Con barba y cabello cenizo, Fidel Castro, presidente de Cuba, permaneció ayer en el hotel Sofitel, antes Alameda Plaza, casi todo el dÃa de ayer. El comandante, como le dicen sus más allegados, desayunó y almorzó en las instalaciones del escenario donde armó su centro de operaciones.
Alrededor de 60 personas, entre guardaespaldas y acompañantes particulares, integraron la delegación castrista. Ellos ocuparon seis pisos del hotel.
En las afueras del Sofitel, grupos de militares y policÃas complementaban el trabajo del equipo de seguridad de Castro. En total, 13 integrantes del escuadrón de Inteligencia Militar acompañaron a la delegación cubana a todas partes.
Cuando faltaban 20 minutos para las 10:00, la actividad aumentó. Todo hacÃa prever que Castro bajarÃa pero no fue asÃ. En los estacionamientos del hotel, los encargados de la seguridad prendÃan los motores de los seis vehÃculos de la caravana que escoltó al cubano hasta el Congreso Nacional.
A las 10:40, el Mandatario bajó por los ascensores del hotel. Llevaba puesto un terno y zapatos negros, una camisa habana y una corbata negra con detalles rojos.
Subió a un automóvil café con vidrios polarizados y bajó la ventana para saludar a la gente a su paso. En la intersección de las calles 12 de Octubre y Madrid, un grupo de sus seguidores lo aplaudió.
A su llegada al Congreso, sus guardaespaldas lo siguieron hasta que se ubicó en el Salón del Pleno. Durante la ceremonia de cambio de mando, Castro se sentó entre el Presidente de Brasil y el PrÃncipe de Asturias.
Tena presenció con fervor la investidura
Napo Los habitantes de la ciudad donde nació Lucio Gutiérrez siguieron la transmisión de TV. No hubo actos especiales para honrar la ocasión.
Tena vivió a su estilo la posesión presidencial de Lucio Gutiérrez: lo hizo con calma y una atención casi ceremonial. No hubo actos especiales ni se detuvieron las actividades cotidianas. Apenas en el Municipio y algunas instituciones públicas se colocaron banderas tricolor.
"Es una fiesta cÃvica que hay que vivirla desde nuestro interior", decÃa Carmela Andi, una maestra de la comunidad de Santa Inés de Archidona, para quien la única forma de mostrar respaldo al Presidente es "confiando en su labor".
Eso no bastó ayer; como otras personas, la mujer se dio el tiempo para escuchar y ver a Gutiérrez en el dÃa de su posesión. Salió temprano de su trabajo y fue hasta Tena para seguir las incidencias a través de las pantallas de televisión que se colocaron en los negocios de la céntrica calle Amazonas, en el corazón de la capital de Napo. En ese lugar, la imagen del hemiciclo legislativo se repetÃa con insistencia.
Gente de toda edad se apostaba con intermitencias donde aparecÃa un aparato; luego seguÃa su camino a sus respectivas labores.
El salón Tropicana, emblemático sitio de campaña del PSP, fue punto de encuentro de algunos partidarios del Coronel que no fueron hasta Quito para acompañar en el acto de posesión popular en el OlÃmpico Atahualpa. AllÃ, Marco Narváez mostraba un afiche del Primer Mandatario y una bandera de la Sociedad Patriótica. Fue uno de los pocos momentos expresivos que se vivieron ayer, como lo fue el silencio sepulcral que se registró durante la intervención del presidente del Congreso, Guillermo Landázuri.
La formalidad se alteró igual por los comentarios que se levantaron frente al olvido de Gutiérrez de nombrar a Landázuri en la apertura de su discurso presidencial, o por las risas que despertó el abucheo en el pleno contra Ramiro Rivera.
La intervención del nuevo Mandatario transcurrió sin muestras de efusividad. Una de las personas apostadas en uno de los negocios de la Amazonas destacaba el tranquilo y a la vez rebelde espÃritu de los napenses. "Es que el 93 por ciento creemos en nuestro Presidente", dijo Fausto Reyes, mientras veÃa y arreglaba un reloj de algún cliente.
Ni las gotas de una corta lluvia tropical amilanaron la parca atención que daban los transeúntes al discurso presidencial. Esas escenas de la calle Amazonas estuvieron presentes en otros populosos sectores, como en las tiendas de la avenida 15 de Noviembre y los puestos de comida de la Terminal Terrestre.
