Noboa Con El Peso Del Imperio A La Espalda

Guayaquil. 9 may 98. Hace pocos años la revista Forbes, al
hablar de las familias más ricas del mundo, se refirió a los
Noboa de Ecuador. Al dedicarle unas líneas a Alvaro Noboa, el
autor del artículo escribió: "Tiene un ego del tamaño de uno
de sus barcos cargueros... Afirmó que llegaría a ser
Emperador".

Esta definición retrata una gran extensión de lo que es la
personalidad de este guayaquileño de 47 años (cumple 48 el 21
de noviembre), quien no se esfuerza mucho por desvirtuarlo. En
su momento, explicó: "Dije simbólicamente que en el imperio
habían tres reinos: el Grupo Alvaro Noboa, la Corporación
Noboa y el Grupo Noboa y que algún día sería el emperador de
los tres".

¿Cuál es la capacidad de liderazgo de este religioso
practicante, voluntarioso y obsesivo con las idea que se le
meten entre ceja y ceja (de joven habló de hacer la
revolución, estuvo en el oriente y pasó por algunos
calabozos)?

Como administrador, le gusta el estilo vertical, aunque
plantea en la gerencia de sus empresas un trabajo en equipo.
Impone casi siempre sus decisiones, lo que implica su poca
predisposición a crear espacios de consenso.

Quienes lo rodean en materia laboral sí están convencidos de
su liderazgo. Y aunque es capaz de demostrar cierto poder de
convocatoria entre los grupos empresariales y de amigos,
muchos se lo atribuyen a la utilización de su fortuna.

En cuestiones de trabajo no tiene límite de tiempo. Es hombre
de largo aliento con jornadas de diez o más horas diarias de
trabajo. No es gratuito que su lujoso apartamento esté en el
mismo edificio donde funciona la oficina principal de su
banco, el Litoral, en el malecón de Guayaquil.

No se podría concebir la idea de una persona al mando de más
de un centenar de empresas en las más diversas áreas de la
producción sin un perfil ejecutivo con muchas de las
características anteriores. Pero en el caso de Alvaro Noboa
Pontón, amigos y competidores dicen que es desatinado
atribuirle la autoría del éxito de Bananera Noboa, por
ejemplo, o el mantenerla como la más grande exportadora de la
fruta en Ecuador y una de las cuatro del negocio en el mundo.

Más aún cuando recién hace poco más de un año el actual
candidato asumió por segunda vez la dirección de la bananera
dentro de un grupo de otras compañías, tras un polémico
acuerdo con Mercedes Santistevan, la viuda de su padre Luis
Noboa Naranjo.

Años de conflictos judiciales por la herencia entre los seis
hermanos Noboa Pontón y Mercedes Santistevan (la segunda
esposa de Luis Noboa Naranjo) alcanzaron su punto culminante
precisamente durante el fugaz gobierno de Bucaram. Para nadie
fue un secreto que él tomó partido por quien hasta entonces
solo había sido considerado su financista y al que le confió
el manejo de la política monetaria. En un hecho inédito, un
mes antes de perder el poder, Bucaram públicamente amenazó con
expropiar los terrenos de la hacienda el Batán en la vía
Guayaquil-Samborondón de Ernesto Estrada, hijo de Mercedes
Santistevan, a quien obligó así, según fuentes de la familia,
a llegar a un acuerdo con Alvaro Noboa.

Pero meses antes el actual candidato había realizado otra
movida en esa línea: logró la intervención de la Bananera
Noboa que entonces estaba al mando de su cuñado Isidro Romero.
Lo negó, pero fue tan evidente que su mano estuvo allí, como
que la autoridad que ejecutó la orden fue el intendente de
compañías en el gobierno bucaramista, Rodolfo Baquerizo, hoy
presentador de noticias de Noti 10, uno de sus hombres de
confianza.

