LA CEDEGE CON UN BACHE FINANCIERO

Quito. 02 jul 2001. La institución estudia un aumento de los precios del
metro cúbico de agua para riego. Los agricultores y demás usuarios temen
ser afectados.

Un déficit presupuestario de más de 90 millones de dólares afecta la
estabilidad económica de la Comisión de Estudios para el Desarrollo de la
Cuenca del Río Guayas (Cedege).

La proyección de gastos e inversiones que presentó la institución para el
presente año ascendió a 144 534 068 dólares, pero el Estado solo le
asignó una partida por 50 000 000. Los ingresos por autogestión no
sobrepasan los 1 825 000 dólares en los primeros cinco meses del año. De
ahí que la diferencia se convirtió en un hueco sin financiamiento.

Esta situación ha puesto en apuros a la nueva directiva de la entidad,
encabezada por su presidente ejecutivo, Miguel Macías Carmigniani, quien
busca suplir el déficit con un plan de cobro de agua y contribución de
mejoras a los usuarios de los proyectos desarrollados por Cedege.

La nueva directiva ha trazado varias vías para cubrir el hueco
presupuestario. Una de ellas consiste en redefinir las tarifas por venta
de agua a los usuarios de la península de Santa Elena. Cedege vende el
líquido a las empresas potabilizadoras Aguapen e Hidroplayas. Además,
comercializa agua para riego en el sector comprendido entre las represas
Chongón y El Azúcar. En el primer caso cobra 25 centavos de dólar por
metro cúbico mientras en el segundo lo hace por tres centavos.

Sin embargo, Macías cree que en el agua para riego se requiere cobrar
siete centavos de dólar para cubrir el financiamiento de las obras de
riego.

El costo total de las obras en la península de Santa Elena llega a 580
millones de dólares. Cedege dice que el agua de riego no se ha cobrado de
forma eficiente, por lo cual solicitó la actualización del censo de los
propietarios de la zona. Con esos datos en la mano se deberá calcular la
verdadera demanda de los usuarios.

Pero los propietarios de las tierras agrícolas de la península, agrupados
en la Junta General de Usuarios de Riego Presurizado y canal abierto del
Trasvase a Santa Elena (Presuriego), se oponen a un eventual incremento
de los precios del agua. Según Pablo Rizzo, presidente de Presuriego, los
cultivos agrícolas de la península han fracasado y los propietarios en
algunos casos ya no cultivan las tierras. Como consecuencia de lo
anterior no pueden pagar un aumento en las tarifas. También sostiene que
la obra de desarrollo agrícola no debería ser la prioridad como fuente de
financiamiento para Cedege.

"La empresa tiene un naipe de opciones de financiamiento y una de ellas
son la obras hidroeléctricas, porque son las que reciben un gran
beneficio económico. A ellas son las que se deben insistir en el cobro".

Pero el plan de Cedege sí incluye el cobro por este concepto. Las
empresas distribuidoras de energía le adeudan a la institución 51 524 250
dólares por concepto de la energía que entrega al Mercado Eléctrico
Mayorista.

En este caso, el directivo explica que iniciará las gestiones de cobro a
las distribuidoras eléctricas, aunque no es desconocido que estas
empresas afrontan una crisis financiera y administrativa que ha
ocasionado que no cancelen la totalidad de sus deudas desde el año
pasado.

Se prevé que con el alza mensual de tarifas eléctricas, del orden del
cuatro por ciento, empiecen a cumplir sus obligaciones al mercado
mayorista, y por ende a las empresas de generación.

Los usuarios de Presuriego junto con los representantes de la juntas de
usuarios se reunieron con Cedege la semana anterior. Ahí se definió la
postura de ambos lados y se acordó conformar una comisión con delegados
del organismo y los usuarios de las obras para definir el tema tarifario.
La comisión se formará tan pronto se designe al director ejecutivo
titular de Cedege. Esto puede ser en esta semana.

Otros ingresos para la Comisión provendrán de la venta de arena para
construcción que se extrae de los cauces de los ríos Bulu Bulu y Chimbo
que forman parte del sistema de canales artificiales de Cedege en la
cuenca baja del Guayas.

Además, procederá a cobrar una contribución especial de mejoras para los
usuarios de las obras de riego en las poblaciones de Manuel J. Calle,
Milagro, Babahoyo, Higuerón y El Mate.

Otras cuentas pendientes de la entidad

Para poner en orden las cuentas de la Cedege se piensa cobrar a los
beneficiarios por el mantenimiento y operación de la presa Daule Peripa,
entre ellos, a la Empresa Cantonal de Agua Potable de Guayaquil (Ecapag).

Según Miguel Macías Carmigniani, presidente del directorio de Cedege,
ésta empresa adeuda por el agua que se le entrega, pero además un 15,30
por ciento del costo total de la presa, que asciende a 305, 9 millones de
dólares.

A la Ecapag le corresponde pagar 46,8 millones de dólares en 50 años,
equivalente a 936 000 dólares anuales, que no han sido cancelados. Ecapag
tiene pendiente el pago de 18 135 000 dólares por la entrega de agua.

Otra empresa morosa es Hidronación, de propiedad de Cedege, que no
cancela el agua que recibe para generar electricidad.

La meta de la directiva es volver a la institución autosuficiente para no
depender del Estado, lo cual se basa en la eficiencia del cobro de deudas
pendientes, aunque eso tiene complicaciones para los usuarios del agua.

Según Pablo Rizzo, presidente de Presuriego en la península de Santa
Elena, Cedege amenaza con expropiar las tierras de los agricultores que
no paguen, pese a que el fracaso de cultivos mantiene deprimidas las
inversiones en nuevos productos.

Carmigniani dijo que no es culpa que eso suceda, pues los agricultores
recibieron asesoramiento de empresas extranjeras que no supieron
aprovechar.

Además, la Ley de Aguas obliga a cobrar a los propietarios que se
beneficien de la obras de riego, aunque no las utilicen. "Cedege no
puede embargar pero sí denunciar al INDA acerca de cuáles son las
tierras que no se utilizan". (Texto tomado de El Comercio)