La mejor opción universitaria

Nos inclinamos ante el verdadero destino de una institución de educación superior, emporio de enseñanzas y preparación en diferentes disciplinas del conocimiento y de investigación científica. Ante los docentes que saben transmitir los conocimientos a los aspirantes a un título que respalde su trabajo, cualquiera sea su especialidad.
Constituye un conglomerado humano del cual cada uno es dueño de su propia inclinación. De aquí brotan talentos que han de elevarse en el porvenir, y grupos que van a llevar a otros lo que han asimilado para su bien, y que deben destinar al servicio de la sociedad. Esto debe tener bien entendido el estudiante que con el decurrir del tiempo y de sus aspiraciones, obtiene un título como corolario de su dedicación y esfuerzo.
Es reprochable que instituciones superiores de tan elevado contenido estén dirigidas por grupos políticos que tienen un fin proselitista, de utilidad para otros fines, y que no exista la seriedad consecuente con los altos valores y el pluralismo ideológico de sus componentes. Es oportuno meditar en este aspecto cuando se preparan centenares de aspirantes a ingresar a las distintas universidades, de las que deberán seleccionar su prestigio, trascendencia y nivel académico de los egresados, además de que hayan fortalecido el acervo cultural del país. Ello les hará decidirse por la mejor opción.

Ana Beatriz Constante Parra



¿Y en verdadera emergencia?

La caída de ceniza del volcán Reventador nos ha permitido evaluar lo que ocurriría en Quito en caso de una verdadera emergencia. Unos milímetros de ceniza son capaces de paralizar la capital del Ecuador. Si tuviéramos que premiar a la incapacidad durante este "cataclismo”, la medalla de oro sería para la Empresa Eléctrica Quito. Los pobladores de Cumbayá y el valle de Los Chillos hemos tenido que soportar el corte de energía eléctrica desde el domingo por la tarde. El teléfono de "reparaciones" esta aparentemente desconectado; los clientes no tenemos idea de lo que ocurre. En una entrevista de ayer, el gerente de esta Empresa airosamente indicaba que se han registrado apenas unos cortes de luz de dos horas en unos pocos barrios de Quito. Es indignante escuchar que el director del Instituto Geofísico alertó al aeropuerto temprano por la mañana el domingo, y sin embargo las autoridades decidieron cerrar el aeropuerto cuando ya vieron que estaba cayendo ceniza. Los ciudadanos tampoco demostramos tener disciplina y sentido común: se desperdicia el agua, se maneja a alta velocidad en medio de la ceniza y se compran toneladas de víveres como si el mundo se acabara.
Los habitantes de Quito vivimos en una ciudad que sigue dependiendo de los milagros de los santos para sobrevivir.

Gabriel Trueba



Democracia o mediocracia

La democracia, en su acepción original, es el gobierno del pueblo, régimen político que profesa y garantiza el respeto a los derechos fundamentales de las personas y en especial la protección de las comunidades naturales como familia, sociedades, comunas, etc, intermedias entre el individuo y el Estado. La democracia se transforma en mediocracia cuando es ejercida por hombres mediocres, sin identidad, anarquistas, con doble discurso, que se aferran al populismo y al nepotismo. Me refiero al caso de Gutiérrez, populista de extrema izquierda que debería de una vez por todas zafarse del MPD y sindicalistas que lo apoyan, racionalizar objetiva y claramente sus políticas de gobierno y nominar el probable gabinete que le acompañará.
Caso contrario quedan las dudas sobre quien desconoció el estado de derecho para tomar por la fuerza el poder, insistiendo hasta la presente con el mismo discurso sobre su actuación el 21 de enero de 2000, y lograr con ofrecimientos y pactos diabólicos el voto manejado y oportunista.
Esperemos que el admirador de Chávez, como lo dijera luego de salir libre de sus cuatro meses de cárcel, no se convierta en prisionero de su ego y de quienes lo rodean, cuya calidad moral habría que transparentar a la sociedad. El país no está para experimentaciones y oportunistas.

Ma. Augusta Alvarez de Bustamante



¿Cuál confianza?

Los candidatos presidenciales hablan de confianza en nuestra gente, en nuestro país. Sin embargo, cuando tienen que hacerse un pequeño chequeo médico rutinario o una operación, lo primero que hacen es salir al exterior. ¿En busca de profesionales más confiables? Será porque en nuestro país para ellos no hay gente capaz o son todos ellos unos omnipotentes a quienes solo un extranjero es capaz de chequearles.
Pequeños detalles como estos reflejan el doble y mentiroso discurso que manejan los ‘políticos’, gente que habla sin fundamentos prácticos pues lo único que prevalece en estos tiempos de manipulación ideológica, son los discursos preparados por otras personas y nada más. El pueblo ecuatoriano debe tomar muy en cuenta estos y otros particulares más para escoger a un candidatos surgidos del verdadero pueblo, que en cualquier circunstancia de la vida confíe verdaderamente en su gente, que sí es capaz para desempeñar cualquier actividad u ocupación.

Jorge Herrera


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