Guayaquil. 13 jun 99. Durante casi siete años (1939-1945) el
mundo estuvo envuelto en las tinieblas de una guerra en la que
murieron 40 millones de personas. De un lado el fascismo,
dispuesto a llevarnos al holocausto. Del otro, la democracia y
el comunismo aliados momentáneamente.
Los aliados
Inglaterra, URSS, EE.UU.
El fin de dos imperios
Después de la Primera Guerra Mundial, los líderes de Francia
estaban resueltos a evitar un nuevo ataque de Alemania. Alguien
propuso entonces construir una línea de defensa a lo largo de la
frontera. La línea Maginot, como se la conoció, recorría miles
de kilómetros en una acumulación aparentemente inexpugnable de
cañones, alambres de púas y municiones.
A nadie se le ocurrió pensar que la nueva guerra se
caracterizaría por la enorme movilidad de los ejércitos, y que
por ese motivo una línea estática sería completamente inútil.
En Inglaterra cometieron el error opuesto. El rey Eduardo VIII
(que abdicó en 1936), había mirado con simpatía la posibilidad
de una alianza con los nazis.
Y Winston Churchill escribió que quizás Hitler se dedicaría a
engrandecer Alemania sin molestar a sus vecinos.
Por eso, franceses e ingleses suspiraron con alivio cuando el
Primer Ministro de Gran Bretaña, Neville Chamberlain, le aceptó
a Hitler en Munich (Alemania) que invada los Sudetes (una pequeña
provincia checa), en un histórico encuentro que tuvo lugar el 30
de septiembre de 1938.
"Esto significa la paz", dijo Chamberlain, y en Londres y París
le creyeron.
Cuando la guerra comenzó, Hitler tuvo cuidado de no atacar la
línea Maginot. En su lugar invadió Holanda y Bélgica, y cruzó la
frontera con Francia por el norte, rodeando la famosa línea de
defensa. Sus tropas llegaron a París en cuestión de días.
Hitler mantuvo ocupada la mayor parte del territorio francés,
pero creó un régimen títere en Vichy, encabezado por el héroe de
la Primera Guerra Mundial, el mariscal Petain.
Mientras tanto, las tropas inglesas, derrotadas, debieron huir
de regreso a su país. Un enorme convoy se organizó para salvar
a 350.000 soldados desde las playas de Dunkerque. Gran Bretaña,
en cambio, sí pudo resistir el ataque aéreo alemán. La Batalla
de Inglaterra, como se la conoció, frustró los planes de Hitler
de poner pie en Inglaterra.
"Sólo puedo ofrecerles sangre, sudor y lágrimas", dijo Churchill
a sus compatriotas. Ellos aceptaron el sacrificio y contribuyeron
a la derrota del fascismo.
El Ejército Rojo se reorganiza
El dictador soviético Josef Stalin creyó haber encontrado la
manera de evitar una guerra con Hitler. El 23 de agosto de 1939,
la URSS firmó un pacto de no agresión con Alemania, dejándoles
las manos libres a los nazis para su inminente invasión a
Polonia. El pacto incluyó ciertas cláusulas secretas que
permitieron a la URSS quedarse con un tercio del territorio
polaco.
Dos años después, como era de esperarse, Hitler rompió el acuerdo
con Stalin y sus ejércitos invadieron Rusia a lo largo de un
frente de casi 3.000 kilómetros.
Ni siquiera entonces el Ejército Rojo pudo reaccionar, entre
otros motivos, porque Stalin lo había descabezado en 1937,
convencido de que los generales tramaban un complot en su contra.
Debieron pasar dos años antes de que los soldados soviéticos
pudiesen ofrecer una verdadera resistencia. El momento del giro
fue la batalla de Stalingrado, al comenzar 1943, la primera
derrota seria de los ejércitos alemanes.
Luego vendría la lucha en Kursk, en julio de ese mismo año, la
mayor batalla de tanques de toda la historia, en la que el
fracaso alemán se repitió.
