Quito. 14 feb 2000. Comienzo por decir que mientras más se
espera y mientras más se busca, menos llega... Tantas pelÃculas
de amor, tantas historias utópicas, tantas canciones llenas de
sensaciones jamás experimentadas y poemas eternos organizaban en
mi mente un sin sentido y una gran confusión. Pensar que algo asÃ
pudiera pasarle a mi vida era imposible; pero en realidad no lo
fue.
En agosto del 97 llegó a mi casa desde Austria, para hacer un
intercambio cultural y de paso aprender un poco nuestro idioma.
Tengo que admitir que algo pasó por mi cabeza, pero traté de
ignorar la emoción. Conversamos mucho, compartimos ideas y en
verdad pensé que él era una persona muy simpática e interesante.
Pocos dÃas más tarde, mi familia viajó a la playa y,
naturalmente, él nos acompañó. Entre guerras de arena,
atardeceres hermosos y clima estupendo empezó a marchar algo que,
hasta entonces, era incierto.
Al final de estas cortas vacaciones se me presentó el enigma
siguiente: vivir por primera vez el momento y jugarme el todo por
el todo o continuar atada a mi eterna relación (seis años) sin
futuro, y de esa forma dejar escapar la probable felicidad. ¡Qué
complicación! En fin, me decidà por la primera opción, lástima
que solo tuviéramos dos semanas más para disfrutarla porque,
lógicamente, ni él ni yo sabÃamos si esta locura funcionarÃa más
tarde...
Como tenÃa que pasar, él se fue y yo me quedé llena de dudas y,
en cierta forma, pensando que el sueño se habÃa terminado. Al dÃa
siguiente recibà la primera de tantas llamadas, era él tratando
de explicarme lo mucho que me extrañaba, sinceramente no podÃa
creerlo. Asà fue, lo logramos y, por supuesto, gracias a la
tecnologÃa pudimos mantenernos en un contacto diario. Las
estadÃsticas dicen que en diez meses nos enviamos 1300 e-mails
(más o menos tres por dÃa).
En julio del 98 nos reencontramos por tercera vez; fue,
definitivamante, la última. Al cabo de tres meses y después de
escuchar su propuesta de matrimonio por los altoparlantes de la
estación central de trenes en Viena, decidimos casarnos.
TodavÃa seguimos juntos. A pesar de las diferencias culturales,
nos amamos intensamente, y no solo eso, sino que en verdad nos
entendemos y comportamos como si todo apenas hubiera empezado.
La esperanza tan fuerte de encontrar a alguien que llenara mis
expectativas fue grande y, gracias a la existencia misma, hoy me
siento como jamás me habÃa sentido. Todas aquellas historias,
pelÃculas, canciones y poemas son solo un pequeño ejemplo de lo
que puede pasar, si en verdad uno confÃa en que la vida tiene más
cosas positivas que negativas. La persona perfecta no existe; la
persona perfecta para uno ¡sÃ!
Posdata:
Solo en el caso de que alguien piense que el chico de la relación
de seis años fue la vÃctima, vale la pena decirle que no lo fue.
No tengo el derecho de escribir por él pero, lógicamente, serÃa
interesante saber lo que le pasó, ¿verdad? Al igual que yo,
encontró un ser que llena su vida y lo hace feliz.
¿Qué más se puede pedir?
VERO y JOHANNES
A LA ESPERA DE UN MILAGRO
Serán unos siete años. Cuando la conocà estudiábamos juntos. La
veÃa todos los dÃas, pero mi interés no pasaba de la tÃpica
admiración por la belleza de una mujer.
Cuando dejamos la universidad me di cuenta que la extrañaba mucho
(tristeza). Después de un tiempo trabajamos juntos y cada dÃa
despertaba con la ansiedad de verla (preocupación). Cuando me
animé a decirle lo que sentÃa no me creyó nada (horror). Cuando
me imaginaba besándola sentÃa como si me hubiera tragado un
puñado de clavos (dolor), puesto que no es nada agradable soñar
con alguien que te rechaza.
