Quito. 20 nov 96. La necesidad de conversar
con el Congreso hizo regresar al presidente
Bucaram de su reunión en Salinas, aunque
oficialmente esta versión no se acepta.
El retorno del Presidente a Quito estaba
previsto para el viernes, pero la oposición
declarada por el PSC y la ID, le obligó a
suspender la reunión de Gabinete que se
desarrollaba en Salinas desde hace 10 días.
Aunque, según el secretario de la
Administración, Miguel Salem, no hubo un
motivo específico que haya obligado al
Presidente a regresar a Carondelet, "solo
debíamos retomar los asuntos que
necesitan ser tratados en los despachos.
Bucaram cerró la cumbre porque tenemos
que trabajar". Sin embargo, anunció que el
jueves el Primer Mandatario convocó a
una reunión del Gabinete con los jefes de
bloque y el Presidente del Congreso. El
encuentro se realizará en el propio recinto
legislativo.
El Gobierno aspira que los diputados
acepten escuchar. Salem explicó que
pretenden que ellos conozcan, lo
comprendan y luego hablen sobre las
reformas y el plan económico. Respecto
a la oposición "anticipada" del PSC y de
la ID sostiene que es rara, porque la
tendencia de los políticos debería ser
oír y si no son parte del régimen tratar
de interferir en él. Se mostró
preocupado por las resoluciones de los
dos partidos políticos.
El funcionario negó que el regreso sea
producto del malestar que causó al
Presidente los comentarios de la prensa y
de varias personalidades sobre la
evaluación de los 100 días de Gobierno.
"Para mí son fantásticos, solo basta
preguntar a las encuestadoras, y eso que
nosotros no creemos en ellas".
Pero un funcionario de Carondelet fue
más específico. El motivo primero habría
sido la urgencia de buscar consenso en el
Parlamento para lograr la aprobación del
paquete de reformas y para las medidas
económicas. Aunque también, explicó, se
debió a la presión del Consejo de
Seguridad (Cosena), para un encuentro.
Dos pedidos anteriores no fueron
aceptados por Bucaram.
Los miembros del Cosena consideran
importante que se designe a los
representantes ecuatorianos que
participarán en las reuniones directas
que comenzarán en diciembre con el
Perú. El inicio de las negociaciones lo
establece el Acuerdo de Santiago.
En la reunión del Cosena que comenzó
a las 11h45 y terminó a las 16h10,
también se analizó los resultados del
viaje de Bucaram a Chile a la Sexta
Cumbre Iberoamericana. En Carondelet
se negó que esta cita repentina del
Cosena se debe a problemas en la
frontera, pero los miembros mantuvieron
total reserva y prefirieron entrar por un
acceso secundario de la Presidencia.
Otro tema especial del encuentro fueron
las medidas económicas. Según Salem,
es saludable que otras personas que no
estuvieron en Salinas conozcan el trabajo
del Gobierno.
Entre tanto, el anuncio de las medidas
está en suspenso. El Secretario de la
Administración explicó que éstas se harán
públicas cuando se termine el Gabinete
en Salinas.
"Si concluye el 25 se anunciará el 26, es
decir al día siguiente a la finalización del
encuentro. No podemos apresurarnos en
tomar medidas que no estén bien estudiadas,
analizadas y corregidas".
Los diputados no quieren llegar a acuerdos
El llamado del presidente Bucaram a
dialogar sobre el plan económico y las
reformas legales tuvo poco eco entre los
bloques legislativos. Y, más por obligación,
la mayoría estará esta noche en el Plenario,
donde el Mandatario ha solicitado ser
recibido.
El PSC, la DP, la ID, el MPD y Nuevo País
coincidieron en que no hay nada de qué
hablar con el Gobierno. El Presidente ha
tomado su posición de aplicar un nuevo
sistema, y por lo mismo no habría sentido
de "negociar" un hecho casi consumado.
El jefe del bloque del PSC, Alvaro Pérez,
ratificó que ningún representante de este
partido concurrirá a la cita con el
presidente Bucaram. Lo que también
implica que la asistencia de sus diputados
al Plenario está en duda. "Es importante
que el país recuerde que nosotros
presentamos una propuesta económica,
política y social en la campaña. El país
escogió la otra propuesta electoral".