Un poco antes, Stalin había vuelto a dar muestras de su talante
de dictador. Cuando sus tropas avanzaron en territorio polaco y
se acercaron a Varsovia, los judíos de esa ciudad (obligados por
el Ejército alemán a vivir en un gueto) supieron que los nazis
preparaban un exterminio y se sublevaron. Confiados en que los
rusos estaban por llegar, pensaron que solo tendrían que resistir
algunas semanas. Pero cuando las tropas rusas se acercaron,
recibieron órdenes de esperar.
Solamente cuando los nazis aplastaron el último vestigio de
resistencia en el gueto, en abril, el Ejército Rojo ocupó la
ciudad.
EE.UU., el gran vencedor
El 7 de diciembre de 1941, bombarderos y cazas japoneses atacaron
por sorpresa la base norteamericana de Pearl Harbor, en las islas
Hawai, destruyendo 188 aviones, 5 acorazados, 3 cruceros y 4
destructores.
Como respuesta, el Gobierno estadounidense declara la guerra a
Japón y a Alemania. Algunos historiadores sospechan que Roosevelt
supo del ataque aéreo y resolvió no impedirlo. Muchos líderes
norteamericanos se habían mostrado renuentes a participar del
conflicto, y posiblemente, sin el bombardeo de Pearl Harbor, ni
siquiera Roosevelt habría podido vencer esas resistencias.
A la larga, sin embargo, la demora de Estados Unidos en entrar
al conflicto, resultó beneficiosa. Cuando este terminó se había
convertido en la nación más poderosa del planeta.
Así se hizo evidente en las conferencias de Yalta y Potsdam,
donde las tres potencias vencedoras decidieron el futuro del
mundo. Aunque Inglaterra participó, las decisiones fundamentales
las tomaron Estados Unidos y la URSS.
Ambas naciones protagonizarían el nuevo conflicto mundial, que
duró casi medio siglo y pasó a la historia como la Guerra Fría.
El Eje
Alemania, Italia, Japón
La Alemania nazi dio inicio a la guerra cuando invadió Polonia
en septiembre de 1939 (1). A partir de ese momento fue cuestión
de días para que sus tropas ocupen casi toda Europa.
Usando la Blitzkrieg, la táctica de la guerra relámpago, los
alemanes rodearon por el Norte la famosa línea Maginot, una serie
de fortificaciones que debían proteger a Francia (2), y obligaron
a las tropas aliadas a huir hacia Inglaterra por Dunkerque (3).
Recién entonces, convencida de la aparente superioridad alemana,
Italia se resolvió a participar en la guerra (junio de 1940).
El siguiente paso fue invadir Rusia. La operación Barbarroja
comenzó en junio de 1941 (4) y a las pocas semanas el ejército
nazi se había apoderado de una enorme porción de territorio
soviético (ver línea azul en el mapa).
El nuevo éxito de Hitler contagió a Japón, que en diciembre de
ese año bombardeó por sorpresa la base norteamericana de Pearl
Harbor (Hawai) y se incorporó al conflicto bélico.
Hacia fines de 1942, era difícil contemplar el mapa del mundo sin
un profundo pesimismo. Europa parecía una enorme mancha negra en
manos del fascismo. España permanecía neutral, pero el régimen
de Francisco Franco mostraba simpatías por el Eje. Solo
Inglaterra y una parte de la URSS sobrevivían.
El cambio se produjo con la Batalla de Stalingrado (5). Durante
seis meses, la población de esa ciudad y los soldados del
ejército rojo resistieron la ofensiva nazi, defendiendo casa por
casa. Al final, obtuvieron la primera derrota importante del
ejército alemán, que desde ese momento comenzó a retroceder ante
el avance de los aliados.
A mediados de 1944 las condiciones habían cambiado tan
radicalmente que, los aliados abrieron un segundo frente
desembarcando en Normandía (Francia) (6). Por el Este avanzaba
el Ejército Rojo, por el Oeste las tropas norteamericanas e
inglesas, mientras encerraban en esa pinza mortal a unas tropas
alemanas desmoralizadas.
El fin para la Alemania nazi llegó un año después, cuando cayó
Berlín y los alemanes se rindieron (7).