Estos dos hechos configuran uno de los rasgos más claros de su
perfil como empresario y persona, que ahora se ve dimensionado
por la unión de dos soles: el del poder económico con el
político. Por eso para muchos de quienes lo conocen no fue
extraño que su meta como candidato presidencial no haya sido
tramada con mucha más antelación de lo que se pudiera pensar.

En la campaña anterior, Bucaram le había propuesto la primera
diputación del partido. "Le contesté que en ese momento de mi
vida no podía hacerlo pero que lo apoyaría porque creía que su
labor iba a ser buena para el país. Entonces acababa de
obtener el control de las empresas de lo que hoy es el Grupo
Noboa. "El juicio comenzaba", dijo Noboa.

Tres semanas antes de que aceptara la candidatura, Noboa dijo
que no lo haría y lo explicó en los mismos términos que
utilizó cuando dijo no a la diputación. Es decir,
estratégicamente no es correcto emprender una empresa tan
grande cuando recién está al frente de una igual o mayor, el
grupo Noboa. Sin embargo aquí afloró otra de sus
características: es impredecible. Aceptó correr casi al cierre
de las inscripciones.

En su oficina lo que más abundan son los informes económicos
de la empresas y los teléfonos, por los cuales se comunica en
español, francés o inglés (fluidos ambos) con sus
interlocutores comerciales en cualquier parte del mundo, y en
ocasiones con "mis amigos famosos" como los Rockefeller.

Es el producto final de su paso por el Colegio Le Rosey en
Suiza, que fue descrito por la revista Life como "El colegio
más exclusivo del mundo. El aula para futuros reyes y
magnates". Allí, entre otros, estudiaron el príncipe Rainero,
el rey Alberto de Bélgica, el Sha de Irán, el Aga Khan y los
plebeyos Rockefeller y Niarchos.

Pero el camino académico de ellos y él fue distinto. Noboa
regresó a Ecuador a convalidar su bachillerato en el colegio
San José La Salle de Guayaquil, donde se graduó en la
especialidad de "filosófico-sociales", y luego pasó a la
Universidad de Guayaquil, donde se graduó de abogado (1975).
Hasta ahí la academia.

Y es a esta influencia intelectual a la que él le atribuye
muchas de las diferencias con su padre. Dice gustarle la
lectura de los clásicos, la música (clásica, popular
ecuatoriana y baladas) y el arte. Y entre sus frutos
intelectuales exhibe a la Revista La Verdad (de circulación
mensual), que fundó en 1986. Otra diferencia que -dice él-
tenía con su padre es que mientras don Luis Noboa consideraba
la mejor manera de servir a los demás creando trabajo, él
servía a través de la Fundación Cruzada Nueva Humanidad creada
por iniciativa suya y con la que "busca combatir diariamente
el odio, la ignorancia, la miseria y la pobreza espiritual."

La labor de la Fundación, según su ideario, es la
transformación espiritual del hombre con los principios de
Cristo. En el Guasmo, por ejemplo, tienen 101 bibliotecas
"porque queremos combatir la ignorancia".

Dos años atrás su agenda estaba limitada por el manejo de sus
empresas, litigios judiciales, cruzadas benéficas y viajes al
exterior. Y por lo menos antes del triunfo de Bucaram (con
quien se relacionó hace 17 años por intermedio de su cuñado
Omar Quintana), no se le conocía participación política aunque
si un gran interés por proyectar su imagen, aparecer un
público y llamar la atención en actos tan sencillos como salir
a trotar por el Malecón de Guayaquil en ropas multicolores. O
hacer gala de su amistad con miembros del clan Kennedy, con
quienes se presenta a menudo ante las cámaras de Tv. en su
departamento, un penthouse en el edificio del Banco del
Litoral. O pasearse por Guayaquil o Salinas en sus lujosos
Mercedes Benz convertibles.

En el círculo bancario su nombre es conocido por la tradición
familiar. No se lo ve a menudo en los actos sociales o
gremiales de los banqueros dominado por quienes manejan las
grandes instituciones financieras.

