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Hace unos días, este Diario envió unas preguntas al ministro de Electricidad encargado, Miguel Calahorrano, sobre el proceso de compra de equipos para paliar la emergencia eléctrica que terminó a mediados de la semana pasada
El jueves 21 de enero, el presidente Correa estimó que los cortes energéticos, que se suspendieron tras 73 días de emergencia, dejaron $250 millones en pérdidas en el sector comercial.

No obstante, los empresarios calcularon ese rubro en alrededor de $1 000 millones. Más aun cuando, en las primeras semanas, había cortes de hasta ocho horas, sobretodo en Guayaquil, los cuales representaban $20 millones diarios en pérdidas.

La cifra dada por el primer mandatario coincidió con la que manejó la ministra coordinadora de la Producción, Natalie Cely, quien dijo, en noviembre (a menos de un mes de los apagones), que el perjuicio es de $251 millones, y que hasta enero, en ese sector, la cifra llegaría a los $500 millones.

Pero a estos montos hay que añadir los gastos para comprar el equipo que garantiza el suministro, el combustible que se requiere y la importación de electricidad desde Colombia y el Perú.

Según las cifras oficiales, para paliar la crisis se destinaron $245 millones. El Ministerio de la Producción, hasta mediados de diciembre, informó que la mayor cantidad de dinero se destinó a la compra de las siete turbinas de generación y tres transformadores por $176,2 millones.

También, se estimaba destinar, hasta principios de este año, $25,9 millones en compra de energía a los países vecinos (la mayoría a Colombia, que tiene más capacidad de generación y la diferencia al Perú).

Además, se gastaron, según esa misma Secretaría de Estado, $7 millones para la compra de una turbina para la central Álvaro Tinajero, de la Eléctrica de Guayaquil. Otros $21,6 millones para la compra de repuestos y mantenimiento de centrales. Y $14,4 millones para la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec).

Para las próximas semanas, el Gobierno, a manera de compensación, reducirá las tarifas eléctricas, incluso en los sectores residenciales, como un paliativo por las pérdidas generadas tras los apagones que terminaron momentáneamente.


Interrogantes


Diario hoy envió el pasado 8 de enero a la responsable de Comunicación del Ministerio de Electricidad un pliego de preguntas para el ministro del ramo. Aquí un estracto de ese cuestionario y los puntos actualizados.

¿Por qué la oferta de General Electric (por $151,9 millones por siete turbinas que producen hasta 159,6 megavatios) era la más conveniente?

¿La posibilidad de la entrega inmediata fue un factor decisivo para ser tomada en cuenta? En una presentación de octubre se señalaba que tenían cinco para ser despachadas.

¿El contrato con General Electric se hizo con una distribuidora o con la matriz en Houston? ¿Las unidades son nuevas, usadas o reconstruidas? ¿Que significa que varios de los componentes sean definidos como reformados?

¿Qué garantías ofreció General Electric? ¿A quién se pagó por el traslado, montaje de equipo, etc.?

Diario HOY conoció de una propuesta presentada al Ministerio por la empresa Rolls Royce, para la venta de dos generadores, de 58MW cada uno (total 116MW), por un valor de $44 603 295, incluidos costos de instalación, mantenimiento e impuestos, lo que da un costo por MW de $384.511. ¿Fue analizada esta oferta? ¿Por qué no era conveniente? ¿Sus características no se acoplan a los requerimientos del país?

La crisis tuvo sus propios protagonistas


La suspensión de los racionamientos eléctricos puso fin la semana pasada a la crisis energética. No obstante, durante el período de restricción, se tomaron varias medidas para superar la emergencia. La acción principal del presidente Rafael Correa fue la firma del decreto ejecutivo que dio luz verde a varias gestiones, entre ellas, la compra de equipos de generación eléctrica.

El presidente correa declaró el 6 de noviembre el el estado de excepción eléctrica en todo el país.

Esteban Albornoz resolvió el 7 de noviembre declarar urgentes todos los procesos de contratación.

Miguel Calahorrano fue el representante del Comité de Crisis creado por el Gobierno.

Diego Borja habría sido una pieza clave en el proceso de negociación con las firmas proveedoras.
EXPLORED
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