Guayaquil. 16 dic 97. Hasta ayer no llegaba la ayuda a los
damnificados, ni la Defensa Civil acudió a la limpieza del
deslave en el cerro Las Cabras. Entre tanto, en los albergues
de Huaquillas comienzan a aparecer los casos de paludismo y
dengue y en Guayaquil la cifra de evacuados se triplicó de
sábado para domingo. El control de los alimentos para los
evacuados ahora está a cargo de los militares.

Durán: 17 lugares de riesgo

Mientras Pedro Alvarado, de 63 años, se negaba a abandonar su
hogar de caña y madera, en el sitio donde un deslave tumbó
tres casas la madrugada del domingo, en el cerro Las Cabras de
Durán, sus vecinos Iralda Toala Gómez y Ciro Manuel Bedoya, de
32 y 40 años, eran velados en la sala de la Asociación de
Jubilados Ferroviarios.

Aunque con suertes diferentes, los tres vivían desde hace más
de 20 años en una de las laderas del cerro, el que según un
informe del Municipio, debe ser declarado en zona de alto
riesgo. Son 17 los puntos en los que se pueden producir
movimientos de tierra. Las fuertes lluvias de la noche del
sábado y madrugada del domingo, lo que hicieron fue
desencadenar el mecanismo en dos de estos puntos.

Ubicados en el ala norte del cerro, dos barrios fueron
afectados: El Mirador y Las Cabras. Ambos tienen
características similares en su consistencia: terreno
arcilloso, con pendientes demasiado inclinadas.Las lluvias
hidrataron estas pendientes y provocaron el arrastre, explicó
Gustavo Moncayo, director del departamento de Planeamiento
Urbano de Durán, "sobre las laderas del cerro hay casas
demasiado pesadas para el tipo de suelo".

"Yo no me voy de aquí. No a un sitio donde vamos a estar peor,
además de que es lejos", dice Alvarado. Esa propuesta
planteada hace cinco años, será analizada en la sesión del
concejo cantonal de este mediodía. Existen cinco opciones,
tres son los barrios Cerro Redondo, Los Helechos y Los
Cerezos.

Ubicados al norte, en las cercanías del programa El Recreo,
estos terrenos no están urbanizados, tampoco cuentan con
servicio de alcantarillado ni agua potable. De las 15 mil
personas, distribuidas en 13 cooperativas de viviendas, que
tienen sus casas en este cerro, son 100 las que estarían en
las zonas de alto riesgo, especialmente las ubicadas en las
laderas. Hay otras que se encuentran en terrenos pedregosos.

Los hermanos de Iralda Toala Gómez y Ciro Manuel Bedoya
recibieron por separado dos cheques del Municipio -800 mil
sucres- y de la Cruz Roja -450 mil- los que fueron utilizados
para la mortuoria.

Pero la Defensa Civil ni el Municipio, se acercaron ayer a las
labores de limpieza de la zona.

Igual ocurría en el sector de El Mirador: mientras los vecinos
salían a solicitar ayuda al alcalde Oswaldo Peñaherrera, otra
casa rodó a las 11h00.

Los albergues de Bastión Popular volvieron a llenarse después
de las fuertes lluvias del sábado y domingo. La cifra de
evacuados hasta el viernes en la mañana, se triplicó la mañana
del domingo. En los bloques 8 y 10, el panorama en la tarde
del lunes mostraba a un barrio a punto d desaparecer. Por un
lado las 6 casas que se cayeron por la intensidad de las
lluvias y el cuarteamiento del terreno; por el otro, el creado
por las familias que desmantelaban sus casas ante la
inminencia de un desastre mayor, entre 8 a 10 viviendas. En
total, hay tres albergues. En la escuela Luis Noboa de las 725
personas, 380 son menores. En la escuela Alfredo Vera Arrata,
se mantienen 17 personas, igual que en la Nueva Esperanza,
donde hay 70 personas. En ambas el número se mantiene desde el
viernes.