El socialcristiano insistió que están
opuestos a cualquier tipo de incremento
de los impuestos y que el plan económico
justamente busca la elevación de las
tarifas de los servicios básicos, así
como del IVA y del ICE. Por eso,
mientras el Gobierno se mantenga en esa
posición, no están dispuestos a conversar
con los representantes del régimen.
De ahí también que si el Ejecutivo envía
proyectos de ley en ese sentido no les
darán su apoyo, salvo que consideren a la
propuesta como aceptable.
Según el diputado César Verduga (DP),
si el Presidente del Congreso va al
Plenario, los diputados tendrán que
escucharlo, aunque eso no significa que
se haya aceptado algún otro tipo de
conversación.
Es por eso que, aseguró, en ningún caso su
bancada se prestará para las llamadas
reuniones de jefes de bloque, más aún
cuando en dos ocasiones anteriores no se
llegó a nada con Bucaram, y peor
ahora que al discutir el plan de gobierno
ha descalificado a líderes como Osvaldo
Hurtado y Rodrigo Borja.
Para el diputado Napoleón Saltos (Nuevo
País), si es una reunión informativa no
tiene mayor sentido, así como podría ser
una trampa para después decir que se
agotaron las consultas sobre el
tema, cuando se sabe "que se esperan
medidas de chantaje al decir que se
aprobarán a las buenas o a las malas".
A ese argumento se suma otro: que el
Gobierno no tiene una vocación de
diálogo sino de imposición, "como lo
demuestran los resultados de las dos
reuniones de jefes de bloque con Bucaram:
en la Ley Eléctrica se llegó a un acuerdo,
pero no se ha concretado. En ese ambiente
no queremos participar".
El diputado Gustavo Terán (MPD) calificó
de una "cortina de humo" a la cita, pues
solo se quiere ocultar las intenciones del
plan de justificar un presupuesto cargado
de inconstitucionalidad.
Pese a la falta de credibilidad de estos
bloques sobre el régimen, algunos sectores
mostraron su disposición a escuchar al
Presidente.
Estuardo Hidalgo, coordinador del bloque
G-8 de independientes, consideró que es
necesario oír al Presidente y conocer sus
planteamientos. (FUENTE: EL COMERCIO)
con el Congreso hizo regresar al presidente
Bucaram de su reunión en Salinas, aunque
oficialmente esta versión no se acepta.
El retorno del Presidente a Quito estaba
previsto para el viernes, pero la oposición
declarada por el PSC y la ID, le obligó a
suspender la reunión de Gabinete que se
desarrollaba en Salinas desde hace 10 días.
Aunque, según el secretario de la
Administración, Miguel Salem, no hubo un
motivo específico que haya obligado al
Presidente a regresar a Carondelet, "solo
debíamos retomar los asuntos que
necesitan ser tratados en los despachos.
Bucaram cerró la cumbre porque tenemos
que trabajar". Sin embargo, anunció que el
jueves el Primer Mandatario convocó a
una reunión del Gabinete con los jefes de
bloque y el Presidente del Congreso. El
encuentro se realizará en el propio recinto
legislativo.
El Gobierno aspira que los diputados
acepten escuchar. Salem explicó que
pretenden que ellos conozcan, lo
comprendan y luego hablen sobre las
reformas y el plan económico. Respecto
a la oposición "anticipada" del PSC y de
la ID sostiene que es rara, porque la
tendencia de los políticos debería ser
oír y si no son parte del régimen tratar
de interferir en él. Se mostró
preocupado por las resoluciones de los
dos partidos políticos.
El funcionario negó que el regreso sea
producto del malestar que causó al
Presidente los comentarios de la prensa y
de varias personalidades sobre la
evaluación de los 100 días de Gobierno.
"Para mí son fantásticos, solo basta
preguntar a las encuestadoras, y eso que
nosotros no creemos en ellas".
Pero un funcionario de Carondelet fue
más específico. El motivo primero habría
sido la urgencia de buscar consenso en el
Parlamento para lograr la aprobación del
paquete de reformas y para las medidas
económicas. Aunque también, explicó, se
debió a la presión del Consejo de
Seguridad (Cosena), para un encuentro.
Dos pedidos anteriores no fueron
aceptados por Bucaram.
