que un individuo sea detenido
con fines de investigación.
En otro caso, los partes no tienen evaluaciones,
testimonios, entrevistas, diligencias procesales,
grafotécnicas, balística... y si no se cumplen esos
requisitos los detenidos pueden recuperar la libertad.
Enrique Tamariz, presidente del Comité Latinoamericano
de Seguridad Bancaria y funcionario del Banco
Continental, dijo que los bancos sí cumplen con la
obligación legal de presentar la denuncia antes los jueces
penales luego de ocurrido el robo.
Esa denuncia es la que sirve, posteriormente, a los
representantes legales o asesores jurídicos de la entidad
bancaria perjudicada, para reclamar a las compañías de
seguros y recuperar parte de lo robado en los asaltos.
Egas cree que esa forma de actuar es la que impide que
los delincuentes cumplan una pena larga. El General de
Policía dice que los dueños de los bancos se conforman
con que les restituyan el dinero.
¿Qué pasa con los asaltantes o los daños a terceros, no
son considerados importantes?
Para Enrique Tamariz el problema de la presentación de
una acusación particular no es sólo de la banca, sino
también de las compañías aseguradoras. Los asesores
jurídicos deberían subrogarse -dice él- y participar
activamente en el proceso para continuar la acción
judicial.
Las comunicaciones fallan
Representantes de la Asociación de Bancos y Policía
Nacional se reunieron ayer en Guayaquil. La agenda tenía
dos puntos básicos: la búsqueda de un sistema automático
de comunicación entre ambas instituciones y el análisis
del proceso de seguridad implementado por la Policía.
Sin embargo, los pormenores del encuentro y sus
resultados se mantienen en reserva. La razón: preservar
la información para asegurar una mayor eficiencia en el
control y la seguridad de las entidades bancarias.
Además, los resultados del encuentro solo servirán de
base para la cooperación entre las dos entidades.
Para el presidente del Comité Latinoamericano de
Seguridad Bancaria, Enrique Tamariz, los sistemas de
comunicación entre los bancos y la Policía debe ser
más eficaz que el actual.
Y va más allá. Señala que la institución policial adolece
de un mal sistema de comunicación, vehículos irregulares,
poca protección para sus miembros, escasez de personal
y le falta ajustar un plan integral de seguridad.
"Desde nuestro punto de vista, no puede diseñarse un
plan exclusivo para el sector bancario ni para una ciudad.
Un ejemplo. Si se elabora un plan para Quito, lógicamente
la ciudad queda protegida. ¿Y las otras qué?".
De ahí que el plan que se aplique debe cubrir todo el
país en todas las áreas de seguridad pública. "Hay
necesidad de establecer un sistema integral de seguridad
como una política de Estado, en donde todos los
segmentos de la seguridad se integren y funcionen
armónicamente", señaló el funcionario.
Tamariz dijo que lo que se pretende en la reunión es
avanzar en el tema de la seguridad. Existe la posibilidad
de que se instale un plano digital de la ciudad y que le
permitirá a la Policía Nacional establecer las
coordenadas del sitio donde se produjo un asalto.
Entre tanto, las autoridades policiales han insistido en
un mayor equipamiento y mejores armas. La ciudadanía,
en cambio, eficiencia y efectividad.
La Policía pone ejemplos
Jaime Alexander Hidalgo Sánchez, también se llama
John Carlos Vélez Sánchez o Mario Pólit Macías. Es un
asaltante de bancos apresado, liberado pronto y ahora
cabecilla de una banda. Por falta de una acusación
particular, salió libre el pasado 14 de agosto. En la
cárcel estuvo menos de un año.
La Policía lo responsabiliza de una serie de asaltos
cometidos en Guayaquil.
El 3 de enero asaltan y roban un camión blindado del
Banco La Previsora; el 27 de enero el Banco Financorp
de Urdesa; el 5 de septiembre roban la agencia Filanbanco
de Salinas; el 7 de octubre, vestidos como policías, el
Produbanco de La Garzota.
