BOGOTÁ. El representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Todd Howland, afirmó hoy que centenares de civiles están "afectados gravemente" en el departamento de Cauca por los enfrentamientos entre la guerrilla de las FARC y la fuerza pública.
Howland hizo el comentario tras visitar este viernes algunos caseríos de Cauca que han sido blanco de ataques de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que hace una semana incrementaron sus acciones en esa provincia del suroeste del país.
La misión de la ONU se entrevistó con habitantes de aldeas en jurisdicción del municipio de Miranda, muchos de los cuales tuvieron que abandonar sus casas por el fragor de los combates.
"Hay muchos indígenas y campesinos en esta área con parcelas pequeñas. Es como tener una guerra en su patio trasero. Muchos en Bogotá y en otras ciudades piensan que este conflicto sólo existe en las montañas. Pero la verdad es que donde está el conflicto hay muchas personas que viven, trabajan, van a la escuela y tienen su hogar allí. Estos colombianos están afectados gravemente", dijo Howland.
"Durante casi toda la misión escuché disparos y explosiones. Salí de la zona por un camino diferente al que entré. Sé que el coordinador de la guardia indígena de Miranda, Camilo Tarquinas, quien nos acompañó en varios de estos lugares, al salir de la zona fue herido en su pierna izquierda y se encuentra en el hospital", añadió el dignatario de las Naciones Unidas.
Howland repudió los ataques que han afectado a la población civil en esa zona y dijo que la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quiere "que haya una solución a estos graves hechos".
Por su parte, la Defensoría del Pueblo de Colombia advirtió de los problemas de tipo humanitario que padecen algunos municipios y caseríos de Cauca como consecuencia de la ofensiva de las FARC, que si bien empezó hace varios meses se intensificó de forma notable en la última semana.
Una comisión de la Defensoría del Pueblo recorrió el viernes los municipios de Caloto, Jambaló, Toribío y Miranda.
El jefe de la misión, Víctor Meléndez, señaló en un reporte que los ataques han ocasionado "la muerte y heridas a personas civiles, el desplazamiento forzado de la población, daños a viviendas, instalaciones públicas y a la infraestructura de comunicaciones".
Se estima que por lo menos 1.500 personas de varios pueblos de Cauca se han dirigido a sectores más seguros desde que se intensificó la ofensiva, el 6 de julio. Un niño murió, mientras que una veintena de personas han resultado heridas. Las casas afectadas por explosiones y disparos son más de un centenar.
Dos tripulantes de un avión de la Fuerza Aérea murieron el jueves al caer a tierra en medio de un combate cerca de Jambaló. Las FARC aseguran que el aparato se precipitó por sus disparos, mientras que el gobierno sostiene que se trató de un accidente.
Indígenas que viven en Toribío se movilizaron desde el lunes pasado para excluir sus territorios del conflicto armado interno mediante hostigamientos a las FARC y a la fuerza pública.
Centenares de miembros de la comunidad Paez destruyeron trincheras del Ejército y la Policía Nacional en ese sector y emprendieron la búsqueda de campamentos guerrilleros para exigirles también que se marchen. En una de esas acciones se incautaron de cinco bombas de fabricación artesanal que tenían las FARC. (DPA)