Bogotá. Colombia entrará este fin de semana en un rompecabezas jurídico sobre el matrimonio gay, con parejas homosexuales que van a acudir a notarías y juzgados sin saber si van a salir con el documento tan deseado, en vista del vacío jurídico que persiste para ese tipo de uniones.
Fernando Castañeda, un asesor comercial de 21 años, que lleva año y medio de relación con Carlos Cotto, 41 años, quiere casarse al amparo de un fallo de la Corte Constitucional y está a la expectativa de ver cómo reaccionarán notarios y jueces a partir de este viernes, cuando las parejas homosexuales podrán solicitar el registro de sus uniones.
"Quiero formar familia y tener todos los beneficios que otorga", dijo a la AFP.
La pareja de Castañeda trabaja en una cadena de almacenes por departamentos en Estados Unidos. "El sólo está esperando poder casarse para venirse a Colombia. Ya veremos si nos quedamos aquí o nos vamos", agregó.
"El matrimonio además nos legitima socialmente, porque nosotros también tenemos derecho a convivir como familia. Estoy esperando ver qué dicen los jueces para ir a casarme", dijo.
A instancias de la Corte Constitucional, el Congreso de Colombia debatió un proyecto de ley para el matrimonio de parejas homosexuales, que fue rechazado el pasado 24 de abril.
El proyecto respondía a una sentencia de la Corte Constitucional, que en 2011 dio plazo al Congreso hasta el 20 de junio de 2013 para reglamentar ese tipo de uniones.
El tribunal autorizó -en caso de que el Congreso no cumpliera- a que las parejas del mismo sexo acudan a las notarías y juzgados para registrar sus uniones.
Desde 2007 en Colombia, por decisión de la misma Corte, a las parejas homosexuales se les reconocen los mismos derechos sociales, patrimoniales y de herencia que a las uniones libres heterosexuales, pero no pueden adoptar niños.
Hasta ahora, las parejas homosexuales suscriben en notaría un contrato de unión marital de hecho, pero su efecto para el reconocimiento de esos derechos entra a regir a partir de dos años de convivencia de la pareja.
Matrimonio, la palabra clave
La palabra matrimonio se ha convertido en la clave y el centro del debate.
El fallo de la Corte, aunque reconoció el derecho de las parejas homosexuales a "constituir familia, de acuerdo con un régimen que les ofrezca mayor protección que (...) la unión de hecho", no habló de matrimonio.
Ante ese vacío y en medio de una fuerte presión de la jerarquía católica que esta misma semana insistió en que las parejas homosexuales "no tienen derecho a casarse ni formar familia", los notarios elaboraron un documento de "formalización y solemnización del vínculo contractual".
"Es un contrato que no tiene tradición jurídica y desconocemos sus efectos. Nosotros vamos por el matrimonio igualitario", dijo a la AFP Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa, ONG que vela por los derechos de la población LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales).
El jurista Germán Rincón, experto en defensa de los derechos LGBTI, considera el contrato de los notarios como un "retroceso" frente a la unión marital de hecho.
"Los notarios están haciendo una interpretación minimalista (del fallo) y el contrato no garantiza el matrimonio", dijo a la AFP.
Sánchez y Rincón coincidieron en cifrar sus esperanzas en los jueces, porque según explicaron, éstos tienen libertad de interpretar el fallo de la Corte y entonces podrían celebrar matrimonios civiles y no contratos de unión civil.
"Nosotros estamos recomendando a las personas que nos han consultado ir hacia los juzgados porque es posible que los jueces sí interpreten el fallo como que tenemos derecho al matrimonio", indicó la directora de Colombia Diversa.
Si notarios y jueces se niegan a realizar el matrimonio, los afectados elevarán medidas de amparo ante la Corte Constitucional reclamando ese derecho, previeron Sánchez y Rincón. AFP
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