La locura de Hitler
Las primeras balas de la Segunda Guerra Mundial se dispararon en
1939, pero el conflicto en realidad se había venido gestando
varios años antes.
En 1933, Adolfo Hitler se apoderó del poder en Alemania
movilizando huestes de desempleados, pequeños comerciantes y
gentes de clase media empobrecidas por la crisis económica.
Organizados en las SA y vestidos con uniformes pardos, esos
grupos sembraron el pánico en las calles de Berlín, atacando y
golpeando a cualquiera que discrepe con la ideología nazi.
Hitler aprovechó la amargura que produjeron las injustas cargas
impuestas por el Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera
Guerra Mundial.
En ese terreno encontró eco la demagogia de un demente, que
acusaba como supuestos culpables de la crisis de los años
treinta, a una extraña alianza de "judíos, socialistas y
comunistas", así como a "gobiernos y banqueros de las caducas
democracias occidentales".
Pero ya en el poder, Hitler se deshizo de las hordas del lumpen
agrupado en las SA: la noche del 29 de junio de 1934, la "noche
de los cuchillos largos", hizo asesinar a su dirigente, Ernst
Rohm, y a cuatrocientos de sus seguidores.
A partir de entonces gobernó con el apoyo del ejército y de las
SS, la organización paramilitar dirigida por el temible Heinrich
Himmler.
Al año siguiente se dictaron las primeras leyes de segregación
racial.
Los judíos no podían ejercer profesiones liberales, ni casarse
con no judíos, y debían llevar una estrella amarilla en el pecho.
En 1938, poco antes del inicio de la guerra, 30.000 judíos fueron
conducidos a campos de concentración y tratados como esclavos.
El resto los acompañaría en los años siguientes.
Hitler acabó sus días el 30 de abril de 1945. Se suicidó mientras
los aliados ocupaban el edificio del Reichstag (parlamento
alemán).
Aliados gemelos
Benito Musolini había llegado al poder en Italia mucho antes que
Hitler. El 28 de octubre de 1922, sus "camisas negras" marcharon
sobre Roma y el rey Víctor Manuel III, aterrorizado, le pidió que
forme un gabinete. Tres años después el "Duce" disolvió el
parlamento, encarceló a sus opositores e impuso un régimen
policial.
El emperador Hirohito llegó al trono de Japón en 1921 como
regente de su propio padre, víctima de una enfermedad mental.
Cinco años después fue proclamado emperador y en 1937 ordenó la
invasión de China, que para muchos fue el verdadero inicio de la
Segunda Guerra Mundial.
Musolini terminó sus días el 28 de abril de 1945, cuando trataba
de huir disfrazado de soldado. Fuerzas de la resistencia lo
capturaron y lo ejecutaron. La multitud lo colgó de un gancho de
carnicero en una plaza de Milán.
El emperador Hirohito tuvo mejor suerte. Capturado por los
norteamericanos, consiguió el perdón. Vivió hasta 1989.
Las armas del conflicto
La Segunda Guerra Mundial se caracterizó por la aparición de
nuevas armas y el desarrollo de otras ya conocidas:
- El avión: Se abandonó el biplano de la Primera Guerra Mundial
y se adoptó el monoplano, un poco menos maniobrable pero mucho
más rápido. Además surgieron los bombarderos, gigantescas
máquinas de volar que transportaban bombas y paracaidistas a
territorio enemigo. El helicóptero apareció hacia el final de la
guerra, en 1944, y casi no influyó en su resultado.
- El radar: Según algunos, fue el arma más importante.
Desarrollado en 1935, ayudó a Inglaterra a derrotar el intento
de Alemania de invadirla por aire.
- El tanque: Apareció hacia el final de la Primera Guerra
Mundial, en 1916, y por eso no alcanzó a desplazar completamente
a la caballería.
Pero en la Segunda Guerra se convirtió casi en un distintivo.
La blitzkrieg (guerra relámpago) de Hitler, se basó precisamente
en la velocidad de estas poderosas máquinas blindadas.
