Las remesas de los emigrantes en el primer semestre de este año aumentaron en 100 millones de dólares con relación al mismo período del año anterior.
Según el informe del Directorio del Banco Central sobre el evolución de la economía entre enero y julio, la balanza de pagos registró ingresos por envío de divisas por 758,3 millones de dólares. En ese mismo período del 2002, este rubro llegó a 658,8 millones.
El reporte del ex Instituto Emisor indica que hasta el 31 de diciembre del 2002, el país recibió 1 432 millones de dólares por este concepto. Manteniéndose la tendencia del primer semestre, a fin de año los ingresos se ubicarán por sobre los 1 516 millones siendo este superior al 2002 y 2001.
Pese a la vigencia de severas restricciones en el ingreso de emigrantes latinos a Europa y a Estados Unidos, y la legalización de certificados de residencia, los ecuatorianos cada vez utilizan más las entidades financieras para el envío de las remesas hacia el país.
El año anterior, América Latina y el Caribe captaron 32 000 millones de dólares por concepto de remesas.
Un estudio del Fondo General de Cooperación de España en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que, pese al reducido nivel de sus ingresos, la importancia de las remesas que los emigrantes envían a sus familiares en sus países de origen es alta.
Por ejemplo, en esa nación europea, los ecuatorianos corresponden a más del 50 por ciento de las remesas transferidas. En el 2002, 450,4 millones de dólares de recursos enviados pertenecieron a los migrantes nacionales.
Según la encuesta del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), un 14 por ciento de los ecuatorianos adultos se beneficia del envío de familiares que viven en el extranjero y casi las tres cuartas partes de los receptores, que en su mayoría son mujeres, ganan menos de 500 dólares por mes.
El 61 por ciento de los receptores de los recursos los usa en gastos diarios: pagar la renta, o medicinas, mientras que el 22 por ciento las dedica a inversiones a largo plazo y el 17 por ciento a "gastos superfluos o lujos".
Más coyotes en Cuenca y Cañar
En el Austro, las palabras "coyotes", estafadores o "chulqueros" son conocidas para la mayoría de personas. Ellos están involucrados con el negocio ilícito del tráfico de personas al extranjero, una suerte de "industria" ilegal enraizada en esta parte del país y que deja a cientos de familias sucumbidas en la pobreza, con pérdidas económicas y afectaciones sicológicas.
El "coyoterismo" lejos de erradicarse se fortalece con una nueva forma de operar: ahora, son los estafadores quienes buscan a los potenciales migrantes en sus comunidades. Aparecen en sus festejos comunitarios y se hacen pasar por amigos de autoridades o de vecinos para ofrecer llevarlos "sin problemas y con visa" a Estados Unidos.
Natividad Guiñanzaca, de 49 años, una de las estafadas cuenta que pagó 25 000 dólares, al presunto coyote, Kléber Fernando Loja Lima, para que llevara a dos de sus hijas a EE.UU. A él lo conoció en la fiesta de Portete (cantón Cuenca), comunidad donde vive, y "allí se vanaglorió de ser un pasador efectivo".
Para obtener el dinero Guiñanzaca hipotecó el único terreno de la familia, pero el viaje nunca se hizo. Loja desapareció sin dejar rastro, llevándose el dinero de la familia.
Hace dos meses, la mujer logró detenerlo y tras permanecer un día en el Centro de Detención Provisional obtuvo su libertad. En ese instante, Guiñanzaca perdió las esperanzas de recuperar su dinero.
Ahora, su sufrimiento es mayor pues está a punto de perder el terreno hipotecado, porque no puede cubrir la deuda. Casos similares a este se repiten constantemente en las provincias de Azuay y Cañar.
En el 2002, la Registraduría de la Propiedad de Cañar contabilizó 450 hipotecas abiertas (sin nombre de beneficiario) y, en lo que va del año 330. En Azuay, la cifra supera las 1 500, en el mismo período. La mayoría de trámites se realiza para garantizar al "chulquero" o "coyotero" el dinero que entrega a quienes quieren viajar.
Pero hay datos interesantes en Azogues y Paute. Allí, la Iglesia, a través de las pastorales sociales, se unió con el pueblo para impedir que los "chulqueros", se apropien legalmente de las viviendas.
Por ejemplo, así lograron que, en Azogues, alrededor de 100 familias y en Paute 40, conserven sus bienes. Un caso reciente ocurrió en el centro de Azogues, cuando Gerardina Gaiñín, presunta coyote y prestamista, intentó desalojar de su vivienda a una anciana con sus siete nietos.