Hidalgo, Vélez, Polit, o cómo se llame, fue capturado
el viernes 18 de octubre en el sector de las avenidas
Isidro Ayora y José Luis Tamayo, en la ciudadela
Guayacanes, cuando se enfrentó a un grupo de agentes
que lo perseguían.
Allí murieron seis de sus compañeros Julio Peralta,
Hernán Delgado, Tito Altamirano, Plácido Monge, Facter
Suárez y Edison Mosquera. Están prófugos 15 miembros
de la banda.
Pero Edmundo Egas no sólo fustiga a los representantes
de los bancos, sino a los ciudadanos que fueron
perjudicados con el robo, por ejemplo, de su vehículo,
por no presentar acusación particular. (FUENTE EL
COMERCIO, P. A-2)
parte por casa. Ya hay un rostro en el señalamiento de la
Policía Nacional a los bancos. Edmundo Egas,
comandante del IV Distrito, reclama que éstos no
presentan acusación particular que permita mantener
presos a los asaltantes de las agencias bancarias.
El miércoles pasado se reunieron nuevamente para tratar
de hacer un trabajo conjunto. Ambos sectores terminaron
comprometidos.
La diferencia entre las partes también es de números.
Los registros de la Policía Nacional y de la Asociación
de Bancos de Guayaquil, sobre asaltos y los montos de
lo robado, no coinciden.
Según las estadísticas de la Policía Judicial del Guayas
(PJ-G), entre enero y octubre de 1996, fueron asaltadas
19 agencias bancarias. En el mismo período, la
Asociación registró un número más alto, más del doble:
41.
La diferencia quizá esté en que en la segunda se incluyen
los asaltos frustrados y los cometidos a entidades
financieras, mutualistas, casas de cambio y cooperativas
de ahorro y crédito.
La cifra oficial es de cerca de 7 mil millones de sucres
robados en lo que va de 1996, solo en las ciudades de
Guayaquil y Quito.
Entre enero de 1993 y octubre de 1996, se han cometido
97 asaltos en la Costa y 76 en la Sierra.
Las cifras son un subregistro. Solo en Guayaquil cinco
bancos no reportaron la cuantía de lo robado.
El propósito, más que determinar las cifras de los montos
robados y de las entidades asaltadas, es definir los
aspectos legales a la hora de iniciar los procesos
judiciales. Las cifras ayudan a determinar el grado de
gravedad del delito y las sumas que los delincuentes
obtienen en sus atracos.
Entre julio y septiembre la Policía capturó medio
centenar de asaltantes, miembros de organizadas
bandas que operaban en las provincias de Guayas,
Manabí y Los Ríos.
22 de los detenidos recuperaron la libertad en octubre
por falta de pruebas. Eso motivó la protesta del general
Edmundo Egas.
"La acción policial se ve empañada por las decisiones
que toman algunos jueces al dejarlos en libertad y por
la falta de colaboración de los representantes legales
de las entidades bancarias perjudicadas al no presentar
la acusación particular".
Los jueces, en una reunión sostenida con los jefes
policiales hace 8 días, respondieron. Sus acciones
obedecen a dos errores: el retardo en la entrega de los
informes policiales y falta datos de contundencia para
poder juzgar.
Su conclusión es que en la mayoría de los casos los
informes llegan al despacho después de las 48 horas
que otorga la Ley para que un individuo sea detenido
con fines de investigación.
En otro caso, los partes no tienen evaluaciones,
testimonios, entrevistas, diligencias procesales,
grafotécnicas, balística... y si no se cumplen esos
requisitos los detenidos pueden recuperar la libertad.
Enrique Tamariz, presidente del Comité Latinoamericano
de Seguridad Bancaria y funcionario del Banco
Continental, dijo que los bancos sí cumplen con la
obligación legal de presentar la denuncia antes los jueces
penales luego de ocurrido el robo.
Esa denuncia es la que sirve, posteriormente, a los
representantes legales o asesores jurídicos de la entidad
bancaria perjudicada, para reclamar a las compañías de
seguros y recuperar parte de lo robado en los asaltos.
