La creación de las bases de datos ayudará a contar con estadísticas
Panamá, Colombia, Costa Rica y Ecuador buscan eliminar la competencia desleal que produce la pesca ilegal en el Pacífico.
Tres instituciones panameñas presentaron hoy un nuevo proyecto para prevenir y controlar la pesca ilegal, iniciativa que implica la cooperación de las autoridades de los cuatro países.
El plan, anunciado por la Autoridad de los Recursos Acuáticos (ARAP), la Autoridad Nacional del Ambiente y la fundación ecologista MarViva, implica que cada uno de esos países se encargará de la protección de sus respectivas áreas jurisdiccionales, con énfasis en las áreas protegidas.
Uno de los aspectos claves será la creación de una base de datos a partir de la información que cada país obtenga de sus actividades y que compartirán entre ellos para facilitar la acción conjunta ante esta situación.
El proyecto tendrá una duración de un año, con opción de prolongarse a tres.
Para ello, se han desarrollado herramientas para que la labor de los inspectores sea más cómoda, como por ejemplo, guías de peces e invertebrados, manuales de protocolo, así como talleres para mejorar la capacitación del personal.
La pesca ilegal, no declarada o no reglamentada, es una cuestión difícil de cuantificar económicamente, ya que no existe ningún indicador oficial que muestre su repercusión, por lo que se espera que este proyecto contribuya a la creación de estadísticas que permitan conocer la dimensión real del problema en el océano Pacífico, en especial el este tropical.
En el caso de Panamá, se prevé dotar de un mejor equipo técnico a la región protegida del Parque Natural de Coiba, como parte de la acción de apoyo de control y vigilancia en esta zona.
El administrador general de ARAP admitió que el proyecto ya ha obtenido sus primeros resultados, ya que "en los últimos meses ha bajado enormemente el número de denuncias por pesca ilegal debido a los controles que se están imponiendo". (EFE)