Hace cuatro años, Zulema Vélez, hija de la anciana, viajó a EE.UU. y para hacerlo hipotecó, por ocho millones de sucres, la vivienda de la familia. Al no pagar, Gaiñán ganó un juicio y, con ello, la vivienda valorada ahora en 50 mil dólares pasaba a sus manos.
La Pastoral Social y la comunidad se levantaron para impedir el desalojo. Ángel Castillo, sacerdote de la Pastoral Social de Azogues, señala que en Azuay y Cañar el 99 por ciento de los viajes es financiado por una red de 600 "chulqueros" y 800 "coyotes" que operan en las dos provincias. Esta "industria" tiene un movimiento anual de 40 millones de dólares, aseguran varios abogados y jueces vinculados.
La Policía Judicial de Azuay, de enero a julio, registró 107 denuncias por estafa. La Fiscalía, tuvo de 30 a 35 por mes.
La situación actual
Una advertencia
En los archivos del Ministerio Fiscal del Azuay hay una extensa lista de presuntos "coyotes" que tienen más de diez denuncias y órdenes de prisión. El acceso a esta información se lo puede tramitar a través del Ministro Fiscal.
Pocos sentenciados
Rubén González Toalongo, Olga Quintero y Luis Peralta Ávila son las únicas personas que, actualmente, cumplen condenas de tres a seis años por delitos de tráfico de migrantes y estafa a personas incautas.
Más control a las visas para los artistas
La música viaja con los inmigrantes. Los músicos populares van donde los reclaman y logran concentraciones de hasta 150 000 personas, como el festival de Flushing.
Los inmigrantes son una interminable cantera de nostalgia. En los años 70 eran los Miño-Naranjo o los Benítez y Valencia, quienes llenaban escenarios en Nueva York o Chicago. Hoy es Ana Lucia Proaño, Widinson, Manolo, Jayac o Fernando Zumba.
Los artistas, empresarios de espectáculos y productores de discos saben que allí hay mucho que explotar, tanto así que en Nueva York no hay mes, especialmente en invierno, que no se este publicitando un festival de música "chichera".
Los emigrantes pagan hasta 30 dólares por escuchar a sus cantantes preferidos. Sin embargo, los controles migratorios y concesión de visas amenaza con no levantar el telón. En el festival de la Herencia Ecuatoriana muchos artistas estaban en el calendario, pero varios no llegaron porque "no lograron obtener su visa", fue la justificación al público.
Martha Baquero, vicepresidenta de B/G Entertaiment, una de las más grandes empresas de organización de espectáculos y promoción de artistas, reconoce que los hechos del 11 de septiembre de hace dos años empiezan a poner trabas sobre el negocio.
Desde que trabaja en esta actividad, hace tres años, la documentación no ha cambiado. Hay que llenar el formulario I-129 con los datos del artista y enviar una copia al American Guild of Musical Artists que es el que certifica esas presentaciones musicales.
Cada vez que viene un cantante hay que hacer ese trámite a un costo de casi 2 000 dólares. La carpeta debe incluir el currículo artístico: presentaciones, discos, publicidad, recortes de periódicos actualizados sobre el cantante. Pasajes de ida y vuelta, contrato y garantía de la empresa para la que vienen a trabajar.
Entonces Inmigración extiende otro formulario y ese hay que enviarlo al Ecuador para que el artista acuda a tramitar su visa P-3. Los últimos tiempos eso se ha vuelto más engorroso, en Ecuador. Hugo Zavala, representante de Producciones Zavala, cuenta, por ejemplo, que al grupo Jayac, pese a las muchas veces que ha venido a EE.UU. ahora les han pedido hacer una audición en el Consulado para comprobar que son cantantes.
La misma solicitud fue para Rock Star. Manolo, otro cantante de cumbia romántica, como el mismo se define, ya había estado dos veces antes, pero la tercera solicitud le negaron mientras no presente sus documentos de solvencia económica.
Su actuación en Nueva York se postergó y cuando volvió a presentarse con los nuevos documentos ni siquiera los miraron. Baquero tampoco pudo traer dos cantantes el mes pasado.
Los contratos
Más famosos
Byron Caicedo, Claudio Vallejo, Ana Lucia Proaño, los grupos Jayac, Rock Star están entre los más famosos entre el público de Nueva York. Ninguno viene por menos de 20 000 dólares para la temporada, que incluye 4 o más presentaciones.
Los espectáculos
Cristal Palace, Universal Dance Studio en Queens y Robert Hotel en Newark son los sitios donde se suele hacer festivales rocoleros o chicheros.