Esa quietud inundó la ciudad desde la casa donde creció el Coronel y la sede central, que amanecieron desoladas. La casa de la familia Gutiérrez estuvo vacÃa; solo un albañil daba los toques al exterior de la modesta casa que entró en remodelación desde el triunfo en la segunda vuelta.
Los partidarios del coronel dejaron la vÃspera la ciudad para acompañarlo en Quito. Los militantes del PSP salieron en busetas para estar presentes en el estadio Atahualpa.
Algunos datos
Toda la dirigencia se fue a Quito . Salvador Suasnavas fue el único alto dirigente de Sociedad Patriótica provincial que se quedó en Tena. Ayer siguió por radio las incidencias desde las aulas del Colegio San José de la Misión Josefina.
El ex colegio del Presidente paralizó las clases . Las autoridades del Colegio San José, en donde se formó Lucio Gutiérrez, dieron un paréntesis a sus actividades para permitir que los maestros y alumnos puedan ver los actos de posesión del Mandatario paisano.
Gutiérrez, un referente en su tierra . Para Dayana Escobar (23 años), una forma de homenajear a Lucio Gutiérrez es a través del trabajo constante; "no es necesario organizar fiestas sobre todo cuando existe carencia", dijo. Por eso, ayer no dejó sus ocupaciones en la agencia de turismo.
La confianza en el paisano . Máximo Otero, profesor de matemáticas del Colegio San José y vecino de la familia Gutiérrez, señaló la confianza que tienen por el nuevo Presidente. No solo de la provincia de Napo sino de toda la Región Amazónica.
10 000 afiliados a Sociedad Patriótica . De 34 000 electores de la provincia, actualmente existen casi diez mil afiliados a Sociedad Patriótica. El coronel Lucio Gutiérrez triunfó en esta provincia con casi el 92 por ciento en la segunda vuelta. De allà el interés, no solo en Tena, sino en toda la Región amazónica por
seguir de cerca el cambio de mando.
La familia Pacari se prendió a la TV
Redacción Ibarra. Los padres de la canciller Nina Pacari, José Manuel Vega y Rosa Elena Conejo, prefirieron viajar a Quito para acompañar a su hija en el Congreso, durante el cambio de mando presidencial. Viajaron el martes en la tarde. Es por eso que la casa de la familia, ubicada en la calle González Suárez, en el centro de Cotacachi, ayer estuvo casi vacÃa.
Laura Vega, hermana menor de la Ministra de Relaciones Exteriores, se quedó a cargo de la vivienda acompañada de su hija Sumay Callari (Inicio de Vida) y de dos amigas: MarÃa Calapi y Cecilia Piñán.
Laura prendió la tele a las 08:00, pese a que la transmisión oficial inició a las 11:00. No querÃa perderse un detalle de la ceremonia cÃvica. Observaba las imágenes mientras alternaba las labores en el taller de bordado y la cocina.
La tele, de 25 pulgadas, ocupaba la mitad de la sala nÃtidamente organizada, de la segunda planta.
Cuando la cámara recorrÃa los rostros de los invitados, las cuatro mujeres se acomodaban en los sillones, tapizados con tela floreada de color café. Sumay Callari fue la primera en sonreÃr viendo a la tÃa que hoy ocupa una de las más importantes carteras de Estado.
Entre los invitados al Congreso también estuvo el alcalde de Cotacachi, Auki Tituaña, y su esposa Luz Marina Vega, hermana de la Canciller. También asistió la hija de la pareja Curi Paccha (Tiempos de Oro), de 14 años, la sobrina preferida de Nina Pacari. Repetidas veces la cámara la enfocó. La niña estaba vestida con el traje tradicional de los indÃgenas cotacacheños.
Por momentos parecÃa que la nostalgia invadÃa el ambiente. Laura Vega recordaba las reuniones familiares en las cuales la hermana mayor, Nina Pacari, hablaba de su trabajo, de su interés por luchar por los más pobres...
Recordaba luego la niñez y juventud, cuando la actual Ministra de Relaciones Exteriores organizaba los primeros campeonatos de basquetbol de mujeres, ante la admiración de todos los vecinos.
Mientras Lucio Gutiérrez explicaba la polÃtica que aplicará, Laura contaba a su hija y a sus amigas los consejos de sus padres, que siempre pusieron de ejemplo a Nina, la estudiante destacada de la Escuela SantÃsimo Sacramento, del Colegio Luis Ulpiano de la Torre y del Normal San Pablo del Lago.