Las bodegas de alimentos de los albergues tienen nuevos
administradores. Los militares son los encargados de llevar el
control de los alimentos.

El fenómeno en el País

* El Municipio de Quito envía ayuda *

Hoy, a las 06h30 saldrá el primer convoy de ayuda para las
poblaciones de Tosagua y Chone del Municipio de Quito.
Funcionarios de la Empresa de Obras Públicas y del Patronato
San José irán a estas poblaciones para brindar asesoramiento
técnico. El viaje incluye 10 tipos de ayuda concreta: 50 tipos
de medicinas, 2 trailers, 2 cargadores, una motoniveladora, un
reductor, 2 tanqueros de agua, 4 volquetes, 2 camionetas. una
ambulancia y 2 bombas de agua. En recursos humanos irán
ingenieros, choferes, médicos y auxiliares.

* Esmeraldas: las inundaciones vienen y van *

El nivel del agua que desemboca en el estuario de Muisne y
Atacames aumentó por las lluvias. Los habitantes de las
comunas ribereñas han sufrido inundaciones que vuelven cada
vez que hay torrenciales lluvias. La gente parece haberse
acostumbrado a ello. Un ejemplo de ello, son los 400
habitantes de La Unión, en los barrios El Rosario y El Triunfo
en Atacames y las comunidades San Gregorio, Ostional, Las
Manchas, Bunche del río Muisne y Quingue, según Rómulo Jurado,
coordinador de la Zona Especial de Manejo (ZEM)
Atacames-Súa-Muisne.

* Un apoyo que demora en llegar *

En Atacames (Esmeraldas) los damnificados requieren
medicamentos y víveres. Se han registrado casos de diarreas,
paludismo, tifoidea, especialmente en La Unión y en los
barrios de Atacames. Si bien recibieron ayuda de
transportación y salvataje por parte de la Defensa Civil, no
obstante, la gente necesita comer, por lo menos, unas dos
veces en el día.

* La vía a Muisne sin mantenimiento *

La carretera Esmeraldas-Muisne necesita de mantenimiento
urgente. En diversos tramos ocurren deslaves cada vez que
ocurren fuertes precipitaciones. Uno de los sitios más
problemáticos es en el kilómetro 15 (sector La Bananera) donde
se hundió la meza. Se teme que en cualquier momento Muisne
pueda quedar aislada por una rotura en la carretera
Atacames-Muisne, a la altura del sector El Salto, por donde
puede transitar un vehículo cada vez y por turnos.

* Los aguajes erosionan cuatro malecones *

El aumento del nivel del mar ocasiona que con cada aguaje la
fuerza de las olas erosionen los malecones de los balnearios
de Súa, Galeras, Quingue y Muisne, en la provincia de
Esmeraldas, aseguró Rómulo Jurado, coordinador de la Zona
Especial de Manejo (ZEM) Atacames-Súa-Muisne del Programa de
Manejo de Recursos Costeros (PMRC). Las actividades económicas
de las poblaciones también fueron afectadas. No hay turismo,
pesca, ni agricultura. Solo algunos pescadores artesanales
salen al mar para capturar el alimento diario para sus
familias.

* Unicef ayuda a la recuperación emocional *

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef),
como parte de sus cooperación al Gobierno, ayudó a una parte
de los damnificados de El Oro, Esmeraldas y Guayas con 60.000
dólares en artículos. El apoyo consiste en medicinas, tabletas
de desinfección, utensilios de cocina, tanques para almacenar
agua y vituallas. No se especificaron las cantidades. También
la ayuda consiste en la recuperación emocional de las personas
afectadas, a través de la Caravana para la Vida, que es un
circo sin carpa que, en la provincia de Esmeraldas, hizo todo
un recorrido llevando educación y entretenimiento.

* Comisiones de emergencia están listas *

El equipo técnico del Programa de Manejos de los Recursos
Costeros (PMRC) , en la Zona Especial de Manejo (ZEM)
Atacames-Súa-Muisne conformó comisiones de emergencia para
apoyar las gestiones de las instituciones encargadas de
ejecutar el Plan de Contingencias del Fenómeno de El Niño. Las
comisiones están integradas por los moradores y dirigentes de
los barrios y comunas de la ZEM y se encargarán de coordinar
mingas, defensa, movilizaciones y evacuaciones en caso de
emergencia.

