BOGOTA.- El comandante del Ejército colombiano, general Mario Montoya, uno de los oficiales más cercanos al presidente
Alvaro Uribe, renunció hoy arrastrado por el escándalo de ejecuciones extrajudiciales, que ya llevó al retiro de 27 de sus hombres, entre ellos 3 generales.
Montoya, de 59 años y 39 de servicio, y considerado uno de los oficiales que le propinó los mayores golpes a la guerrilla de las
FARC, anunció su retiro seis dÃas después de que Uribe denunciara que algunos militares estarÃan incursos en asesinatos.
"A partir de ahora, como general en retiro, seguiré con las mismas convicciones de fe y de amor por mi Ejército y por mi patria", señaló el militar en una lacónica declaración en el comando del Ejército en Bogotá.
El oficial era señalado como uno de los más cercanos a Uribe, a quien conoció cuando se desempeñaba como gobernador del departamento (provincia) de Antioquia (noroeste) entre 1995 y 1997.
Montoya se habÃa desempeñado al frente del comando Conjunto del Caribe, y previamente habÃa sido comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta del Sur, en donde tuvo a cargo las operaciones iniciales del Plan Colombia contra el narcotráfico y los grupos armados ilegales en las selvas del sur.
A lo largo de sus 2 años y casi 9 meses como comandante del Ejército, obtuvo importantes triunfos, especialmente en 2008 cuando sus tropas dieron muerte al número dos de las
FARC, Raúl Reyes, en un campamento localizado en Ecuador.
También en los últimos meses, el Ejército abatió a numerosos mandos medios del grupo rebelde y presionó la entrega de otros, hechos que minaron la ofensiva insurgente.
La figura de Montoya cobró especial relevancia como responsable de la operación 'Jaque' que en julio permitió el rescate incruento de 15 secuestrados de las
FARC, en una acción sin precedentes en el mundo.
En ese grupo se encontraban la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt, tres estadounidenses y 11 militares y policÃas que recobraron la libertad tras una operación de inteligencia que permitió infiltrar a las FARC.
El oficial también fue objeto de duros cuestionamientos, e incluso de presiones sobre el gobierno colombiano de algunos sectores demócratas estadounidenses para que lo retirara de las filas por presuntas violaciones de los derechos humanos.
La partida de Montoya serÃa el comienzo de una renovación de la cúpula militar, especialmente a partir de los resultados de la investigación por la muerte de al menos una veintena de jóvenes que fueron reportados como bajas en combate por el Ejército.
El miércoles pasado Uribe reveló en conferencia de prensa que la investigación habÃa dado como resultado anomalÃas en algunas guarniciones, especialmente en el noreste del paÃs.
"La investigación ha encontrado que puede haber integrantes de las fuerzas armadas incursos en asesinatos", dijo Uribe tras anunciar el retiro de 27 integrantes del Ejército, entre ellos tres generales, que podrÃan haber incurrido en omisión en el desempeño de sus cargos.
Voceros de la oposición, como el senador Gustavo Petro, del Polo Democrático Alternativo (PDA), aseguraron que la polÃtica de Uribe de incentivar a los militares por el número de bajas como prueba de eficiencia habÃa dado lugar a las ejecuciones.
Por su parte, miembros del opositor Partido Liberal pidieron incluso la renuncia del ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, como responsable de la situación.
"Se están asumiendo algunas de las responsabilidades pero yo insisto en que hay una responsabilidad polÃtica que está en cabeza del ministro Santos", dijo a periodistas la senadora Cecilia López, vocera del liberalismo. (AFP)