- Los submarinos: Dotados de torpedos, se volvieron un arma
temible en las batallas navales. Los alemanes fueron los primeros
en utilizarlos de manera generalizada en 1940, pero rápidamente
Estados Unidos hizo esfuerzos para seguir por el mismo camino.
- Bombas voladoras: Alemania las desarrolló solo en 1944, hacia
el final de la guerra, cuando las V-1 hicieron estragos en
Londres; de lo contrario, quizás el fin del conflicto habría sido
diferente. Pero abrieron el camino para los modernos misiles, hoy
convertidos en las armas fundamentales de cualquier ejército.
- Bomba atómica: Se utilizó una sola vez en las ciudades
japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945. Pero su
recuerdo terrorífico dura hasta ahora.
Ecuador en la guerra
Mientras el mundo sufría los horrores de la guerra, Ecuador vivía
su propio conflicto bélico y una revolución. El 4 de julio de
1941, fuerzas peruanas atravesaron la frontera Sur y obligaron
a la firma del Protocolo de Río de Janeiro. El 28 de mayo de
1944, el pueblo de Guayaquil descontento salió a las calles y
provocó la destitución del presidente Alberto Arroyo del Río.
Por lo demás, la vida cambió completamente. Ecuador le vendía a
los aliados balsa para construir aviones caza, pero debió reducir
sus importaciones, no solo de artículos suntuarios sino incluso
de medicinas. También es cierto que muchos de los remedios
modernos no existían (llegaban las sulfas, pero la penicilina no
se conocía).
El tema de conversación en todas las casas era la guerra. El
público seguía en los diarios las incidencias de cada batalla,
y en el cine, antes de comenzar la película, se pasaba un breve
noticiero. Era frecuente que el público se pusiese de pie para
aplaudir la aparición en la pantalla de Roosevelt, Churchill e
incluso Stalin.
En medio de la austeridad, la mayor diversión de los
guayaquileños era concurrir al American Park, un balneario
privado a orillas del Estero Salado donde, por unos pocos
centavos, se adquiría el derecho a alquilar un traje de baño y
pasar un rato agradable en unas aguas todavía no contaminadas.
Los que más sufrieron fueron los inmigrantes alemanes e italianos
(japoneses casi no había). El Gobierno elaboró una lista negra
de personas que sufrieron la incautación de sus bienes y la
censura de su correspondencia. Aunque se cometieron injusticias,
la medida obedeció a que desde los años veinte se había detectado
la presencia de un movimiento fascista.
Al mismo tiempo, sin embargo, la guerra dio origen a una nueva
oleada de inmigrantes de los países del Eje, muchos de los cuales
contribuyeron de manera importante al desarrollo de la ciudad.
1939
* Fin de la guerra civil española con el triunfo de Francisco
Franco
* Muere el poeta español Antonio Machado
* Aparece el DDT
* Clark Gable y Vivian Leigh protagonizan Lo que el viento se
llevó
1940
* Asesinan en México a León Trotsky
* Churchill, primer ministro de Gran Bretaña
* Xerox inventa la fotocopiadora
* Primera transmisión experimental de la TV a color
1941
* Muere el poeta indio Rabindranath Tagore
* Orson Welles filma El ciudadano Kane
* Comienza el proyecto Manhattan para construir la bomba atómica
* Glenn Miller vende un millón de discos en EE.UU.
1942
* Se inventa la cinta magnetofónica
* Frank Sinatra debuta en Nueva York
* Humphrey Bogart protagoniza Casablanca, de Michael Curtiz
* Muere el poeta español Miguel Hernández
1943
* Muere el compositor ruso Sergei Rachmaninoff
* Antoine de Saint-Exupéry publica El principito
* Se descubre el suero antitetánico
* Ladislao Biro inventa el bolígrafo
1944
* Aparece Chiquita Banana
* Roosevelt, reelecto para un cuarto mandato en EE.UU.
* Aparece la estreptomicina
* Muere el pintor holandés Piet Mondrian
1945
* El ruso Serguéi Eisenstein filma Iván el Terrible
* Aparece el gato Silvestre en las pantallas de cine
* Charles De Gaulle, presidente de Francia
* Charly "Bird" Parker revoluciona el jazz
(Texto tomado de El Universo)
mundo estuvo envuelto en las tinieblas de una guerra en la que
murieron 40 millones de personas. De un lado el fascismo,
dispuesto a llevarnos al holocausto. Del otro, la democracia y
el comunismo aliados momentáneamente.
