El anuncio del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, de que iniciará un acercamiento a la Oraganización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para ingresar en esa organización defensiva espantó al antiimperialismo latinoamericano.
La noticia eleva la tensión regional en un momento en el que las relaciones entre Colombia y Venezuela se deterioran.
El domingo, los presidentes de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Venezuela, Nicolás Maduro, repudiaron el plan de Santos.
Ayer, el presidente de Bolivia, Evo Morales, dio por sentado que Colombia ha pedido ser parte de la OTAN y dijo que es una amenaza, una provocación y una conspiración contra los Gobiernos antiimperialistas.
Según él, los expresamente amenazados por la decisión colombiana son Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Venezuela.
Con este último, el Gobierno de Colombia acaba de tener un roce importante, debido a que Santos recibió al líder opositor Henrique Capriles, quien no reconoce a Nicolás Maduro como presidente por considerar que hubo fraude en las elecciones realizadas el 14 de abril.
El sábado, Santos adelantó que, este mes, la Alianza Atlántica suscribirá un acuerdo con su Gobierno para iniciar un proceso de acercamiento y de cooperación, con miras a ingresar a esa organización.
El ministro colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, ahondó ayer en el asunto al señalar que su país se acercó a la OTAN porque tiene unas Fuerzas Militares respetuosas del Derecho Internacional.Fuentes de la OTAN indicaron que Colombia no cumple los criterios geográficos para ser miembro y que solo afinan un acuerdo para el intercambio de información clasificada. (EFE)