Palmar, Guayas. 06 feb 2000. Antes de 1989 no se observaron en
el paÃs mortalidades de camarón en forma masiva o outbreak, que
constituyen brotes epidémicos que afectan una parte significativa
de la población en un momento determinado.
Luego de ese año la industria camaronera del Ecuador, el segundo
productor de camarón en cautiverio, ha enfrentado un sinnúmero
de ataque de bacterias, gregarinas (protozoarios), vibrios, según
indican estudios realizados por expertos ecuatorianos.
El último de los males es la mancha blanca (White spot), que
afecta drásticamente a las exportaciones ecuatorianas, tanto, que
le costó al paÃs 209 millones de dólares, que es el equivalente
a las libras que se dejaron de exportar.
Aun asÃ, los acuicultores no le temen al White spot, lo combaten.
¿Cómo?, con el exhaustivo control, con un monitoreo diario,
estimulando sus defensas, utilizando algunos productos naturales
y teniendo impecables los fondos de las piscinas de crÃa en
cautiverio.
Los propietarios de la camaronera Fuentes, a pocos metros de
Palmar, han podido lograr sobrevivencias aceptables de camarón.
Sin quÃmicos raros que se expenden sin control en el Ecuador.
Para febrero esperamos tener sobrevivencias de más del 25% en
cuatro piscinas. Estamos hablando de un camarón de 13 gramos, que
es una talla que nos va a ayudar porque el precio es mayor y eso
compensa los niveles de sobrevivencia, anotó Sucre RodrÃguez,
administrador de la camaronera.
Con eso alcanza a cubrir los costos, con lo cual ya hemos ganado
bastante.
Pero para lograr aquello ha sido importante el ajo y el limón,
mantener unas piscinas sin fondos negros (residuos de productos
quÃmicos), bajar los recambios de agua.
Vamos a seguir con ajo y limón, aumentar el uso de hidróxido de
calcio que tiene la virtud de que baja la carga bacteriana y
mantener una alimentación adecuada, con suplementos vitamÃnicos.
Lo más importante para RodrÃguez es hacer caso omiso a los
charlatanes que ofrecen productos que no tienen el efecto que se
dice.
Enanismo
Para llegar a eso debieron pasar algunos problemas. Desde
septiembre pasado hasta la fecha tal como explica RodrÃguez, la
cantidad de vibriosis (ataque de vibrios) es de tal magnitud que
la porción de ajo y de limón que se pone en el agua no es
suficiente para resistir y acabar el ataque de bacterias.
Eso no es todo, la mala calidad de las larvas que venden ciertos
laboratorios es otro de los problemas. Hubo camaroneras que
fueron afectadas por larvas de maduración que provocaron el 30%
de enanismo, agregó. Si al enanismo se le añade la mortalidad por
la epidemia, fue fácil prever los acontecimientos finales: casi
el 80% de las piscinas del paÃs están inactivas.
De ahà en adelante debieron poner las barbas en remojo. Ahora se
está sembrando una mejor larva, de reproductores colombianos de
cuarta generación y otras de Panamá, con las que algunas
camaroneras dicen tener el 60% de sobrevivencia, señaló.
Además, desde sus propias piscinas han sacado reproductores
sobrevivientes que en algunos casos han tenido mancha blanca,
pero que no se han muerto.
Incluso esos reproductores han sido llevados por el Cenaim
(Centro Nacional de Investigaciones Marinas), para hacer nuevas
crÃas y para estudiar su comportamiento.
Sabor a choclo por las algas
No solo las bacterias han sido la causa de los males que afectan
a la industria camaronera.
En efecto, ciertas algas han tenido también parte de culpa, por
cuanto pueden provocar efectos negativos en el camarón que se
cultiva en cautiverio.
A inicios de mayo de 1998, debido al fenómeno El Niño, los
camarones registraron un inusual sabor a choclo u off-flavor
derivado justamente por el exceso de agua dulce (baja salinidad)
en las piscinas, con lo cual era difÃcil su comercialización,
sobre todo, en los mercados internacionales.
Esto se dio porque era el medio propicio para la proliferación
del tipo de algas conocidas como Anabaenas osillatoria y
Aphanizomenon microcystis, que son las causantes de ello.
Condiciones
En sÃ, las condiciones ambientales que favorecieron la
proliferación de las algas cianofitas son las temperaturas
elevadas, baja densidad de luz en la columna del agua, bajo nivel
de salinidad, deficiencia de nitrógeno, entre otras, según varios
expertos. La temperatura óptima para las cianofitas está en
alrededor de los 25 grados centÃgrados o más.
El camarón puede adquirir el off-flavor rápidamente (literalmente
durante la noche), pero se requiere un perÃodo más largo para que
ese sabor a choclo desaparezca de la carne del animal.
Pero las cianofitas no solamente provocan el sabor a choclo. En
las noches son grandes concentradoras de oxÃgeno, revelaron.
Debido al inusual sabor a choclo algunos contenedores cargados
con camarones fueron devueltos al Ecuador.
Los expertos recomiendan que es necesario ser cuidadoso no solo
en el manejo del sabor a choclo sino también el sabor a tierra,
pues estimaciones precipitadas sobre ese problema puede acarrear
otros conflictos muy serios.
En otras palabras, los camaroneros no pueden ser tentados por
arreglos rápidos en los que se involucran compuestos quÃmicos
cuyo efecto no está comprobado.