"Mà padre siempre nos animó a estudiar, aunque los tres últimos, de los ocho hermanos, aún no concluimos la universidad", dijo. De la madre, dijo, vinieron los consejos morales de no mentir, no hacer daño a nadie y ser muy solidarios.
En el primer piso otra tele también transmitió la ceremonia. En las paredes rosadas, entre tanto, se observaba varias fotos del recuerdo. Se destacan dos. La una muestra a Nina Pacari saludando con monseñor Bernardino EcheverrÃa, ya fallecido. Y la otra con Fidel Castro, en La Habana. Tras un recorrido por la memoria, Yolanda vuelve a la realidad y lamenta no haber comprado un videocasete para grabar la fecha memorable, en la que participó su familia.
Quito siguió de cerca el cambio presidencial
La cotidianidad en el Centro se alteró a las 08:45. Los trolebuses iban llenos, los estudiantes estaban en sus aulas, los empleados públicos y privados llegaban a sus oficinas, los estudiantes y los obreros laboraban en la restauración de la plaza de Santo Domingo...
Pero a la hora antes mencionada todo se alteró en Santo Domingo. Decenas de policÃas ingresaron al Colegio San Fernando. La causa: en el convento de Santo Domingo se iba a realizar una misa con el presidente Lucio Gutiérrez.
Los nuevos ministros y ministras hacÃan su entrada. En la puerta del Colegio San Fernando, más de 20 personas discutÃan con los uniformados que la custodiaban. "El pueblo quiere estar con el Presidente", gritaban. Ese argumento sirvió y el patio del plantel también recibió al pueblo.
La ceremonia se realizó en la capilla del Rosario. Gutiérrez y su esposa, Ximena Bohórquez, se ubicaron a un costado del altar. El padre Oswaldo Cazorla celebró la misa. La capilla estuvo llena y los que no entraron se quedaron rezando afuera. La ceremonia continuó. Cazorla pidió la paz. Gutiérrez dio un beso en la mejilla a su esposa y luego empezó a abrazarse con los sacerdotes y personas a su alrededor.
Fuera de la capilla, las personas trataban de ver sus reacciones. Para el padre Cazorla, la misa fue muy emotiva. "Me siento muy emocionado porque empezó su gobierno con la bendición de Dios". La emoción también seguÃa afuera del convento. Incluso cuando hubo empujones. Luego los periodistas, militares, policÃas y guardaespaldas se trasladaron al Congreso Nacional, lugar de la posesión.
Por eso alrededor del Parlamento, decenas de policÃas bloquearon las avenidas y calles circundantes.
El tráfico era tortuoso cerca del Parlamento. Varias delegaciones provinciales vivaban al nuevo Presidente con banderas y grupos musicales. Dentro de las paradas del trolebús, los quiteños miraban la ceremonia de posesión del lÃder de Sociedad Patriótica.
En el parque de La Carolina, varios deportistas prefirieron hacer deporte. "Aunque no se declaró feriado, yo tenÃa planes para hoy", dijo Carmen RodrÃguez, quien llegó a las 10:00 al parque.
El servicio de transporte público fue normal. En los buses, los pasajeros comentaban la posesión del nuevo Mandatario. Sin embargo se molestaban cuando llegaban a la zona de El Ejido y los carros no circulaban. En las oficinas, los radios se prendieron. Mireya Brito, funcionaria del Ministerio de EconomÃa, comentó que tiene esperanzas en el manejo económico del nuevo Régimen.
En el Ministerio de Agricultura se vivió un ambiente similar. Lourdes Peñaherrera, bibliotecaria, siguió la ceremonia a través de una pequeña y radio. "Ojalá el Presidente frene a raya a la corrupción".
Cuando la ceremonia terminó en el Congreso, la Plaza Grande volvió a su cotidianidad. Pero duró unos minutos hasta cuando el presidente Gutiérrez llegó a Carondelet...
Algunos datos
Las manifestaciones . En el parque de El Arbolito se agruparon varias personas que respaldaban al nuevo Mandatario. La av. 12 de Octubre también estuvo cerrada desde la mañana.
En la ecovÃa . Los ecobuses no podÃan circular por el Congreso. La razón: la ecovÃa se convirtió en parqueadero de los carros oficiales. Otras calles estuvieron cerradas.
Tras el acto, a las 13:45, la delegación de Castro regresó al hotel. Su ingreso, como su salida en la mañana, fue por el parqueadero y en total hermetismo.