Los aliados
Inglaterra, URSS, EE.UU.
El fin de dos imperios
Después de la Primera Guerra Mundial, los líderes de Francia
estaban resueltos a evitar un nuevo ataque de Alemania. Alguien
propuso entonces construir una línea de defensa a lo largo de la
frontera. La línea Maginot, como se la conoció, recorría miles
de kilómetros en una acumulación aparentemente inexpugnable de
cañones, alambres de púas y municiones.
A nadie se le ocurrió pensar que la nueva guerra se
caracterizaría por la enorme movilidad de los ejércitos, y que
por ese motivo una línea estática sería completamente inútil.
En Inglaterra cometieron el error opuesto. El rey Eduardo VIII
(que abdicó en 1936), había mirado con simpatía la posibilidad
de una alianza con los nazis.
Y Winston Churchill escribió que quizás Hitler se dedicaría a
engrandecer Alemania sin molestar a sus vecinos.
Por eso, franceses e ingleses suspiraron con alivio cuando el
Primer Ministro de Gran Bretaña, Neville Chamberlain, le aceptó
a Hitler en Munich (Alemania) que invada los Sudetes (una pequeña
provincia checa), en un histórico encuentro que tuvo lugar el 30
de septiembre de 1938.
"Esto significa la paz", dijo Chamberlain, y en Londres y París
le creyeron.
Cuando la guerra comenzó, Hitler tuvo cuidado de no atacar la
línea Maginot. En su lugar invadió Holanda y Bélgica, y cruzó la
frontera con Francia por el norte, rodeando la famosa línea de
defensa. Sus tropas llegaron a París en cuestión de días.
Hitler mantuvo ocupada la mayor parte del territorio francés,
pero creó un régimen títere en Vichy, encabezado por el héroe de
la Primera Guerra Mundial, el mariscal Petain.
Mientras tanto, las tropas inglesas, derrotadas, debieron huir
de regreso a su país. Un enorme convoy se organizó para salvar
a 350.000 soldados desde las playas de Dunkerque. Gran Bretaña,
en cambio, sí pudo resistir el ataque aéreo alemán. La Batalla
de Inglaterra, como se la conoció, frustró los planes de Hitler
de poner pie en Inglaterra.
"Sólo puedo ofrecerles sangre, sudor y lágrimas", dijo Churchill
a sus compatriotas. Ellos aceptaron el sacrificio y contribuyeron
a la derrota del fascismo.
El Ejército Rojo se reorganiza
El dictador soviético Josef Stalin creyó haber encontrado la
manera de evitar una guerra con Hitler. El 23 de agosto de 1939,
la URSS firmó un pacto de no agresión con Alemania, dejándoles
las manos libres a los nazis para su inminente invasión a
Polonia. El pacto incluyó ciertas cláusulas secretas que
permitieron a la URSS quedarse con un tercio del territorio
polaco.
Dos años después, como era de esperarse, Hitler rompió el acuerdo
con Stalin y sus ejércitos invadieron Rusia a lo largo de un
frente de casi 3.000 kilómetros.
Ni siquiera entonces el Ejército Rojo pudo reaccionar, entre
otros motivos, porque Stalin lo había descabezado en 1937,
convencido de que los generales tramaban un complot en su contra.
Debieron pasar dos años antes de que los soldados soviéticos
pudiesen ofrecer una verdadera resistencia. El momento del giro
fue la batalla de Stalingrado, al comenzar 1943, la primera
derrota seria de los ejércitos alemanes.
Luego vendría la lucha en Kursk, en julio de ese mismo año, la
mayor batalla de tanques de toda la historia, en la que el
fracaso alemán se repitió.