Los miembros del Cosena consideran
importante que se designe a los
representantes ecuatorianos que
participarán en las reuniones directas
que comenzarán en diciembre con el
Perú. El inicio de las negociaciones lo
establece el Acuerdo de Santiago.
En la reunión del Cosena que comenzó
a las 11h45 y terminó a las 16h10,
también se analizó los resultados del
viaje de Bucaram a Chile a la Sexta
Cumbre Iberoamericana. En Carondelet
se negó que esta cita repentina del
Cosena se debe a problemas en la
frontera, pero los miembros mantuvieron
total reserva y prefirieron entrar por un
acceso secundario de la Presidencia.
Otro tema especial del encuentro fueron
las medidas económicas. Según Salem,
es saludable que otras personas que no
estuvieron en Salinas conozcan el trabajo
del Gobierno.
Entre tanto, el anuncio de las medidas
está en suspenso. El Secretario de la
Administración explicó que éstas se harán
públicas cuando se termine el Gabinete
en Salinas.
"Si concluye el 25 se anunciará el 26, es
decir al día siguiente a la finalización del
encuentro. No podemos apresurarnos en
tomar medidas que no estén bien estudiadas,
analizadas y corregidas".
Los diputados no quieren llegar a acuerdos
El llamado del presidente Bucaram a
dialogar sobre el plan económico y las
reformas legales tuvo poco eco entre los
bloques legislativos. Y, más por obligación,
la mayoría estará esta noche en el Plenario,
donde el Mandatario ha solicitado ser
recibido.
El PSC, la DP, la ID, el MPD y Nuevo País
coincidieron en que no hay nada de qué
hablar con el Gobierno. El Presidente ha
tomado su posición de aplicar un nuevo
sistema, y por lo mismo no habría sentido
de "negociar" un hecho casi consumado.
El jefe del bloque del PSC, Alvaro Pérez,
ratificó que ningún representante de este
partido concurrirá a la cita con el
presidente Bucaram. Lo que también
implica que la asistencia de sus diputados
al Plenario está en duda. "Es importante
que el país recuerde que nosotros
presentamos una propuesta económica,
política y social en la campaña. El país
escogió la otra propuesta electoral".
El socialcristiano insistió que están
opuestos a cualquier tipo de incremento
de los impuestos y que el plan económico
justamente busca la elevación de las
tarifas de los servicios básicos, así
como del IVA y del ICE. Por eso,
mientras el Gobierno se mantenga en esa
posición, no están dispuestos a conversar
con los representantes del régimen.
De ahí también que si el Ejecutivo envía
proyectos de ley en ese sentido no les
darán su apoyo, salvo que consideren a la
propuesta como aceptable.
Según el diputado César Verduga (DP),
si el Presidente del Congreso va al
Plenario, los diputados tendrán que
escucharlo, aunque eso no significa que
se haya aceptado algún otro tipo de
conversación.
Es por eso que, aseguró, en ningún caso su
bancada se prestará para las llamadas
reuniones de jefes de bloque, más aún
cuando en dos ocasiones anteriores no se
llegó a nada con Bucaram, y peor
ahora que al discutir el plan de gobierno
ha descalificado a líderes como Osvaldo
Hurtado y Rodrigo Borja.
Para el diputado Napoleón Saltos (Nuevo
País), si es una reunión informativa no
tiene mayor sentido, así como podría ser
una trampa para después decir que se
agotaron las consultas sobre el
tema, cuando se sabe "que se esperan
medidas de chantaje al decir que se
aprobarán a las buenas o a las malas".
A ese argumento se suma otro: que el
Gobierno no tiene una vocación de
diálogo sino de imposición, "como lo
demuestran los resultados de las dos
reuniones de jefes de bloque con Bucaram:
en la Ley Eléctrica se llegó a un acuerdo,
pero no se ha concretado. En ese ambiente
no queremos participar".
El diputado Gustavo Terán (MPD) calificó
de una "cortina de humo" a la cita, pues
solo se quiere ocultar las intenciones del
plan de justificar un presupuesto cargado
de inconstitucionalidad.
Pese a la falta de credibilidad de estos
bloques sobre el régimen, algunos sectores
mostraron su disposición a escuchar al
Presidente.
Estuardo Hidalgo, coordinador del bloque
G-8 de independientes, consideró que es
necesario oír al Presidente y conocer sus
planteamientos. (FUENTE: EL COMERCIO)
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