Dejamos de vernos y entonces que entendà que la querÃa
(perspicacia). Hoy la veo regularmente y, si bien sufro al verla
y no tenerla, sufrirÃa más al no poder contemplar esos ojos que
aunque no me miren me alucinan (emboscada).
Hoy no puedo dejar de pensar en ella y esperar por un milagro,
mientras sigo soñando (ingenuidad). Después de todo, si mataron
a Supermán ¿por qué no puedo estar con ella?
GORILA
FUE AMOR A PRIMERA VISTA
Cuando uno no cree en el amor a primera vista, el impacto que
representa llegar a experimentarlo puede ser fuerte, hasta el
punto de hacer que se escape y se convierta en platónico. Verla
todos los dÃas cruzando la calle, cada uno a su trabajo, hizo que
me percatara de su rostro tan fresco, de su figura de ensueño y
una forma de caminar que me enloquecÃa. Una sola vez pude decirle
al oÃdo, muy tÃmidamente: ¡cómo me gustas! Yo no imaginaba
siquiera la reaccion que estaba provocando; no tenÃa idea de que
yo le era igualmente atractivo.
Las oportunidades que recibà desde aquel dÃa para concretar una
relación fueron infinitas; sin embargo, cuando estaba frente a
ella yo solo atinaba a mirarla con mucho amor, porque un shock
eléctrico recorrÃa mi cuerpo y me paralizaba.
El tiempo pasó. La vida lo lleva a uno por otros caminos, a
enamorarse y amar intensamente a otras personas. ¿Por qué
entonces recordar a esa mujer, a la que ni siquiera logré darle
un beso? Sencillo: porque nunca la olvidé; porque el solo hecho
de mirarla hace poco -luego de tantos años- hizo que volviera a
experimentar la misma sensación que solo ella logró generar en
mÃ.
Yo estoy convencido que es mi alma gemela, la que Dios puso en
este mundo para que lo vivamos juntos, que estuvimos en el lugar
justo para unirnos para siempre, pero que un rasgo de
incredulidad que viene en mis genes me hizo trasladarla
únicamente a un sitio especial de mi corazón. Allà se instaló y
allà se quedará hasta el fin de mis dÃas, porque jamás la
olvidaré.
Feliz DÃa de San ValentÃn a todos.
ESCORPION
UN ALMA GEMELA EN INTERNET
Soy colombiana y, hace aproximadamente ocho meses, publiqué un
aviso clasificado en internet con el ánimo de conocer gente nueva
(pues me encontraba recién llegada a una ciudad), de entablar una
bonita amistad y, porqué no, una relación duradera si encontraba
la persona adecuada.
A ese mensaje respondieron cerca de 50 personas. A los primeros
que llegaron les formulé una serie de preguntas para medir el
grado de afinidad, sus anhelos, sus expectativas y hacerme una
idea de ellos. Uno de los primeros mensajes que recibà fue de un
chico ecuatoriano que gustoso contestó mi cuestionario, y fue una
serie de coincidencias en sus respuestas la que me impulsó a
entablar una amistad con él.
Era de signo sagitario, le gustaba viajar y el cine, su libro
favorito era La ciudad y los perros, de Vargas Llosa.
La amistad continuó vÃa internet hasta que decidimos que era
tiempo de conocernos personalmente. Lo hicimos, nos encontramos
en una ciudad de mi paÃs y el encuentro fue maravilloso, creo que
fue amor a primera vista, la verdad es que nunca me habÃa
sucedido algo asÃ.
Hoy, luego de cinco meses de llamadas cada fin de semana, cartas
vÃa internet y correo normal, estamos planeando pasar vacaciones
juntos en su paÃs, el próximo mes.
No se que vaya a pasar, la relaciones a distancia son un tanto
difÃciles, pero el haberlo conocido a él es algo de lo que le doy
gracias a Dios, pues él llena mi vida, siento que cada dÃa lo amo
más y sé que él también me ama.
SAMANTA . (DIARIO HOY) (P. 5-B)