* Alerta en Santo Domingo *

Los moradores de los sitios Zaracay, Invasión Tiwintza,
Cooperativa Padres de Familia, Santa Martha, Abdón Calderón y
otros lugares viven en contante alerta y nerviosismo en el
cantón Santo Domingo de los Colorados (Pichincha). La causa
son las intensas lluvias de los últimos días que en varias
ocasiones ya causaron inundaciones y deslaves. La tensión fue
tal que los moradores de una invasión situada detrás de la
Escuela Aurelio Falconí, prefirieron marcharse. Santo Domingo,
Ecuadoradio

Las enfermedades en los albergues aparecen

Chone sigue sin agua

"Dios nos da la llaga y la medicina", decía Jorge Macay, un
campesino de 28 años de la zona rural de Tosagua. El vende
chame y tilapia desde que empezó el invierno, antes sembraba
maíz, yuca y plátano. La situación lo orilló a emprender un
nuevo negocio como vendedor de pescado. Como Jorge, más de 50
personas se hallan al filo de la carretera que conduce desde
Chone hasta Rocafuerte.

La intensa lluvia del jueves pasado, afectó al hospital de la
zona, además dañó el puente Bachillero sobre el río Carrizal,
el agua se hallaba a 30 centímetros de la estructura superior.
En Chone, de ocho albergues ahora existen cuatro. Continúan
más de 40 personas albergadas en rústicas carpas. Este es el
caso de Bartolo Romero, y de los habitantes de la parroquia
Santa Rita, él y sus ocho nietos pernoctan en una rústica
carpa de cuatro metros por cuatro metros en los bajos del
monumento a los raidistas.

Allí, ayer se presentó el primer caso de anemia y
deshidratación. En Chone la falta de agua potable sigue siendo
un problema. La planta que fue construida hace 30 años lleva
20 años colapsada. Los choneros se dan la mano entre sí para
afrontar la crisis y la falta del líquido vital. Este es el
caso de Radio Libertad, donde su gerente, Stalin Espinel, en
tres días obsequió más de cinco mil galones de agua a sus
vecinos de las calles Washington y Pichincha.

El jefe del Cuerpo de Bomberos, Manuel Salcedo, dijo que en
Chone existen 50 mil damnificados dispersos en 15 barrios. Los
evacuados han recibido la solidaridad de parientes y amigos a
quienes les brindan hospedaje y comida. Redacción Manta

Puyo: 83 familias evacuadas

Los efectos del invierno también llegan a la Amazonia.
Contrario a los anticipado por los meteorólogos del
Departamento de Sinóptica del Inamhi, la alteración del clima
es notoria en esta región.

Según los registros de la Junta de Defensa Civil de Pastaza,
hay 83 familias damnificadas en varias comunidades de la
provincia. "No podemos asegurar que son las únicas.
Consideramos que pueden haber más pero por lo disperso de las
comunidades es difícil tener la información en forma
oportuna", dijo el coordinador, Patricio Jácome.

A todos los afectados, sobre todo por la incidencia de vientos
huracanados, que tumbaron 6 viviendas y arrancaron techos de
las casas, se les entregó la respectiva ayuda. Según Jácome,
ésta consiste en 180 hojas de zinc, de las cuales 100 donó el
Consejo Provincial de Pastaza y 150 cobijas, además de
herramientas de trabajo, frazadas y raciones alimenticias.

Para llevar la contribución a las familias del interior de la
selva, se contó con la ayuda de la empresa aérea evangélica
Alas de Socorro de Shell.

Además se entregó 1.000 raciones alimenticias que donó el
Ministerio de Agricultura. Cada una contiene productos básicos
como arroz, azúcar, aceite, sal, fideos, entre otros, sirve
para una familia de cinco miembros.