No confirman el virus de la cabeza amarilla
Hay que tener mucho cuidado sobre el virus de la cabeza amarilla
porque hasta donde yo sé no existe evidencia cierta de que
existe, subrayó el Director del Instituto Nacional de Pesca,
Franklin Ormasa.
Pero si existe la posibilidad, como también hay un montón de
riesgos de otros virus.
Explicó que el germen no está en ningún otro paÃs de América, y
que en Asia, donde atacó a los camarones, se cultiva el Penaeus
monodón, mientras en Ecuador se cultiva el P. vannamei.
Aunque el virus es tan mortal como la mancha blanca sà se lo
puede controlar. Se pueden tomar medidas de manejo, yo sé que hay
camaroneros que a pesar de tener el punto blanco están
produciendo en 80 dÃas camarones con trece gramos, con 31% de
sobrevivencia, sin usar un solo antibiótico, sin quÃmicos raros
y sin pesticidas, solo con un manejo adecuado de calidad de agua,
de suelo, de dietas, añadió.
Ormasa agregó que desde esta semana el Instituto, realizará un
monitoreo en los sitios de producción.
Pero a pesar de no estar confirmada la presencia del virus de la
cabeza amarilla (yellow head), en las piscinas ecuatorianas, es
necesario tomar precauciones para evitar que su impacto sea
mayor.
Primero hay que reconocer el virus (más que todo porque
actualmente existe también la mancha blanca). He aquà algunos
signos clÃnicos del mal. Según el Centro Nacional de
Investigaciones Marinas, el yellow head provoca incrementos
anormales en los Ãndices de alimentación del camarón, y luego,
en una fase aguda dejan de alimentarse.
El cefalotórax, o sea la parte anterior del cuerpo que une la
cabeza y el tórax del crustáceo, se vuelve ligeramente amarillo
y el cuerpo pálido. Las agallas van desde blanquecinas hasta
amarillo pálido.
Frente a ello es necesario una buena preparación del estanque
antes de la siembra; desinfección, remoción y control de
vectores.
1989-1990 sÃndrome de la gaviota
Posiblemente la primera muerte masiva de camarón en el Ecuador
ha sido el sÃndrome de la gaviota, llamada asà por los técnicos,
porque observaron presencia de gaviotas que capturaban los
camarones moribundos de las piscinas.
La mortalidad se debÃa a bacterias principalmente del género
vibrio spp, que originaba infecciones. Las principales
mortalidades se presentaron en la parte interior del Golfo de
Guayaquil.
1992 sÃndrome de Taura
A partir de las siembras realizadas en el invierno de ese año,
las camaroneras de la zona de Taura comenzaron a experimentar
elevada mortalidad. Los más afectados fueron los camarones de
menor talla y la mortalidad podÃa alcanzar del 80% al 90%. Se
considera que la causa más probable de este sÃndrome es un agente
tóxico. La etiologÃa tóxica implicarÃa a fungicidas agrÃcolas
utilizados en las plantaciones de banano.
1993 hepatopancreatis
Los primeros casos de hepatopancreatitis necronizante fueron
observados en la provincia del El Oro.
Los camarones presentaban escasa o virtual ausencia de ingestión
de alimento, marcado detenimiento del crecimiento, exoesqueleto
con cutÃcola frágil y quebradiza, frecuentes estados de letargo
y mortalidad.
Se ha indicado que incrementos de temperaturas y salinidad
favorecen el desarrollo de las bacterias.
1994 necrosis infecciosa
La necrocis infecciosa de la epidermis cuticular afectó a los
camarones ecuatorianos desde los prejuveniles hasta los adultos.
Las caracterÃsticas de la enfermedad (provocada por bacterias o
virus), comúnmente conocida como cola roja, es también observada
en camarones con enteritis hemocÃtica y en algunos casos en el
sÃndrome de Taura, según los registros de la compañÃa Acuatecnos
CÃa. Ltda.
1996 Enteritis HemocÃtica
Se ha observado de forma intermitente desde 1991, especialmente
en los meses de abril, mayo y junio de 1996. Las caracterÃsticas
externas pueden ser similares a los signos clÃnicos de otras
enfermedades.
El mal fue registrado principalmente en camarones de más de ocho
gramos que presentaron marcados detrimentos de crecimiento.
Generalmente la mortalidad se presenta de manera abrupta en un
lapso de 2 a 3 dÃas.
1997 Ataque de gregarinas
A partir de abril de 1997 el análisis en fresco del contenido del
intestino de los camarones afectados por la mortalidad en las
piscinas, revelaron la masiva presencia de gregarinas
(protozoarios). De acuerdo con los muestreos realizados, las
concentraciones de protozoos fluctuaron entre 3.000 y 5.000
gregarinas-individuos por intestino. Aquello provocó mortalidades
en el camarón, asociada a los perÃodos de aguajes.
1999 La mancha blanca
En abril se encontraron los primeros reportes de mancha blanca
(white spot), en Ecuador. Se trata de un virus que apareció
primero en Asia a inicios de la década del 90. En el paÃs las
manchas blancas no se aprecian fácilmente, pero al igual que en
otras naciones causa mortalidades severas.
Sin embargo, las prácticas hechas en las camaroneras infectadas
están logrando cierta resistencia en los crustáceos. (Texto
tomado de El Universo)