Pero si una característica personal afloró en Alvaro Noboa en
su paso por la administración pública fue su lealtad. Ahora,
en plena campaña, reivindica los méritos de haber llevado la
Reserva Monetaria Internacional al récord de 2 mil millones de
dólares y de bajar los niveles de las tasas de interés. Pero
durante su gestión elogió a Bucaram como el artífice de esos
logros. Su lealtad también le bloqueó su capacidad de decir
no. Aún sin estar convencido se declaró dispuesto a llevar
adelante el plan de convertibilidad propuesto entonces por el
mandatario.

Ese paso por la Junta Monetaria es calificado como irregular
por una buena parte de los miembros de este entonces. Esos
funcionarios cuentan que parte del problema estuvo en su
propia falta de organización y disciplina además de su
frecuente impuntualidad. Su habilidad estuvo en apoyarse en
funcionarios de mejor nivel como el ministro de Finanzas,
Pablo Concha, o del vocal Vicente Muñoz y, en menor grado, con
el gerente del Banco Central, Augusto de la Torre, con quien
finalmente no llegó a conectarse del todo. Pero le sacó
provecho y por la misma estructura de la Junta Monetaria se
vio obligado a buscar consensos.

Su experiencia previa con el banano apenas fue de un año
cuando su padre le cedió en 1991 el manejo de la exportadora.
Pero fue una aventura corta, y allegados a "Don Luis", dijeron
en su oportunidad que fue porque nunca lo convenció de su
capacidad. Noboa lo explica de otra manera: "los dos teníamos
luz propia y pienso que en un barco no puede haber dos
capitanes. Hasta los últimos momentos de su vida estuvimos
juntos".

A su haber tiene la creación de una de las mayores compañías
de raíces del Ecuador: Promandato. Según su información, es
propietaria de 2 millones de metros en Playas, 70 millones de
metros en Salinas, 200 mil metros en Olón, 10 mil metros en
Durán y otro tanto en Daule.

Hoy, cuando sale a recorrer las zonas agrícolas, especialmente
las bananeras, su discurso choca con críticas fuertes de los
productores que tuvieron que comenzar a hacer negocios con él
desde que tomó el timón de la bananera Noboa. Para ellos, en
el actual candidato presidencial son claras las facetas
contrapuestas del político en el poder y el empresario que
utiliza cualquier medio para alcanzar sus fines.

En pastillas...

Las fortalezas

Dedicación * Es capaz de invertir el tiempo y los recursos
necesarios para sacar adelante un proyecto en mente.

Lealtad * La aplica en doble vía con quienes le han tendido la
mano y lo rodean siempre.

Fortuna * Está calculada en más de mil millones de dólares (la
de la familia sin divisiones); a través de ella ha logrado
mover muchos hilos.

Las debilidades

Concentrador * Ls decisiones son tomadas por él y muchas veces
de forma impulsiva, a pesar que se rodea de ejecutivos de
primer nivel.

Poca formación * En su hoja de vida solo aparece el colegio Le
Rosey en Suiza y la universidad de Guayaquil.

Uso del poder * Se lo acusa de asumir actuaciones con el
objetivo de sacar provecho.

La hoja de vida

Tiene 47 años * Nació en Guayaquil el 21 de noviembre de 1950,
en el hogar de Luis Noboa Naranjo e Isabel Pontón Avila. Está
casado con Annabella Azin, de profesión médica, y tiene dos
hijos, Daniel y John-Sebastian. Tiene cinco hermanos.

Banquero e industrial * Su título profesional es de abogado de
la Universidad de Guayaquil, y su ocupación está entre los
bienes raíces, la banca y la industria. Además, su actividad
religiosa con la Fundación Cruzada Nueva Humanidad.

varios cargos * Presidente fundador de Promandato en 1973, del
Banco del Litoral en 1990, de la revista La Verdad en 1986, de
la Financiera Global en 1994. Presidente de la Junta Monetaria
en 1996 y desde al año pasado de la Corporación Noboa. (Texto
tomado de El Comercio)