Cuando faltan 10 días para que cerca de 33 millones de Colombianos elijan nuevo Gobierno, nuevas alianzas, vuelcos en los sondeos y líos judiciales alteran la campaña.
La campaña electoral colombiana ha dado un giro radical en las últimas semanas. De ser una de las más apáticas en la historia del país, ha pasado a acumular el mayor número de escándalos, aderezados por alianzas de último momento, inesperados vuelcos en los sondeos y enredos judiciales de ida y vuelta.
La jornada de ayer comenzó con el rumor de que el movimiento que lidera el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, que es parte de la Alianza Verde que tiene como candidato a Enrique Peñalosa, apoyaría la reelección del candidato-presidente Juan Manuel Santos después incluso de roces entre ellos por la destitución del burgomaestre.
Horas después, el Movimiento Progresistas de Petro y el Partido Liberal, que integra la coalición oficialista de Santos, presentaron un acuerdo programático que elevarán al Presidente y confirma el apoyo que se había rumorado.
Por otro lado, en calidad de Presidente, no de candidato, Santos anunció en teleconferencia la restitución de dos bonificaciones para militares y policías de bajo rango como reconocimiento por sus servicios y para desmentir versiones de que el proceso de paz perjudicará a la fuerza pública.
Sus críticos no tardaron en reaccionar. El expresidente y senador electo Álvaro Uribe señaló: “Las FFAA tienen valores, no precio. Presidente Santos, usted se olvidó de la Policía, de los soldados estos cuatro años y ahora, en los desesperos electorales, sale a ofrecerles lo habido y por haber, a ofrecerles primas, tías, suegras". También lo acusó de haber violado la ley electoral al prometer primas a los uniformados a menos de dos semanas de los comicios.
Uribe, que apadrinó la candidatura de Santos hace cuatro años, se convirtió después en su más duro opositor, principalmente por los diálogos de paz del Gobierno con las FARC y creó su propio movimiento político, el Centro Democrático, por el que inscribió como candidato presidencial a su exministro Óscar Iván Zuluaga.
Peñalosa no fue tan contundente al responder en una rueda de prensa sobre el pacto con Santos y aclaró que no es una adhesión porque, si lo fuera, significaría que hay doble militancia en la Alianza Verde.
Estos intentos por reforzar la opción del santismo se presentan un día después de que los sondeos mostraran un vuelco en la intención del voto. Por primera vez, Santos no es el favorito sino Zuluaga. (Efe)