Un poco antes, Stalin había vuelto a dar muestras de su talante
de dictador. Cuando sus tropas avanzaron en territorio polaco y
se acercaron a Varsovia, los judíos de esa ciudad (obligados por
el Ejército alemán a vivir en un gueto) supieron que los nazis
preparaban un exterminio y se sublevaron. Confiados en que los
rusos estaban por llegar, pensaron que solo tendrían que resistir
algunas semanas. Pero cuando las tropas rusas se acercaron,
recibieron órdenes de esperar.
Solamente cuando los nazis aplastaron el último vestigio de
resistencia en el gueto, en abril, el Ejército Rojo ocupó la
ciudad.
EE.UU., el gran vencedor
El 7 de diciembre de 1941, bombarderos y cazas japoneses atacaron
por sorpresa la base norteamericana de Pearl Harbor, en las islas
Hawai, destruyendo 188 aviones, 5 acorazados, 3 cruceros y 4
destructores.
Como respuesta, el Gobierno estadounidense declara la guerra a
Japón y a Alemania. Algunos historiadores sospechan que Roosevelt
supo del ataque aéreo y resolvió no impedirlo. Muchos líderes
norteamericanos se habían mostrado renuentes a participar del
conflicto, y posiblemente, sin el bombardeo de Pearl Harbor, ni
siquiera Roosevelt habría podido vencer esas resistencias.
A la larga, sin embargo, la demora de Estados Unidos en entrar
al conflicto, resultó beneficiosa. Cuando este terminó se había
convertido en la nación más poderosa del planeta.
Así se hizo evidente en las conferencias de Yalta y Potsdam,
donde las tres potencias vencedoras decidieron el futuro del
mundo. Aunque Inglaterra participó, las decisiones fundamentales
las tomaron Estados Unidos y la URSS.
Ambas naciones protagonizarían el nuevo conflicto mundial, que
duró casi medio siglo y pasó a la historia como la Guerra Fría.
El Eje
Alemania, Italia, Japón
La Alemania nazi dio inicio a la guerra cuando invadió Polonia
en septiembre de 1939 (1). A partir de ese momento fue cuestión
de días para que sus tropas ocupen casi toda Europa.
Usando la Blitzkrieg, la táctica de la guerra relámpago, los
alemanes rodearon por el Norte la famosa línea Maginot, una serie
de fortificaciones que debían proteger a Francia (2), y obligaron
a las tropas aliadas a huir hacia Inglaterra por Dunkerque (3).
Recién entonces, convencida de la aparente superioridad alemana,
Italia se resolvió a participar en la guerra (junio de 1940).
El siguiente paso fue invadir Rusia. La operación Barbarroja
comenzó en junio de 1941 (4) y a las pocas semanas el ejército
nazi se había apoderado de una enorme porción de territorio
soviético (ver línea azul en el mapa).
El nuevo éxito de Hitler contagió a Japón, que en diciembre de
ese año bombardeó por sorpresa la base norteamericana de Pearl
Harbor (Hawai) y se incorporó al conflicto bélico.
Hacia fines de 1942, era difícil contemplar el mapa del mundo sin
un profundo pesimismo. Europa parecía una enorme mancha negra en
manos del fascismo. España permanecía neutral, pero el régimen
de Francisco Franco mostraba simpatías por el Eje. Solo
Inglaterra y una parte de la URSS sobrevivían.
El cambio se produjo con la Batalla de Stalingrado (5). Durante
seis meses, la población de esa ciudad y los soldados del
ejército rojo resistieron la ofensiva nazi, defendiendo casa por
casa. Al final, obtuvieron la primera derrota importante del
ejército alemán, que desde ese momento comenzó a retroceder ante
el avance de los aliados.
A mediados de 1944 las condiciones habían cambiado tan
radicalmente que, los aliados abrieron un segundo frente
desembarcando en Normandía (Francia) (6). Por el Este avanzaba
el Ejército Rojo, por el Oeste las tropas norteamericanas e
inglesas, mientras encerraban en esa pinza mortal a unas tropas
alemanas desmoralizadas.
El fin para la Alemania nazi llegó un año después, cuando cayó
Berlín y los alemanes se rindieron (7).
