Quito. 13 nov 96. En los exportadores privados
hay incertidumbre. Las pistas sobre los cómos
del plan de convertibilidad no son claras. Bucaram
insiste.

El plan de convertibilidad es inminente. El tema
es, para el presidente Abdalá Bucaram Ortiz, una
verdadera obsesión y se muestra decidido a
implementarlo en el país.

Sus principales colaboradores económicos,
aunque no están plenamente de acuerdo, le
ratificaron apoyo. Existen dos opciones a la hora
de aplicar la convertibilidad con un tipo de cambio
fijo, la convertibilidad ha existido en Ecuador,
pero con un tipo de cambio flexible. La una sería
que el Gobierno revalúe inmediatamente, y la otra,
que devalúe y ese nivel sea el techo para el nuevo
tipo de cambio.

Aunque las pistas son escasas, los analistas no
descartan lo que llaman las medidas extremas:
la paridad uno a uno o la revaluación.

Apreciación real es una frase que pone en
aprietos al sector exportador ecuatoriano: al final
recibirá menos sucres por sus ventas al extranjero.

La preocupación por una revaluación no es
exclusiva del país, ni de las economías pequeñas.
Cuando en abril del año anterior los japoneses
vieron que el yen ganaba terreno frente al dólar,
las gigantes automotrices como Toyota, Hino,
Mazda... anunciaron pérdidas por cada punto
porcentual de centenares de millones de dólares,
pues sus vehículos se encarecieron más de un 20
por ciento frente a otros automotores.

La diferencia es que ahí intervinieron las grandes
potencias económicas mundiales para detener la
escalada.

Los analistas coinciden en que una revaluación
perjudicaría las ventas externas del Ecuador.

El presidente de la República, Abdalá Bucaram,
dijo que los exportadores tendrán que aprender
a competir y no anclar sus esperanzas para
mejorar las ventas en un sucre devaluado.

El hecho es inminente, pero se ha dicho muy
poco sobre una innegable realidad: el Estado es
el mayor exportador. Las ventas de crudo de la
estatal petrolera Petroecuador representan más
allá del 36 por ciento del total de las ventas
externas del país.

¿Qué pasaría con los ingresos petroleros si se
da esta apreciación del sucre?

El principal destino de estos recursos es el
sector público: salarios, inversión, entidades,
organismos seccionales, Banco del Estado...
Para 1996 se prevé que el sector público no
financiero recibiría, de los ingresos petroleros
un total de 7,6 billones de sucres, con un tipo
de cambio promedio de unos 3.100 sucres.

Si cada dólar cuesta menos sucres en el caso
de una apreciación o se produce un anclaje a un
tipo de cambio y se lo mantiene fijo implicaría
que el Estado recibiría menos sucres por esas
exportaciones.

Aún no se puede hablar de cifras, pues las
pistas del Gobierno sobre a qué nivel hacer la
conversión no existen. Pocos analistas se
atreven a elaborar cálculos.

Oswaldo Dávila, analista económico, dice que
si no se compensa esa disminución real de
ingresos el presupuesto podría quedar
desfinanciado.

Los ingresos petroleros, según la proforma
para 1997, representarán el 34,21 por ciento
del presupuesto total de 18,6 billones de
sucres.

"Una forma de amortiguar la caída podría ser
creando un fondo de compensación que
permita acumular los excedentes, cuando el
precio del crudo sea alto y utilizarlos cuando
esté a la baja", precisa Dávila, pues, un
modelo de convertibilidad disminuye los
ingresos fiscales.

Walter Spurrier, analista económico, ve de
otra forma esta situación; para él el efecto
directo sobre la producción no sería mayor,
pues, el Estado recibe dólares por sus
exportaciones y las inversiones en el sector
son, en su mayoría, en la misma moneda.

Por el lado fiscal, Spurrier dice que cualquier
efecto se vería compensado inmediatamente
por la reducción en el peso de la deuda externa
para el país.

"Se necesitarían menos sucres a la hora de
comprar dólares y pagar el servicio de la
deuda", señala Spurrier.

Sin embargo, la rebaja en el peso de la deuda,
dicen otros expertos no compensaría, la
pérdida de ingresos, pues, el país tiene más
egresos que ingresos y una buena parte de la
economía aún se financia con ahorro externo,
es decir, deuda.

La deuda crece

La deuda externa pública de Ecuador creció
0,79 por ciento en agosto de 1996,
totalizando 12.501 millones de dólares, según
un informe del Banco Central del Ecuador
(BCE).

La cifra contrastó con los 12.403 millones de
dólares de julio pasado y registró un avance de
0,80 por ciento frente a los 12.401 millones
de dólares de agosto de 1995.

El peso de la deuda pública externa disminuyó
desde el 68,89 por ciento del Producto Interior
Bruto (PIB) en agosto del año pasado a 66,58
por ciento del PIB en el mismo mes de este año,
según el BCE.

Hasta julio de este año, la deuda total
representaba el 66,05 por ciento del PIB.

Los atrasos acumulados e intereses, hasta julio
alcanzaron, para la deuda pública, los 58,3
millones de dólares.

Los desembolsos de agosto llegaron a 648,5
millones de dólares, las amortizaciones a
375,8 millones de dólares y los intereses de la
deuda sumaron 524 millones de dólares.

Por otra parte, la deuda externa privada totalizó
en agosto 1.977 millones de dólares sin
variación con relación a julio.

Solo en intereses por los créditos, la deuda
externa privada mantiene un total de 112,4
millones de dólares, a julio.

Así, el saldo de la deuda externa ecuatoriana
alcanzó en agosto los 14.478 millones de
dólares. (FUENTE: EL COMERCIO)

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