A la Embajada de Francia "se está solicitando, con buenas
perspectivas, la donación de medicinas y vituallas como
mosquiteros y colchones", dijo Jácome.

Ante el Instituto del Ecodesarrollo Regional Amazónico,
Ecorae, y ante la organización no gubernamental, Clopadein, se
gestiona la entrega de aportes para la reconstrucción de las
viviendas dañadas.

A pesar de la intensidad de las lluvias, no se registran
pérdidas humanas. Redacción Puyo

Deslizamiento en Camarones

Las lluvias agudizaron el estado del sistema sanitario de la
ciudad de Esmeraldas. Las alcantarillas de la avenida
Libertad, al pie del hospital Delfina Torres de Concha,
colapsaron: las aguas lluvias mezcladas con las servidas
inundaron el lugar.

Los trabajos de rehabilitación están en suspenso. Las aguas
pútridas no eran desalojadas y el malestar era general, sobre
todo porque esa historia se repite al menor aguacero. La
situación en el acceso a Las Palmas, sector Autoridad
Portuaria, era similar: en el complejo deportivo Walter
Quiñónez está en el punto crítico.

Los conductores de la cooperativa Del Pacífico advirtieron que
las carreteras al norte y el sur de la zona costera de la
provincia de Esmeraldas están a punto de interrumpirse en
varios tramos por el deterioro acelerado que sufren por el
invierno.

Pese al anuncio de un contrato de USD 2 millones para el
arreglo de la vía al norte, los choferes denunciaron que el
tramo comprendido entre Achilube y Camarones es zona de riesgo
por el desmoronamiento continuo en los últimos días.

"A esta vía nunca se dio un adecuado mantenimiento y hoy
sufrimos las consecuencias". Además, se visualizó otros
inconvenientes: las bases de los puentes están cediendo: un
ejemplo es el de acceso a Montalvo. Una lluvia más y quedamos
incomunicados", dijeron. En la vía al sur, la situación es
igual o peor. Dos tramos de una alcantarilla están en un
pésimo estado a la altura de El Salto, y otra alcantarilla
está deteriorándose. Y a pocos metros de Tonsupa, se produjo
un deslizamiento. Redacción Esmeraldas

15 casos de malaria al día

Paludismo, dengue y tifoidea están atacando a la población
fronteriza de Huaquillas. Las aguas empozadas de las lluvias
caídas durante las últimas semanas ha hecho proliferar el
pastmodium vivax. También se detectaron otros casos en Río
Bonito, cantón El Guabo.

Estas enfermedades se presentaron con mayor intensidad desde
este mes. El director del Hospital, Paco Delgado, calculó que
hay unos 15 casos diarios de paludismo, 7 de dengue y 2 ó 3
casos por semana de tifoidea. No hay dengue hemorrágico.

Todos estos casos son tratados en el hospital y hay los
suficientes medicamentos, aseguró Delgado, quien también es
director del Area de Salud de la zona fronteriza.

Desde la semana anterior el hospital de Huaquillas, la Defensa
Civil y el Servicio de Malaria empezaron una campaña de
eliminación de vectores. En las lagunas procedieron a
petrolizar mediante fundas llenas de aserrín con diesel y
aceite quemado para destruir las larvas del vector.

El trabajo, sin embargo, debe ser complementado con una
fumigación para destruir el zancudo. Se necesita bombas ULV
que deben ser enviadas desde Machala para cumplir este
trabajo.

Las zonas críticas donde se está realizando prevención son los
barrios Nueve de Octubre, Milton Reyes, Hualtaco, Barrio
Ecuador, donde hay presencia de grandes lagunas de agua
estancada y vegetación.

Delgado reiteró que si bien es preocupante el aparecimiento de
estas enfermedades con el trabajo que se realiza el brote es
controlable, aunque la fumigación en las zonas de riesgo debe
ser de inmediato.

La presencia de los vectores aumenta en invierno y más cuando
hay una empozada. Redacción Machala (Texto tomado de El
Comercio)
EXPLORED
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