La locura de Hitler
Las primeras balas de la Segunda Guerra Mundial se dispararon en
1939, pero el conflicto en realidad se había venido gestando
varios años antes.
En 1933, Adolfo Hitler se apoderó del poder en Alemania
movilizando huestes de desempleados, pequeños comerciantes y
gentes de clase media empobrecidas por la crisis económica.
Organizados en las SA y vestidos con uniformes pardos, esos
grupos sembraron el pánico en las calles de Berlín, atacando y
golpeando a cualquiera que discrepe con la ideología nazi.
Hitler aprovechó la amargura que produjeron las injustas cargas
impuestas por el Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera
Guerra Mundial.
En ese terreno encontró eco la demagogia de un demente, que
acusaba como supuestos culpables de la crisis de los años
treinta, a una extraña alianza de "judíos, socialistas y
comunistas", así como a "gobiernos y banqueros de las caducas
democracias occidentales".
Pero ya en el poder, Hitler se deshizo de las hordas del lumpen
agrupado en las SA: la noche del 29 de junio de 1934, la "noche
de los cuchillos largos", hizo asesinar a su dirigente, Ernst
Rohm, y a cuatrocientos de sus seguidores.
A partir de entonces gobernó con el apoyo del ejército y de las
SS, la organización paramilitar dirigida por el temible Heinrich
Himmler.
Al año siguiente se dictaron las primeras leyes de segregación
racial.
Los judíos no podían ejercer profesiones liberales, ni casarse
con no judíos, y debían llevar una estrella amarilla en el pecho.
En 1938, poco antes del inicio de la guerra, 30.000 judíos fueron
conducidos a campos de concentración y tratados como esclavos.
El resto los acompañaría en los años siguientes.
Hitler acabó sus días el 30 de abril de 1945. Se suicidó mientras
los aliados ocupaban el edificio del Reichstag (parlamento
alemán).
Aliados gemelos
Benito Musolini había llegado al poder en Italia mucho antes que
Hitler. El 28 de octubre de 1922, sus "camisas negras" marcharon
sobre Roma y el rey Víctor Manuel III, aterrorizado, le pidió que
forme un gabinete. Tres años después el "Duce" disolvió el
parlamento, encarceló a sus opositores e impuso un régimen
policial.
El emperador Hirohito llegó al trono de Japón en 1921 como
regente de su propio padre, víctima de una enfermedad mental.
Cinco años después fue proclamado emperador y en 1937 ordenó la
invasión de China, que para muchos fue el verdadero inicio de la
Segunda Guerra Mundial.
Musolini terminó sus días el 28 de abril de 1945, cuando trataba
de huir disfrazado de soldado. Fuerzas de la resistencia lo
capturaron y lo ejecutaron. La multitud lo colgó de un gancho de
carnicero en una plaza de Milán.
El emperador Hirohito tuvo mejor suerte. Capturado por los
norteamericanos, consiguió el perdón. Vivió hasta 1989.
Las armas del conflicto
La Segunda Guerra Mundial se caracterizó por la aparición de
nuevas armas y el desarrollo de otras ya conocidas:
- El avión: Se abandonó el biplano de la Primera Guerra Mundial
y se adoptó el monoplano, un poco menos maniobrable pero mucho
más rápido. Además surgieron los bombarderos, gigantescas
máquinas de volar que transportaban bombas y paracaidistas a
territorio enemigo. El helicóptero apareció hacia el final de la
guerra, en 1944, y casi no influyó en su resultado.
- El radar: Según algunos, fue el arma más importante.
Desarrollado en 1935, ayudó a Inglaterra a derrotar el intento
de Alemania de invadirla por aire.
- El tanque: Apareció hacia el final de la Primera Guerra
Mundial, en 1916, y por eso no alcanzó a desplazar completamente
a la caballería.
Pero en la Segunda Guerra se convirtió casi en un distintivo.
La blitzkrieg (guerra relámpago) de Hitler, se basó precisamente
en la velocidad de estas poderosas máquinas blindadas.
- Los submarinos: Dotados de torpedos, se volvieron un arma
temible en las batallas navales. Los alemanes fueron los primeros
en utilizarlos de manera generalizada en 1940, pero rápidamente
Estados Unidos hizo esfuerzos para seguir por el mismo camino.
