COLOMBIA. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, arribó este miércoles al pueblo de Toribío, en el Cauca, suroeste de Colombia, donde la comunidad indígena le exige la salida de militares y policías para cesar los enfrentamientos con la guerrilla, que se intensificaron en los últimos días.
Santos celebra en Toribío un consejo de seguridad junto a su tren ministerial y otros funcionarios, comprobó un fotógrafo en el lugar.
"Vamos a pedirle al presidente que retire la fuerza militar y que deje en manos de la guardia indígena el control territorial. Igual planteamiento vamos a hacerle a la guerrilla. Si no se retiran seguiremos haciendo la desmilitarización nosotros mismos con nuestras propias manos", dijo Carlos Andrés Alfonso, representante de la comunidad.
Toribío, ubicado en la zona montañosa del Cauca, entre las ciudades de Cali y Popayán, fue objeto de hostigamientos el fin de semana por parte de la guerrilla de las FARC que dejaron al menos ocho personas heridas y forzaron el desplazamiento temporal de sus habitantes.
Este miércoles seguían hospitalizadas en Cali (500 km al suroeste de Bogotá) una médico y una enfermera a la que hubo que amputarle una pierna, confirmó una vocera del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Además, el martes, en el municipio de Argelia, también en Cauca, un niño murió y otros cuatro quedaron heridos por el estallido de una motocicleta bomba.
Ante los hostigamientos en la región, miles de indígenas tomaron Toribío el domingo y un día después, apoyados por la guardia indígena, retiraron las trincheras que el Ejército y la Policía mantenían en las afueras de la población para resguardarse de los ataques.
A la vez, cerca de 1 000 indígenas marcharon hacia las montañas que circundan el pueblo para tratar de convencer a la guerrilla de cesar los enfrentamientos.
Sin embargo, el ministro de la Defensa, Juan Carlos Pinzón, descartó este miércoles que se vaya a retirar a la fuerza pública de la zona, como piden los indígenas, que sostienen que su presencia no les ha brindado protección.
"Nosotros tenemos que seguir copando esas áreas base que las FARC han establecido allá por décadas. Vamos a revisar si tenemos que seguir colocando más tropas para seguir garantizando la seguridad, pero que quede claro que no vamos a bajar la presión", dijo Pinzón. (AFP)