Egas cree que esa forma de actuar es la que impide que
los delincuentes cumplan una pena larga. El General de
Policía dice que los dueños de los bancos se conforman
con que les restituyan el dinero.
¿Qué pasa con los asaltantes o los daños a terceros, no
son considerados importantes?
Para Enrique Tamariz el problema de la presentación de
una acusación particular no es sólo de la banca, sino
también de las compañías aseguradoras. Los asesores
jurídicos deberían subrogarse -dice él- y participar
activamente en el proceso para continuar la acción
judicial.
Las comunicaciones fallan
Representantes de la Asociación de Bancos y Policía
Nacional se reunieron ayer en Guayaquil. La agenda tenía
dos puntos básicos: la búsqueda de un sistema automático
de comunicación entre ambas instituciones y el análisis
del proceso de seguridad implementado por la Policía.
Sin embargo, los pormenores del encuentro y sus
resultados se mantienen en reserva. La razón: preservar
la información para asegurar una mayor eficiencia en el
control y la seguridad de las entidades bancarias.
Además, los resultados del encuentro solo servirán de
base para la cooperación entre las dos entidades.
Para el presidente del Comité Latinoamericano de
Seguridad Bancaria, Enrique Tamariz, los sistemas de
comunicación entre los bancos y la Policía debe ser
más eficaz que el actual.
Y va más allá. Señala que la institución policial adolece
de un mal sistema de comunicación, vehículos irregulares,
poca protección para sus miembros, escasez de personal
y le falta ajustar un plan integral de seguridad.
"Desde nuestro punto de vista, no puede diseñarse un
plan exclusivo para el sector bancario ni para una ciudad.
Un ejemplo. Si se elabora un plan para Quito, lógicamente
la ciudad queda protegida. ¿Y las otras qué?".
De ahí que el plan que se aplique debe cubrir todo el
país en todas las áreas de seguridad pública. "Hay
necesidad de establecer un sistema integral de seguridad
como una política de Estado, en donde todos los
segmentos de la seguridad se integren y funcionen
armónicamente", señaló el funcionario.
Tamariz dijo que lo que se pretende en la reunión es
avanzar en el tema de la seguridad. Existe la posibilidad
de que se instale un plano digital de la ciudad y que le
permitirá a la Policía Nacional establecer las
coordenadas del sitio donde se produjo un asalto.
Entre tanto, las autoridades policiales han insistido en
un mayor equipamiento y mejores armas. La ciudadanía,
en cambio, eficiencia y efectividad.
La Policía pone ejemplos
Jaime Alexander Hidalgo Sánchez, también se llama
John Carlos Vélez Sánchez o Mario Pólit Macías. Es un
asaltante de bancos apresado, liberado pronto y ahora
cabecilla de una banda. Por falta de una acusación
particular, salió libre el pasado 14 de agosto. En la
cárcel estuvo menos de un año.
La Policía lo responsabiliza de una serie de asaltos
cometidos en Guayaquil.
El 3 de enero asaltan y roban un camión blindado del
Banco La Previsora; el 27 de enero el Banco Financorp
de Urdesa; el 5 de septiembre roban la agencia Filanbanco
de Salinas; el 7 de octubre, vestidos como policías, el
Produbanco de La Garzota.
Hidalgo, Vélez, Polit, o cómo se llame, fue capturado
el viernes 18 de octubre en el sector de las avenidas
Isidro Ayora y José Luis Tamayo, en la ciudadela
Guayacanes, cuando se enfrentó a un grupo de agentes
que lo perseguían.
Allí murieron seis de sus compañeros Julio Peralta,
Hernán Delgado, Tito Altamirano, Plácido Monge, Facter
Suárez y Edison Mosquera. Están prófugos 15 miembros
de la banda.
Pero Edmundo Egas no sólo fustiga a los representantes
de los bancos, sino a los ciudadanos que fueron
perjudicados con el robo, por ejemplo, de su vehículo,
por no presentar acusación particular. (FUENTE EL
COMERCIO, P. A-2)
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