- Bombas voladoras: Alemania las desarrolló solo en 1944, hacia
el final de la guerra, cuando las V-1 hicieron estragos en
Londres; de lo contrario, quizás el fin del conflicto habría sido
diferente. Pero abrieron el camino para los modernos misiles, hoy
convertidos en las armas fundamentales de cualquier ejército.
- Bomba atómica: Se utilizó una sola vez en las ciudades
japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945. Pero su
recuerdo terrorífico dura hasta ahora.
Ecuador en la guerra
Mientras el mundo sufría los horrores de la guerra, Ecuador vivía
su propio conflicto bélico y una revolución. El 4 de julio de
1941, fuerzas peruanas atravesaron la frontera Sur y obligaron
a la firma del Protocolo de Río de Janeiro. El 28 de mayo de
1944, el pueblo de Guayaquil descontento salió a las calles y
provocó la destitución del presidente Alberto Arroyo del Río.
Por lo demás, la vida cambió completamente. Ecuador le vendía a
los aliados balsa para construir aviones caza, pero debió reducir
sus importaciones, no solo de artículos suntuarios sino incluso
de medicinas. También es cierto que muchos de los remedios
modernos no existían (llegaban las sulfas, pero la penicilina no
se conocía).
El tema de conversación en todas las casas era la guerra. El
público seguía en los diarios las incidencias de cada batalla,
y en el cine, antes de comenzar la película, se pasaba un breve
noticiero. Era frecuente que el público se pusiese de pie para
aplaudir la aparición en la pantalla de Roosevelt, Churchill e
incluso Stalin.
En medio de la austeridad, la mayor diversión de los
guayaquileños era concurrir al American Park, un balneario
privado a orillas del Estero Salado donde, por unos pocos
centavos, se adquiría el derecho a alquilar un traje de baño y
pasar un rato agradable en unas aguas todavía no contaminadas.
Los que más sufrieron fueron los inmigrantes alemanes e italianos
(japoneses casi no había). El Gobierno elaboró una lista negra
de personas que sufrieron la incautación de sus bienes y la
censura de su correspondencia. Aunque se cometieron injusticias,
la medida obedeció a que desde los años veinte se había detectado
la presencia de un movimiento fascista.
Al mismo tiempo, sin embargo, la guerra dio origen a una nueva
oleada de inmigrantes de los países del Eje, muchos de los cuales
contribuyeron de manera importante al desarrollo de la ciudad.
1939
* Fin de la guerra civil española con el triunfo de Francisco
Franco
* Muere el poeta español Antonio Machado
* Aparece el DDT
* Clark Gable y Vivian Leigh protagonizan Lo que el viento se
llevó
1940
* Asesinan en México a León Trotsky
* Churchill, primer ministro de Gran Bretaña
* Xerox inventa la fotocopiadora
* Primera transmisión experimental de la TV a color
1941
* Muere el poeta indio Rabindranath Tagore
* Orson Welles filma El ciudadano Kane
* Comienza el proyecto Manhattan para construir la bomba atómica
* Glenn Miller vende un millón de discos en EE.UU.
1942
* Se inventa la cinta magnetofónica
* Frank Sinatra debuta en Nueva York
* Humphrey Bogart protagoniza Casablanca, de Michael Curtiz
* Muere el poeta español Miguel Hernández
1943
* Muere el compositor ruso Sergei Rachmaninoff
* Antoine de Saint-Exupéry publica El principito
* Se descubre el suero antitetánico
* Ladislao Biro inventa el bolígrafo
1944
* Aparece Chiquita Banana
* Roosevelt, reelecto para un cuarto mandato en EE.UU.
* Aparece la estreptomicina
* Muere el pintor holandés Piet Mondrian
1945
* El ruso Serguéi Eisenstein filma Iván el Terrible
* Aparece el gato Silvestre en las pantallas de cine
* Charles De Gaulle, presidente de Francia
* Charly "Bird" Parker revoluciona el jazz
(Texto tomado de El Universo)
Más en el